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Coloridas píldoras y cápsulas de medicación esparcidas sobre fondo morado claro, incluyendo comprimidos blancos, verdes, amarillos y rosas.

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Medicamentos antialérgicos

Una reacción alérgica se produce cuando el sistema inmunitario reacciona de forma exagerada ante una partícula extraña o una sustancia química que suele ser inofensiva. Las reacciones alérgicas van desde síntomas leves de estornudos o picores hasta síntomas graves de anafilaxia, que afectan a la respiración y la circulación. Las personas con riesgo de anafilaxia deben llevar siempre consigo un autoinyector de adrenalina. La mayoría de las alergias pueden tratarse o prevenirse con antihistamínicos como la loratadina o la clorfenamina. Otros tratamientos útiles son los colirios de cromoglicato sódico y los aerosoles nasales de esteroides como beclometasona o fluticasona.

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Analgésicos y medicamentos para el dolor

El dolor forma parte de la respuesta natural del organismo a una infección o lesión; nos hace saber que algo va mal. El dolor suele ser el resultado de una inflamación en alguna parte del cuerpo. Hay muchos tipos distintos de analgésicos, que difieren en su forma de administración (por ejemplo, geles, aerosoles, comprimidos) y en su potencia. El dolor leve o moderado puede tratarse con paracetamol o antiinflamatorios no esteroideos (AINE) como la aspirina o el ibuprofeno. El dolor intenso suele tratarse con un analgésico opiáceo como el tramadol, la morfina o el fentanilo. Los analgésicos opiáceos funcionan mejor cuando se utilizan sólo durante periodos cortos de tiempo. El uso prolongado de analgésicos opiáceos puede provocar tolerancia y dependencia del medicamento. El dolor nervioso puede ser más difícil de tratar, por lo que suelen probarse primero medicamentos como la pregabalina y la gabapentina.

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Antiinflamatorios

La inflamación es un mecanismo de defensa natural del organismo que le ayuda a combatir infecciones y reparar lesiones. Los signos externos de inflamación son enrojecimiento, hinchazón, calor y dolor. A veces, una enfermedad puede causar inflamación en el interior del organismo. Aunque la inflamación ayuda a proteger el organismo, la inflamación prolongada (crónica) puede causar problemas. Los corticoesteroides, como la hidrocortisona y la budesonida, pueden reducir la inflamación en afecciones como el eccema y la enfermedad de Crohn. Los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como el ibuprofeno, el diclofenaco y el naproxeno, se utilizan para reducir el dolor causado por la inflamación de músculos y articulaciones.

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