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¿Cómo afecta el frío al corazón?

Esto es lo que el frío le hace a tu corazón

Todo el mundo sabe que los resfriados y la gripe son más frecuentes cuando bajan las temperaturas, pero ¿sabía que el frío también puede afectar al corazón? A continuación te explicamos cómo proteger tu corazón en invierno.

La perspectiva de días de nieve puede ser emocionante, pero el invierno también puede traer consigo una serie de peligros, desde carreteras heladas hasta congelaciones. Sin embargo, no mucha gente sabe que las heladas también pueden afectar al corazón. Cuando baja la temperatura, aumenta el riesgo de sufrir un infarto o un ictus.

En el Reino Unido mueren significativamente más personas en invierno en comparación con los meses más cálidos. Según la Oficina de Estadísticas Nacionales, en el invierno de 2018-2019 se produjeron unas 23.200 muertes más que en verano en Inglaterra y Gales.

Las personas mayores y las que padecen problemas cardiacos o respiratorios son especialmente vulnerables a los efectos fisiológicos del frío. Estar alerta puede ayudarle a mantenerse a salvo durante una alerta por mal tiempo.

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¿Por qué afecta el frío a la salud del corazón?

Pero, ¿por qué influye la temperatura en la salud cardiovascular? La Dra. Diana Gall de Doctor4u explica que, cuando hace frío, el corazón trabaja más de lo normal.

"Cuando hace frío, los vasos sanguíneos se contraen, lo que obliga al corazón a trabajar más. En algunos casos, esta presión sobre el corazón puede provocar un infarto", explica.

Una de las formas en que el cuerpo responde a las bajas temperaturas para protegerse y retener el calor es contrayendo los vasos sanguíneos cercanos a la superficie de la piel. Cuando esto ocurre, se reduce el flujo sanguíneo a estos vasos, lo que supone más presión en el resto del sistema. Esto a su vez significa que el corazón tiene que trabajar más de lo normal para llevar sangre oxigenada por todo el cuerpo.

"Esto eleva la presión arterial y aumenta las posibilidades de que se formen coágulos sanguíneos, factores ambos que intervienen en los infartos de miocardio y los accidentes cerebrovasculares", añade Gall.

También entran en juego otros factores, como las variaciones hormonales y el aumento del número y la adherencia de las plaquetas, que ayudan a la coagulación de la sangre.

¿Quién corre más riesgo?

Si tiene más de 65 años o padece alguna enfermedad cardiovascular, es especialmente importante que tome medidas para protegerse del frío.

"A las personas mayores les cuesta más regular la temperatura, por lo que un tiempo más riguroso les afectará más", señala el Dr. Daniel Atkinson, jefe clínico de Treated.com.

Cuando envejecemos, perdemos gradualmente masa muscular, lo que significa que somos más propensos a sentir frío. Además, nuestro sistema inmunitario no funciona tan bien como antes. Por eso estamos más expuestos a resfriados, gripe y neumonía, que son más frecuentes en invierno.

"Las personas mayores necesitan sobre todo limitar el tiempo que pasan en el frío y mantener regulada su temperatura corporal", dice Gall.

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Cómo proteger el corazón del frío

A menudo no es posible permanecer en una casa caliente todo el invierno, pero la buena noticia es que hay muchas formas sencillas de prepararse para las bajas temperaturas y, a su vez, proteger el corazón.

Reserve su vacuna antigripal

No hay que subestimar los peligros de la gripe. No se parece en nada a un simple resfriado. La gripe puede tener graves consecuencias, incluida la insuficiencia cardíaca. El año pasado, la gripe causó más de 2.000 ingresos en cuidados intensivos.

Asegúrese de lavarse las manos con regularidad (un método sencillo y eficaz para evitar la propagación de gérmenes), pero su mejor protección contra la enfermedad es la vacuna anual contra la gripe.

Si tiene más de 65 años, puede vacunarse gratuitamente contra la gripe. No es demasiado tarde para protegerse: acuda hoy mismo a su farmacéutico o médico de cabecera. Si tienes derecho a una vacuna gratuita, significa que estás en riesgo por muy en forma que te sientas.

Mantener el calor dentro de casa

En las habitaciones más frecuentadas hay que calentar la casa a 18 °C como mínimo. Pero ten cuidado de no subir demasiado el termostato, ya que el sobrecalentamiento también puede ser un problema y provocar bajadas de tensión.

"Si puede, quédese dentro y manténgase caliente. Utiliza una bolsa de agua caliente y asegúrate de que tu casa está bien caldeada. Cuando salgas, abrígate bien, pero en lugar de llevar una sola prenda de abrigo, ponte varias capas finas, así como un gorro, una bufanda y guantes", dice Atkinson.

Una bufanda es especialmente útil. Envuélvete la boca y la nariz con una bufanda ligera, que calentará el aire antes de que lo respires.

Comer bien, mantenerse activo y evitar el alcohol

Asegúrate de tomar al menos una comida caliente (como sopa o gachas de avena) al día. Y toma muchas bebidas calientes, como té, café o infusiones.

Pero no busques el brandy. Puedes pensar que te mantiene caliente, pero no es así.

"El alcohol nubla el juicio y aumenta la sensación de calor aunque la temperatura corporal sea realmente baja. Esto puede hacer que subestimes el frío que tienes y el esfuerzo que esto supone para el corazón y el resto del cuerpo", afirma Gall.

Hacer algo de ejercicio ligero (si puedes) también puede mantenerte caliente. Reducir el tiempo que pasas sentado puede marcar la diferencia. Pero no te esfuerces demasiado.

Historia del artículo

La información de esta página ha sido revisada por médicos cualificados.

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