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Cómo abordar la mala imagen corporal en las mujeres mayores

Cómo abordar la mala imagen corporal en las mujeres mayores

A menudo se nos dice que con la edad llega la confianza y que, a medida que envejecemos, nos sentiremos más seguras de nosotras mismas y cómodas en nuestra propia piel. Pero, en realidad, las mujeres de todas las edades pueden tener problemas con su imagen corporal, sobre todo a medida que envejecen.

La relación que mantenemos con nuestra autoestima puede ser delicada. Algunos días te sientes genial, pero otras veces eres tu peor enemigo.

La opinión popular sugiere que la mala imagen corporal es un problema más acuciante para los adolescentes y los millennials -en parte, porque han crecido con los efectos perjudiciales de las redes sociales-, pero no siempre es así.

Los estudios demuestran que las mujeres de más de 40 años se enfrentan a un sinfín de factores que influyen en cómo se sienten con respecto a su aspecto, desde ver cómo cambia su cuerpo hasta sentirse presionadas para deshacerse de las arrugas o las canas.

"A medida que envejezco, me siento menos segura de mí misma", dice Jane*, de 41 años. "Tengo confianza en mí misma cuando se trata de mi trabajo y otros aspectos de mi vida, pero me siento más consciente de mi peso y de las arrugas de mi cara. También estoy muy ocupada trabajando y cuidando de mi familia, así que me cuesta sacar tiempo para cuidarme".

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¿Por qué cambia la imagen corporal con la edad?

Andrea Huttly, psicoterapeuta, terapeuta de trastornos alimentarios y directora de servicios en Priory Arthur House, un servicio residencial del suroeste de Londres para pacientes con trastornos alimentarios, explica que tener una imagen corporal negativa es un problema común entre las mujeres a medida que envejecen.

Según ella, hay tres factores principales que pueden influir en la forma en que las mujeres experimentan su cuerpo en la edad madura: el envejecimiento, las etapas de la vida y la escasa representación de las mujeres mayores en los medios de comunicación.

"A lo largo de la vida, nuestro cuerpo experimenta cambios constantes, lo que significa que la forma en que nos vemos a nosotros mismos, y la relación que desarrollamos con nuestro cuerpo, también cambiarán -y se ajustarán- al nuevo tú", explica Huttly.

Con el paso del tiempo, nuestros cuerpos experimentan transformaciones hormonales, fisiológicas, psicológicas y ambientales que pueden repercutir en la relación con nuestro cuerpo. Pasamos por la pubertad, el embarazo, cambios en la dinámica familiar, la menopausia, la jubilación, problemas de salud y mucho más. En particular, los síntomas de la menopausia, como los sofocos, la libido baja, la sequedad vaginal y los sudores nocturnos, pueden alterar cómo nos sentimos con nosotras mismas.

"Todos estos momentos cruciales de nuestra vida repercutirán en nuestro bienestar general, en nuestra capacidad para gestionar el estrés, en nuestra autoestima y en la percepción que tenemos de nosotros mismos, lo que incluye, por supuesto, el cuerpo en el que vivimos", afirma Huttly.

Ideales sociales de belleza

En nuestra sociedad, la belleza se equipara a menudo con la juventud y la delgadez. Las modelos de revistas, periódicos y anuncios suelen ser jóvenes y delgadas, lo que altera nuestra percepción de lo que se supone que debe ser la belleza. Incluso la frase "antienvejecimiento" en los productos cosméticos refuerza el mensaje de que el envejecimiento es una condición contra la que debemos luchar.

"La infrarrepresentación de la belleza a cualquier edad en los medios de comunicación y el énfasis en el 'ideal joven' pueden hacer que las mujeres se sientan incapaces de cumplir las expectativas", afirma Huttly. "A su vez, esto puede provocar altos niveles de estrés y ansiedad. Puede hacer que las mujeres se sientan indeseables, y existe el riesgo de que se 'desconecten' de su propio cuerpo."

Sin embargo, paradójicamente, las mujeres también se enfrentan a una presión añadida para "actuar según su edad", y no encajar en estos estrechos parámetros puede contribuir a nuestras inseguridades.

"Simplemente hace que las mujeres se sientan muy presionadas y como si no pudieran ganar. Las mujeres tienen que caminar por esta fina línea entre los dos conceptos y encontrar el equilibrio perfecto", explica Huttly. "Si se visten para parecer 'jóvenes', a menudo se juzga a las mujeres por esforzarse demasiado. Si 'actúan según su edad', pueden ser juzgadas injustamente como aburridas. La sociedad no da a las mujeres suficiente espacio para expresarse, sino que les impone muchas exigencias poco realistas."

En última instancia, esto puede afectar negativamente a nuestro sentido de quiénes somos y a nuestra capacidad para sentirnos atractivas. "Esto puede hacer que las mujeres se sientan abrumadas o que fracasan constantemente", afirma Huttly. "En general, es un factor que contribuye a aumentar la negatividad de la imagen corporal, lo que puede provocar baja autoestima, autolesiones, ansiedad y depresión".

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Cómo mejorar su imagen corporal

Aceptarse a uno mismo y desarrollar una imagen corporal positiva no es una tarea sencilla. Sin embargo, hay pasos que podemos dar para ayudarnos a entender nuestro cuerpo y mejorar la forma en que nos tratamos a nosotros mismos.

Ver los ideales de belleza por lo que son

El primer paso es aceptar que se trata de un largo viaje y que la forma en que vemos nuestro cuerpo no cambiará de la noche a la mañana. "Tenemos que deconstruir el 'ideal de belleza' que nos vende la sociedad. Es poco realista e inalcanzable en muchos casos", afirma Huttly.

Piensa en lo que la belleza significa para ti y de dónde vienen estos pensamientos. "¿Son creencias tuyas o lo que escuchaste de otros mientras crecías?". dice Huttly. "¿Qué pensamientos te vienen a la mente cuando piensas en tu cuerpo como un todo, o en partes específicas de tu cuerpo? ¿Cómo puedes cuestionar esos pensamientos y replantearlos?".

Practicar la gratitud

A pesar de todos nuestros "defectos", nuestro cuerpo hace cosas increíbles cada día. Practicar la gratitud puede ayudarnos a reconocer y apreciar más estas cosas. Piensa en tus capacidades, habilidades y logros y en cómo tu cuerpo te ha ayudado a conseguirlos.

"Ten mensajes positivos alrededor de tu espejo o en cualquier lugar de tu habitación o casa", dice Huttly. "Sé siempre paciente y amable contigo mismo".

Busque ayuda profesional

Si su imagen corporal le afecta negativamente en su vida diaria, no dude en consultar a su médico de cabecera. Su médico podrá aconsejarle la mejor manera de ayudarle, que puede ser una forma de terapia o medicación.

Para tratar la imagen corporal negativa pueden recomendarse terapias de conversación, como la terapia cognitivo-conductual (TCC). Puede ayudarle a controlar síntomas como la preocupación constante por su aspecto físico, ayudándole a identificar los factores desencadenantes y a modificar su forma de pensar.

Reducir las redes sociales

Las redes sociales también pueden ser problemáticas para nuestra confianza en la apariencia física. Ya se trate de gurús del fitness en Instagram o de fotos cuidadosamente seleccionadas de amigos en Facebook, se nos invita constantemente a compararnos y criticarnos con los demás.

Pasar menos tiempo en las redes sociales reduce la posibilidad de compararse con los demás. No hace falta que borres tus cuentas, pero limita el tiempo que pasas en ellas.

Tener una buena red de apoyo

Es importante no sufrir en silencio. Es esencial rodearse de amigos o familiares que te apoyen y con los que puedas hablar de tus preocupaciones. Y si tienes problemas con tu imagen corporal, recuerda que no estás sola.

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