Moxonidina para la hipertensión

Acerca de la moxonidina para la hipertensión arterial

La moxonidina es un medicamento que actúa sobre los vasos sanguíneos. Se lo habrán recetado para la tensión arterial alta (hipertensión). La mayoría de los hipertensos no se sienten mal, pero es importante tratar la hipertensión aunque usted se sienta bien. La hipertensión puede dañar los vasos sanguíneos y sobrecargar el corazón. Si no se trata, la hipertensión es un factor de riesgo que puede aumentar las probabilidades de sufrir cardiopatías, accidentes cerebrovasculares y otras enfermedades graves. Es probable que le receten moxonidina si otros medicamentos (de uso más frecuente) no son adecuados para usted, o si no han sido suficientes para controlar su hipertensión.

La moxonidina actúa relajando los músculos de las paredes de los vasos sanguíneos. Esto significa que los vasos sanguíneos se ensanchan, lo que reduce la presión arterial y permite que la sangre y el oxígeno circulen más libremente por el cuerpo.

Antes de tomar moxonidina

Algunos medicamentos no son adecuados para personas con determinadas afecciones, y a veces un medicamento sólo puede utilizarse si se toman precauciones adicionales. Por estas razones, antes de empezar a tomar moxonidina es importante que su médico lo sepa:

• Si está embarazada o en periodo de lactancia.

• Si padece algún trastorno cardiaco, como latidos lentos o insuficiencia cardiaca.

• Si tiene angina de pecho

• Si tiene algún problema con el funcionamiento de sus riñones.

• Si está tomando otros medicamentos. Esto incluye cualquier medicamento que esté tomando y que pueda adquirirse sin receta, así como medicamentos a base de plantas y complementarios.

• Si alguna vez ha tenido una reacción alérgica a un medicamento.

Cómo tomar moxonidina

• Antes de empezar el tratamiento, lea el prospecto impreso del fabricante que se encuentra en el interior del envase. Le dará más información sobre la moxonidina y le proporcionará una lista completa de los efectos secundarios que puede experimentar al tomarla.

• Tome la moxonidina exactamente como se lo indique su médico. Lo habitual es empezar tomando un comprimido de 200 microgramos al día, por la mañana. Si es necesario, su médico le aumentará la dosis al cabo de unas semanas. Es posible que le pida que tome un comprimido de mayor potencia o que tome dos comprimidos al día. Aumentar la dosis lentamente de este modo permite a su médico asegurarse de que usted toma la dosis que le ayuda en su enfermedad pero evita cualquier síntoma no deseado.

• Intente tomar su dosis a la misma hora del día todos los días, ya que esto le ayudará a acordarse de tomar la moxonidina con regularidad. Si le piden que tome una dosis al día, tómela por la mañana. Si le piden que tome dos dosis al día, tome la primera por la mañana y la segunda por la noche.

• Trague el comprimido entero con un vaso de agua. Puede tomar moxonidina antes o después de las comidas.

• Si olvida tomar una dosis, tómela en cuanto se acuerde (a menos que sea casi la hora de la siguiente dosis, en cuyo caso omita la dosis olvidada). No tome dos dosis juntas para compensar la dosis olvidada.
  

Aproveche al máximo su tratamiento

• Procure acudir a las citas periódicas con su médico. Así podrá comprobar su evolución.

• Existen tres concentraciones diferentes de comprimidos de moxonidina: 200 microgramos, 300 microgramos y 400 microgramos. Cada vez que reciba un nuevo suministro de comprimidos, es conveniente que compruebe que recibe la dosis que espera. Si tiene alguna duda, consulte a su farmacéutico.

• No se recomienda beber alcohol mientras esté tomando moxonidina. El alcohol se sumará al efecto hipotensor de la moxonidina, lo que aumentará las probabilidades de que experimente efectos secundarios como mareos.

• Si compra algún medicamento, compruebe con su farmacéutico que es adecuado para usted. Esto se debe a que algunos medicamentos (como algunos analgésicos antiinflamatorios) pueden interferir en el funcionamiento de la moxonidina.

• Si va a someterse a una operación o a un tratamiento dental, es importante que informe a la persona que vaya a realizar el tratamiento de que está tomando moxonidina. Esto se debe a que algunos anestésicos pueden afectar a su tensión arterial.

• Su médico le aconsejará qué cambios puede hacer en su estilo de vida para mejorar su enfermedad. Por ejemplo, perder peso si tiene sobrepeso, hacer ejercicio con regularidad, seguir una dieta sana, reducir el consumo de alcohol si es excesivo, dejar de fumar y reducir la cantidad de sal en las comidas y de cafeína en las bebidas. Es importante que siga todos los consejos que le den.

• El tratamiento con moxonidina suele ser a largo plazo, a menos que experimente algún efecto adverso. Siga tomando los comprimidos a menos que su médico le indique que lo interrumpa. La interrupción brusca del tratamiento puede causar problemas en algunas personas, por lo que su médico puede recomendarle que reduzca la dosis gradualmente si es necesario.

¿Puede causar problemas la moxonidina?

Además de sus efectos útiles, la mayoría de los medicamentos pueden producir efectos secundarios no deseados, aunque no todas las personas los sufran. La siguiente tabla contiene algunos de los efectos secundarios más frecuentes relacionados con la moxonidina. Encontrará la lista completa en el prospecto del fabricante que acompaña al medicamento. Los efectos no deseados suelen mejorar a medida que su organismo se adapta al nuevo medicamento, pero consulte a su médico o farmacéutico si alguno de los siguientes efectos persiste o se vuelve molesto.

Si experimenta cualquier otro síntoma que crea que puede deberse a los comprimidos, hable con su médico o farmacéutico para que le aconsejen.

Cómo conservar la moxonidina

• Mantenga todos los medicamentos fuera del alcance y de la vista de los niños.

• Almacenar en un lugar fresco y seco, lejos del calor y la luz directos.

Información importante sobre todos los medicamentos