Problemas oculares
Revisado por Dr Philippa Vincent, MRCGPÚltima actualización por Dr Toni Hazell, MRCGPÚltima actualización 10 dic 2024
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En esta serie:Conjuntivitis infecciosaConjuntivitis alérgicaOjos secosEpiescleritis y escleritisUveítisHemorragia subconjuntival
Este folleto contiene una lista de enfermedades que afectan al ojo, agrupadas por la parte del ojo afectada o implicada. No todas estas enfermedades provocan pérdida de visión y muchas de ellas se tratan con más detalle en otros apartados.
En este artículo:
Para más información sobre la estructura del ojo, consulte el folleto Anatomía del ojo.
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La superficie del ojo: conjuntiva, córnea y esclerótica
La conjuntiva es la parte anterior y transparente del ojo que recubre la parte blanca del ojo y la parte inferior de los párpados. Las afecciones de la conjuntiva no suelen afectar directamente a la visión, ya que la luz no atraviesa la conjuntiva para entrar en el ojo a través de la pupila.
La córnea es la parte del ojo en forma de disco transparente que se encuentra sobre la pupila y el iris. Constituye la primera parte del proceso de enfoque de una imagen en la parte posterior del ojo. Por tanto, los problemas que afectan a la córnea pueden afectar a la visión. Como la córnea es muy sensible, los problemas que la afectan suelen ser dolorosos.
Vista lateral del ojo

Lista de trastornos y enfermedades oculares
- Conjuntivitis. Normalmente, la conjuntivitis no afecta a la visión, salvo para hacer las cosas ligeramente borrosas debido al lagrimeo o la secreción sobre los ojos. La conjuntivitis es una inflamación o infección de la capa superficial del ojo (la conjuntiva). El paciente tiene los ojos rojos y con picor, que pueden estar pegajosos si los ojos están infectados. Para más información, véanse los folletos Conjuntivitis alérgica y Conjuntivitis infecciosa. 
- Síndrome de Sjögren. El síndrome de Sjögren es una enfermedad autoinmune que suele provocar sequedad ocular y bucal. También puede afectar a otros órganos, como los pulmones, los riñones, la piel y el sistema nervioso. Consulte el folleto sobre el síndrome de Sjögren. 
- Hemorragia subconjuntival. Es una causa frecuente de ojo rojo indoloro, de aspecto muy alarmante. Se debe a una pequeña hemorragia de uno de los diminutos vasos sanguíneos situados detrás de la conjuntiva. Puede parecer alarmante, pero no suele causar síntomas y suele ser inofensiva. En raras ocasiones, puede asociarse a presión arterial alta(hipertensión). Consulte el folleto titulado Hemorragia subconjuntival. 
- Episcleritis y escleritis. La epiescleritis y la escleritis son enfermedades inflamatorias que afectan al ojo. Ambas provocan enrojecimiento, pero la escleritis es mucho más grave que la epiescleritis. La epiescleritis provoca enrojecimiento con molestias e irritación, pero sin otros síntomas significativos. La escleritis afecta a la esclerótica y, en ocasiones, a los tejidos más profundos del ojo. Véase el folleto separado Episcleritis y escleritis. 
- Pterigión. Un pterigión es un engrosamiento elevado, amarillento y en forma de cuña en la parte blanca del ojo, que en ocasiones puede extenderse sobre la córnea, obstruyendo la visión. Es indoloro (aunque puede causar irritación, molestias oculares o sequedad). El pterigión se produce como reacción de los ojos a la exposición al viento, la sequedad, el polvo y el sol (radiación solar). Es especialmente frecuente en quienes han vivido en climas cálidos. A veces se denomina "ojo de surfista" u "ojo de agricultor", ya que es común en quienes pasan mucho tiempo al aire libre, donde hay altos niveles de radiación solar. Puede tratarse con cirugía (por razones estéticas o porque empieza a bloquear la visión), pero a menudo reaparece; si no causa problemas, no hay que hacer nada. Las gafas de sol y las lágrimas artificiales ayudan a prevenirla. 
- Pinguécula. Este engrosamiento blanco amarillento de la esclerótica es frecuente a partir de los 40 años. Está causado por la exposición a los rayos ultravioleta (UV), que provoca cambios degenerativos en la esclerótica. Se producen pequeños depósitos de color blanco amarillento en las posiciones de las 3 o las 9 horas del ojo. Al elevarse la superficie, puede interrumpirse la película lagrimal, lo que provoca una pérdida de lubricación del ojo sobre la pinguécula, dando lugar a una pingueculitis. Esta afección es similar al pterigión, salvo que sólo afecta a la conjuntiva y forma una protuberancia en lugar de una cuña. A veces se extirpan por motivos estéticos, y una pinguécula puede convertirse en un pterigión. Si no causa problemas, no es necesario hacer nada. 
- Cuerpos extraños: algo en el ojo. Si te entra algo en el ojo, éste llorará y parpadeará, y te sentirás muy incómodo. Los cuerpos extraños que se asientan en el ojo no suelen dañar la visión. Sin embargo, los objetos que penetran en el ojo y las sustancias químicas activas que dañan la superficie (como ácidos, álcalis y polvo de yeso) pueden hacerlo, a veces de forma permanente. 
- Lesión corneal. Las lesiones en la córnea pueden provocar cicatrices, lo que puede afectar a la visión. 
- Infección de la córnea. La inflamación de la córnea se denomina queratitis y puede estar causada por diversos organismos, incluidos gérmenes como bacterias y virus. Los virus son la causa más frecuente. Véanse los folletos separados Herpes zóster, Infección ocular (Herpes simplex) y Problemas visuales (Visión borrosa). 
- Afecciones alérgicas e inflamatorias de la córnea. Las alergias que afectan al ojo pueden afectar a la córnea, siendo el polen el alérgeno más frecuente. Otros alérgenos son los medicamentos, el pelo de animales y los cosméticos, como el rímel y las cremas faciales. Véase el folleto aparte titulado Conjuntivitis alérgica. 
- Las enfermedades autoinmunes, como la artritis reumatoide, la enfermedad de Crohn y la espondilitis anquilosante, pueden causar una queratitis inflamatoria. 
- Ojos secos y queratitis por exposición. El síndrome del ojo seco (también conocido como queratoconjuntivitis seca, o simplemente ojo seco) se produce cuando hay un problema con la película lagrimal que normalmente mantiene el ojo húmedo y lubricado. Consulte el folleto separado titulado Ojos secos. Cuando la córnea se seca puede irritarse e inflamarse, una afección denominada queratitis por exposición. Esto puede deberse a problemas con la producción de lágrimas. Otras causas son la incapacidad para cerrar los párpados correctamente, como en la debilidad del nervio facial que se observa en la parálisis de Bell. 
- Ojo de arco y ceguera de las nieves. La fotoqueratitis es una quemadura solar de la córnea, que suele notarse varias horas después de la exposición al sol. La ceguera de las nieves es el tipo de fotoqueratitis común en montañeros y esquiadores que olvidan sus gafas de sol. El ojo de arco es una afección similar debida a la exposición a la luz brillante de una lámpara de arco. Véase el folleto separado titulado Problemas visuales. 
- Anomalías del tamaño y la forma de la córnea. El queratocono es una córnea anormalmente delgada y curvada. Afecta a la visión y se trata con lentillas y, más adelante, con lentes de contacto. Ambas ayudan a la visión y protegen la superficie ocular adelgazada. Puede ser necesario un trasplante de córnea. El astigmatismo es una afección en la que la córnea tiene forma de balón de rugby en lugar de ser verdaderamente esférica, de modo que el enfoque del ojo es desigual. Suele tratarse con gafas correctoras y lentes de contacto. 
- Distrofias corneales. Se trata de un grupo de enfermedades progresivas que provocan una acumulación de material turbio en la córnea. La mayoría son hereditarias, afectan a ambos ojos y progresan gradualmente. Algunas pueden afectar a la visión, mientras que otras no. 
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El iris, el cuerpo ciliar y la coroides
La parte coloreada del ojo se llama iris. Está formado por fibras musculares que ayudan a controlar el tamaño de la pupila. El cuerpo ciliar es un pequeño músculo en forma de anillo que se sitúa detrás del iris y que ayuda al ojo a enfocar. La coroides es la capa de tejido situada entre la retina y la esclerótica, que contiene vasos sanguíneos y un pigmento que absorbe el exceso de luz.
- Uveítis anterior. La uveítis es un término general que describe la inflamación de la parte del ojo denominada tracto uveal, formada por el iris, el cuerpo ciliar y la coroides. Se denomina uveítis anterior a la inflamación que afecta a la parte anterior del tracto uveal. Es el tipo más frecuente de uveítis y el más doloroso. Consulte el folleto Uveítis. 
- Aniridia. La aniridia es la ausencia de iris, que suele afectar a ambos ojos. Puede ser genética, estar presente desde el nacimiento o estar causada por una lesión. La mayoría de los afectados presentan anomalías en el interior del ojo, por lo que suelen tener graves deficiencias visuales. 
- Ojos llorosos. El lagrimeo puede producirse a cualquier edad, pero es más frecuente en bebés y personas mayores de 60 años. Puede producirse en uno o en ambos ojos. Consulte el prospecto separado titulado Ojos llorosos (Epífora). 
- Heterocromía y anisocoria del iris. Se habla de heterocromía cuando los dos iris de una persona son de distinto color, a veces parcial y a veces totalmente. Puede ser un trastorno de por vida debido a la constitución genética de la persona. Sin embargo, también puede estar causada por el uso (en un solo ojo) de ciertos medicamentos que afectan al color de los ojos, o puede ser el resultado de una lesión en el iris. La heterocromía del iris se confunde fácilmente con la anisocoria. En la anisocoria, una pupila no reacciona a la luz de la misma manera que la otra, por lo que las pupilas son de tamaños desiguales y el ojo con la pupila más grande parece más oscuro. El difunto David Bowie fue quizá una de las personas más famosas que tuvo anisocoria y no, como muchos creían, ojos de distinto color. Su pupila izquierda no reactiva se atribuyó a una lesión ocular en la adolescencia. 
El líquido ocular y el drenaje - el cuerpo ciliar y la malla trabecular
El cuerpo ciliar es una parte del ojo que incluye lo siguiente:
- El músculo ciliar (que modifica la forma de la pupila modificando la forma del iris). 
- El epitelio ciliar, que produce el humor acuoso. Es el líquido que llena la parte anterior del ojo. El humor acuoso se produce continuamente. Circula por la parte anterior del ojo y luego drena a través de una zona llamada malla trabecular, cerca de la base del iris. 
Los problemas con la producción y el drenaje del líquido ocular pueden provocar un aumento de la presión en el interior del ojo (denominada presión hidrostática) y diversos tipos de glaucoma. La causa subyacente del desarrollo del problema no suele estar clara. Sin embargo, entre las causas conocidas se encuentran las enfermedades inflamatorias oculares, las lesiones oculares y la medicación con esteroides.
- Glaucoma agudo de ángulo cerrado (GCAA). El AACG (a menudo denominado simplemente glaucoma agudo) se produce cuando se bloquea el flujo del humor acuoso hacia el exterior del ojo a través de la malla trabecular. La presión en el interior del ojo aumenta demasiado deprisa. Si no se trata rápidamente, puede provocar una pérdida permanente de visión. Consulte el folleto separado titulado Glaucoma agudo de ángulo cerrado. 
- Glaucoma crónico de ángulo abierto (GCAA). El GAA (a menudo denominado simplemente glaucoma) se produce cuando hay una obstrucción parcial en la malla trabecular. Esto restringe el drenaje y provoca un aumento de la presión. El aumento de presión en el ojo puede dañar las fibras nerviosas oculares y afectar a la visión. Consulte el folleto separado titulado Glaucoma crónico de ángulo abierto. 
- Hipertensión ocular. En ambos tipos de glaucoma aumenta la presión ocular. En el AACG provoca dolor y pérdida de visión. En el COAG no causa dolor y se produce una pérdida gradual de visión. Sin embargo, la presión del globo ocular aumenta en ambos casos. La hipertensión ocular es una enfermedad en la que aumenta la presión del globo ocular pero no se produce dolor ni pérdida gradual de visión. La hipertensión ocular afecta a unas 5 de cada 100 personas mayores de 40 años. Sin embargo, la mayoría no desarrolla los cambios visuales del glaucoma (aunque aumenta el riesgo de padecerlo). Es posible que los nervios de los ojos de las personas que desarrollan glaucoma sean más sensibles a la presión que los nervios de los ojos de las personas que no lo desarrollan. 
- Glaucoma de tensión normal. Es casi lo contrario de la hipertensión ocular. En el glaucoma de tensión normal, la presión ocular no supera lo que los oftalmólogos consideran normal. Sin embargo, se producen daños en los nervios del ojo, típicos del glaucoma. La causa es incierta, pero se cree que en estos pacientes los nervios del ojo son especialmente sensibles a los cambios de presión. Por tanto, estos nervios pueden resultar dañados incluso a presiones que no se consideran perjudiciales en la mayoría de las personas. 
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El objetivo y el enfoque
El cristalino puede cambiar de forma con la ayuda del cuerpo ciliar, que contiene finas fibras musculares que tiran de él. En función del ángulo de incidencia de la luz, el cristalino se curva más o menos (convexo). Esto altera su resistencia y le permite enfocar correctamente la luz en la parte posterior del ojo.
Errores de refracción
Los problemas de enfoque pueden obligar a llevar gafas o lentes de contacto para ver con claridad. Existen cuatro tipos principales de defectos de refracción:
- Hipermetropía. Consulte el folleto separado titulado Hipermetropía. 
- Error refractivo debido a una curvatura irregular de la córnea (astigmatismo). Consulte el folleto separado titulado Astigmatismo. 
- Vista larga asociada a la edad (presbicia). Consulte el folleto separado titulado Presbicia. 
Los defectos de refracción suelen ser tratados por un óptico y no por un médico, por lo que no suele ser conveniente acudir al médico de cabecera.
Cataratas
Las cataratas son una enfermedad en la que el cristalino del ojo se nubla y afecta a la visión. Suelen aparecer en personas mayores y se desarrollan gradualmente. Al principio pueden afectar poco o nada a la visión. Consulte el folleto Cataratas.
Luxación del cristalino (ectopia lentis)
La ectopia lentis es el desplazamiento parcial o completo del cristalino de su posición normal. Puede producirse tras un traumatismo (la causa más frecuente, normalmente un golpe directo en el ojo, la órbita o la cabeza). También puede ser consecuencia de una enfermedad ocular o de una enfermedad que afecte a todo el organismo (enfermedad sistémica). Además de afectar a la visión, puede provocar glaucoma (véase más arriba).
Entre las enfermedades oculares asociadas a la ectopia lentis se encuentra el síndrome de Marfan. En aproximadamente la mitad de las personas con síndrome de Marfan, el cristalino se luxa al nacer o se luxa antes de la edad adulta. Las personas con síndrome de Marfan también son más propensas al desprendimiento de retina (véase más abajo), la miopía y las cataratas. Consulte el folleto sobre el síndrome de Marfan.
La cámara posterior del ojo: el vítreo
El globo ocular debe mantener su forma para que los rayos de luz se enfoquen con precisión sobre la retina. Por ello, la parte posterior del ojo está llena de una sustancia gelatinosa llamada humor vítreo (o, a veces, cuerpo vítreo o simplemente vítreo). Se compone principalmente de agua, con algo de proteína (colágeno), ácido hialurónico y sal. Ayuda a mantener la retina en su sitio empujándola contra la coroides. Está ligeramente unido a la retina por su parte posterior.
- Uveítis posterior y otras formas de uveítis. La uveítis es la inflamación de los tejidos del ojo. Puede describirse como uveítis anterior, posterior o intermedia, o panuveítis. Véase el folleto separado Uveítis. 
- Hemorragia vítrea. La hemorragia vítrea se produce cuando se filtra sangre al humor vítreo del interior del ojo, normalmente desde los vasos sanguíneos de la parte posterior del ojo. Si el humor vítreo se enturbia o se llena de sangre, la visión se ve afectada. Esto puede variar desde unas pocas "moscas volantes" y nubosidad de la visión hasta una visión completamente oscura. Consulte el folleto sobre hemorragia vítrea. 
- Desprendimiento vítreo posterior. El vítreo está ligeramente unido a la retina por la parte posterior mediante fibras proteicas. A medida que envejecemos, el vítreo se encoge y con el tiempo tiende a separarse de la retina y provocar un desprendimiento vítreo. El vítreo ya está desprendido en aproximadamente el 75% de las personas mayores de 65 años. Muchos no se habrán dado cuenta de ello. Sin embargo, si aparecen síntomas, éstos son destellos luminosos y moscas volantes (puntos, manchas u objetos en forma de encaje flotando por la visión), que también pueden ser síntomas de desprendimiento de retina. Los destellos tienden a desaparecer cuando se completa el desprendimiento. Consulte el folleto titulado Destellos, flotadores y halos. 
El fondo del ojo: la retina y el nervio óptico
La retina es una capa situada en el interior de la parte posterior del globo ocular. Contiene células nerviosas altamente especializadas. Éstas convierten la luz que se enfoca en señales eléctricas. Éstas se transmiten a través de los nervios ópticos a las partes del cerebro que procesan la visión y construyen la imagen que vemos.
Cerca del centro de la retina se encuentra la mácula. La mácula es una pequeña parte muy sensible de la retina. Es responsable de la visión central detallada, la parte que se utiliza cuando se mira directamente a algo. Contiene la fóvea, la zona del ojo que produce las imágenes más nítidas de todas.
- Desprendimiento de retina (DR). La retina está formada por dos capas: una capa interna de "células visuales" sensibles a la luz (llamadas bastones y conos) y una capa externa de células pigmentadas que las nutren y sostienen. La ER se produce cuando la capa interna de bastones y conos se separa del epitelio pigmentario de la retina (EPR). Los síntomas incluyen luces intermitentes, "moscas volantes" y pérdida de visión. El desprendimiento de retina es una urgencia médica. Consulte el folleto separado titulado Desprendimiento de retina. 
- Degeneración macular. La mácula es la pequeña zona de la retina situada en la parte posterior del ojo y responsable de la visión central. La degeneración macular asociada a la edad (DMAE) es la causa más frecuente de problemas graves de visión en el mundo desarrollado. Provoca una pérdida gradual de la visión central. Consulte el folleto titulado Degeneración macular asociada a la edad. 
- Daltonismo" (deficiencia de la visión cromática). El daltonismo es la incapacidad para ver determinados colores. Suele ser un trastorno hereditario (genético) y se padece desde el nacimiento. La deficiencia de la visión de los colores rojo-verde es la forma más común. Puede variar de leve a grave. Algunos pacientes no tienen visión de los colores (acromatopsia). Consulte el folleto titulado Deficiencia de la visión de los colores (daltonismo). 
- Retinosis pigmentaria. Retinosis pigmentaria es la denominación de varias enfermedades hereditarias que provocan un deterioro gradual de las células fotosensibles de la retina. Los síntomas suelen comenzar en la infancia, con dificultad para ver en la oscuridad. Consulte el folleto separado titulado Problemas visuales. 
- Distrofia de retina. Las distrofias de retina son un grupo de trastornos hereditarios que provocan cambios en la retina que pueden afectar a la visión; algunas personas con esta enfermedad se quedan ciegas a los 30 años, mientras que otras conservan la visión hasta una edad avanzada. Véase el folleto separado titulado Problemas visuales. 
- Síndrome de Charles Bonnet (SCB). El SCB afecta a personas que han experimentado una disminución brusca de su visión. El SCC implica alucinaciones visuales. Éstas parecen producirse cuando el cerebro deja de recibir información de la retina y empieza a sustituirla por información procedente de nuestros propios almacenes de memoria. Véase el folleto sobre el síndrome de Charles Bonnet. 
- Neuritis óptica. La neuritis óptica está causada por la inflamación del nervio óptico del ojo. Puede afectar a uno o a ambos ojos y ser recurrente. Es dolorosa, sobre todo al mover los ojos. Puede causar visión borrosa o pérdida de visión de los colores. Consulte el folleto separado titulado Problemas visuales. La neuritis óptica puede ser a veces el primer signo de esclerosis múltiple (EM), una enfermedad del cerebro y la médula espinal. La neuritis óptica es el primer síntoma de EM en aproximadamente una de cada cuatro personas con EM. Sin embargo, no todas las neuritis ópticas se deben a la EM. Véase el folleto separado titulado Esclerosis múltiple. 
- Oclusión de la vena retiniana. La oclusión de la vena retiniana se produce cuando una de las diminutas venas de la retina se obstruye por un coágulo sanguíneo. Suele provocar una disminución indolora de la visión en un ojo. Consulte el folleto separado Oclusión venosa de la retina. 
- Oclusión de la arteria retiniana. La oclusión de la arteria retiniana es una obstrucción total o parcial del suministro de sangre a la retina debido a que la arteria retiniana está bloqueada por un coágulo sanguíneo. A veces afecta a ambos ojos, pero esto ocurre en menos de 2 de cada 100 casos. 
- Tumores del ojo y del nervio óptico. Los tumores oculares se producen principalmente en las capas medias e internas del ojo, sobre todo en la retina y el nervio óptico. Son poco frecuentes. Sin embargo, incluyen el melanoma (que afecta típicamente a la capa coroidea y suele ser un tumor tardío) y el retinoblastoma. 
- El melanoma coroideo se origina en las células pigmentarias de la capa coroidea. Es el tumor ocular maligno primario más frecuente en adultos. El 98% de los casos se dan en razas étnicamente blancas. La mayoría de las veces presenta síntomas que no se manifiestan (es asintomático) y se detecta en un examen casual. Ocasionalmente puede causar pérdida visual o hemorragia vítrea. La mayoría de los pacientes tienen más de 50 años. 
- El retinoblastoma es el tumor canceroso (maligno) más frecuente del ojo. Representa el 3% de todos los cánceres infantiles. Suele aparecer entre el tercer mes de embarazo y los 4 años de edad, con muy pocos casos diagnosticados después de los 5 años. La mayoría de los casos afectan a un solo ojo. Los signos más frecuentes son la leucocoria (pupila blanca que se aprecia al fotografiar con flash o en condiciones de poca luz) y el estrabismo. El tratamiento del retinoblastoma ha mejorado enormemente y en la actualidad es una enfermedad en gran medida curable. 
- Coriorretinitis. La coriorretinitis es una infección o inflamación de la coroides y la retina. La coroides es la capa pigmentada y muy vascularizada del globo ocular cuya función principal es nutrir las capas externas de la retina. El efecto sobre la visión depende de la localización y el tamaño de la zona dañada. Véase el folleto separado titulado Problemas visuales. 
- Retinopatía. El término retinopatía abarca diversos trastornos de la retina que pueden afectar a la visión. La retinopatía suele deberse a daños en los diminutos vasos sanguíneos de la retina. Esto provoca una escasez de oxígeno seguida del crecimiento de nuevos vasos sanguíneos diminutos de forma desordenada, a menudo dentro del ojo. Estos vasos pueden sangrar y la retina sufrir daños permanentes. La retinopatía suele estar causada por la diabetes, pero a veces también por otras enfermedades, como una presión arterial muy alta (hipertensión). Consulte los folletos separados titulados Retinopatía diabética e Hipertensión arterial (HTA). 
Otra forma de retinopatía es la que se observa en bebés muy prematuros (menos de 32 semanas de gestación) que requieren oxigenoterapia. Es la principal causa de discapacidad visual infantil prevenible en el mundo desarrollado.
- Atrofia óptica. La atrofia óptica es la pérdida de algunas o todas las fibras nerviosas del nervio óptico. Provoca una reducción o pérdida de visión. Puede tratarse de visión central, visión de los bordes o ambas, dependiendo de las fibras que se hayan perdido. La atrofia óptica es el resultado final de muchas enfermedades que pueden dañar el nervio óptico. Entre ellas están el glaucoma, los traumatismos craneoencefálicos, la oclusión de la vena retiniana, la oclusión de la arteria retiniana y la esclerosis múltiple. Sin embargo, también puede producirse de forma aislada sin una causa obvia. Algunos casos pueden ser hereditarios. 
Afecciones que afectan a todo el ojo
- Enfermedad ocular tiroidea. En la enfermedad ocular tiroidea, los músculos y los tejidos grasos de la cuenca del ojo (órbita) se inflaman y se hinchan. Como consecuencia, el globo ocular se desplaza hacia delante, lo que afecta a los movimientos del ojo. En los casos graves, la visión puede verse afectada. Consulte el folleto separado Enfermedad ocular tiroidea. 
- Albinismo. El albinismo engloba un grupo de trastornos hereditarios en los que hay escasez de producción de melanina. La melanina es el pigmento que da color a nuestra piel, cabello y ojos. Los problemas visuales son una parte importante del albinismo. La melanina está reducida o ausente donde normalmente está presente en el ojo, la piel, el pelo y el cerebro. Esto provoca un desarrollo anormal de las vías nerviosas necesarias para la visión. El nistagmo grave (salto de los ojos, normalmente de un lado a otro), la sensibilidad a la luz, el estrabismo y la visión reducida son características comunes. Contrariamente a la creencia común, el iris de los pacientes con albinismo no es rosa. En cambio, varía de un gris apagado a azul e incluso marrón (el marrón es común en grupos étnicos con pigmentación más oscura). En determinadas condiciones de iluminación, el iris refleja un tono rojizo o violeta procedente de la retina, y los ojos pueden parecer rojos. No todos los tipos de albinismo dan lugar a una piel y un pelo muy pálidos. 
- Coloboma. El coloboma es un defecto o laguna en los tejidos del ojo que se produce durante el desarrollo en el útero. Puede afectar a una o varias partes del ojo, como el párpado, la córnea, el iris, el cuerpo ciliar, el cristalino, la retina, la coroides y el disco óptico. El coloboma es una enfermedad rara y a veces se asocia a ojos anormalmente pequeños (microftalmia). No todos los colobomas afectan a la visión. Sin embargo, es una causa importante de discapacidad visual infantil. En todo el mundo, causa alrededor de 1 de cada 20 casos de discapacidad visual grave en la infancia. 
Condiciones del movimiento ocular
- Estrabismo. El estrabismo es una afección en la que los ojos no miran en la misma dirección. Mientras un ojo mira hacia delante para enfocar un objeto, el otro lo hace hacia dentro, hacia fuera, hacia arriba o hacia abajo. La mayoría de los estrabismos se dan en niños pequeños. Consulte el folleto titulado El estrabismo en los niños. 
- Nistagmo. El nistagmo es un síntoma, más que un diagnóstico, en el que se produce una oscilación repetitiva de vaivén de los ojos fuera del control de la persona. Suele afectar a ambos ojos, con uno peor que el otro. La mayoría de los nistagmos se presentan desde una edad temprana y están causados por anomalías del desarrollo visual en la infancia. Esto provoca una privación sensorial de la retina. El nistagmo que aparece después de la infancia suele deberse a enfermedades de los órganos del equilibrio. Entre ellas figuran la laberintitis y trastornos cerebrales como la esclerosis múltiple, la neuropatía diabética y los tumores cerebrales. 
El nistagmo es involuntario, lo que significa que las personas que lo padecen no pueden controlar sus ojos. Mejora ligeramente al llegar a la edad adulta, pero empeora con el cansancio y el estrés. La mayoría de las personas con nistagmo tienen dificultades visuales porque los ojos barren continuamente lo que están viendo, lo que impide obtener una imagen nítida. Para ver mejor, los pacientes pueden girar la cabeza y fijar los ojos en lo que se denomina "punto nulo". Esto describe el ángulo de la cabeza que hace que los ojos se muevan lo menos posible, para intentar estabilizar lo que ven. El nistagmo puede producirse como signo a corto plazo, por ejemplo en algunas afecciones que provocan un tipo de mareo llamado vértigo.
Afecciones de los párpados
- Chalazión. Un chalazión es una pequeña hinchazón (quiste) (2-8 mm) llena de líquido en el párpado. Es frecuente y a veces se denomina quiste meibomiano o quiste tarsal. Es más frecuente en el párpado superior y puede afectar a ambos ojos. No es lo mismo que un orzuelo. Véase el folleto separado titulado Chalazión. 
- Orzuelo. El orzuelo es un problema doloroso frecuente de los párpados, en el que se forma una pequeña infección en la base de una pestaña. Parece una pequeña mancha amarilla llena de pus. No afecta a la visión. Consulte el folleto sobre el orzuelo. 
- Ectropión y entropión. Cuando una parte o la totalidad del párpado inferior se aparta del ojo, se habla de ectropión. El entropión se produce cuando el párpado gira hacia el ojo, haciendo que las pestañas rocen la parte frontal del ojo (córnea). Consulte los folletos separados Ectropión y Entropión. 
- Lagoftalmos. El lagoftalmos es la incapacidad de cerrar completamente los párpados. Esto provoca la exposición de la córnea y sequedad. La causa principal es la parálisis del nervio facial. Sin embargo, puede producirse tras un traumatismo o una intervención quirúrgica en los párpados (lagoftalmos cicatriciales) o durante el sueño (lagoftalmos nocturnos). La causa principal es la parálisis de Bell. 
- Parálisis de Bell. La parálisis de Bell es la causa más frecuente de debilidad facial repentina (parálisis). Se debe a un problema en el nervio facial. Puede provocar lagrimeo o sequedad ocular que no se cierra correctamente. Consulte el folleto sobre la parálisis de Bell. 
- Párpados caídos. Los médicos denominan ptosis a la caída de los párpados. Puede afectar a uno o a ambos párpados y las causas son múltiples. La gente puede comentar que pareces somnoliento o cansado. 
- La ptosis puede deberse al uso prolongado de lentes de contacto, a traumatismos oculares o intervenciones quirúrgicas, o al simple envejecimiento de los músculos del párpado. Otras causas menos frecuentes de ptosis son las enfermedades que causan debilidad muscular (como la miastenia grave y la distrofia miotónica) y las afecciones que afectan a los nervios del párpado. 
- El síndrome del párpado caído es una afección específica que suele darse en hombres obesos y que a menudo se asocia con la apnea del sueño y los ronquidos. Los párpados sueltos tienden a separarse durante el sueño, lo que provoca una córnea expuesta. 
- Blefaritis. Blefaritis significa inflamación de los párpados. Provoca dolor y sensación de arenilla en los ojos. Puede ser una afección molesta y recurrente que no tiene cura única. Puede asociarse a otras enfermedades de la piel, como la rosácea y la dermatitis seborreica. Consulte el folleto Blefaritis. 
Trastornos de las pestañas
Hay muchas afecciones que pueden afectar al crecimiento y el aspecto de las pestañas:
- La triquiasis es un problema del borde del párpado en el que las pestañas están mal dirigidas y en contacto con la superficie del ojo (ocular). Suele estar causada por la cicatrización de los folículos de las pestañas. 
- La poliosis es un blanqueamiento prematuro y localizado de las pestañas y las cejas. 
- La madarosis es la pérdida de cejas o pestañas. Es frecuente y se asocia a afecciones que afectan a todo el organismo (afecciones sistémicas) y a afecciones localizadas. Por ejemplo: - Una glándula tiroides hiperactiva(hipertiroidismo). 
- Una glándula tiroides poco activa(hipotiroidismo). 
- Enfermedad autoinmune. 
- Envejecimiento normal. 
- Infecciones de los párpados. 
- Algunos medicamentos. 
 
Enfermedades generales que afectan al ojo
Muchas afecciones que tienen sus efectos principales en otras partes del cuerpo pueden afectar al ojo, aunque no siempre es así. Entre ellas se incluyen:
- Diabetes mellitus: puede causar retinopatía diabética. 
- Presión arterial alta (hipertensión): puede causar retinopatía hipertensiva. 
- Una enfermedad en la que se produce demasiada hormona del crecimiento(acromegalia) puede causar atrofia óptica. 
- Trastornos inflamatorios: los trastornos que afectan sobre todo a las articulaciones también pueden inflamar el ojo, causando escleritis o uveítis. Entre ellos se incluyen: - Artritis reumatoide: puede causar epiescleritis, escleritis y sequedad ocular. 
- Lupus eritematoso sistémico: puede causar sequedad ocular, queratitis y escleritis, vasculitis retiniana o neuropatía óptica. 
- Espondilitis anquilosante: suele causar iritis uveítis anterior. 
- Artritis reactiva : puede causar conjuntivitis y uveítis. 
- Enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa: pueden causar uveítis, queratitis, sequedad ocular y epiescleritis. 
- Sarcoidosis : puede causar inflamación conjuntival y uveítis posterior. 
- Esclerosis sistémica: puede provocar tensión en los párpados. 
- Artritis psoriásica: puede causar uveítis, conjuntivitis, queratitis u ojos secos. 
 
- VIH/SIDA: en el SIDA pueden aparecer muchos problemas oculares, como infecciones graves, uveítis, retinopatía, coriorretinitis y anomalías de la pupila. 
- Síndrome de Gilbert: enfermedad en la que el hígado no procesa bien la bilirrubina. Suele ser inofensivo, aunque en ocasiones puede causar coloración amarillenta de la piel y del blanco de los ojos (ictericia). 
- Carencia de vitamina A: la vitamina A es importante para la salud de los ojos. Una carencia grave puede causar ceguera nocturna, adelgazamiento y sequedad de la córnea e incluso daños en la retina. 
La Dra. Mary Lowth es autora o autora original de este folleto.
Lecturas complementarias y referencias
- Asbell P, Messmer E, Chan C, et alDefinir las necesidades y preferencias de los pacientes con ojo seco. BMJ Open Ophthalmol. 2019 Dic 5;4(1):e000315. doi: 10.1136/bmjophth-2019-000315. eCollection 2019.
- Valikodath NG, Newman-Casey PA, Lee PP, et al.Concordancia en la notificación de síntomas oculares entre los resultados notificados por los pacientes y los historiales médicos. JAMA Ophthalmol. 2017 Mar 1;135(3):225-231. doi: 10.1001/jamaophthalmol.2016.5551.
Historia del artículo
La información de esta página ha sido redactada y revisada por médicos cualificados.
- Fecha de la próxima revisión: 9 de diciembre de 2027
- 10 dic 2024 | Última versión

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