Efectos secundarios comunes del embarazo
Náuseas matutinas, reflujo ácido, estreñimiento
Revisado por el Dr Doug McKechnie, MRCGPÚltima actualización por Dr Toni Hazell, MRCGPÚltima actualización 7 mar 2025
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El embarazo plantea al organismo una serie de retos, muchos de los cuales pueden producir síntomas y causar problemas. Muchos efectos secundarios del embarazo no son graves ni para la madre ni para el bebé, aunque molestias como las náuseas, los vómitos, el reflujo ácido y el estreñimiento pueden ser muy desagradables.
En este artículo:
¿Qué afecciones pueden afectar a mi embarazo?
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Náuseas y vómitos
Las náuseas (sentirse mal) y los vómitos (estar enferma) son uno de los efectos secundarios más comunes del embarazo, concretamente al principio del mismo. Antes se llamaban náuseas matutinas, pero no es un nombre exacto porque a menudo duran todo el día. Aproximadamente 9 de cada 10 mujeres embarazadas experimentan náuseas matutinas de algún modo, ya sea sintiéndose mal (náuseas) o estando enfermas (vómitos), o ambas cosas. Para la mayoría de las mujeres, este desagradable problema empieza en torno a las 6-7 semanas de embarazo y mejora en la semana 14.
Su gravedad varía mucho. En algunas mujeres es muy leve. Otras padecen una versión muy grave de las náuseas matutinas, llamada hiperémesis gravídica. Es tratable y debes consultar a tu médico de cabecera. Consulta el folleto Náuseas y vómitos durante el embarazo.
Selección de pacientes para Complicaciones del embarazo
Reflujo ácido en el embarazo
El reflujo ácido se conoce a veces como ardor de estómago, dispepsia o indigestión. Es otro efecto secundario frecuente del embarazo, que se produce en aproximadamente la mitad de los embarazos. Los síntomas típicos son ardor de estómago, dolor abdominal o torácico, sabor ácido y sensación de hinchazón.
Los síntomas de la acidez estomacal pueden aliviarse con cambios en el estilo de vida como:
Sentarse y no tumbarse justo después de comer.
Elevar la cabecera de la cama al dormir.
Hacer comidas pequeñas y frecuentes, y no comer a menos de tres horas de acostarse.
Reducir los alimentos grasos o picantes, los zumos de frutas, el chocolate y la cafeína.
Los preparados antiácidos como Gaviscon® reducen los síntomas de reflujo ácido en el embarazo. Los antiácidos que contienen bicarbonato sódico o trisilicato de magnesio deben evitarse durante el embarazo. Otros medicamentos como el omeprazol pueden considerarse si los síntomas son graves y no se controlan con antiácidos, pero deben ser recetados por un médico.
Para más información, consulte también el folleto Reflujo ácido y esofagitis (Acidez gástrica).
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Estreñimiento en el embarazo
El estreñimiento es un efecto secundario muy frecuente del embarazo.
Significa hacer heces duras (caca), a veces dolorosas.
También puede implicar ir al baño para abrir los intestinos con menos frecuencia de lo habitual.
El estreñimiento puede causar muchas molestias abdominales, calambres y flatulencias.
También puede causar dolor al defecar.
Causas
Falta de bebida. Las heces son duras porque están más secas y el estreñimiento puede deberse a no beber lo suficiente. Cuando se defeca, las heces ya han recorrido todo el intestino. La velocidad a la que lo hace (denominada "tiempo de tránsito") varía. Mientras las heces están en el intestino, tienden a secarse porque el cuerpo les quita agua. Cuanto más tiempo pasen las heces en el intestino, más agua absorberá el cuerpo y más duras y secas se volverán.
Falta de fibra en la dieta. Las heces se desplazan por el intestino más lentamente si la dieta carece de fibra y líquidos para aumentar su volumen. Durante el embarazo, los intestinos tienden a estar más relajados y a trabajar más lentamente. Esto se debe en parte a las hormonas del embarazo y en parte al crecimiento del útero, que ejerce presión sobre los intestinos.
Falta de ejercicio. Los intestinos funcionan con mayor rapidez y eficacia cuando se hace ejercicio, ya que los músculos de la barriga ayudan a estimularlos. Durante el embarazo, los músculos de la barriga están bastante estirados y realizan peor esta función.
Síntomas. Estos incluyen:
Abrir los intestinos menos de lo habitual. (La frecuencia "habitual" varía de una persona a otra, pero lo normal es ir una o dos veces al día. Si hace de vientre menos de tres veces por semana, es probable que padezca estreñimiento).
Evacuación de heces duras, como gránulos.
Calambres de barriga.
Viento.
Cuidados personales. Puedes mejorar los síntomas del estreñimiento haciendo cosas que aceleren el paso de las heces por el intestino y asegurándote de que hay mucha agua en tu organismo. El agua puede ablandar las heces. Por lo tanto, si está estreñido, debería:
Aumente la cantidad de agua que bebe.
Asegúrate de que tu dieta sea rica en alimentos que contengan fibra.
Haga ejercicio con regularidad.
Tratamiento. Si nada de esto resulta suficiente, consulte a su médico o matrona sobre la posibilidad de tomar laxantes.
Laxantes "formadores de volumen"
Aumentan el volumen o peso de las heces para estimular su expulsión. Pueden ser útiles durante el embarazo.Laxantes "suavizantes"
Simplemente ablandan las heces. Suelen provocar más gases y no siempre son útiles durante el embarazo. Esto se debe a que no suelen acelerar el paso de las heces por el intestino.Laxantes "estimulantes"
Suelen acelerar el tránsito intestinal. En el embarazo son más eficaces que los laxantes suavizantes. Sin embargo, pueden provocar calambres y flatulencias cuando empiezan a actuar.
Consulte el prospecto separado titulado Estreñimiento.
Dificultades respiratorias en el embarazo
A medida que la matriz (útero) crece, muchas mujeres empiezan a sentir que no pueden respirar; o, sienten que no pueden respirar lo suficiente. Es una sensación desagradable y puedes sentir bastante pánico. Esto puede provocar un exceso de respiración (hiperventilación), que también te hará sentir extraña.
La sensación de falta de aire suele deberse a que el útero en crecimiento ocupa espacio en la barriga (abdomen). Esto significa que el diafragma (el gran músculo situado debajo de los pulmones que los abre al respirar) tiene menos espacio para expandir los pulmones. Esto se acentúa a medida que avanza el embarazo.
Lo importante es que se trata de una sensación de falta de aire. No significa que no recibas suficiente aire. Si respiraras sólo con la mitad de los pulmones, seguirías recibiendo suficiente aire. Sin embargo, la sensación de que los pulmones no pueden expandirse lo suficiente SE SIENTE como una verdadera falta de aire.
Desgraciadamente, si intentas respirar más profundo y más rápido para compensar, puedes sentirte aún más falto de aire. Esto se llama hiperventilación. Cuando lo haces, aumentas tus niveles de oxígeno muy por encima de los que necesitas; también reduces tus niveles de dióxido de carbono a niveles mucho más bajos de lo normal. El resultado final es una sensación de pánico, hormigueo, mareo y desmayo. La hiperventilación es bastante frecuente durante el embarazo.
Hay otras causas de disnea en el embarazo que requieren la ayuda de tu médico; algunas de ellas son graves. Por lo tanto, si tienes una disnea grave, debes ponerte en contacto urgentemente con tu médico.
Causas. Las más comunes son:
Asma (que normalmente ya sabes que padeces, pero que puede empeorar durante el embarazo).
Anemia: los niveles de hierro en la sangre han disminuido y, por tanto, la sangre puede transportar menos oxígeno. Si la anemia es grave, puede reducir significativamente la cantidad de oxígeno que llega al cerebro. Para compensar, hay que respirar más. Esto puede ser suficiente para que te quedes sin aliento.
Otras causas de disnea en el embarazo, como un coágulo en el pulmón (émbolo pulmonar) y líquido en el pulmón, son afortunadamente muy raras, pero si la disnea viene acompañada de dolor en el pecho o tos con sangre, o si es grave y no se resuelve, debes buscar ayuda urgente.
Cuidados personales. Lo siguiente puede ayudar:
Tomárselo con calma, descansar e intentar relajarse hará que los síntomas remitan.
Si respira en exceso, póngase en contacto con su médico para que le aconseje ejercicios respiratorios.
El ejercicio suave, como pasear, también puede ayudar. Esto también mejorará su sueño y le hará sentirse más en forma y menos cansado, dos cosas que ayudan indirectamente.
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Picores en el embarazo
Causas. El picor es un efecto secundario muy frecuente del embarazo. Puede aparecer en todo el cuerpo o localizado en una zona.
El picor generalizado suele deberse a la sequedad y estiramiento de la piel, sobre todo en la barriga (abdomen).
Algunas mujeres desarrollan picores relacionados con el embarazo, normalmente en las últimas semanas de gestación. La piel no está seca y no suele haber erupción, pero el picor puede ser intenso y a menudo se siente en todo el cuerpo.
Con menor frecuencia, los picores en el embarazo -sobre todo en las últimas semanas- se deben a que una pequeña glándula (la vesícula biliar) situada debajo del hígado no funciona correctamente. Esto puede causar problemas al bebé. Por tanto, si tienes picores y no tienes erupciones cutáneas, es importante que acudas a tu médico o matrona. Es posible que te haga un sencillo análisis de sangre para comprobar que la vesícula biliar funciona correctamente. Consulta el folleto titulado Colestasis obstétrica.
Las zonas concretas de picor, sobre todo las manchas pequeñas, suelen deberse a infecciones cutáneas. Pueden estar causadas por hongos, como la tiña o la candidiasis, o por gérmenes (bacterias) que pueden infectar los folículos pilosos (foliculitis).
En ocasiones, el picor local o generalizado puede estar causado por la sarna. La sarna es un ácaro diminuto, parecido a un piojo, que se introduce en la piel y provoca un picor intenso. Puede aparecer por el contacto con otra persona que la tenga o, en ocasiones, por dormir en un colchón que haya sido utilizado por alguien con sarna. El tratamiento consiste en una crema o loción que te dará tu médico.
La erupción polimorfa del embarazo puede causar picor; se presenta con una erupción en el abdomen en los tres últimos meses del embarazo, y desaparece cuando nace el bebé. Es más frecuente en los primeros embarazos que en los posteriores y también se asocia a tener la piel blanca y a los embarazos gemelares. No causa ningún problema al bebé y se trata con cremas hidratantes y esteroides tópicos que ayudan a reducir el picor.
Cuidados personales. Los siguientes métodos pueden ayudar:
Ante todo, no te rasques. Esto hará que te pique más.
Si el picor es insoportable, frota la zona con un cubito de hielo. Esto tenderá a calmar el picor al reducir el flujo sanguíneo a la piel. Esto se debe a que las sustancias químicas que causan el picor se transportan en la sangre, por lo que si se ralentiza el flujo sanguíneo, llegan a la zona menos sustancias químicas causantes del picor.
Utiliza cremas hidratantes sencillas en las zonas con picor, sobre todo si están secas. Utilícelas generosamente.
Si tienes picor o erupción en un lugar concreto, acude a tu médico, que podrá recetarte una crema para solucionarlo.
Si de repente te pica todo el cuerpo o el picor es intenso, acude a tu médico o matrona para descartar problemas de vesícula biliar o hígado.
Almorranas en el embarazo
Síntomas. Las hemorroides -a menudo llamadas almorranas- son venas hinchadas (también llamadas varicosas) alrededor del conducto posterior (ano). Pueden ser:
Picor intenso.
Puede doler y palpitar.
Puede provocar hemorragias al abrir los intestinos. Este sangrado es de color rojo brillante y puede ser bastante abundante.
Causas. Las almorranas se deben a la hinchazón y el abultamiento de las venas cuando se hunden hasta su punto más bajo alrededor de las nalgas. La presión que se ejerce al abrir los intestinos aumenta la presión sobre estas venas. La presión del peso del bebé en el útero también ejerce presión sobre estas venas, por lo que las hemorroides suelen ser un efecto secundario del embarazo. Algunas personas son más propensas que otras a padecer almorranas. Heredamos la tendencia de nuestras venas a tener paredes más duras que no se abultan, o venas más blandas que ceden con más facilidad. Si tienes tendencia a las varices en las piernas, es posible que también tengas tendencia a las almorranas.
Las hemorroides empeoran con el estreñimiento, cuando pujas más y en las últimas etapas del embarazo, cuando el bebé pesa más. Las hemorroides también pueden empeorar al pujar durante el parto, que también aumenta la presión sobre ellas.
Autocuidado. Tú puedes ayudar:
Evitar el estreñimiento (véase más arriba).
Beber mucho líquido sin alcohol.
Hacer ejercicio con regularidad.
Tener una buena ingesta de fibra para mantener las heces blandas.
Tratamiento. Si no es suficiente, acude a tu médico o matrona para pedir ayuda. El tratamiento médico de las hemorroides durante el embarazo suele consistir en cremas y supositorios. El objetivo de los tratamientos es tanto aliviar el dolor y el picor como reducir la inflamación de las hemorroides (lo que las encoge y reduce su tendencia a sangrar).
Cirugía. Si todo lo demás falla, las almorranas pueden tratarse con una operación, que se realiza si las almorranas siguen ahí algún tiempo después de haber tenido a tu bebé. Esto se hace mediante:
Atar bandas apretadas alrededor de ellos.
Inyectándoles productos químicos para hacerlos encoger.
Quitándolas.
La cirugía suele ser el último recurso y no se realiza durante el embarazo. Ninguna de ellas es agradable; además, las almorranas podrían reaparecer fácilmente antes de que acabe el embarazo. Suelen desaparecer por sí solas unas semanas después del final del embarazo. Véase el folleto separado titulado Almorranas (hemorroides).
Varices en el embarazo
Las varices son venas hinchadas que suelen aparecer en las piernas, sobre todo en la parte posterior de la pantorrilla y en la cara interna del muslo. También pueden aparecer en la vulva, en los labios carnosos externos a ambos lados de la vagina.
Las varices se producen cuando la presión ejercida sobre una vena hace que la pared venosa ceda y se abombe, de forma parecida a como cede un globo cuando se infla. El aumento de presión en las venas se produce cuando aumenta el peso de la barriga (abdomen), por lo que las varices suelen ser un efecto secundario del embarazo. Esto ralentiza el retorno ascendente de la sangre hacia el corazón. Esto significa que suelen aparecer o empeorar al final del embarazo. El embarazo también tiende a reblandecer las paredes de las venas, lo que facilita la aparición de varices.
Síntomas. Estos incluyen:
Dolores en las piernas.
Hinchazón de pies y tobillos.
Varices vulvares, que provocan dolor y palpitaciones en la zona vulvar. Esto empeora al ponerse de pie.
Cuidados personales. Los siguientes métodos pueden ayudar:
Pon las piernas en alto cuando estés sentado, con los pies más altos que la articulación de la cadera. Esto tiende a favorecer el drenaje de las venas.
Utiliza mallas de sujeción (de resistencia media como mínimo), poniéntelas por la mañana a primera hora, antes de que tus venas hayan tenido la oportunidad de hincharse.
Camina todo lo que puedas. Los músculos que trabajan en las pantorrillas son las bombas que intentan enviar la sangre de las venas de vuelta al cuerpo.
Consulte el folleto separado titulado Varices.
Flujo vaginal en el embarazo
Es normal que durante el embarazo se produzca más flujo vaginal del habitual, y es posible que lo notes. Se debe a las hormonas del embarazo y al aumento del riego sanguíneo en los tejidos vulvares. El aumento del flujo vaginal durante el embarazo es totalmente normal. Puede ser suficiente para que necesites usar una compresa.
Un flujo normal es cremoso y de color pálido, no huele mal y no produce picor. Consulte a su médico si:
El flujo tiene un olor fuerte o desagradable.
La secreción se asocia a picor o dolor.
Tiene dolor al mantener relaciones sexuales (coito).
Tiene dolor al orinar.
Hay sangre en la secreción.
Estos problemas pueden deberse a una infección vaginal o de la vejiga, ya sea por muguet o por gérmenes (bacterias). Lleve una muestra de orina y prepárese para que la examinen. Si el médico cree que tienes una infección, puede recetarte pesarios, cremas o medicamentos llamados antibióticos.
Consulte el folleto separado titulado Flujo vaginal (Flujo femenino).
Dolor de ligamentos pélvicos en el embarazo
Síntomas. Muchas mujeres experimentan dolor en la parte baja de la barriga (abdomen) a medida que crece el bebé. Suele comenzar en torno a la semana 14 y se prolonga hasta el final del embarazo. Se debe al crecimiento del útero, que tira de las estructuras (ligamentos redondos y ligamento ancho) que lo mantienen en su sitio. Este efecto secundario ocasional del embarazo suele provocar un dolor punzante en uno o ambos lados del vientre y, a veces, en las caderas y la zona genital. El dolor puede ser muy intenso. Algunas mujeres lo sienten sobre todo al darse la vuelta en la cama. Puede ser tan agudo que algunas temen que se trate de una apendicitis. Los ligamentos se estiran y tiran a medida que crece el útero, y pueden sufrir espasmos. Esto provoca dolor, sobre todo con los movimientos bruscos.
El dolor puede repetirse en embarazos posteriores.
Cuidados personales. Los siguientes métodos pueden ayudar:
Calor, como una bolsa de trigo o un baño caliente.
Tumbado sobre el lado opuesto.
Tener cuidado al moverse, manteniendo los movimientos suaves, para intentar evitar desencadenar espasmos.
El tiempo ayudará: los síntomas suelen remitir al final del embarazo.
Nota: asegúrate de que tu médico o matrona sabe que tienes ese dolor y te ha examinado para descartar otras causas, como el apéndice o una infección de vejiga.
También es frecuente tener pequeños calambres en la parte inferior del vientre al principio del embarazo. Son como leves dolores menstruales y suelen desaparecer rápidamente. Si tienes hemorragias o dolor al orinar, acude rápidamente al médico.
Dolor de espalda en el embarazo
El dolor de espalda es un efecto secundario frecuente del embarazo. La mayoría de los dolores de espalda durante el embarazo se deben a distensiones y tirones de los músculos y ligamentos de la espalda. La causa es una combinación de:
El peso extra que llevas.
Tu forma alterada de estar de pie y caminar (tu postura).
El reblandecimiento de los ligamentos que rodean la espalda puede permitir que las cosas se muevan con algo más de libertad de lo habitual.
Hay muy poco que puedas hacer para curar el problema por completo hasta después de que nazca tu bebé. Los tratamientos habituales para el dolor de espalda son limitados durante el embarazo. Sin embargo, mantenerte en movimiento te ayudará sin duda y debes hablar con tu médico o matrona para que te aconsejen. La epidural durante el parto no provoca dolor de espalda a largo plazo.
¿Cómo afrontar el dolor de espalda durante el embarazo?
Los siguientes métodos pueden ayudar:
Ejercicio ligero: caminar a paso ligero y ejercicios como el yoga.
Evitar permanecer sentado o de pie durante largos periodos de tiempo.
Evita levantar objetos pesados y, si puedes evitarlo, que los niños pequeños quieran que los lleves en brazos. Si tienes que levantar objetos pesados por motivos de trabajo, solicita una evaluación de riesgos del embarazo.
Si tienes que sentarte, apoya la zona lumbar con un cojín.
Considere la posibilidad de pedir a su médico que le remita a un fisioterapeuta para que le aconseje ejercicios sencillos.
Intenta hacer ejercicio en el agua.
Los baños calientes y los analgésicos simples, como el paracetamol , pueden ser útiles: pide consejo a tu médico o matrona.
Consulte el folleto separado titulado Embarazo y actividad física.
Dolor en la cintura pélvica durante el embarazo
La sínfisis púbica es la articulación entre las dos mitades de la pelvis en la parte delantera, abajo, sobre la parte delantera de la vejiga. Puede llegar a doler mucho durante el embarazo, normalmente al final del embarazo, pero a veces ya a las 14 semanas. Esto se debe a que la articulación del hueso puede aflojarse y los huesos separarse un poco y rozarse entre sí.
El reblandecimiento de la articulación se debe al reblandecimiento del ligamento que mantiene unidos los huesos. Esto tiene un propósito en la naturaleza: la división del hueso púbico de esta manera amplía la "salida" pélvica que es la ruta de salida que su bebé tomará en el trabajo de parto. Esto puede considerarse una preparación útil para el parto.
El dolor de la cintura pélvica puede ser intenso. Suele empeorar al caminar y al darse la vuelta en la cama por la noche. Puede ser útil dormir con una almohada entre las rodillas, que sostiene la forma de la pelvis. El dolor se localiza principalmente en la parte delantera de la pelvis, sobre el hueso púbico, aunque puede extenderse a las caderas y el vientre (abdomen). Puede ser un problema grave; a algunas mujeres incluso les cuesta caminar y entonces necesitan un cinturón especial o muletas.
Se ha demostrado que el ejercicio y la fisioterapia ayudan. Póngase en contacto con su médico para que le remita a un fisioterapeuta, que podrá asesorarle mejor.
Hormigueo y entumecimiento en el embarazo
Durante el embarazo se tiende a retener líquidos, sobre todo alrededor de las articulaciones. Se trata de un efecto hormonal, agravado por el hecho de que el volumen total de sangre aumenta mucho en el embarazo.
La retención de líquidos alrededor de las muñecas puede comprimir los nervios que producen las sensaciones en la mano. Esto puede causar el síndrome del túnel carpiano, un hormigueo en el pulgar y en los dos o tres dedos vecinos. El síndrome puede extenderse por el brazo, empeora por la noche y a veces es doloroso. Consulte el folleto sobre el síndrome del túnel carpiano.
En el embarazo, a menudo el único tratamiento necesario son férulas para las muñecas. Son especialmente útiles cuando se llevan por la noche. Otras opciones pueden ser inyecciones de unos medicamentos llamados esteroides y, muy ocasionalmente, una operación.
También pueden verse afectados otros nervios, en particular el nervio que irriga la piel en la parte lateral del muslo, causando dolor y entumecimiento en la parte externa de la pierna.
Calambres en las piernas durante el embarazo
Más adelante, los calambres son un efecto secundario muy común del embarazo, sobre todo en las piernas. Suelen aparecer por la noche y pueden despertarte del sueño. Cuando se produce un calambre hay que estirar el músculo con suavidad pero con firmeza para deshacer el calambre. Esto aliviará el dolor.
Causas. Los calambres están probablemente relacionados con la retención de líquidos y muchas mujeres tienen tendencia a tener las piernas hinchadas al final del embarazo. Esto se debe a que el bebé en crecimiento ejerce presión hacia abajo sobre las venas de las piernas y el agua de la circulación se acumula allí. Elevar los pies de la cama a veces ayuda.
Es importante recordar que los calambres son dolores intensos y repentinos que se calman en unos segundos o unos minutos. Si tienes un dolor más prolongado en la pantorrilla, sobre todo si también tienes la pierna hinchada, debes hablar con tu médico o matrona. Deben descartar la posibilidad de un coágulo en las venas de la pantorrilla (una trombosis venosa profunda) , que es una afección grave que requiere tratamiento inmediato.
Cuidados personales. Los siguientes métodos pueden ayudar:
A veces se utilizan suplementos de magnesio para los calambres. Actualmente no hay pruebas convincentes de que suplementos como el magnesio sirvan para los calambres, pero a algunas personas les resultan útiles.
Si los calambres no son graves, puede bastar con masajear y estirar el músculo.
Consulte el folleto separado titulado Calambres en la pierna.
La Dra. Mary Lowth es autora o autora original de este folleto.
Lecturas complementarias y referencias
- Liddle SD, Pennick VIntervenciones para la prevención y el tratamiento del dolor lumbar y pélvico durante el embarazo (Revisión Cochrane traducida). Cochrane Database Syst Rev. 2015 Sep 30;9:CD001139. doi: 10.1002/14651858.CD001139.pub4.
- Dolor en la cintura pélvica y embarazo - Folleto informativo para pacientesThe Royal College of Obstetricians and Gynaecologists (RCOG), junio de 2015.
- El tratamiento de las náuseas y los vómitos del embarazo y la hiperémesis gravídica - Directriz nº 69 de Green-top; Real Colegio de Obstetras y Ginecólogos (2016)
- Phupong V, Hanprasertpong TIntervenciones para la acidez gástrica durante el embarazo (Revisión Cochrane traducida). Cochrane Database Syst Rev. 2015 Sep 19;(9):CD011379. doi: 10.1002/14651858.CD011379.pub2.
- Atención prenatalOrientaciones del NICE (agosto de 2021)
- Dispepsia asociada al embarazoNICE CKS, junio de 2024 (sólo acceso en el Reino Unido)
- EstreñimientoNICE CKS, noviembre de 2024 (sólo acceso en el Reino Unido)
- Atención prenatal - embarazo sin complicacionesNICE CKS, enero de 2025 (sólo acceso en el Reino Unido)
- Náuseas y vómitos durante el embarazoNICE CKS, abril de 2025 (sólo acceso en el Reino Unido)
- Luo L, Zhou K, Zhang J, et al.Intervenciones para los calambres en las piernas durante el embarazo (Revision Cochrane traducida). Cochrane Database Syst Rev. 2020 Dec 4;12:CD010655. doi: 10.1002/14651858.CD010655.pub3.
- Erupción polimorfa del embarazo; DermNet, 2017
Historia del artículo
La información de esta página ha sido redactada y revisada por médicos cualificados.
Fecha prevista para la próxima revisión: 6 mar 2028
7 mar 2025 | Última versión

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