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Artritis

Artritis significa inflamación de una articulación (como la rodilla, la cadera, el codo o los dedos). Es un problema frecuente y suele afectar a las personas mayores, aunque hay algunas enfermedades poco frecuentes que causan artritis en niños y adolescentes. Hay muchos tipos de artritis. Algunas provocan dolores articulares a corto plazo que luego se resuelven por completo, mientras que otras pueden causar problemas a largo plazo y afectar permanentemente al movimiento de las articulaciones.

En este folleto se explica un poco cómo funcionan las articulaciones y, a continuación, se repasan las principales causas de la artritis en un lenguaje fácil de leer.

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¿Qué es la artritis?

Artritis significa inflamación de las articulaciones. La artritis es muy común. Hay muchas causas de artritis. Pueden padecerla niños y adultos de todas las edades, aunque el tipo más común es la artrosis, que afecta a las personas mayores. También es más frecuente en las mujeres que en los hombres. Si desea más información, consulte el folleto titulado Osteoartritis.

La artritis puede afectar a una sola articulación, a varias o a muchas. Cada causa de artritis suele tener un patrón típico en cuanto a las articulaciones afectadas y la edad de las personas más propensas a padecerla.

Comprender las articulaciones

Articulación normal

Articulación normal

Una articulación está situada donde se unen dos huesos. Las articulaciones permiten el movimiento y la flexibilidad de varias partes del cuerpo. El movimiento de los huesos está causado por los músculos que tiran de los tendones que están unidos al hueso. El cartílago recubre el extremo de los huesos. Entre el cartílago de dos huesos que forman una articulación hay una pequeña cantidad de líquido espeso llamado líquido sinovial. Éste lubrica la articulación, lo que permite un movimiento suave entre los huesos.

La membrana sinovial es el tejido conjuntivo que rodea una articulación. Las células de la membrana sinovial producen líquido sinovial. La parte externa de la membrana sinovial se denomina cápsula. Es resistente, da estabilidad a la articulación e impide que los huesos se salgan de su sitio. Los ligamentos y músculos circundantes también ayudan a dar soporte y estabilidad a las articulaciones.

¿Cuáles son las causas de la artritis?

Los dos tipos más comunes de artritis son la artrosis y la artritis reumatoide. Sin embargo, existen muchas causas diferentes de artritis.

La siguiente lista incluye algunas de las enfermedades más comunes que afectan principalmente a las articulaciones. Para más información, cada enfermedad tiene su propio folleto.

Artritis reumatoide

La artritis reumatoide (AR) provoca inflamación, dolor e hinchazón de las articulaciones. Una inflamación persistente en el tiempo puede dañar las articulaciones afectadas. La gravedad puede variar de leve a grave. Cuanto antes se inicie el tratamiento, menos probabilidades habrá de que se produzcan daños articulares.

Osteoartritis

La osteoartritis (OA) provoca dolor y rigidez en las articulaciones. Los síntomas pueden aliviarse con ejercicios, algunos aparatos físicos y tratamientos, y adelgazando si tiene sobrepeso. Puede estar causada o empeorar por un traumatismo, en cuyo caso puede conocerse como artritis postraumática.

Artritis séptica

La artritis séptica es una infección en una articulación. Los síntomas de esta artritis incluyen dolor y sensibilidad en una articulación, dolor al mover la articulación y sensación de malestar. Es una infección poco frecuente pero muy grave. Requiere tratamiento hospitalario urgente.

Espondilitis anquilosante

La espondilitis anquilosante es una forma de artritis. Afecta principalmente a la parte baja de la espalda. A veces afecta a otras articulaciones y partes del cuerpo. El tratamiento incluye ejercicio regular y medicamentos antiinflamatorios. La gravedad de la espondilitis anquilosante varía de leve a grave. Una complicación ocular llamada uveítis puede ser grave, pero puede tratarse con éxito si el tratamiento se administra con prontitud.

Gota

La gota provoca ataques de dolor e hinchazón cuando el ácido úrico del organismo se cristaliza en una o varias articulaciones. Un analgésico antiinflamatorio suele aliviar rápidamente un ataque. Los factores relacionados con el estilo de vida pueden reducir el riesgo de sufrir ataques de gota. Por ejemplo, perder peso (si hay sobrepeso), seguir una dieta sana y no beber mucho alcohol ni refrescos azucarados.

Depósito de pirofosfato cálcico

El pirofosfato cálcico es una sustancia producida en los cartílagos de las articulaciones. Puede depositarse en forma de cristales en los tejidos articulares. Esto se denomina depósito de pirofosfato cálcico (CPPD). El CPPD puede causar una serie de problemas, de los cuales el más conocido es la pseudogota. Es casi idéntica a la gota y provoca ataques de dolor e hinchazón en una o más articulaciones. Algunas personas sufren daños en la articulación, lo que provoca un tipo de artritis de larga duración. La CPPD puede no causar síntomas y a veces se detecta en una radiografía realizada por una enfermedad no relacionada. A diferencia de la gota, no existe un tratamiento especial para la pseudogota.

Artritis psoriásica

La artritis psoriásica causa inflamación, dolor e hinchazón de las articulaciones en algunas personas que padecen psoriasis (una enfermedad de la piel). También pueden verse afectadas otras partes del cuerpo. Por ejemplo, la inflamación puede afectar también a tendones y ligamentos. La gravedad puede variar de leve a grave. En algunos casos, las articulaciones afectadas resultan dañadas, lo que puede causar discapacidad.

Artritis reactiva

La artritis reactiva consiste en la inflamación de las articulaciones después de haber sufrido una infección en otra parte del cuerpo. Además de la artritis, suelen aparecer otros síntomas. Los síntomas suelen durar entre 3 y 6 meses. En algunos casos, la artritis persiste a largo plazo. Existe un síndrome de "tríada" poco frecuente en el que la artritis, la uretritis y la conjuntivitis aparecen al mismo tiempo.

Artritis idiopática juvenil

La artritis idiopática juvenil (AIJ) es una afección inusual en la que se produce una inflamación articular en niños menores de 16 años. Dura al menos seis semanas. La artritis provoca inflamación, dolor e hinchazón de las articulaciones afectadas. La gravedad puede variar de leve a grave. Cuanto antes se inicie el tratamiento, menor será la probabilidad de que se produzcan daños articulares.

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Afecciones similares a la artritis

Hay algunos problemas médicos que no afectan predominantemente a las articulaciones, pero que pueden causar problemas articulares a medida que progresan. Algunos ejemplos son:

Lupus eritematoso sistémico

El lupus eritematoso sistémico (LES) puede causar diversos síntomas, los más comunes son dolor y rigidez articular, erupciones cutáneas y cansancio. En los casos graves pueden producirse problemas renales y de otros órganos.

Enfermedades intestinales

Algunas afecciones intestinales, especialmente las enfermedades inflamatorias intestinales como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, pueden causar artritis.

Espondilosis cervical

La espondilosis cervical es un "desgaste" de los huesos (vértebras) y los discos del cuello. Forma parte normal del envejecimiento y no causa síntomas en muchas personas. Sin embargo, a veces causa dolor de cuello. Los síntomas tienden a aparecer y desaparecer. En casos graves, la degeneración puede causar irritación o presión sobre las raíces nerviosas espinales o la médula espinal. Esto puede causar síntomas en brazos o piernas.

Polimialgia reumática

La polimialgia reumática (PMR) causa dolor, rigidez y sensibilidad en los músculos grandes, normalmente alrededor de los hombros, la parte superior de los brazos y las caderas. Se desconoce su causa. Algunas personas con PMR desarrollan una enfermedad relacionada denominada arteritis de células gigantes (ACG), que puede ser más grave y poner en peligro la vista.

Fibromialgia

La fibromialgia provoca dolores y sensibilidad en muchas zonas del cuerpo, así como cansancio. También puede presentar otros síntomas.

Síntomas de la artritis

Los síntomas de la artritis varían en función del tipo de artritis y de la gravedad de la causa subyacente. Los síntomas incluyen:

  • Dolor, sensibilidad y rigidez articular.

  • Movimiento restringido de las articulaciones.

  • Calor y piel enrojecida sobre la articulación afectada.

  • Debilidad y atrofia muscular alrededor de la articulación.

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¿Cómo se diagnostica la artritis?

Como ocurre con todas las enfermedades, el diagnóstico se realiza mediante una combinación de anamnesis, exploración e investigaciones. Algunos pacientes deberán ser remitidos a un especialista. En el caso de la artritis inflamatoria (por ejemplo, reumatoide y psoriásica), todos los pacientes serán atendidos por un reumatólogo (especialista en articulaciones). En el caso de una artritis no inflamatoria, como la artrosis, el tratamiento suele ser totalmente en atención primaria, a cargo de un médico de cabecera y a veces de otros profesionales sanitarios, como un fisioterapeuta, y la derivación se reserva para quienes puedan necesitar cirugía.

Tratamiento de la artritis

Aunque la artritis no tiene cura, existen tratamientos para todas sus formas. Sin embargo, el tratamiento dependerá de la causa de la artritis.

Los tratamientos pueden incluir:

Algunas causas de artritis sólo necesitan tratamiento durante un breve periodo de tiempo. Otras causas pueden requerir tratamiento de por vida. Si afecta a la cadera o la rodilla, el tratamiento de la artrosis incluye una intervención quirúrgica para sustituir toda la articulación. Consulte los folletos separados Sustitución de rodilla y Sustitución de cadera.

Para la artritis de codo existe una técnica conocida como resuperficie de la articulación del codo, pero actualmente no está recomendada por el National Institute for Health and Care Excellence (NICE), ya que no hay suficientes pruebas de su seguridad y eficacia. A algunos pacientes se les puede ofrecer este procedimiento como parte de un ensayo.

¿Cuál es el pronóstico de la artritis?

Algunos tipos de artritis son de corta duración y no dejan problemas.

Algunos ejemplos son la artritis reactiva, que suele desaparecer por sí sola, y la artritis juvenil, que a veces desaparece sin problemas a largo plazo. Otros tipos aparecen y desaparecen, como la gota.

La artritis reumatoide tiende a permanecer a largo plazo, pero puede controlarse con medicación.

La artrosis suele controlarse con una combinación de analgésicos, fisioterapia y cirugía, y reduciendo la presión sobre la articulación evitando el sobrepeso.4

Aunque no existe una forma segura de prevenir la artritis, nuestro artículo sobre el tema puede ayudarle a cuidar la salud de sus articulaciones, reducir los factores de riesgo y aliviar los síntomas.

Lecturas complementarias y referencias

Historia del artículo

La información de esta página ha sido redactada y revisada por médicos cualificados.

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