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Infección de orina en el embarazo

Las infecciones de orina son frecuentes durante el embarazo. Si no se tratan, algunas infecciones de orina pueden evolucionar y causar una infección renal grave. El tratamiento consiste en antibióticos. El objetivo es curar la infección y prevenir posibles complicaciones.

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Comprender el tracto urinario

Hay dos riñones, uno a cada lado de la barriga (abdomen). Producen orina que drena por unos conductos llamados uréteres hasta la vejiga. La orina se almacena en la vejiga. Cuando vamos al baño, la orina sale por un conducto llamado uretra.

Vista lateral de los genitales femeninos y diagrama transversal de las vías urinarias

Vista lateral de los genitales femeninos y diagrama transversal de las vías urinarias

¿Qué es una infección de orina?

Una infección de orina está causada por bacterias que llegan a la orina. Normalmente, las bacterias proceden de la piel y suben por la uretra hasta la vejiga.

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¿Cuáles son los síntomas de una infección de orina?

Los síntomas pueden depender de lo lejos que hayan viajado las bacterias. Incluyen:

  • Bacteriuria asintomática. En esta situación se encuentran bacterias en la orina pero no causan ningún síntoma. Sólo se detecta porque se analiza la orina. No suele requerir tratamiento, pero la bacteriuria asintomática sí debe tratarse durante el embarazo.

  • Infección de la vejiga (cistitis). Es frecuente, tanto en mujeres embarazadas como no embarazadas. Los síntomas típicos son dolor al orinar y micción más frecuente, a menudo en pequeñas cantidades. También puede haber otros síntomas como dolor en la parte baja del vientre (abdomen), sangre en la orina y temperatura alta (fiebre).

  • Infección renal (pielonefritis). Es poco frecuente, pero puede producirse como complicación de una cistitis o de una bacteriuria asintomática. Suele ser una infección más grave. Pueden presentarse algunos o todos los síntomas posibles, que incluyen:

    • Dolor en el costado (lomo) sobre el riñón.

    • Tener una temperatura elevada.

    • Sensación de malestar (náuseas).

    • Estar enfermo (vómitos).

    • Diarrea.

    • Sangre en la orina.

    • Síntomas de cistitis como los anteriores.

    • Malestar general.

¿Qué causa una infección de orina?

La mayoría de las infecciones de orina están causadas por bacterias que proceden del intestino. No causan ningún daño en el intestino, pero pueden provocar una infección si penetran en otras partes del cuerpo. Algunas bacterias permanecen en el conducto posterior (ano) después de defecar (heces). A veces, estas bacterias pueden desplazarse hasta la uretra y llegar a la vejiga. Algunas bacterias prosperan en la orina y se multiplican rápidamente para causar infecciones.

Las mujeres son más propensas que los hombres a las infecciones de orina, ya que su uretra es más corta y se abre más cerca del ano.

Las mujeres embarazadas son más propensas que las no embarazadas a sufrir infecciones de orina. Esto se debe en parte a los cambios hormonales del embarazo, que afectan a las vías urinarias y tienden a ralentizar el flujo de orina. También es posible que el aumento de tamaño de la matriz (útero) presione la vejiga e impida que drene completamente. Si la orina no drena rápidamente de la vejiga, los gérmenes tienen más posibilidades de multiplicarse y causar una infección.

Con menor frecuencia, puede haber otras causas de infección de orina. Durante un ingreso hospitalario puede ser necesario colocar una sonda, lo que puede aumentar las probabilidades de que se produzcan infecciones de orina.

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¿Puede una infección de orina afectar a mi embarazo?

Una infección renal durante el embarazo puede provocar malestar. Si no se trata, también puede causar problemas como un parto prematuro y/o un bebé con bajo peso al nacer.

La infección renal es poco frecuente, pero puede desarrollarse como complicación de una infección de vejiga (cistitis) o de orina. Al principio puede no haber síntomas (bacteriuria asintomática).

¿Cuándo se controla la orina durante el embarazo?

  • La orina suele analizarse al principio del embarazo. La matrona pedirá una muestra de orina. Si se detecta alguna bacteria, aunque no haya síntomas, se aconseja tratamiento. Si se detectan bacterias, se suelen ofrecer análisis de orina rutinarios durante todo el embarazo.

  • Normalmente se analiza una muestra de orina en cada uno de los controles prenatales. La frecuencia depende de la evolución del embarazo y de si hay problemas o complicaciones.

  • También debe analizarse la orina si aparece algún síntoma de infección de vejiga (cistitis) o de riñón en cualquier momento del embarazo.

¿Cuál es el tratamiento para una infección de orina en el embarazo?

Antibióticos

Hay varios tipos de antibióticos que pueden ayudar. La matrona elegirá el tipo que más probabilidades tenga de ayudar. El tratamiento habitual durante el embarazo consiste en siete días de antibióticos. Los síntomas suelen mejorar en pocos días.

Es muy importante completar el tratamiento antibiótico. Los antibióticos utilizados para tratar las infecciones de orina en mujeres embarazadas son seguros y no dañan al bebé.

Debe solicitarse una revisión médica si los síntomas no remiten o si empeoran. Algunas bacterias son resistentes a algunos antibióticos. Esto puede identificarse a partir de las pruebas realizadas en la muestra de orina. Es necesario cambiar de antibiótico si se descubre que la bacteria es resistente al primer antibiótico.

Nota: Normalmente se aconseja el tratamiento con un antibiótico a las mujeres embarazadas, haya o no síntomas. Esto difiere un poco del tratamiento de la infección de vejiga (cistitis) en mujeres no embarazadas. No seguir ningún tratamiento es una opción en las mujeres no embarazadas, ya que la cistitis suele cursar sin tratamiento.

Analgésicos

El paracetamol suele aliviar el dolor, las molestias o la fiebre.

Beber líquidos

En caso de cistitis, el consejo tradicional es limpiar la vejiga bebiendo mucho líquido. Sin embargo, no hay pruebas de que esto sea útil cuando se tiene cistitis. Algunos médicos opinan que no sirve de nada y que beber mucho puede provocar más (y dolorosas) idas al baño.

Por lo tanto, es difícil aconsejar con seguridad si se debe beber mucho o sólo beber normalmente con síntomas leves de cistitis. Sin embargo, si además hay fiebre y/o sensación general de "malestar", beber mucho ayuda a prevenir la falta de líquido en el organismo (deshidratación).

Lecturas complementarias y referencias

Historia del artículo

La información de esta página ha sido redactada y revisada por médicos cualificados.

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