Depresión
Revisado por Dr Toni Hazell, MRCGPÚltima actualización por Dr Doug McKechnie, MRCGPÚltima actualización 14 Nov 2023
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La depresión es un trastorno común del estado de ánimo en el que se tiene un bajo estado de ánimo persistente. Los síntomas pueden afectar a la vida cotidiana y llegar a ser muy angustiosos. Entre los tratamientos están los psicológicos y los antidepresivos. El tratamiento tarda en funcionar, pero tiene buenas probabilidades de éxito. Algunas personas sufren episodios repetidos de depresión y necesitan tratamiento a largo plazo para mantener alejados los síntomas.
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¿Qué es la depresión?
¿Qué es la depresión?
La depresión (también conocida como depresión clínica, depresión mayor o trastorno depresivo mayor) es una enfermedad mental. El síntoma principal es el bajo estado de ánimo (tristeza), pero también puede causar muchos otros síntomas, como pérdida de placer por las cosas, problemas para pensar y dificultades para dormir o comer. Para diagnosticar una depresión, los síntomas deben haber estado presentes durante al menos dos semanas.
La depresión suele interferir de algún modo en las actividades cotidianas, como afectar al trabajo, los estudios o la vida social.
Muchas personas con depresión también sufren ansiedad.
¿Es frecuente la depresión?
La depresión es frecuente. Es una de las enfermedades más comunes que tratan los médicos de cabecera. Aproximadamente 5 de cada 100 adultos sufren depresión cada año. A lo largo de su vida, unas 15 de cada 100 personas sufrirán depresión, aunque otras estimaciones son aún más altas, hasta 1 de cada 3 personas.
La depresión es aproximadamente el doble de frecuente en las mujeres que en los hombres, aunque es posible que la depresión pase más desapercibida en los hombres.
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Síntomas de depresión
La depresión puede afectar a las personas de distintas maneras y provocar una gran variedad de síntomas. Los signos y síntomas de la depresión incluyen:
Síntomas principales
Tristeza persistente o bajo estado de ánimo. Algunas personas se sienten llorosas.
Marcada pérdida de interés o placer en las actividades, incluso en las que normalmente disfruta.
Otros síntomas comunes
Sueño alterado en comparación con su patrón habitual. Puede tratarse de dificultad para conciliar el sueño o de despertarse pronto y no poder volver a dormirse. A veces se trata de dormir demasiado.
Cambio en el apetito. A menudo se trata de inapetencia y pérdida de peso. A veces ocurre lo contrario, con apetito reconfortante y aumento de peso.
Cansancio (fatiga) o pérdida de energía.
Agitación, ira(sobre todo en los hombres) o ralentización de los movimientos.
Falta de concentración o indecisión. Por ejemplo, puede resultarle difícil leer, trabajar, etc. Incluso las tareas más sencillas pueden parecer difíciles.
Sentimientos de inutilidad, o culpa excesiva o inapropiada.
Pensamientos recurrentes sobre la muerte. No suele tratarse de miedo a la muerte, sino más bien de preocupación por la muerte y el morir. En algunas personas son frecuentes pensamientos desesperados como "no merece la pena vivir" o "no me importa no despertar". A veces, estos pensamientos evolucionan hacia ideas e incluso planes de suicidio.
Síntomas físicos
También es frecuente desarrollar síntomas físicos como:
Sensación de que el corazón late con fuerza(palpitaciones).
Dolores en el pecho.
Dolores generales.
Algunas personas consultan al médico al principio porque tienen un síntoma físico, como dolores en el pecho. Les preocupa que puedan tener un problema físico, como una cardiopatía, cuando en realidad se debe a una depresión.
Síntomas de ansiedad
La ansiedad suele considerarse un trastorno distinto de la depresión, pero es muy frecuente que las personas presenten síntomas de ambos al mismo tiempo. Por lo general, predominan los síntomas de una u otra (es decir, mayoritariamente ansiedad, o mayoritariamente depresión), pero algunas personas presentan síntomas por igual de ambas (ansiedad y depresión mixtas). Los síntomas de la ansiedad incluyen:
Sentirse preocupado, tenso o asustado.
Preocuparse por cosas que puedan ocurrir en el futuro.
Tener ataques de pánico.
Síntomas de la depresión psicótica
La depresión grave puede causar síntomas de psicosis, es decir, pérdida de contacto con la realidad. Los síntomas de psicosis en la depresión incluyen:
Delirios: creencias fuertemente arraigadas que son falsas o improbables. Por ejemplo, una persona con depresión psicótica puede creer que se está muriendo o que ya ha muerto.
Alucinaciones: oír, ver u oler cosas que en realidad no existen. Por ejemplo, una persona con depresión psicótica puede oír voces que la critican.
Haz nuestro cuestionario "¿Estoy deprimido ?" si te preocupa estar sufriendo depresión.
Causas de la depresión
No sabemos exactamente por qué se produce la depresión. Es probable que haya muchos factores implicados y que éstos difieran de una persona a otra. Cualquiera puede sufrir depresión. Algunas personas son más propensas y puede aparecer sin motivo aparente. Puede que no tengas ningún problema o preocupación en particular, pero los síntomas de la depresión pueden aparecer de repente.
Un episodio de depresión puede desencadenarse por:
Genética: la enfermedad se transmite de padres a hijos.
Acontecimientos vitales: problemas de pareja, duelo, despido, enfermedad, etc.
Embarazo.
Alcohol y drogas.
Menopausia.
La soledad.
A menudo es difícil identificar un único desencadenante de un episodio de depresión. Lo más habitual es que se trate de una mezcla de cosas diferentes.
Las mujeres tienden a desarrollar depresión con más frecuencia que los hombres. Las mujeres suelen deprimirse sobre todo después del parto(depresión posparto) y en la menopausia.
Depresión y afecciones físicas
La salud mental y física están estrechamente relacionadas. Puede ser difícil distinguir los síntomas de la depresión de los causados por otras afecciones "físicas".
La depresión es más frecuente en personas con enfermedades físicas crónicas. Es probable que exista una relación bidireccional entre la depresión y otros problemas de salud: tener un problema de salud físico de larga duración puede aumentar el riesgo de depresión, y la depresión puede empeorar el problema de salud físico. Por ejemplo, las personas con cardiopatías tienen más probabilidades de sufrir un infarto si también padecen depresión, en comparación con las personas que padecen cardiopatías pero no depresión.
Así pues, es importante identificar y tratar la depresión, y los problemas de salud mental en general, en personas con otras enfermedades de larga duración.
Enfermedades físicas no diagnosticadas
Diversas afecciones físicas pueden parecer a primera vista una imitación de la depresión. Los médicos procuran estar atentos a estas enfermedades y pueden ordenar pruebas para descartarlas si se sospecha alguna. Quizá los ejemplos más comunes sean:
Una glándula tiroides hipoactiva (hipotiroidismo): puede hacer que te sientas decaído, lloroso y cansado. Un análisis de sangre puede diagnosticarlo.
Hipófisis hipoactiva (hipopituitarismo): la hipófisis se encuentra justo debajo del cerebro. Produce varias hormonas que tienen diversas acciones. A veces puede faltar una hormona; otras, más de una. Pueden aparecer varios síntomas. Por ejemplo, pérdida del apetito sexual, problemas sexuales, infertilidad, aumento de peso incontrolable y sensación de decaimiento, depresión e incluso suicidio. Los análisis de sangre pueden ayudar a diagnosticar el hipopituitarismo. Hay varias causas de hipopituitarismo, entre ellas los traumatismos craneoencefálicos.
Traumatismo craneoencefálico, aunque sea relativamente leve, incluso hace muchos años. Por ejemplo, los estudios han demostrado que las tasas de suicidio (presumiblemente relacionado con la depresión) son más frecuentes que la media en personas que han sufrido previamente un traumatismo craneoencefálico. La razón de ello no se conoce del todo. Sin embargo, un factor que puede ser significativo en algunos casos es que un traumatismo craneoencefálico puede provocar hipopituitarismo, como se ha comentado anteriormente.
Polimialgia reumática: esta enfermedad afecta principalmente a las personas mayores. Los síntomas típicos son rigidez, dolor, molestias, sensación de depresión y sensibilidad en los grandes músculos que rodean los hombros y la parte superior de los brazos. Sentirse deprimido puede ser el primer síntoma principal antes de que predominen los demás.
Demencia precoz: a veces se confunde con depresión.
Algunos medicamentos, tanto los recetados como las drogas ilegales, pueden provocar efectos secundarios que imitan la depresión.
El resto de este folleto trata sobre la depresión de causa desconocida que no está asociada a ninguna enfermedad física.
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Gravedad de la depresión
La gravedad de la depresión puede variar de una persona a otra. La gravedad puede dividirse en:
Depresión leve
Las personas con depresión leve presentan bajo estado de ánimo o pérdida de interés por sus actividades habituales, junto con otros síntomas depresivos enumerados anteriormente. Pueden tener dificultades para desenvolverse en algunos aspectos de la vida cotidiana.
Depresión moderada
Las personas con depresión moderada presentan bajo estado de ánimo o pérdida de interés por sus actividades habituales, junto con otros síntomas depresivos. Presentan un gran número de síntomas depresivos más leves o un número reducido de síntomas más graves. Suelen tener dificultades importantes para desenvolverse en la vida cotidiana.
Depresión grave
Las personas con depresión grave presentan muchos o todos los síntomas de la depresión en un grado elevado, o pueden presentar un número menor de síntomas depresivos muy intensos. Tienen graves dificultades para desenvolverse en la vida cotidiana.
Depresión subumbral
Aunque no figura en la actual clasificación internacional de la depresión, algunos médicos consideran útil el concepto de "depresión por debajo del umbral". En la depresión subumbral, hay algunos síntomas de depresión, pero no son lo bastante graves como para cumplir los criterios de la depresión. Sin embargo, pueden seguir siendo molestos y causar angustia. Si esta situación persiste durante más de dos años, a veces se denomina distimia.
En el Reino Unido, el National Institute for Health and Care Excellence (NICE) recomienda clasificar la depresión como "menos grave" o "más grave":
La depresión menos grave incluye la depresión subumbral y la depresión leve.
La depresión más grave incluye la depresión moderada y grave.
También pueden utilizarse cuestionarios para estimar la gravedad de los síntomas de la depresión. Uno de los más utilizados es el Cuestionario de Salud del Paciente 9 (PHQ-9).
¿Cómo se diagnostica la depresión?
La depresión se diagnostica en función de sus síntomas. Algunas personas también muestran signos físicos de depresión, como estar llorosas o retraídas. A veces, la información de otras personas que te conocen puede ser útil para hacer el diagnóstico.
Rara vez se necesitan otras pruebas, como análisis de sangre o escáneres, y sólo se hacen si se cree que puede haber otra enfermedad o si los síntomas de la depresión no son típicos.
Existen varios criterios diagnósticos para la depresión. Una de las principales definiciones internacionales (CIE-11) establece que la depresión puede diagnosticarse si alguien tiene al menos cinco de los diez síntomas siguientes, presentes durante la mayor parte del día, casi todos los días, durante al menos dos semanas. Uno de los síntomas debe ser un estado de ánimo deprimido o una disminución significativa del interés o el placer por las actividades normales. Los diez síntomas son:
Un estado de ánimo deprimido (bajo).
Reducción significativa del interés o placer por las actividades normales.
Capacidad reducida para concentrarse y mantener la atención o marcada indecisión.
Creencias de baja autoestima o culpabilidad excesiva o inapropiada.
Desesperanza respecto al futuro.
Pensamientos recurrentes de muerte o ideación suicida o evidencia de intento de suicidio.
Sueño significativamente interrumpido o excesivo.
Cambios significativos en el apetito o el peso.
Sentirse agitado e inquieto, o sentirse muy perezoso, con reducción de los movimientos corporales y ralentización de los procesos de pensamiento.
Reducción de la energía o fatiga.
Tratamiento de la depresión
En general, el tratamiento de la depresión implica una combinación de medicación, terapias de conversación y cambios en el estilo de vida. El tratamiento recomendado se basará en sus circunstancias individuales, sus deseos y la gravedad de su depresión.
Las opciones de tratamiento para la depresión incluyen:
Autocuidado y cambios en el estilo de vida.
Terapia hablada, incluida la terapia cognitivo-conductual y otros tipos de apoyo psicológico.
Medicamentos.
Cambios en el estilo de vida y autocuidado
Vivir con depresión puede ser extremadamente difícil. Es importante dedicar tiempo al autocuidado. Los cambios en el estilo de vida pueden aliviar los síntomas de la depresión, sobre todo de la depresión leve. Pueden ser difíciles de llevar a cabo cuando se sufre depresión, pero es útil intentar hacerlos, especialmente junto con los otros tratamientos, ya que pueden ser una parte importante de la recuperación. Consulte "Vivir con depresión", más abajo, para obtener consejos específicos.
Terapia cognitivo-conductual (TCC)
La TCC es un tipo de tratamiento de terapia hablada muy utilizado para la depresión y la ansiedad. Suele consistir en entre ocho y doce sesiones regulares, individuales o en grupo. La TCC se centra en el "aquí y ahora": no está diseñada para analizar lo que ocurrió en el pasado, sino que se centra en cómo piensa y se comporta ahora mismo. Analiza cómo interactúan los pensamientos, las creencias, las actitudes, los sentimientos y el comportamiento, y enseña habilidades de afrontamiento para afrontar las cosas de otra manera.
Las técnicas de TCC pueden ayudar a romper patrones de pensamiento negativos.
Por ejemplo, digamos que te cruzas por la calle con una amiga que pasa sin saludarte. Puedes tener un pensamiento negativo inmediato, como "no le gusto" o "he hecho algo malo para molestarla". Esto puede provocar emociones negativas de tristeza e inutilidad y desencadenar otros pensamientos negativos, como "no le gusto a nadie". Algunas personas pueden pasarse el día rumiando lo sucedido.
Las técnicas de TCC pueden ayudar a replantear la situación. En lugar de un pensamiento negativo inmediato, puedes utilizar técnicas para evaluar la situación. ¿Hay otras explicaciones para el comportamiento de tu amiga? Quizá no te haya visto. Quizá esté muy ocupada y estresada, y se haya distraído. Si ese pensamiento inicial cambia, el resultado puede ser totalmente distinto; en lugar de sentirte triste y culpable durante el resto del día, puede que tu estado de ánimo no se vea afectado. Incluso podrías llamar a la amiga más tarde para ver si está bien.
Autoayuda guiada
Se trata de materiales impresos o digitales que incluyen terapia cognitivo-conductual estructurada (TCC), activación conductual estructurada (AC), resolución de problemas y materiales para ayudarle a comprender sus dificultades de salud mental.
Activación conductual (BA)
Suele consistir en ocho sesiones regulares, individuales o en grupo de hasta ocho personas. Se centra en identificar la relación entre sus actividades y su estado de ánimo. Ayuda a reconocer patrones y a planificar cambios prácticos que reduzcan la evitación y se centren en comportamientos relacionados con la mejora del estado de ánimo.
Ejercicio en grupo
Se trata de un programa de actividad física diseñado específicamente para personas con depresión. Suele consistir en más de una sesión semanal durante 10 semanas. Suele haber ocho participantes en el grupo e incluye ejercicio aeróbico de intensidad moderada. El ejercicio mejora los síntomas depresivos y de ansiedad. Véase también el folleto separado titulado Ejercicio y actividad física.
Atención plena y meditación en grupo
Se utiliza un programa como la terapia cognitiva basada en la atención plena, diseñado específicamente para personas con depresión. Suele constar de ocho sesiones regulares, con 8-15 participantes en el grupo. Se centra en concentrarse en el presente, observar y sentarse con los pensamientos y sentimientos y las sensaciones corporales, así como en ejercicios de respiración.
Psicoterapia interpersonal (IPT)
Suele consistir en 8-6 sesiones regulares, aunque pueden ser necesarias sesiones adicionales si también tiene otros problemas de salud mental o física o necesidades sociales complejas. Se centra en identificar cómo las relaciones interpersonales o las circunstancias están relacionadas con los sentimientos de depresión, explorando las emociones y la forma de responder a los demás.
Asesoramiento
Suele constar de ocho sesiones regulares, aunque pueden ser necesarias sesiones adicionales para personas con problemas de salud mental o física comórbidos o necesidades sociales complejas, o para abordar síntomas residuales. Se centra en el procesamiento emocional y la búsqueda de significado emocional, para ayudar a las personas a encontrar sus propias soluciones y desarrollar mecanismos de afrontamiento.
Psicoterapia psicodinámica de corta duración (STPP)
Suele constar de 8-16 sesiones regulares, aunque pueden ser necesarias sesiones adicionales si también tiene otros problemas de salud mental o física o necesidades sociales complejas. Se centra en reconocer sentimientos difíciles en relaciones significativas y situaciones estresantes, y en identificar cómo pueden repetirse los patrones.
Terapia de pareja
Esta puede ser una opción para las personas que tienen una pareja estable y en las que la relación contribuye a la depresión, o en las que se considera que implicar a la pareja puede ser beneficioso.
Medicamentos antidepresivos
La medicación antidepresiva es una opción para el tratamiento de la depresión. Tienen menos beneficios en la depresión menos grave (depresión subumbral o leve), por lo que suelen mantenerse como tratamiento de segunda línea en caso de que la terapia hablada no ayude. En las depresiones más graves (moderadas o graves), pueden recomendarse desde el principio.
Los antidepresivos más utilizados son los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), como la sertralina, el citalopram, la fluoxetina, el escitalopram y la paroxetina. Tardan unas dos semanas en producir algún beneficio en los síntomas del estado de ánimo o la ansiedad. Suelen tomarse durante al menos seis meses después de que mejoren los síntomas, para reducir el riesgo de que vuelvan a aparecer, aunque algunas personas los toman durante más tiempo.
Otros antidepresivos de uso frecuente son los inhibidores de la recaptación de serotonina y norepinefrina (IRSN), como la venlafaxina. Los antidepresivos más antiguos, como los antidepresivos tricíclicos (p. ej., amitriptilina), ya no se utilizan con mucha frecuencia para la depresión, aunque pueden emplearse para otras afecciones.
Los antidepresivos pueden mejorar los síntomas depresivos, como el bajo estado de ánimo, la falta de sueño y la falta de concentración. Esto puede mejorar el funcionamiento diario y facilitar la superación de circunstancias difíciles.
En general, los antidepresivos son medicamentos seguros, pero tienen efectos secundarios. Para más información, consulte el prospecto de los antidepresivos.
¿Y si no tengo ningún tratamiento?
La mayoría de las personas con depresión mejoran sin tratamiento. Sin embargo, esto puede tardar varios meses o incluso más. (La duración media de un episodio de depresión es de 6-8 meses.) Mientras tanto, vivir con depresión puede ser difícil y angustioso (y también para tu familia y amigos).
Las relaciones, el empleo, etc., pueden verse seriamente afectados. También existe el peligro de que algunas personas recurran al alcohol o a las drogas ilegales. Algunos piensan en el suicidio. Por ello, muchas personas con depresión optan por el tratamiento.
Cómo tratar la depresión grave
Las depresiones más graves suelen tratarse con una combinación de TCC y medicación antidepresiva.
Por lo demás, las opciones para tratar la depresión más grave son similares a las de la depresión menos grave, pero los tratamientos utilizados se administran durante períodos más largos.
Otros tratamientos
Para las personas con depresión psicótica, los antipsicóticos suelen utilizarse junto con los antidepresivos.
La terapia electroconvulsiva (TEC) se utiliza a veces en personas con depresión grave que no ha mejorado con otros tratamientos. Puede tener efectos secundarios, pero puede salvar la vida de personas con depresión muy grave a las que no funcionan otros tratamientos.
La estimulación magnética transcraneal repetitiva (EMTr) consiste en utilizar campos magnéticos para activar y desactivar temporalmente partes del cerebro. A veces se utiliza en personas con depresión grave si otros tratamientos -terapia conversacional y medicación- no han funcionado.
Hierba de San Juan para la depresión
En general, se desaconseja. La hierba de San Juan (hipérico) es un antidepresivo a base de plantas que se puede comprar, sin receta, en farmacias. Se ha convertido en un tratamiento popular contra la depresión. Sin embargo, las directrices nacionales del Reino Unido para la depresión desaconsejan su uso porque:
No está claro hasta qué punto funciona. Aunque algunos estudios sugieren que puede ayudar en la depresión, otros estudios no han podido confirmarlo.
A veces se producen efectos secundarios. (Algunas personas creen que la hierba de San Juan es totalmente segura porque es "natural". Esto no es cierto. Contiene muchas sustancias químicas que a veces causan problemas).
Puede reaccionar con otros medicamentos que esté tomando. A veces las reacciones pueden causar problemas graves. Por ejemplo, no debe tomar hierba de San Juan si está tomando warfarina, ciclosporina, anticonceptivos orales, anticonvulsivantes, digoxina, teofilina o ciertos medicamentos contra el VIH. Tampoco debe tomarlo al mismo tiempo que otros antidepresivos recetados.
Vivir con depresión
Vivir con depresión puede ser realmente difícil. Pero dedicar tiempo al autocuidado puede ayudar a controlar los síntomas, sobre todo si se combina con otros tratamientos. Por ejemplo:
Intente hacer ejercicio. El ejercicio puede tener un poderoso efecto en el estado de ánimo de las personas. Incluso un poco de ejercicio suave puede ayudar, como empezar con estiramientos suaves o ejercicios en silla.
Intenta evitar el alcohol y otras drogas como el cannabis o la cocaína. La gente suele consumirlas para sobrellevar los sentimientos de depresión, pero a la larga tienden a empeorar la depresión. Consumir alcohol o drogas con regularidad también dificulta mucho la evaluación y el tratamiento de la depresión.
No te reprimas y "sigas solo". Intenta contar cómo te sientes a las personas cercanas. No es de débiles llorar o admitir que lo estás pasando mal.
No se desespere: la mayoría de las personas con depresión se recuperan. Es importante recordarlo.
Intenta distraerte haciendo otras cosas. Intenta hacer cosas que no requieran mucha concentración pero que puedan distraerte, como ver la televisión. La radio o la televisión son útiles a última hora de la noche si dormir es un problema.
Come con regularidad, aunque no te apetezca. Intenta seguir una dieta sana.
No tomes decisiones importantes mientras estés deprimido. Puede resultar tentador dejar un trabajo o mudarse para resolver el problema. Si es posible, retrasa cualquier decisión importante sobre relaciones, trabajo o dinero hasta que te encuentres bien de nuevo.
Informe a su médico si cree que está empeorando, especialmente si tiene pensamientos suicidas. Consulte el folleto titulado Cómo afrontar los pensamientos suicidas.
A veces es necesario ausentarse del trabajo. Sin embargo, una baja laboral demasiado larga puede no ser tan buena, ya que darle vueltas a los problemas y cavilar en casa puede empeorar las cosas. Volver al ajetreo de la vida normal puede ayudar al proceso de curación cuando las cosas mejoran. Cada persona es diferente y la capacidad para trabajar variará. Considere la posibilidad de trabajar a tiempo parcial o con tareas modificadas hasta que se recupere.
A veces un problema psicológico específico puede causar depresión, pero algunas personas son reacias a mencionarlo. Un ejemplo es el abuso sexual en la infancia, que provoca depresión o dificultades psicológicas en la edad adulta. Informe a su médico si cree que algo así es la causa de su depresión. Puede recibir asesoramiento psicológico para este tipo de problemas.
Comprender que sus síntomas se deben a una depresión puede ayudarle a aceptar que está enfermo y que necesita ayuda. Algunas personas se preguntan: "¿Me estoy volviendo loco?". Puede ser un alivio saber que no te estás volviendo loco y que los síntomas que tienes son comunes y los han compartido muchas otras personas.
Es posible que "oculte" sus síntomas a amigos y familiares. Sin embargo, si habla abiertamente de sus sentimientos con sus familiares y amigos, puede ayudarles a entenderlos y a ayudarle.
¿Se repetirá?
Un episodio puntual de depresión en algún momento de la vida es frecuente. Sin embargo, algunas personas tienen dos, tres o más episodios de depresión.
Puede recibir tratamiento para cada episodio. Pero, si es propenso a sufrir episodios repetidos de depresión, entre las opciones que pueden considerar usted y su médico figuran las siguientes:
Tomar un antidepresivo a largo plazo para ayudar a prevenir la reaparición de la depresión.
Terapia cognitiva basada en la atención plena. Se puede recomendar (si está disponible) a las personas que actualmente se encuentran bien, pero que han tenido tres o más episodios de depresión. Esta terapia es un tipo especializado de tratamiento hablado. Hay pruebas convincentes de que puede ayudar a prevenir la reaparición de la depresión.
Enfermedades relacionadas con la depresión
Depresión postnatal
Algunas mujeres sufren depresión justo después de dar a luz. Consulta el folleto Depresión posparto.
Trastorno bipolar
En algunas personas, la depresión puede alternarse con periodos de euforia y sobreactividad (manía o hipomanía). Es lo que se denomina trastorno bipolar (a veces llamado maníaco depresivo). El tratamiento suele incluir medicamentos estabilizadores del estado de ánimo, como el litio. Consulte el prospecto separado titulado Trastorno bipolar.
Trastorno afectivo estacional
A veces la depresión puede desencadenarse en determinadas épocas del año, como Navidad, año nuevo o verano. Algunas personas desarrollan depresión recurrente sólo en los meses de invierno. Esto se denomina trastorno afectivo estacional (TAE). Consulte el folleto separado titulado Trastorno afectivo estacional.
Otros problemas de salud mental
A veces, la depresión aparece al mismo tiempo que otros problemas de salud mental:
Las personas con ansiedad, trastorno de pánico y trastornos de la personalidad suelen desarrollar también depresión. Por regla general, la depresión debe tratarse en primer lugar, seguida del tratamiento del otro trastorno. En particular, la ansiedad suele mejorar tras el tratamiento de la depresión.
Los trastornos alimentarios como la anorexia y la bulimia pueden acompañar a la depresión. En esta situación, el trastorno alimentario suele ser el objetivo principal del tratamiento.
Lecturas complementarias y referencias
- Chalder M, Wiles NJ, Campbell J, et al.Facilitated physical activity as a treatment for depressed adults: randomised BMJ. 2012 Jun 6;344:e2758. doi: 10.1136/bmj.e2758.
- Cuijpers P, Quero S, Dowrick C, et al.Tratamiento Psicológico de la Depresión en Atención Primaria: Desarrollos Recientes. Curr Psychiatry Rep. 2019 Nov 23;21(12):129. doi: 10.1007/s11920-019-1117-x.
- Depresión en adultos: tratamiento y gestiónDirectriz del NICE (junio de 2022)
- DepresiónNICE CKS, junio de 2024 (sólo acceso en el Reino Unido)
Historia del artículo
La información de esta página ha sido redactada y revisada por médicos cualificados.
Fecha prevista para la próxima revisión: 12 nov 2028
14 Nov 2023 | Última versión

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