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Porfiria

Las porfirias son un grupo de trastornos en los que existe un problema con la producción de hemo en el organismo. El hemo se utiliza para producir hemoglobina en los glóbulos rojos. Existen siete tipos diferentes de porfiria y en la mayoría de los casos son hereditarias.

Es importante identificar el tipo de porfiria que se padece. Esto se debe a que cada tipo puede tener síntomas y efectos diferentes en el organismo.

Los síntomas varían mucho y pueden incluir dolor de barriga (abdominal), problemas del sistema nervioso, problemas de salud mental y problemas cutáneos. Es posible que deba evitar ciertas cosas, como algunos medicamentos o el alcohol, que pueden desencadenar un ataque de porfiria.

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¿Qué son las porfirias?

Las porfirias son un grupo de trastornos metabólicos. Se habla de trastorno metabólico cuando hay un problema con uno de los procesos químicos del organismo. En las porfirias, el proceso químico afectado es el que produce una sustancia llamada hemo.

El hemo se fabrica principalmente en el hígado y la médula ósea. El hemo se utiliza para fabricar hemoglobina, que transporta oxígeno por todo el cuerpo en los glóbulos rojos. El hemo también se utiliza para fabricar una serie de proteínas necesarias para diversas funciones importantes del organismo.

Vía de la porfiria

Vía de la porfiria

En el hígado y la médula ósea tiene lugar un complejo proceso para fabricar hematíes. El proceso consta de varias etapas y cada una de ellas está controlada por una proteína especial llamada enzima. En cada etapa se fabrican sustancias denominadas precursores del hemo.

Son sustancias que se producen durante el proceso que conduce a la fabricación del hemo. Incluyen sustancias denominadas porfirinas. Existen siete tipos diferentes de porfiria. En cada uno de ellos, existe una carencia (o carencia parcial) de una de las enzimas que controla uno de los pasos de la fabricación del hemo.

Debido a la falta de esta enzima, se produce una sobreproducción de precursores del hemo, incluidas las porfirinas. Las porfirinas y otros precursores pueden acumularse en el organismo y causar los diversos problemas asociados a la porfiria.

Cuando las porfirinas se acumulan en la piel, ésta se vuelve muy sensible a la luz solar, lo que provoca los síntomas cutáneos de la porfiria. La acumulación de otros precursores hemáticos en el hígado y en otras partes del organismo provoca los síntomas que aparecen en los ataques agudos de porfiria.

Los diferentes tipos de porfiria

Las porfirias son un grupo de enfermedades y cada una de ellas se nombra en el diagrama anterior, dependiendo de la enzima que falte. Sin embargo, las porfirias también se suelen clasificar según los efectos que tienen en el organismo y los síntomas que producen. Las porfirias pueden ser:

Porfirias agudas

Los síntomas de la porfiria aguda pueden variar. El síntoma más común es un fuerte dolor de barriga (abdominal). También suele afectar al sistema nervioso, provocando síntomas como debilidad muscular y entumecimiento en algunas partes del cuerpo.

La porfiria aguda también puede causar problemas de salud mental (psiquiátricos), como agitación, manía, depresión y alucinaciones. Los síntomas se describen con más detalle más adelante. Si existen problemas tanto del sistema nervioso como psiquiátricos, a veces se agrupan y se denominan problemas neuropsiquiátricos. Las porfirias agudas incluyen:

  • Porfiria aguda intermitente.

  • Porfiria por deshidratasa del ácido aminolevulínico (también conocida como plumboporfiria).

Porfirias cutáneas

Este tipo de porfiria afecta principalmente a la piel. Las porfirias cutáneas incluyen:

  • Porfiria cutánea tardía.

  • Protoporfiria eritropoyética.

  • Porfiria eritropoyética congénita (también conocida como enfermedad de Günther).

Porfirias mixtas

Este tipo de porfiria puede provocar síntomas tanto de porfiria aguda como de porfiria cutánea. Por lo tanto, pueden provocar dolor abdominal, afectar a la piel y al sistema nervioso y también pueden causar problemas psiquiátricos. Las porfirias mixtas incluyen:

  • Porfiria variegata.

  • Coproporfiria hereditaria.

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¿Cuáles son las causas de las porfirias?

La mayoría de los tipos de porfiria son hereditarios. Es decir, se transmiten en las familias a través de los genes. Si heredas un gen defectuoso puedes desarrollar porfiria. Una excepción es la porfiria cutánea tardía. Este tipo de porfiria a veces puede heredarse genéticamente en las familias.

Sin embargo, en muchas personas puede no haber antecedentes familiares. En estos casos, puede desencadenarse en personas susceptibles por la exposición a determinados medicamentos o sustancias químicas, incluidos los anticonceptivos orales y el alcohol (para más información, véase más abajo).

La mayoría de los tipos de porfiria hereditaria se transmiten en las familias a través de lo que se denomina herencia autosómica dominante. En pocas palabras, esto significa que si usted tiene porfiria (y, por tanto, un gen defectuoso), cada hijo que tenga tiene una probabilidad del 50:50 de heredar el gen defectuoso y desarrollar también la enfermedad.

¿Qué frecuencia tienen las porfirias?

En general, las porfirias son poco frecuentes. El diagnóstico puede pasarse por alto porque sus síntomas se confunden fácilmente con los de otras enfermedades.

La porfiria cutánea tardía es el tipo de porfiria más frecuente en todo el mundo. Afecta a 1 de cada 25.000 personas en el Reino Unido. Aproximadamente 1 de cada 75.000 personas sufre ataques agudos de porfiria. Pueden tener una de las porfirias agudas o una porfiria mixta.

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Porfirias agudas

La más frecuente es la porfiria aguda intermitente. Sin embargo, las porfirias mixtas (coproporfiria hereditaria y porfiria variegada) también pueden presentar los mismos síntomas. La porfiria por ácido aminolevulínico deshidratasa (también conocida como plumboporfiria) es muy poco frecuente.

En este tipo de porfiria, los síntomas suelen aparecer en oleadas (o en forma de ataque). Entre un ataque y otro, la persona está sana. La frecuencia y gravedad de los ataques también varían mucho de una persona a otra. Se estima que al menos tres cuartas partes de las personas que heredan un gen de porfiria aguda nunca experimentarán un ataque agudo de porfiria.

Un ataque puede ser provocado (precipitado) por varias causas. Por ejemplo:

  • Ciertos medicamentos.

  • Fumar.

  • Alcohol.

  • Consumo de drogas ilícitas.

  • Trastorno emocional.

  • Embarazo.

  • Períodos (menstruación).

  • Lesiones.

  • Una intervención quirúrgica.

  • A veces, infección en alguna parte del cuerpo.

Existen determinados medicamentos que debe evitar si padece este tipo de porfiria. Existen listas de medicamentos recomendados que debe evitar. Recuerde que los remedios a base de plantas y los medicamentos de venta libre también pueden estar incluidos en la lista de medicamentos recomendados que debe evitar. Consulte siempre a su médico o farmacéutico.

¿Qué ocurre durante un ataque agudo?

La edad más frecuente para sufrir un primer ataque agudo es desde el final de la adolescencia hasta los cuarenta años. Un ataque puede durar de una a dos semanas. Los ataques suelen empezar con ansiedad, inquietud y dificultad para dormir(insomnio).

También puede desarrollar dolor de barriga (abdominal), que puede ser intenso. Puede tenernáuseas,vómitos y estreñimiento.

Los efectos sobre el sistema nervioso pueden provocar una aceleración del ritmo cardiaco y un aumento de la tensión arterial. Puede notar que su orina es oscura o rojiza porque sus riñones están intentando deshacerse del exceso de precursores del hemo. Se trata de las sustancias que se producen durante el proceso que conduce a la producción de hemoglobina.

Algunas personas pueden desarrollar debilidad muscular durante un ataque agudo. Esto puede afectar a los brazos y las piernas y, a veces, incluso a los músculos de la pared torácica, lo que provoca dificultad para respirar. La sensibilidad puede verse afectada. En raras ocasiones pueden producirse confusión y convulsiones.

Puede experimentar cambios de humor, como agitación y/o euforia, y a veces depresión o alucinaciones. En algunas personas, estos problemas psiquiátricos pueden continuar entre los ataques.

En raras ocasiones, puede producirse una muerte súbita durante un ataque agudo. Se cree que se debe a una alteración de la actividad eléctrica del corazón (arritmia cardiaca).

¿Cómo se diagnostica este tipo de porfiria?

Se puede analizar una muestra de orina en busca de porfirinas y sustancias químicas relacionadas para saber si padece o no porfiria. A continuación, se necesitan pruebas más detalladas para averiguar qué tipo específico de porfiria padece. Esto puede implicar más análisis de orina y, a veces, de heces y sangre.

Tenga en cuenta que entre un ataque y otro, los niveles de porfirina en la orina pueden ser normales. Si se descubre que padece una porfiria, los demás miembros de su familia también deben someterse a pruebas para ver si están afectados.

¿Cuál es el tratamiento para este tipo de porfiria?

A menudo, si se sufre un ataque agudo de porfiria como éste es necesario ingresar en el hospital. Hay varios pasos en el tratamiento de un ataque.

Paso 1: identificar cualquier posible factor desencadenante
Lo ideal es intentar evitar cualquier posible factor desencadenante (más arriba se dan ejemplos) para reducir las probabilidades de sufrir un ataque.

Sin embargo, si se produce un ataque, es importante intentar identificar cualquier cosa que pueda haberlo desencadenado esta vez y eliminarlo si es posible. Por ejemplo, esto puede significar dejar de tomar un medicamento.

Paso 2: tratamiento para aliviar los síntomas
A continuación, el tratamiento se dirige a tratar los síntomas que pueda haber causado el ataque. Por ejemplo, pueden recetarse analgésicos para el dolor abdominal y medicamentos para combatir las náuseas y los vómitos.

También puede iniciarse la medicación para reducir el aumento de la frecuencia cardiaca y de la tensión arterial o para tratar las convulsiones que se produzcan.

Paso 3: seguimiento estrecho para detectar la aparición de nuevos síntomas
Es importante que una persona con este tipo de porfiria sea sometida a un seguimiento estrecho para detectar cualquier síntoma nuevo que pueda aparecer, como debilidad muscular.

Debe prestarse especial atención a cualquier signo de debilidad de los músculos de la pared torácica. Esto se debe a que su respiración puede verse afectada. Si esto ocurre, es posible que necesites ayuda para respirar con un respirador.

Paso 4: tratamiento para reducir la acumulación de porfirinas
Normalmente se recomienda empezar a tomar un medicamento llamado hem arginato al principio de un ataque. Se administra directamente en vena (por vía intravenosa) y ayuda a reducir la sobreproducción de porfirinas.

El tratamiento con hem arginato no suele causar problem as, pero ocasionalm ente provoca inflam ación de las venas alrededor del lugar de la inyección.

En raras ocasiones, puede interferir en la coagulación de la sangre. También puede producirse una reacción alérgica al hem arginato, aunque es poco frecuente. El tratamiento intravenoso con hem arginato una o dos veces por semana se ha utilizado en algunas personas para ayudar a prevenir ataques repetidos.

Si no se dispone de hemoarginato, el azúcar (glucosa), administrado por vía oral o intravenosa, puede ayudar a reducir la sobreproducción de porfirinas y otros precursores. Esto puede ayudar a detener un ataque.

En personas gravemente afectadas por ataques frecuentes y en las que otros tratamientos no han funcionado, se ha realizado con éxito un trasplante de hígado.

¿Cuál es el pronóstico de este tipo de porfiria?

Sólo una minoría de personas con porfiria sufre ataques agudos repetidos de porfiria. Como ya se ha mencionado, algunas personas pueden no tener nunca un ataque y otras pueden tener uno o sólo unos pocos. Los ataques agudos pueden ser muy graves, pero rara vez son mortales.

La mayoría de las personas que sufren uno o varios ataques de porfiria aguda se recuperan completamente. Pueden llevar una vida normal, salvo que deben tener cuidado de reducir el riesgo de sufrir otro ataque evitando los posibles desencadenantes, como se ha comentado anteriormente.

En raras ocasiones, un ataque agudo puede causar la muerte. Si se produce la muerte, suele ser porque el corazón deja de latir debido a una arritmia cardiaca (como se ha mencionado anteriormente) o porque los músculos respiratorios se ven afectados, lo que significa que la persona afectada tiene que ser ventilada. Si una persona permanece ventilada durante mucho tiempo, existe el riesgo de que desarrolle una neumonía.

En una pequeña minoría de personas, puede desarrollarse hipertensión arterial a largo plazo (crónica) o enfermedad renal crónica debido a ataques agudos repetidos. En raras ocasiones, también pueden producirse daños hepáticos crónicos.

Porfirias cutáneas

Este tipo de porfiria afecta principalmente a la piel, provocando erupciones cutáneas y otros problemas. El exceso de porfirinas que se acumula puede interactuar con la luz, haciendo que la piel sea fotosensible. Existen varios tipos diferentes que pueden producir síntomas ligeramente distintos.

Porfiria cutánea tardía

Es la más frecuente de las porfirias cutáneas.

¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas debidos a este tipo de porfiria suelen notarse por primera vez a partir de los 40 años e incluyen:

  • Cuando la piel se expone a la luz solar, pueden aparecer rojeces y ampollas.

  • La piel puede volverse muy frágil y tardar mucho en curarse.

  • La piel puede picar y puede haber zonas en las que esté más oscura (hiperpigmentada) o excesivamente vellosa.

La piel de la frente, las mejillas, las orejas y el dorso de las manos es la más afectada, pero puede afectar a toda la piel expuesta al sol. Algunas personas con porfiria cutánea tardía pueden desarrollar lesiones hepáticas.

¿Quién la padece?
La porfiria cutánea tardía puede heredarse genéticamente en las familias. Sin embargo, en la mayoría de las personas afectadas no hay antecedentes familiares.

En estas personas susceptibles, puede desencadenarse por la exposición a ciertos medicamentos o sustancias químicas, incluidos los anticonceptivos orales y el alcohol. En ocasiones, la porfiria cutánea tardía también puede aparecer si se padece otra enfermedad, como:

De nuevo, se cree que estas afecciones desencadenan de algún modo el desarrollo de la porfiria. La porfiria cutánea tardía es más frecuente en hombres que en mujeres.

¿Cómo se diagnostica?
Al igual que en las porfirias agudas, el diagnóstico se realiza mediante la medición del exceso de porfirinas y otros precursores hemáticos relacionados en muestras de orina, sangre y heces.

¿Cuál es el tratamiento?
Dado que los problemas cutáneos pueden desencadenarse por la luz solar, uno de los principales tratamientos consiste en evitar la exposición al sol cubriéndose y utilizando protectores solares. También puede ser útil evitar el alcohol y los medicamentos, como la píldora anticonceptiva.

Un medicamento llamado cloroquina también puede ayudar a tratar este tipo de porfiria en algunas personas. Este medicamento hace que el exceso de porfirinas sea más soluble, de modo que se eliminan (excretan) más en la orina.

En algunas personas con porfiria cutánea tardía puede producirse una acumulación de hierro en el organismo. En este caso, el exceso de hierro puede eliminarse extrayendo sangre con regularidad, mediante un procedimiento denominado venesección.

El procedimiento es el mismo que para los donantes de sangre. Cada litro de sangre extraído contiene un cuarto de gramo de hierro. El cuerpo utiliza parte del hierro almacenado en exceso para fabricar nuevos glóbulos rojos.

Porfiria eritropoyética congénita

Se trata de una forma muy rara de porfiria. A veces también se conoce como enfermedad de Günther. Los primeros síntomas suelen aparecer en la infancia. Puede notar que la orina de su hijo aparece de color rojo en los pañales.

Su piel también es extremadamente sensible a la luz solar. La piel puede enrojecerse y desarrollar ampollas. Estas ampollas pueden reventar y formarse úlceras que pueden infectarse fácilmente. Cuando las úlceras cicatrizan, pueden quedar cicatrices en la piel, que a veces son graves.

Los niños con este tipo de porfiria pueden sufrir anemia y el bazo puede aumentar de tamaño. Los posibles tratamientos incluyen un medicamento llamado cloroquina, la extirpación del bazo (esplenectomía) y, a veces, un trasplante de médula ósea.

Protoporfiria eritropoyética

De nuevo, los síntomas suelen notarse por primera vez en la infancia, pero pueden aparecer por primera vez a cualquier edad. Hay ardor, picor y enrojecimiento de la piel al exponerse a la luz solar. En esta forma de porfiria no suelen formarse ampollas y la cicatrización de la piel es mínima.

Las porfirinas y otros precursores pueden acumularse en el hígado y provocar insuficiencia hepática. A veces puede provocar la formación de cálculos biliares.

Se diagnostica midiendo los niveles de precursores hemáticos en los glóbulos rojos. El tratamiento con caroteno puede ser útil, ya que aumenta la tolerancia a la luz solar. También se han realizado con éxito trasplantes de hígado y médula ósea como otros tratamientos.

Porfirias mixtas

Los síntomas cutáneos aparecen en aproximadamente la mitad de las personas con porfiria variegata y en un tercio de las personas con coproporfiria hereditaria. La erupción cutánea es similar a la de la porfiria cutánea tardía (véase más arriba).

A veces, el único síntoma de estas porfirias mixtas es la erupción cutánea. Sin embargo, es importante averiguar el tipo exacto de porfiria, ya que quienes padecen porfirias mixtas corren el riesgo de desarrollar también ataques agudos neuropsiquiátricos.

Lecturas complementarias y referencias

  • Servicio de Porfiria de Cardiff
  • Asociación Británica de Porfiria
  • Red Internacional de Porfiria; (Antes Red Europea de Porfiria)
  • Stolzel U, Stauch T, Kubisch I; [Porfiria]. Internist (Berl). 2021 Sep;62(9):937-951. doi: 10.1007/s00108-021-01066-1. Epub 2021 Jun 29.
  • Phillips JDLa biosíntesis del hemo y las porfirias. Mol Genet Metab. 2019 Nov;128(3):164-177. doi: 10.1016/j.ymgme.2019.04.008. Epub 2019 abr 22.
  • Wang B, Bonkovsky HL, Lim JK, et al.AGA Clinical Practice Update on Diagnosis and Management of Acute Hepatic Porphyrias: Revisión de expertos. Gastroenterology. 2023 Mar;164(3):484-491. doi: 10.1053/j.gastro.2022.11.034. Epub 2023 Ene 13.

Historia del artículo

La información de esta página ha sido redactada y revisada por médicos cualificados.

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