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Indigestión

Dispepsia

La dispepsia (indigestión) es un término que describe el dolor y a veces otros síntomas que provienen de la parte superior del intestino (estómago, esófago o duodeno). Existen varias causas (descritas a continuación). El tratamiento depende de la causa probable.

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¿Qué es la indigestión?

Indigestión (dispepsia) es un término que engloba los síntomas que provienen de un problema en la parte superior del intestino. El intestino (tubo digestivo) es el conducto que empieza en la boca y termina en el ano. El intestino superior incluye el esófago, el estómago y el duodeno.

Síntomas de indigestión

El principal síntoma de la indigestión suele ser dolor de estómago o molestias en la parte superior del abdomen. Otros síntomas son:

  • Distensión abdominal.

  • Eructos.

  • Sentirse saciado rápidamente después de comer.

  • Sensación de malestar (náuseas).

  • Estar enfermo (vómitos).

Los síntomas suelen estar relacionados con la alimentación. El ardor de estómago (sensación de quemazón en la parte baja del pecho) y el líquido amargo que sube por la parte posterior de la garganta (a veces llamado "diarrea") solían considerarse síntomas de dispepsia. Sin embargo, ahora se consideran características de una enfermedad llamada enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE).

Los síntomas suelen presentarse en brotes que aparecen y desaparecen, en lugar de estar presentes todo el tiempo. La mayoría de la gente tiene un ataque de dispepsia, también llamada indigestión, de vez en cuando, por ejemplo, después de una comida muy condimentada. En la mayoría de los casos desaparece pronto y no es preocupante. Sin embargo, algunas personas sufren ataques frecuentes de dispepsia que pueden afectar a su calidad de vida.

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¿Cuáles son las causas de la indigestión?

Causas comunes

La mayoría de los casos de dispepsia repetida (recurrente) se deben a una de las siguientes causas:

H. pylori y dispepsia

Una bacteria llamada H. pylori puede infectar el revestimiento del estómago y el duodeno. Es una de las infecciones más comunes en el Reino Unido. Más de una de cada cuatro personas en el Reino Unido se infecta con H. pylori en algún momento de su vida. Una vez infectada, a menos que se trate, la infección suele permanecer de forma permanente.

La mayoría de las personas con H. pylori no presentan síntomas y no saben que están infectadas. Sin embargo, H. pylori es la causa más frecuente de úlceras duodenales y de estómago. Para más información, consulte el folleto sobre Helicobacter pylori.

Otras causas poco frecuentes de dispepsia

Otros problemas del intestino superior, como el cáncer de estómago y el cáncer de esófago, pueden causar dispepsia cuando aparecen por primera vez.

Existen otros prospectos en los que se describen con más detalle estas enfermedades. El resto de este folleto ofrece una visión general del tratamiento habitual de la dispepsia.

Diagnóstico de la indigestión

Es probable que el médico realice una evaluación inicial preguntando por los síntomas y examinando el abdomen. La exploración suele ser normal en cualquiera de las causas habituales de dispepsia. Es importante revisar los medicamentos que se estén tomando por si alguno pudiera estar causando los síntomas o empeorándolos.

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Cómo deshacerse de la indigestión

Tras la evaluación inicial, en función de la gravedad y la frecuencia de los síntomas, pueden sugerirse uno o varios de los siguientes planes de acción.

Cambios en el estilo de vida

Para todos los tipos de dispepsia, el National Institute for Health and Care Excellence (NICE) recomienda los siguientes cambios en el estilo de vida:

En el caso de la dispepsia que probablemente se deba al reflujo ácido, cuando la acidez es uno de los síntomas principales, también puede valer la pena considerar lo siguiente:

  • La postura. Estar tumbado o inclinado hacia delante mucho tiempo durante el día favorece el reflujo. Sentarse encorvado o llevar cinturones apretados puede ejercer una presión adicional sobre el estómago, lo que puede empeorar cualquier reflujo.

  • A la hora de acostarse. Si los síntomas reaparecen la mayoría de las noches, lo siguiente puede ayudar:

    • Acostarse con el estómago vacío y seco: no comer en las últimas tres horas antes de acostarse y no beber en las últimas dos horas antes de acostarse.

    • Elevar la cabecera de la cama entre 10 y 20 cm (por ejemplo, con libros o ladrillos bajo el colchón o las patas de la cama, si puede hacerse sin peligro). Esto ayuda a que la gravedad impida que el ácido refluya hacia el esófago.

Toma de antiácidos según sea necesario

Los antiácidos son líquidos o comprimidos alcalinos que pueden neutralizar el ácido del estómago. Una dosis puede proporcionar un alivio rápido. Hay muchas marcas que pueden comprarse y algunas se venden con receta. Las personas con episodios leves o poco frecuentes de dispepsia pueden encontrar que los antiácidos utilizados cuando son necesarios son suficientes para controlar sus síntomas.

Un cambio o alteración en su medicación actual

Esto puede ser posible si se cree que un medicamento está causando los síntomas o empeorándolos.

Pruebas para detectar la infección por Helicobacter pylori (H. pylori) y tratamiento en caso afirmativo.

Se suele realizar una prueba para detectar H. pylori si se padecen frecuentes episodios de dispepsia. Como ya se ha mencionado, es la causa subyacente de la mayoría de las úlceras duodenales y de estómago y de muchos casos de gastritis, duodenitis y dispepsia no ulcerosa. Esta prueba se realiza mediante una muestra de heces. Para más información sobre el diagnóstico y el tratamiento del H. pylori, consulte el folleto independiente titulado Helicobacter Pylori.

Medicamentos antiácidos

Puede considerarse la posibilidad de probar durante un mes una dosis completa de medicación que reduzca la acidez gástrica, en particular si:

  • Los síntomas son más sugestivos de reflujo ácido o esofagitis. H. pylori no causa estos problemas.

  • Se ha descartado la infección por H. pylori.

  • Se ha tratado el H. pylori pero los síntomas persisten.

Para más información, consulte el prospecto separado titulado Medicación para la indigestión.

Otras pruebas

En la mayoría de los casos no es necesario realizar más pruebas. Una o varias de las opciones anteriores suelen resolver el problema. Los motivos por los que se aconseja realizar más pruebas son los siguientes:

  • Si los síntomas adicionales sugieren que la dispepsia puede estar causada por un trastorno grave, como un cáncer de estómago o de esófago, o una complicación de una úlcera, como una hemorragia; por ejemplo si:

    • Expulsión de sangre con las heces (la sangre puede provocar heces negras alquitranadas).

    • Sacar (vomitar) sangre.

    • Perder peso involuntariamente.

    • Malestar general.

    • Dificultad para tragar (disfagia).

    • Vómitos persistentes.

    • Desarrollando anemia.

    • Presentar una anomalía en la exploración, como un bulto en el abdomen.

  • Si tiene más de 55 años y desarrolla una dispepsia persistente o inexplicable.

  • Si los síntomas no son típicos y pueden proceder de fuera del intestino, por ejemplo, para descartar problemas de vesícula biliar, páncreas, hígado, etc.

  • Si los síntomas son graves y no responden al tratamiento.

  • Si existe un factor de riesgo de cáncer de estómago o esófago, como esófago de Barrett, displasia o gastritis atrófica, o se ha sometido a cirugía de úlcera más de 20 años antes.

Las pruebas aconsejadas pueden incluir:

  • Gastroscopia (endoscopia). En esta prueba, el médico observa el interior del esófago, el estómago y el duodeno. Para ello, pasa un telescopio fino y flexible por el esófago. Para más información, consulte el folleto Gastroscopia (endoscopia).

  • Análisis de sangre para detectar anemia. La anemia puede deberse a una úlcera sangrante o a un cáncer de estómago sangrante. La hemorragia puede pasar desapercibida si no es intensa, ya que la sangre puede eliminarse de forma inadvertida con las heces.

  • Pruebas de la vesícula biliar, el páncreas, etc., si la causa de los síntomas no está clara.

El tratamiento depende de lo que detecten o descarten las pruebas.

Prevenir la indigestión

Los factores más importantes para prevenir la indigestión son:

  • Mantener un peso saludable.

  • No fumar o dejar de fumar.

  • Beber alcohol dentro de los límites recomendados.

  • Seguir una dieta equilibrada.

  • Comer comidas pequeñas y regulares en lugar de comidas copiosas.

  • Evitar comer demasiado tarde por la noche antes de acostarse.

  • Evitar los alimentos que desencadenan la indigestión: en algunas personas, ciertos alimentos como la cebolla, el ajo, el tomate o el picante desencadenan un ataque de indigestión. Esas personas deben evitar esos desencadenantes.

Comprender la digestión

El intestino superior

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Los alimentos bajan por el esófago hasta el estómago. El estómago produce ácido, que no es esencial pero ayuda a digerir los alimentos. A continuación, los alimentos pasan gradualmente a la primera parte del intestino delgado (el duodeno).

En el duodeno y el resto del intestino delgado, los alimentos se mezclan con unas sustancias químicas llamadas enzimas. Las enzimas proceden del páncreas y de las células que recubren el intestino. Las enzimas descomponen (digieren) los alimentos. A continuación, el intestino delgado absorbe los alimentos digeridos.

Lecturas complementarias y referencias

Historia del artículo

La información de esta página ha sido redactada y revisada por médicos cualificados.

  • Fecha prevista para la próxima revisión: 19 ago 2028
  • 21 ago 2023 | Última versión

    Última actualización

    Dra. Philippa Vincent, MRCGP

    Revisado por expertos

    Dra. Rachel Hudson, MRCGP
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