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Úlceras cutáneas

Una úlcera es una rotura de la piel a través de la cual pueden verse los tejidos subyacentes. Suele haber un problema que afecta a la cicatrización normal de la piel. Existen distintos tipos de úlceras cutáneas. El tratamiento puede variar en función del tipo de úlcera.

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Síntomas de úlceras cutáneas

Una úlcera cutánea es una llaga abierta en la piel. Las úlceras cutáneas pueden causar:

  • Dolor.

  • Hemorragia.

  • Descarga.

  • Huele.

  • Picazón.

Causas de las úlceras cutáneas

Cuando nos hacemos una herida o un corte en la piel, ésta suele curarse por sí sola. Cuando esto no ocurre, puede formarse una úlcera. Por lo general, existe un problema subyacente que hace que la piel tarde en cicatrizar. Entre las causas se incluyen:

Circulación sanguínea

El riego sanguíneo que llega a la piel es necesario para que ésta cicatrice después de haberse roto o partido por cualquier motivo. Si la circulación sanguínea es deficiente, la rotura de la piel no puede cicatrizar y puede persistir, dejando una úlcera. Puede tratarse de un problema en las venas, las arterias o los vasos sanguíneos más pequeños.

Lesión o presión

La mayoría de las úlceras comienzan con una lesión en la piel. Algunas son leves; un pequeño arañazo o mordedura, por ejemplo, que no cicatriza correctamente por algún motivo, como un problema circulatorio como los mencionados anteriormente. Otras pueden ser lesiones cutáneas de mayor envergadura, o lesiones que se extienden más profundamente al tejido subcutáneo.

Cáncer

Este tipo de úlceras cutáneas se denominan úlceras cutáneas malignas. Pueden estar causadas por cánceres de piel o por la propagación de un cáncer desde otro lugar. Los cánceres que pueden extenderse a la piel son el cáncer de mama y los cánceres de cabeza y cuello o genitales.

Infecciones

A veces, una infección cutánea puede provocar la formación de una úlcera, y una infección continuada puede impedir su curación. Otras veces, una úlcera ya existente, causada por otra cosa, puede infectarse, empeorando su estado; véase más adelante "¿Cuáles son las complicaciones de las úlceras?".

Inflamación y problemas inmunitarios

En raras ocasiones, la inflamación, por ejemplo por afecciones autoinmunes, puede causar úlceras cutáneas. Una de ellas es el pioderma gangrenoso.

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Tipos de úlceras cutáneas

Úlceras venosas

Estas úlceras y su tratamiento se describen en otro folleto titulado Úlceras venosas de la pierna. Se producen cuando la circulación de las piernas no funciona bien. El líquido tiende a acumularse en las piernas porque las venas no funcionan lo suficientemente bien como para bombear la sangre de forma eficaz de vuelta al corazón (insuficiencia venosa). Este tipo de úlcera es más frecuente en personas con varices que han provocado problemas cutáneos asociados, como eccema varicoso. También son más frecuentes en personas con sobrepeso u obesidad, o con poca movilidad por cualquier motivo. También pueden aparecer cuando la circulación está dañada por una trombosis venosa profunda (TVP).

Úlceras arteriales

Están causadas por enfermedades que afectan a las arterias ( véase el folleto sobre la enfermedad arterial periférica). El estrechamiento o la obstrucción de las arterias impide que llegue suficiente oxígeno a la piel (normalmente de los pies), lo que provoca la muerte de la piel y los tejidos subyacentes y la formación de una úlcera.

Úlceras neuropáticas

Algunas lesiones cutáneas se producen porque hay un problema con la sensibilidad (sensación) en la piel. Las personas que no sienten los pies, por ejemplo, no pueden darse cuenta de que un zapato les aprieta demasiado o de que el baño está demasiado caliente. Así que acaban teniendo una ampolla o una quemadura, que puede acabar convirtiéndose en una úlcera cutánea, sobre todo si la circulación no es muy buena. Las úlceras causadas de este modo se denominan úlceras neuropáticas. La diabetes es la causa más frecuente. Véase el folleto separado titulado Diabetes, cuidado de los pies y úlceras del pie.

Úlceras por presión (úlceras por presión/úlceras por decúbito)

Se trata de un tipo común de úlcera cutánea. Las zonas de la piel se dañan debido a una presión continua sobre ellas, normalmente porque la persona no puede moverse bien. Véase el folleto sobre úlceras por presión.

Úlceras malignas

Se trata de un tipo de úlcera cutánea menos frecuente. Su causa es el cáncer. Pueden deberse a un cáncer de piel (que se inició en la piel) o a un cáncer que se ha extendido a la piel desde otro lugar.

Úlceras inflamatorias

En raras ocasiones, las úlceras pueden estar causadas por un exceso de inflamación en la piel. Esto puede ocurrir por muchas razones, incluidas las afecciones autoinmunitarias. Algunos ejemplos son:

  • Vasculitis: inflamación de los vasos sanguíneos. Puede provocar úlceras vasculíticas.

  • Úlceras reumatoides, debidas a la artritis reumatoide.

  • Pioderma gangrenoso: afección en la que el organismo produce demasiada inflamación en respuesta a una lesión menor. No se sabe muy bien por qué ocurre, pero es más frecuente en personas con artritis reumatoide, enfermedad inflamatoria intestinal y otras afecciones inflamatorias y autoinmunes.

  • Necrobiosis lipoidea, una enfermedad inflamatoria rara que se da sobre todo en personas con diabetes.

Úlceras infecciosas

Algunas úlceras están causadas por una infección. Esto es poco frecuente en el Reino Unido. Algunos ejemplos son:

  • Tuberculosis que afecta a la piel.

  • Sífilis.

  • Úlceras tropicales, causadas por la infección con varios organismos diferentes, y que sólo se encuentran en climas tropicales (aunque pueden, en raras ocasiones, aparecer en alguien que haya regresado de un viaje a un país tropical).

¿Son contagiosas las úlceras cutáneas?

Las úlceras cutáneas causadas por una infección son contagiosas, pero son muy poco frecuentes, sobre todo en el Reino Unido. Así pues, la mayoría de las úlceras cutáneas en el Reino Unido no son contagiosas.

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Tratamiento de las úlceras cutáneas

El tratamiento implica:

  • Vendar la úlcera de forma que favorezca la cicatrización de la herida.

  • Analgésicos si es necesario.

  • Tratar la enfermedad subyacente.

El tratamiento será diferente dependiendo de la causa subyacente. Por ejemplo, en las úlceras venosas pueden ser útiles los vendajes compresivos, ya que favorecen la circulación, mientras que este tratamiento no se utiliza en las úlceras cutáneas malignas.

Vendaje de la úlcera

En la mayoría de las úlceras persistentes, una enfermera realizará el apósito o aconsejará qué apósitos son los más adecuados. Algunos apósitos favorecen la cicatrización en determinadas situaciones.

Algunos tipos de úlcera se limpian (lavan) en cada cura. En otros, no siempre es necesario limpiar la úlcera, pero puede ser necesario para eliminar cualquier resto de tejido muerto o suciedad que haya en su interior. En la mayoría de los casos, el agua caliente es el mejor líquido de limpieza, pero a veces se utiliza una solución salina especialmente formulada. Tras la limpieza, suele colocarse un apósito sobre la úlcera.

El tipo de apósito dependerá entonces de dónde se encuentre la úlcera y de qué tipo de úlcera sea, de si existe alguna complicación (como hemorragia o infección) y del estado de la piel circundante.

  • Si la úlcera duele o sangra, se utiliza un apósito que no se adhiera demasiado a ella.

  • Si la úlcera se infecta o corre el riesgo de infectarse, pueden utilizarse determinados apósitos con propiedades antisépticas; por ejemplo, apósitos que contengan plata, yodo o miel.

  • Si la úlcera produce mucha mucosidad o secreción, puede utilizarse un apósito especialmente absorbente.

  • Algunos apósitos ayudan a absorber el tejido muerto (esfacelos) producido para que no sea necesario retirarlo manualmente.

  • Si la úlcera sangra, hay algunos apósitos que pueden ayudar a detenerla, por ejemplo, los que contienen una sustancia llamada alginato.

  • Pueden utilizarse apósitos especiales de carbón vegetal para absorber los olores desagradables. Las fibras de carbón atrapan las moléculas de gas que causan el olor. Sin embargo, puede ser necesario cambiar los apósitos con frecuencia, ya que no funcionan tan bien si se humedecen con secreciones.

  • En las úlceras venosas de la pierna se utilizan vendas de compresión para favorecer la circulación.

Los apósitos se cambian sólo con la frecuencia necesaria para ayudar a controlar el dolor, el olor, la infección y cualquier secreción procedente de la úlcera. Si están muy pegajosos, puede ser necesario cambiarlos con frecuencia.

Medicamentos

En algunas circunstancias, la medicación puede ser útil.

  • Si hay infección en la úlcera o alrededor de ella, puede utilizarse un antibiótico.

  • Los analgésicos pueden ser necesarios si la úlcera causa dolor o si los cambios de apósito son dolorosos. El analgésico debe administrarse al menos media hora antes del cambio de apósito para que sea eficaz cuando se necesite.

  • Muy ocasionalmente se receta un medicamento llamado pentoxifilina para las úlceras venosas de las piernas, junto con vendajes de compresión.

  • Las cremas hidratantes ayudan a evitar que la piel seca se agriete, lo que puede provocar ulceraciones posteriores.

  • A veces se utilizan cremas con corticoides para aliviar el picor o el eczema varicoso. Sólo pueden utilizarse durante periodos cortos y cuando la piel no está infectada. Las cremas con corticoides pueden adelgazar la piel si se usan en exceso y empeorar las infecciones.

Otros tratamientos

En el caso de las úlceras cancerosas, a veces se utilizan otros tratamientos para atacar directamente el cáncer, como radioterapia, quimioterapia, terapia hormonal o extirpación mediante operación.

Para las úlceras causadas por una enfermedad inflamatoria, como el pioderma gangrenoso, a veces se utilizan medicamentos inmunosupresores como los esteroides, la ciclosporina y los medicamentos biológicos.

¿Cuáles son las complicaciones de las úlceras cutáneas?

Las complicaciones incluyen:

  • Infección. Esto puede ralentizar aún más la cicatrización de la úlcera y hacerla más dolorosa y maloliente. Puede afectar a la piel que la rodea, enrojeciéndola, y la úlcera puede supurar un material maloliente. Si se sospecha una infección, se suele tomar una muestra con un bastoncillo de algodón y se envía al laboratorio para su análisis. El resultado del frotis puede confirmar la presencia de gérmenes y recomendar el tratamiento antibiótico adecuado.

  • La infección puede extenderse a la piel. Esto se denomina celulitis.

  • La infección puede extenderse al hueso. Esto se denomina osteomielitis.

  • En ocasiones, la infección puede extenderse y generalizarse, causando sepsis.

  • Dolor. Normalmente puede tratarse con analgésicos adecuados.

  • Problemas psicológicos. Dependiendo de la gravedad y la causa, las úlceras pueden provocar bajo estado de ánimo, depresión, ansiedad, baja autoestima, incapacidad laboral y pérdida de movilidad.

¿Cuál es el pronóstico?

Esto dependerá en gran medida de la causa de la úlcera y de la gravedad del problema subyacente. Algunas úlceras se curan completamente con el tratamiento adecuado. Otras pueden persistir durante muchos años. Las cancerosas pueden extenderse.

¿Se pueden prevenir las úlceras cutáneas?

Existen diferentes estrategias para prevenir los distintos tipos de úlceras cutáneas. Muchas pueden prevenirse. Por ejemplo:

  • Evitar la exposición excesiva al sol ayuda a evitar las úlceras cancerosas de la piel; por ejemplo, protegiendo la piel con crema solar y/o ropa, y utilizando sombreros cuando proceda. Véase el folleto separado titulado Sol y quemaduras solares.

  • Las úlceras relacionadas con la diabetes pueden prevenirse mediante un buen control de la diabetes a través del estilo de vida y la medicación en caso necesario. Si hay problemas para sentir los pies (cambios de sensibilidad), las estrategias para evitar lesionarse los pies sin darse cuenta ayudan a prevenir las úlceras. Por ejemplo, llevar zapatos y zapatillas que ajusten bien e inspeccionar los pies y las piernas con regularidad. Se recomienda a los diabéticos que se sometan a revisiones periódicas de los pies para detectar los problemas a tiempo.

  • La circulación en las piernas mejora con el ejercicio regular y manteniendo el peso dentro de unos límites saludables. No fumar también es muy importante para mantener una circulación sana, ya que el tabaquismo es la principal causa de enfermedad arterial periférica.

  • Proteger la piel de la sequedad y la descamación -por ejemplo, con cremas hidratantes (emolientes) - ayuda a prevenir las roturas cutáneas que pueden provocar una úlcera. Esto es útil sobre todo en personas con eczema varicoso o mala circulación.

  • Evitar la misma postura durante largos periodos de tiempo ayuda a prevenir las úlceras por presión. En el caso de las personas con poca movilidad, un profesional sanitario puede aconsejar estrategias para evitar las úlceras por presión.

Lecturas complementarias y referencias

Historia del artículo

La información de esta página ha sido redactada y revisada por médicos cualificados.

  • Fecha de la próxima revisión: 24 de septiembre de 2028
  • 26 Sept 2023 | Última versión

    Última actualización

    Dr. Doug McKechnie, MRCGP

    Revisado por expertos

    Dr. Surangi Mendis, MRCGP
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