Ojos rojos
Revisado por el Dr. Doug McKechnie, MRCGPÚltima actualización por Dr Colin Tidy, MRCGPÚltima actualización: 17 de junio de 2025
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¿Qué causa el ojo rojo?
El ojo rojo es una presentación común en atención primaria y es un signo de inflamación. La mayoría de los casos se deben a problemas relativamente benignos. La causa más frecuente de ojo rojo en atención primaria es la conjuntivitis.1 Una pequeña proporción de casos de ojo rojo son graves y requieren tratamiento urgente. El reto consiste en distinguir una de otra.
Este artículo examina los algoritmos diagnósticos que ayudan a los profesionales sanitarios a distinguir lo benigno de lo más grave y repasa las afecciones que deben tenerse en cuenta en el tamiz diagnóstico. En los artículos enlazados encontrará información más detallada sobre afecciones específicas y su tratamiento.
Evaluación del ojo rojo2
Las causas benignas comunes de ojo rojo incluyen conjuntivitis, blefaritis, abrasión corneal, cuerpo extraño, hemorragia subconjuntival, queratitis, iritis, uveítis, glaucoma, quemadura química, quemadura por radiación, epiescleritis y escleritis. Son frecuentes el lagrimeo, el dolor y la secreción.
Historia
Antecedentes de la enfermedad
Tiempo y velocidad de aparición.
Síntomas oculares (por ejemplo, dolor, fotofobia, visión borrosa, secreción, etc.).
Sensación de cuerpo extraño.
Picazón.
Síntomas sistémicos (por ejemplo, dolores de cabeza, náuseas, erupción en la frente).
Síntomas que afectan al otro ojo.
Pregunte específicamente por los traumatismos, por leves que parezcan.
Contacto reciente con una enfermedad infecciosa (por ejemplo, herpes simple, conjuntivitis).
Exposición química reciente.
Historial
Cualquier otro episodio.
Cualquier antecedente de cirugía oftálmica.
Ojo vago.
Si llevan o han llevado lentes de contacto. Si el cuidado o la higiene de las lentillas puede ser un problema.
Cualquier antecedente de hipertensión o afecciones asociadas al ojo rojo (por ejemplo, trastornos del tejido conjuntivo, atopia, afecciones autoinmunes).
Cualquier enfermedad reciente.
Cualquier antecedente familiar de afecciones oculares u otras afecciones relevantes.
Uso de medicación (por ejemplo, uso de colirios): si se sospecha una hemorragia subconjuntival, determinar si la persona está tomando un anticoagulante.
Historia social
Determinar si la afección ocular afecta a las actividades de la vida diaria.
Determinar si existe un problema de gestión inmediato.
Preguntar si el paciente ha conducido hasta la consulta. Averigüe si está en condiciones de volver a conducir.
Examen del ojo rojo
Si se sospecha perforación del globo ocular (antecedentes de traumatismo o complicación de escleritis), no palpe el ojo, sino solicite una evaluación oftalmológica urgente:2
Es esencial registrar la agudeza visual (AV) - en ambos ojos - y realizar un examen anatómico minucioso. Empiece el examen por delante y vaya hacia atrás. También deben comprobarse las pupilas y sus reacciones. Compruebe si hay traumatismos faciales. Véase el artículo separado Examen del ojo.
Si no surgen causas oculares de un ojo rojo, hay que considerar posibles causas sistémicas, revisar los antecedentes médicos del paciente y realizar un examen físico completo. La escleritis y, con mucha menor frecuencia, la epiescleritis, se asocian con frecuencia a enfermedades del tejido conjuntivo, en particular la artritis reumatoide, la gota, la sífilis y, con menor frecuencia, la tuberculosis, la sarcoidosis y la hipertensión.
A efectos de diagnóstico, las causas del ojo rojo suelen dividirse en dolorosas y no dolorosas.
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Síntomas de ojo rojo doloroso agudo
Condición sospechosa | Síntomas comunes | Signos comunes | Urgencia de la derivación |
Dolor intenso, halos alrededor de fuentes de luz puntuales, fotofobia, lagrimeo. El paciente puede presentar malestar sistémico (náuseas, vómitos, cefalea). Suele tener más de 50 años. | Disminución de la AV, córnea nebulosa, pupila fija, semidilatada u ovalada. | Remitir inmediatamente. | |
Fotofobia, sensación de cuerpo extraño (CE) ± antecedentes de uso de lentes de contacto ± episodios previos (por ejemplo, infección por herpes simple). | La AV depende de la naturaleza exacta del problema: las lesiones periféricas pueden provocar pocos cambios, pero se espera cierta disminución. Defecto corneal en la tinción ± hipopión (pus en la cámara anterior). | En 24 horas. | |
Fotofobia, visión borrosa, cefalea, dolor al acomodar. Puede no haber respondido al tratamiento previo de la conjuntivitis. | La AV puede estar reducida, el enrojecimiento más localizado alrededor del borde corneal (inyección ciliar), las pupilas pueden estar contraídas o irregulares. Cuando es grave, precipitan glóbulos blancos en la superficie endotelial de la córnea (en forma de grumos blancos, precipitados queráticos). | En 24 horas. | |
El dolor depende del tipo de traumatismo, la gravedad y la localización. | Depende del trauma. | El paciente debe someterse a un examen completo con lámpara de hendidura - derivar inmediatamente si existe riesgo de traumatismo grave/lesión penetrante. | |
Dolor ocular intenso, de aparición gradual. Posible irradiación a la frente o la mandíbula. Aparición progresiva de fotofobia y trastornos visuales. | En la enfermedad anterior puede haber una inyección profunda difusa, pero en la escleritis posterior puede ser mínima. Sospechar en pacientes mayores de 50 años con enfermedades sistémicas como enfermedades del tejido conectivo, gota, herpes zoster oftálmico previo. | Remitir en 24-48 horas para tratamiento bajo supervisión oftalmológica. | |
Ojos rojos, disminución de la AV y dolor en contexto de cirugía reciente, traumatismo, uso de drogas intravenosas o compromiso inmunológico. | Hipopión en la cámara anterior visible con el paciente en posición vertical. Cámara anterior turbia. Quemosis conjuntival y edema palpebral. | Derivación urgente/inmediata para antibióticos intravítreos y sistémicos. Poco frecuente pero potencialmente devastador. |
Síntomas de ojo rojo agudo no doloroso
Condición sospechosa | Síntomas comunes | Signos comunes | Remisión |
Molestias como arenilla o picor (si hay dolor de moderado a intenso - sospechar patología más grave); la fotofobia es rara a menos que haya una forma grave de infección adenoviral que pueda afectar a la córnea, secreción ± antecedentes de contacto ± antecedentes de exposición a alérgenos. | AV normal a menos que haya afectación corneal, unilateral o bilateral, secreción en conjuntivitis infecciosa, folículos o papilas; puede haber hinchazón de párpados ± edema conjuntival. | Remitir si no se resuelve o no responde al tratamiento (más de 7-10 días) o si hay sospecha de infección herpética. | |
Molestias leves, pocos síntomas. | VA normal, mancha localizada de enrojecimiento/inyección que palidece al aplicar una gota de fenilefrina 2,5%. No hay secreción. | Remitir si hay más que una ligera molestia o si no se resuelve espontáneamente en ~ 1 semana. | |
Puede ser espontánea o traumática; puede producirse tras una tos prolongada. Suele ser asintomático, aunque algunos pacientes notan un dolor leve. | Sangre bajo la conjuntiva, cubriendo parte o la totalidad del ojo que, por lo demás, está tranquilo con una AV normal. | Derivar si es traumático. Si no, comprobar la tensión arterial en pacientes ancianos (puede ocurrir con hipertensión) y tranquilizar: debería resolverse en quince días. |
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El ojo rojo no agudo2
Causas anexiales
Causas conjuntivales
Toxicidad de los medicamentos - véase el artículo separado Medicamentos oculares - prescripción y administración.
Pinguécula inflamada: una pinguécula es una lesión común e inocua que se observa como un grupo de depósitos blanco-amarillentos (normalmente en formación triangular con la base adyacente a la córnea), dispuestos temporal o nasalmente a la córnea. Es el resultado de un cambio degenerativo en la esclerótica debido a irritantes ambientales, incluida la luz solar. Si se inflama (pingueculitis), se enrojece y puede estar elevada, dolorida o ulcerada.
Otras causas menos frecuentes pero graves son el síndrome de Stevens-Johnson, el penfigoide cicatricial y (raramente) la neoplasia conjuntival.
Causas corneales
No es habitual que una afección corneal se presente como un problema crónico de ojo rojo, aunque a menudo se observan problemas agudos-crónicos, por ejemplo, un pterigión de larga evolución que se ha inflamado, el síndrome de erosión corneal recurrente y casos de queratitis recurrente (como la queratitis marginal o la infección por herpes simple). Los pacientes suelen estar familiarizados con su enfermedad y su tratamiento.
Véase también el artículo sobre Problemas corneales - agudos y no agudos.
Maltrato infantil
Aunque es poco frecuente, hay que sospecharlo en un niño con hemorragias retinianas, lesiones oculares en ausencia de un traumatismo accidental importante confirmado o una explicación médica conocida, incluidas las causas relacionadas con el nacimiento.
Véase también el artículo sobre Protección de menores.
Otras causas
Fístula del seno carotídeo-cavernoso.
Tratamiento y gestión de los ojos rojos2
La derivación urgente está justificada en caso de problemas potencialmente graves. Las características que sugieren una afección grave que puede justificar la derivación urgente incluyen:
Glaucoma agudo
Dolor ocular de moderado a intenso o fotofobia.
Enrojecimiento unilateral marcado. Cuanto mayor sea el enrojecimiento, más probable es que la causa sea grave.
La inyección ciliar, que no siempre es evidente, sugiere una inflamación de estructuras más profundas. Está indicada por el enrojecimiento y la dilatación de los vasos sanguíneos que pueden verse entre la esclerótica y el iris.
VA reducido.
Fotofobia o visión de halos de colores alrededor de fuentes puntuales de luz.
Secreción purulenta abundante (sobre todo en neonatos).
Laceración corneal.
Cuerpo extraño corneal.
Cuerpo extraño intraocular.
Úlcera corneal.
Úlcera relacionada con las lentes de contacto.
Traumatismo ocular conocido o sospechado.
Endoftalmitis.
Cirugía ocular reciente.
Distorsión pupilar o reacción anormal.
Herpes simple o herpes zóster.
Conjuntivitis neonatal.
Episodios recurrentes.
Proptosis.
Uso de lentes de contacto.
Las quemaduras químicas son una urgencia oftalmológica y deben irrigarse inmediatamente antes de tomar cualquier medida. Los agentes más comunes son el cemento, el yeso en polvo y el limpiador de hornos, todos ellos alcalinos. Remitir una vez que el pH se haya estabilizado, incluso si no hay síntomas residuales. Véase el artículo separado Lesiones oculares.
Remitir en 24 horas para:
Uveítis anterior.
Escleritis.
Para las afecciones que no requieren derivación urgente
Gestionar adecuadamente en atención primaria (véanse los enlaces a las afecciones individuales en la sección Evaluación).
La Dra. Mary Lowth es autora o autora original de este folleto.
Lecturas complementarias y referencias
- Lu SJ, Lee GA, Gole GAOjo rojo agudo en niños: A practical approach. Aust J Gen Pract. 2020 Dec;49(12):815-822. doi: 10.31128/AJGP-02-20-5240.
- Cronau H, Kankanala RR, Mauger TDiagnóstico y tratamiento del ojo rojo en atención primaria, American Family Physician. 2010 Ene 15;81(2):137-144
- Ojos rojosNICE CKS, mayo de 2021 (sólo acceso en el Reino Unido)
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Historia del artículo
La información de esta página ha sido redactada y revisada por médicos cualificados.
Fecha límite de la próxima revisión: 16 Jun 2028
17 Jun 2025 | Última versión

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