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Diabetes

Hay dos tipos principales de diabetes: la diabetes tipo 1 y la diabetes tipo 2. La de tipo 1 suele aparecer primero en niños o adultos jóvenes. La de tipo 2 suele aparecer por primera vez en personas mayores de 40 años y a menudo (aunque no siempre) se asocia al sobrepeso. Sin embargo, la diabetes de tipo 2 se diagnostica cada vez más en niños y adultos jóvenes.

Ambos tipos de diabetes pueden causar complicaciones graves. Con un seguimiento regular y un buen control de las subidas de azúcar en sangre, éstas pueden reducirse significativamente. Además del tratamiento de los profesionales sanitarios, es muy importante que los diabéticos comprendan su enfermedad y sean capaces de controlarla.

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Tipos de diabetes

¿Qué es la diabetes?

La diabetes mellitus (a partir de ahora denominada simplemente diabetes) se produce cuando el nivel de azúcar (glucosa) en la sangre es superior al normal. Existen dos tipos principales de diabetes: la diabetes de tipo 1 y la diabetes de tipo 2. Consulte el folleto titulado ¿Cuál es la diferencia entre la diabetes de tipo 1 y la de tipo 2?

Este folleto se refiere a la diabetes mellitus (ahora conocida simplemente como diabetes); existe una enfermedad distinta llamada diabetes insípida que siempre se denomina por su nombre completo.

Diabetes tipo 1

Alrededor del 10% de los diabéticos padecen diabetes de tipo 1. La diabetes de tipo 1 es una enfermedad autoinmune. No está causada por la dieta o el estilo de vida. Suele desarrollarse con bastante rapidez, en días o semanas, a medida que el páncreas deja de producir insulina. Suele aparecer en la infancia (aunque no siempre). Véase el folleto sobre la diabetes de tipo 1.

Diabetes de tipo 2

Alrededor del 90% de los diabéticos padecen diabetes de tipo 2. La diabetes de tipo 2 es más frecuente en personas obesas o con sobrepeso. Suele desarrollarse gradualmente (a lo largo de meses o años) porque los cambios en el organismo se desarrollan con bastante lentitud. La diabetes de tipo 2 puede deberse a que el páncreas no produce suficiente insulina o a que el organismo no responde adecuadamente a la insulina producida, y a menudo a ambas cosas.

La diabetes de tipo 2 suele aparecer en adultos de mediana edad o mayores, pero cada vez se observa más en niños y adultos jóvenes. Consulte el folleto sobre la diabetes de tipo 2.

Diabetes gestacional

Además de la diabetes de tipo 1 y 2, existen otros tipos de diabetes. Las mujeres embarazadas que nunca han tenido diabetes, pero que presentan niveles elevados de glucosa en sangre durante el embarazo, padecen diabetes gestacional. La diabetes gestacional suele desaparecer tras el parto, pero las mujeres que la han padecido tienen más probabilidades de desarrollar diabetes de tipo 2 en el futuro. La diabetes gestacional afecta aproximadamente al 4% de las mujeres embarazadas. Consulte el folleto Diabetes y embarazo.

Otros tipos de diabetes

También hay una serie de formas más raras de diabetes, entre las que se incluyen:

  • Diabetes secundaria: la diabetes puede estar causada por otras enfermedades. Por ejemplo, enfermedades que afectan al páncreas, como la fibrosis quística y la pancreatitis crónica. La diabetes también puede estar causada por otras enfermedades hormonales (endocrinas), como el síndrome de Cushing y la acromegalia.

  • Diabetes autoinmune latente del adulto (LADA, por sus siglas en inglés): forma de diabetes tipo 1 de aparición lenta que se da en adultos, a menudo con un inicio más lento que la diabetes tipo 1 habitual que comienza en la infancia. La LADA se denomina a veces "diabetes de tipo 1,5", porque presenta similitudes con la diabetes de tipo 1 y de tipo 2, y a veces se considera una afección "intermedia".

  • Diabetes del adulto joven (MODY): incluye varias formas de diabetes causadas por defectos genéticos de las células del páncreas que producen insulina.

  • Síndrome de Wolfram: otra causa genética de diabetes. También se denomina DIDMOAD (porque causa diabetes insípida, diabetes mellitus, atrofia óptica y sordera).

  • Otras enfermedades genéticas que pueden causar diabetes: son la ataxia de Friedreich y la hemocromatosis.

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¿Cuáles son las causas de la diabetes?

La diabetes es una enfermedad en la que el páncreas no produce suficiente insulina. La insulina es una hormona que el cuerpo necesita para transportar la glucosa a las células y utilizarla como fuente de energía. La insulina también ayuda al hígado a almacenar el azúcar en sangre para utilizarlo más tarde. Por lo tanto, si los niveles de insulina son demasiado bajos, aumentan los niveles de azúcar (glucosa) en sangre.

La diabetes tipo 1 y la diabetes tipo 2 tienen causas diferentes.

Causas de la diabetes tipo 1

Se cree que la diabetes tipo 1 es una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunitario del organismo ataca y destruye las células del páncreas que producen insulina. La diabetes de tipo 1 tiene un componente genético (es más frecuente en niños que tienen un familiar con diabetes de tipo 1), pero es probable que también haya un factor ambiental: en algunas personas, un acontecimiento puede "desencadenar" el inicio de la diabetes. Por ejemplo, hubo un aumento significativo de diagnósticos de diabetes de tipo 1 después de infecciones por COVID, incluso cuando el niño tenía muy pocos síntomas de COVID.

La diabetes de tipo 1 no está causada por ningún tipo de dieta o estilo de vida. Aún no conocemos ninguna forma de prevenir el desarrollo de la diabetes de tipo 1.

Causas de la diabetes de tipo 2

La diabetes de tipo 2 puede deberse a que la insulina no funciona correctamente (resistencia a la insulina) o a que el páncreas no produce suficiente insulina. A menudo, la resistencia a la insulina se desarrolla en primer lugar, por lo que el páncreas tiene que producir cada vez más insulina, y finalmente lucha por ser capaz de producir suficiente insulina para las necesidades del organismo.

La diabetes de tipo 2 tiene varias causas posibles, entre ellas:

  • Tener sobrepeso u obesidad. Esta es la causa más común de la diabetes de tipo 2.

    • Tener un exceso de grasa almacenada internamente alrededor del hígado y el páncreas también está relacionado con el desarrollo de diabetes de tipo 2, y puede ocurrir en personas con un peso saludable.

  • Genética. Tener antecedentes familiares de diabetes de tipo 2 aumenta el riesgo de padecerla.

  • Dieta. La diabetes de tipo 2 no está directamente causada por el consumo de determinados alimentos, pero una dieta con muchos alimentos ricos en calorías puede provocar sobrepeso y obesidad, lo que a su vez puede desembocar en diabetes de tipo 2. Una dieta rica en los siguientes alimentos aumenta el riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2:

    • Alimentos y bebidas con alto contenido en azúcar, especialmente bebidas con azúcar añadido, como bebidas gaseosas o refrescos.

    • Carne roja y carne procesada.

    • Hidratos de carbono refinados, como el arroz blanco y el pan blanco.

    • Alimentos ultraprocesados.

  • No realizar suficiente actividad física. Esto dificulta la gestión de los niveles de azúcar en sangre.

  • Origen étnico. Las personas de determinados orígenes étnicos tienen más probabilidades de padecer diabetes de tipo 2, incluidas las personas de origen sudasiático, negro caribeño y negro africano.

Los cambios en el estilo de vida pueden prevenir o retrasar la aparición de la diabetes de tipo 2.

¿Cuáles son los síntomas de la diabetes?

Los primeros síntomas de la diabetes pueden ser:

  • Tener mucha sed la mayor parte del tiempo.

  • Mucha orina. (Esto se debe a que el azúcar en sangre (glucosa) se filtra en la orina, que a su vez extrae el agua sobrante a través de los riñones).

  • Cansancio, pérdida de peso y malestar general.

En las personas con diabetes de tipo 1, los síntomas tienden a desarrollarse rápidamente, en unos pocos días o semanas. La diabetes tipo 1 no tratada provoca un gran malestar. Algunas personas con diabetes de tipo 1, especialmente los niños, desarrollan la enfermedad demasiado deprisa para detectar algunos de estos síntomas.

Una vez iniciado el tratamiento de la diabetes, los síntomas deberían desaparecer. Sin embargo, los síntomas pueden reaparecer si los niveles de glucosa en sangre vuelven a ser elevados.

Síntomas de la diabetes de tipo 2

La diabetes de tipo 2 se desarrolla mucho más lentamente que la de tipo 1. Es posible que los síntomas no aparezcan hasta que la persona haya padecido diabetes de tipo 2 durante varios años. Muchas personas con diabetes de tipo 2 no presentan ningún síntoma. Esto significa que las personas con diabetes de tipo 2 pueden tener ya complicaciones diabéticas (véase más adelante) cuando se les diagnostica la diabetes por primera vez. Aunque los síntomas de la diabetes de tipo 2 suelen ser menos graves, sigue siendo muy importante controlarla bien.

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¿Cómo se diagnostica la diabetes?

Existen varias formas de diagnosticar la diabetes. Entre ellas se incluyen:

  • Análisis de sangre para determinar el nivel de glucosa en sangre.

  • Un análisis de sangre diferente para la hemoglobina glucosilada (hemoglobina A1c, o HbA1c). La HbA1c mide el nivel medio de azúcar en sangre en los últimos 3 meses.

    • Se utiliza con mucha frecuencia para diagnosticar y controlar la diabetes de tipo 2.

    • No es adecuado para el diagnóstico de la diabetes de tipo 1, pero se utiliza para supervisar el control de la diabetes de tipo 1.

  • Una prueba oral de tolerancia a la glucosa (PTGO), en la que se miden los niveles de glucosa en sangre antes y después de tomar una bebida azucarada.

    • Es la prueba principal para detectar la diabetes gestacional.

Encontrará más información en el folleto Pruebas de azúcar en sangre (glucosa) y HbA1c.

¿Cómo se trata la diabetes?

Estilo de vida y dieta saludables

Las personas con diabetes deben seguir un estilo de vida saludable con una dieta sana, mantener un peso corporal ideal, hacer ejercicio regularmente y no fumar.

A veces, los diabéticos de tipo 2 pueden controlarse únicamente con cambios en su estilo de vida. Al perder peso y seguir una dieta baja en hidratos de carbono (o, bajo supervisión médica, una dieta muy baja en calorías), muchas personas pueden normalizar su glucemia sin medicación.

Tratamiento con insulina

Las personas con diabetes tipo 1 necesitan siempre tratamiento con insulina, y no pueden vivir sin ella. La insulina salva la vida de los diabéticos de tipo 1.

Las personas con diabetes de tipo 2 utilizan a veces insulina, pero normalmente sólo si otros medicamentos no han funcionado. Consulte el folleto sobre insulinas.

Medicamentos para la diabetes de tipo 2

Muchas personas con diabetes de tipo 2 toman uno o más medicamentos si un estilo de vida saludable no basta para controlar los niveles de azúcar (glucosa) en sangre.

Se trata de comprimidos e inyecciones. Para más información , consulte el folleto sobre el tratamiento de la diabetes de tipo 2.

Control de la tensión arterial y los niveles de colesterol

El tratamiento de la diabetes no consiste sólo en controlar los niveles de glucosa en sangre (aunque esto es importante). También es esencial reducir el riesgo de complicaciones de la diabetes (véase más adelante). Por eso es importante mantener la tensión arterial y el colesterol dentro de los valores normales. Más información en el folleto Diabetes e hipertensión arterial.

El tratamiento de la diabetes incluye controles periódicos para diagnosticar y tratar las complicaciones en una fase temprana.

Cuando las personas con diabetes se encuentran mal por cualquier motivo, incluso por una simple infección vírica, su control de la glucemia puede verse afectado. Por eso es muy importante saber qué hacer en caso de enfermedad. En el folleto Diabetes y enfermedad encontrará consejos para las personas con diabetes que se encuentran mal.

Objetivos del tratamiento de la diabetes

La diabetes no suele curarse, pero puede tratarse con éxito. Si se reduce un nivel alto de glucosa en sangre a un nivel normal o casi normal, los síntomas se aliviarán. Para muchas personas, la diabetes de tipo 2 puede invertirse (y considerarse "curada") con pérdida de peso y ejercicio, pero reaparecerá si se gana peso.

Las complicaciones de la diabetes son un riesgo incluso sin síntomas de diabetes. Los estudios han demostrado que las personas que tienen un mejor control de la glucosa presentan menos complicaciones (como cardiopatías o problemas oculares) en comparación con las personas que tienen un peor control de su nivel de glucosa.

Por lo tanto, los principales objetivos del tratamiento son:

  • Mantener el nivel de glucosa en sangre lo más cerca posible de lo normal.

  • Reducir cualquier otro factor de riesgo que pueda aumentar el riesgo de desarrollar complicaciones. En particular, dejar de fumar, perder peso o bajar la tensión arterial si es necesario y mantener bajos los lípidos sanguíneos (colesterol y triglicéridos).

  • Detectar cualquier complicación lo antes posible. El tratamiento puede evitar o retrasar el empeoramiento de algunas complicaciones.

Dieta sana y otros consejos sobre estilo de vida

Es importante seguir una dieta sana. Esta dieta es la misma que se recomienda a todo el mundo. Los diabéticos no necesitan alimentos especiales. Los "alimentos para diabéticos" siguen elevando los niveles de glucosa en sangre, pueden contener la misma cantidad de grasa y calorías y suelen ser más caros que los alimentos para no diabéticos.

Otros consejos sobre dieta y estilo de vida

  • Seguir una dieta baja en grasas, sal y azúcar y rica en fibra, con mucha fruta y verdura.

  • Saber equilibrar la cantidad de insulina adecuada para la cantidad de alimentos que se ingieren. Consulte el folleto independiente Dieta para la diabetes tipo 2.

  • Dejar de fumar. Si es necesario, la terapia de sustitución de nicotina (chicles de nicotina, etc.) puede ayudar a dejar de fumar.

  • Actividad física regular. También reduce el riesgo de algunas complicaciones, como las enfermedades cardiacas y vasculares. Se recomienda caminar a paso ligero un mínimo de 30 minutos al menos cinco veces por semana.

  • Realizar ejercicios enérgicos, como nadar, montar en bicicleta, correr o bailar.

  • Dependiendo de la edad, puede aconsejarse tomar un medicamento para reducir el nivel de colesterol. Esto ayudará a reducir el riesgo de desarrollar algunas complicaciones, como cardiopatías y accidentes cerebrovasculares.

  • Lo mejor es intentar perder peso si se padece sobrepeso u obesidad. El exceso de peso es también un factor de riesgo de enfermedades del corazón y de los vasos sanguíneos. Llegar a un peso perfecto puede ser difícil, pero perder algo de peso siempre ayudará.

No es necesario dejar el alcohol por completo si no se desea. Tanto si se padece diabetes como si no, las directrices saludables en el Reino Unido suelen recomendar un límite de 14 unidades a la semana tanto para hombres como para mujeres (las directrices gubernamentales se han revisado recientemente para los hombres). Consulte el folleto titulado Alcohol y consumo razonable de alcohol. Sin embargo, beber alcohol cuando se tiene diabetes puede aumentar las probabilidades de sufrir un episodio de hipoglucemia.

Vacunación

Las personas con diabetes deben vacunarse contra la gripe (cada otoño), la vacuna COVID (siempre que se ofrezca) y contra la infección por gérmenes neumocócicos (bacterias). Estas infecciones pueden ser especialmente peligrosas para los diabéticos.

Control de los niveles de glucosa en sangre

Cualquier persona con diabetes que necesite tratamiento con insulina debe controlar sus niveles de glucosa en sangre. Esto no suele ser necesario para las personas con diabetes de tipo 2 que no necesitan insulina.

Es importante someterse a revisiones periódicas, ya que algunas complicaciones, sobre todo si se detectan a tiempo, pueden tratarse o evitar que empeoren.

Médicos, enfermeras, dietistas, especialistas en el cuidado de los pies (podólogos), especialistas en salud ocular (optometristas) y otros profesionales sanitarios desempeñan un papel importante a la hora de aconsejar y controlar la evolución. Además de los consejos continuos sobre la dieta y el estilo de vida, los controles periódicos pueden incluir:

Comprobación de los niveles de glucosa en sangre, HbA1c, colesterol y tensión arterial

Es importante mantener los niveles de glucosa en sangre, colesterol y tensión arterial lo más normales posible. El análisis de sangre de HbA1c ayuda a comprobar el control de la glucemia. Lo ideal es mantener la HbA1c por debajo de 48 mmol/mol. Sin embargo, esto no siempre es posible y el nivel objetivo de HbA1c debe acordarse con su médico. Para las personas con diabetes de tipo 2, el objetivo suele ser mantener la HbA1c por debajo de 59 mmol/mol.

Detección precoz de complicaciones

Complicaciones de la diabetes

Deshidratación

Si los niveles de azúcar (glucosa) en sangre no están bien controlados, puede producirse una falta de líquido en el organismo (deshidratación), cansancio y somnolencia. Esto puede derivar en una enfermedad grave que puede poner en peligro la vida, sobre todo si se padece diabetes tipo 1.

Infecciones

A veces se produce un nivel muy alto de glucosa en sangre como consecuencia de otras enfermedades, como cualquier infección. Los diabéticos que se inyectan insulina pueden tener que ajustar la dosis de insulina para mantener un nivel normal de glucosa en sangre.

Cetoacidosis

En las personas con diabetes tipo 1, los niveles elevados de glucosa en sangre pueden provocar la presencia de ácidos denominados cetonas en el torrente sanguíneo (lo que se denomina cetoacidosis). Con menor frecuencia, las personas con diabetes de tipo 2 pueden desarrollar una afección con niveles muy elevados de glucosa en sangre pero sin cetonas (lo que se denomina coma hiperglucémico hiperosmolar).

Cualquiera de estas afecciones puede reducir peligrosamente el líquido corporal y ambas necesitan tratamiento de urgencia, ya que pueden ser mortales.

Hipoglucemia

Un exceso de insulina (o una dosis demasiado alta de algunos de los comprimidos para la diabetes) puede hacer que el nivel de glucosa en sangre baje demasiado (hipoglucemia, a veces llamada "hipo"). Esto puede provocar sudoración, confusión o una sensación de malestar general; en ocasiones puede causar coma.

El tratamiento de urgencia de la hipoglucemia es con azúcar, bebidas dulces o una inyección de glucagón (una hormona que tiene el efecto contrario a la insulina) seguida de un tentempié rico en almidón, como un bocadillo. Consulte el folleto sobre hipoglucemia (bajada de azúcar en sangre).

Otras complicaciones

La diabetes puede causar otros problemas como:

  • Las infecciones pueden tardar más en mejorar o ser más difíciles de tratar, sobre todo si los niveles de glucosa en sangre están mal controlados.

  • Dificultades psicológicas como depresión, ansiedad y trastornos alimentarios.

Las intervenciones quirúrgicas rutinarias (como la sustitución de una articulación o la reparación de una hernia) no suelen realizarse si el control de la diabetes es deficiente. Por lo general, se retrasarán hasta que la Hba1c se sitúe al menos por debajo de 69 mmol/mol.

Complicaciones a largo plazo

Si el nivel de glucosa en sangre es más alto de lo normal, durante un largo periodo de tiempo, puede tener un efecto perjudicial sobre los vasos sanguíneos.

Incluso un nivel de glucosa ligeramente elevado que no cause ningún síntoma a corto plazo puede afectar a los vasos sanguíneos a largo plazo. Esto puede provocar algunas de las siguientes complicaciones:

El tipo y la gravedad de las complicaciones a largo plazo varían de un caso a otro. En general, cuanto más se acerque a la normalidad el nivel de glucosa en sangre, menor será el riesgo de desarrollar complicaciones. El riesgo de desarrollar complicaciones también se reduce si se controlan plenamente otros factores de riesgo (como la hipertensión arterial).

Agotamiento diabético

El cuidado de la diabetes es extremadamente exigente. El agotamiento diabético se produce cuando las personas se sienten abrumadas por su diabetes. Esto puede llevar a sentirse enfadado, frustrado, derrotado y también preocupado por no cuidar de la diabetes lo suficientemente bien.

El agotamiento puede responder bien a terapias de conversación como la terapia cognitivo-conductual (TCC). Los grupos de apoyo a diabéticos también ofrecen un buen apoyo.

Diabetes en el embarazo

La diabetes en el embarazo se asocia a posibles complicaciones para la madre y el bebé. Las mujeres con diabetes que se quedan embarazadas necesitan un seguimiento muy estrecho y un tratamiento especializado para asegurarse de que la madre y el bebé se mantienen bien y sin problemas. Consulte el folleto Diabetes y embarazo.

Algunas mujeres desarrollan diabetes durante el embarazo, lo que se conoce como diabetes gestacional. Suele desaparecer tras el nacimiento del bebé. Estas mujeres corren un mayor riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2 más adelante y deben hacerse análisis de sangre cada año para controlarla.

¿Se puede prevenir la diabetes?

Actualmente no se conoce ninguna forma de prevenir la diabetes de tipo 1, aunque muchos estudios están estudiando distintas posibilidades.

La diabetes de tipo 2 puede prevenirse siguiendo un estilo de vida saludable, como una dieta sana, ejercicio regular y no tener sobrepeso. Esto es muy importante para todos. Sin embargo, es especialmente importante para las personas con mayor riesgo, como las que tienen prediabetes (intolerancia a la glucosa) o han padecido diabetes gestacional o tienen antecedentes familiares de diabetes de tipo 2.

¿Cuáles son las perspectivas para los diabéticos?

Aunque la diabetes conlleva complicaciones graves, éstas pueden prevenirse o reducirse considerablemente. Es muy importante llevar un estilo de vida sano, realizar controles periódicos y tomar medicamentos para mantener los niveles de azúcar (glucosa), tensión arterial y colesterol lo más normales posible.

Algunas personas con diabetes de tipo 2 consiguen una "diabetes en remisión". Esto significa que su glucemia se mantiene dentro de los niveles normales sin medicación. La forma más eficaz de conseguirlo es con cambios en el estilo de vida, como perder peso y seguir una dieta muy hipocalórica o baja en carbohidratos bajo supervisión médica.

Comprender la glucosa y la insulina

Después de comer, varios alimentos se descomponen en el intestino en azúcares. El azúcar principal, la glucosa, pasa a través de la pared intestinal al torrente sanguíneo. . Otros alimentos ricos en hidratos de carbono, como las patatas, el arroz o los cereales de desayuno, también se descomponen en cantidades significativas de glucosa.

Para mantenerse sano, el nivel de azúcar (glucosa) en sangre no debe subir demasiado. Por eso, cuando el nivel de glucosa en sangre empieza a subir -sobre todo después de comer-, también debe subir el nivel de una hormona llamada insulina.

La insulina actúa sobre las células del organismo y las hace absorber glucosa del torrente sanguíneo, con lo que vuelve a bajar la glucemia. Una parte de la glucosa es utilizada por las células como fuente de energía. La glucosa que no se utiliza de esta forma se convierte en glucógeno en el hígado o en grasa en el hígado o el abdomen.

Cuando el nivel de glucosa en sangre empieza a descender (entre comidas o cuando no hay alimentos), desciende el nivel de insulina. Una parte del glucógeno o de la grasa se transforma de nuevo en glucosa. Ésta se libera de las células al torrente sanguíneo para mantener un nivel normal de glucosa en sangre.

Con el tiempo, si hay más glucosa en el sistema de la que se necesita para obtener energía, puede producirse obesidad central (peso que se acumula alrededor del abdomen) e hígado graso.

La insulina es una hormona producida por unas células llamadas células beta. Éstas forman parte de pequeñas islas de células (islotes) dentro de la glándula pancreática. Las hormonas son sustancias químicas liberadas por las glándulas al torrente sanguíneo que actúan en diversas partes del cuerpo.

La diabetes se desarrolla si el páncreas no fabrica suficiente insulina o si la insulina que fabrica no actúa correctamente en las células del organismo:

  • En la diabetes de tipo 1, el organismo no produce nada de insulina.

  • En la diabetes de tipo 2, los niveles de insulina pueden ser normales, pero el organismo no responde adecuadamente a ellos. Esto se denomina resistencia a la insulina. Con el tiempo, la capacidad del organismo para producir insulina también disminuye en la diabetes de tipo 2, por lo que los niveles de azúcar (glucosa) en sangre se mantienen elevados.

Lecturas complementarias y referencias

Historia del artículo

La información de esta página ha sido redactada y revisada por médicos cualificados.

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