Primidona para la epilepsia

Acerca de la primidona

Si padece epilepsia, significa que ha sufrido ataques repetidos (convulsiones). Una crisis epiléptica es un episodio breve de síntomas provocado por un estallido de actividad eléctrica anormal en el cerebro. Diferentes partes del cerebro controlan distintas partes y funciones del cuerpo. Por lo tanto, los síntomas que se producen durante una crisis epiléptica dependen de dónde se produzca la ráfaga anormal de actividad eléctrica. Los síntomas que pueden aparecer durante una crisis pueden afectar a los músculos, las sensaciones, el comportamiento, las emociones, la conciencia o una combinación de todo ello.

La epilepsia no puede "curarse", pero las crisis pueden prevenirse en la mayoría de las personas con una medicación antiepiléptica adecuada. La primidona ayuda a prevenir los ataques.

Antes de tomar primidona

Algunos medicamentos no son adecuados para personas con determinadas afecciones y, a veces, un medicamento sólo puede utilizarse si se toman precauciones adicionales. Por estas razones, antes de empezar a tomar primidona es importante que su médico o farmacéutico lo sepan:

• Si está embarazada, esperando un bebé o en período de lactancia.

• Si tiene problemas respiratorios.

• Si alguna vez ha tenido problemas de drogodependencia o alcoholismo.

• Si tiene problemas hepáticos o renales.

• Si padece un raro trastorno sanguíneo hereditario conocido como porfiria.

• Si toma o utiliza otros medicamentos. Esto incluye todos los medicamentos que se pueden comprar sin receta, así como las hierbas medicinales y los medicamentos complementarios.

• Si alguna vez ha tenido una reacción alérgica a un medicamento.

Cómo tomar primidona

• Antes de empezar este tratamiento, lea el prospecto impreso del fabricante que se encuentra en el interior del envase. El prospecto le dará más información sobre la primidona y una lista completa de los efectos secundarios que puede experimentar al tomarla.

• Tome la primidona exactamente como le haya indicado su médico. Normalmente se toma dos veces al día, aunque al principio se le recetará una pequeña dosis para tomar antes de acostarse. Después se aumentará gradualmente. Aumentar la dosis lentamente permite a su médico asegurarse de que toma la dosis que mejor se adapta a usted, evitando al mismo tiempo cualquier síntoma no deseado. La dosis aparecerá en la etiqueta del envase para recordarle cómo tomar los comprimidos. Debe tomar primidona con regularidad para evitar que se produzcan ataques (convulsiones).

• Puede tomar los comprimidos antes o después de la comida. Puede resultarle útil tragarlos con un vaso de agua.

• Si olvida tomar una dosis, tómela en cuanto se acuerde. Si es casi la hora de tomar la siguiente dosis, sáltese la dosis olvidada y tome la siguiente dosis cuando corresponda. No tome dos dosis juntas para compensar la dosis olvidada.

Aproveche al máximo su tratamiento

• Procure acudir a las citas periódicas con su médico. Así podrá comprobar su evolución.

• Cuando empiece un nuevo tratamiento para la epilepsia puede haber un cambio en el número o tipo de ataques (crisis) que experimente. Su médico le informará al respecto.

• Las distintas marcas de primidona pueden actuar de forma ligeramente diferente en su organismo. Por ello, su farmacéutico siempre intentará darle comprimidos del mismo fabricante que los que ha tomado antes. Por lo tanto, cada vez que recoja una receta, compruebe que su suministro es el mismo y que la marca es la misma. Si no está seguro o tiene alguna duda sobre su receta, pida a su farmacéutico que la compruebe.

• Las personas con epilepsia deben dejar de conducir al principio. Su médico le indicará cuándo puede volver a conducir. Normalmente será después de un año sin crisis.

• No deje de tomar este medicamento a menos que su médico se lo indique. Si deja de tomarlo repentinamente, sus convulsiones pueden reaparecer y su médico querrá que reduzca la dosis gradualmente si es necesario. Además, tomar primidona durante un tiempo puede hacer que su cuerpo se vuelva dependiente de ella y ésta es otra razón por la que su médico querrá reducir su dosis lentamente.

• El estrés emocional o la falta de sueño pueden aumentar las probabilidades de sufrir un ataque. Mantener un ritmo de sueño regular y hacer ejercicios de relajación puede reducir este riesgo. Pida consejo a su médico o farmacéutico.

• Si va a someterse a una operación o a un tratamiento dental, informe a la persona que lleve a cabo el tratamiento de que está tomando primidona.

• Si compra algún medicamento, consulte a su farmacéutico para asegurarse de que puede tomarlo junto con primidona.

• Si usted es una mujer que utiliza anticonceptivos hormonales ('la píldora'), coméntelo con su médico, ya que la primidona interfiere con la píldora, reduciendo su efecto anticonceptivo. Otros métodos anticonceptivos serán más adecuados para usted. Si desea tener familia, asegúrese de hablarlo con su médico con suficiente antelación antes de quedarse embarazada. Así podrá recibir el consejo de un especialista antes de quedarse embarazada. Si se queda embarazada mientras está tomando primidona, debe comunicárselo inmediatamente a su médico.

• Le recomendamos que no beba alcohol mientras esté tomando primidona. La primidona le producirá somnolencia y el consumo de alcohol la aumentará.

• Mientras esté tomando estos comprimidos, existe un pequeño riesgo de que desarrolle cambios de humor o sentimientos de angustia y pensamientos suicidas. Si esto ocurre, informe inmediatamente a su médico.

¿Puede causar problemas la primidona?

Además de sus efectos útiles, la mayoría de los medicamentos pueden producir efectos secundarios no deseados, aunque no todas las personas los sufran. Estos suelen mejorar a medida que el organismo se adapta al nuevo medicamento, pero hable con su médico o farmacéutico si alguno de los siguientes efectos secundarios persiste o se vuelve molesto.

Si experimenta cualquier otro síntoma que considere que puede deberse a este medicamento, consulte a su médico o farmacéutico.

Cómo conservar la primidona

• Mantenga todos los medicamentos fuera del alcance y de la vista de los niños.

• Almacenar en un lugar fresco y seco, lejos del calor y la luz directos.
  

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