
Cómo mantener a tu bebé seguro y abrigado en invierno
Revisado por Dr Hayley Willacy, FRCGP Última actualización por Dr Sarah Jarvis MBE, FRCGPÚltima actualización 21 Dic 2017
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Cuando estás embarazada, cuentas los días que faltan para tener a tu bebé en brazos. Y de repente, ya está aquí, y tú estás a cargo de este precioso bulto que depende de ti para todo. ¿Cómo lo mantienes a salvo? ¿Cómo sabes cuándo tienen demasiado calor, demasiado frío, demasiado hambre, demasiado malestar?
Siempre pueden surgir imprevistos, pero con estos consejos estarás lo más preparada posible para ayudar a tu bebé a prosperar durante los meses de invierno.
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Temperatura: hacerlo bien
Si baja la temperatura, podemos quejarnos un poco, pero nos basta con ponernos un abrigo más grueso u otro jersey y seguir adelante. Tu bebé, en cambio, necesita tu ayuda para mantener la temperatura adecuada. Saber lo que necesita puede parecer desalentador. Pero estos consejos de eficacia probada mantendrán a tu pequeño en plena forma hasta la primavera.
Consiga un termómetro de ambiente
La temperatura de la habitación del bebé debe oscilar entre 16 y 20 °C, siendo 18 °C la ideal. Esta es la temperatura a la que estarías cómoda con ropa interior ligera, pero confía más en un termómetro que en tu propio criterio.
Haz como Ricitos de Oro
La temperatura no debe ser ni demasiado caliente ni demasiado fría, sino adecuada. Los bebés no regulan bien su propia temperatura corporal, sobre todo los menores de 9 meses. Demasiado calor puede aumentar el riesgo de muerte súbita.
Capas
Tu bebé puede recalentarse rápidamente si le dejas la ropa de exterior puesta dentro de casa, así que vístele con capas que puedas ponerle y quitarle si vas a entrar y salir. Quítale las capas en cuanto estés dentro de casa, aunque eso signifique despertarle.
Perderlo
Tu bebé es mucho más pequeño que tú, por lo que tiene menos aislamiento y pierde calor más rápidamente que tú. Además, no se mueve mucho. Por regla general, necesitarán una capa de ropa más que tú.
Adelántate, consigue un sombrero
Los bebés pueden perder bastante calor corporal por la cabeza, así que ponles un gorro fuera aunque no haga demasiado frío para necesitarlo, pero quítatelo en cuanto estés dentro y nunca los acuestes con gorro.
No hagas un edredón
Los edredones pueden desplazarse y asfixiar al bebé, o provocarle sobrecalentamiento.
Acurrucarse en sábanas y mantas
Colócalas firmemente en la parte inferior de la cuna para que no se suban sobre la cara del bebé, y mantén la parte superior a la altura de sus hombros o justo por debajo. Utiliza sábanas y mantas de algodón.
¿Saco de dormir?
Un saco de dormir puede ser una opción útil, sobre todo si tu bebé tiende a retorcerse por la noche. Como tienen sisas, permiten que el bebé mueva los brazos si no le gusta estar envuelto. 2,5 tog es suficiente para una habitación a 18 °C.
Las bolsas de agua caliente no son para bebés.
Tampoco lo son las mantas eléctricas. No coloques la cuna o la silla de tu bebé cerca de un radiador u otro calefactor.
Cuidado del automóvil
Mete la manta del bebé por encima de las correas de la silla y quítala en cuanto el coche se caliente. Si la metes por dentro de las correas, éstas pueden dejar de estar bien ajustadas.
Eres tú, no ellos, el que camina.
Si sales a dar un paseo a paso ligero con tu bebé en el cochecito, es muy probable que estés sudando. El bebé está tumbado, así que no juzgues la temperatura por el calor que tengas tú. Sin embargo, si va en un fular portabebés, recibirá algo de calor de tu cuerpo.
Barriga caliente, corazón caliente
Las manos y los pies de tu bebé pueden estar fríos aunque estén bien abrigados, así que tócale la barriguita para ver si necesita más capas (si está fresquito, añade una capa). Si tiene las manos o los pies fríos o manchados, ponle manoplas o calcetines.
Terapia de mimos
Si tu bebé tiene frío, no caigas en la tentación de frotar su delicada piel para calentarlo. En lugar de eso, acurrúcalo cerca de ti y mete sus manos en tus axilas.
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Muerte en la cuna: reduzca los riesgos de su bebé
Cualquier muerte es trágica, pero perder a un bebé a causa del síndrome de muerte súbita del lactante, también conocido como SMSL o muerte en la cuna, es insoportablemente cruel. A pesar de décadas de investigación, todavía no sabemos exactamente qué causa el SMSL; es probable que haya muchas causas que puedan interactuar. Sin embargo, sí sabemos que algunas precauciones, sobre todo en los primeros meses de vida (el SMSL es más frecuente en niños de 2 a 4 meses), pueden reducir el riesgo.
Dormir boca arriba es la regla de oro. El número de bebés que mueren en la cuna en el Reino Unido se ha reducido a la mitad desde que se recomendó que todos los bebés durmieran boca arriba. Esto incluye tanto las siestas como la noche. Cuando tenga entre 5 y 6 meses, es probable que empiece a darse la vuelta. Al principio, colócalo boca arriba, pero no hace falta que lo compruebes cada 5 minutos: pronto aprenderá a darse la vuelta y el riesgo de muerte súbita disminuye rápidamente a esta edad.
Otros consejos para reducir el riesgo de SMSL son:
No dejes que se sobrecalienten: invierte en un termómetro de ambiente y mantén la habitación a unos 18 °C.
No le des nunca una almohada y mantén fuera de la cuna los objetos blandos que puedan caerle sobre la cara. Si usas protectores, deben estar bien sujetos y sin lazos sueltos.
Asegúrate de que duermen en un colchón firme, aunque sea en una cuna de viaje.
Tumba a tu bebé con los pies tocando los pies de la cuna para que no pueda deslizarse bajo las sábanas
Cúbrelos con sábanas y mantas sólo hasta las axilas, y arropa bien la ropa de cama (un saco de dormir para bebés es una alternativa segura).
Comparte habitación, no cama. El mejor lugar para que duerma tu bebé hasta que tenga al menos 6 meses es en su propia cuna, junto a tu cama.
No te duermas con tu bebé en un sillón
No dejes que nadie fume en la misma habitación que tu bebé. Incluso el humo de segunda mano en la ropa puede ser un problema.
Si puede, amamante a su bebé: puede protegerle contra el SMSL.
Asegúrese de que su bebé está vacunado: los bebés totalmente protegidos tienen menos riesgo de muerte súbita.
Lee mis consejos para detectar si tu bebé está mal y busca ayuda.
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¿Cómo puedo saber si mi bebé está enfermo?
Todos los bebés y niños se ponen malos de vez en cuando y, por regla general, recuperan la normalidad a los pocos días. Pero a veces ocurre algo grave, y es importante saber cuándo hay que pedir ayuda.
Fiebre
Es normal que los bebés y los niños tengan fiebre cuando se encuentran mal. Pero la intensidad de la fiebre y el estado de salud de tu pequeño te orientarán sobre si debes preocuparte. Si la fiebre dura más de cinco días, siempre hay que examinarla.
No confíes en las tiras de temperatura en la frente de tu bebé. Utiliza un termómetro electrónico axilar o un termómetro electrónico de oído si tiene más de 4 semanas.
Una fiebre igual o superior a 38 °C si tu bebé tiene menos de 3 meses, o igual o superior a 39 °C si tiene más de 3 meses, es una señal de alarma de que algo grave puede estar ocurriendo. Si tiene más de 3 meses, puedes darle paracetamol o ibuprofeno si está angustiado. Si no le baja la fiebre o no se muestra más animado, busca ayuda médica.
¿Podría ser sepsis?
La sepsis, a veces llamada envenenamiento de la sangre, es una infección potencialmente mortal. Actuar con rapidez salva vidas, por lo que conocer los signos de alarma puede ayudarte a salvarlas. Si tienes alguna duda, llama al 999 y pregunta "¿Podría ser sepsis?" a tu bebé:
Respira muy deprisa, o "gruñe" al respirar, o el estómago se le hunde bajo las costillas al inspirar.
Tiene un ataque o convulsión.
Tiene la piel fría y pegajosa y un aspecto azulado, pálido o con manchas (moteado).
Tiene un sarpullido que no desaparece al presionarlo.
Está decaído, letárgico o le cuesta despertarse.
Se siente anormalmente frío al tacto.
Otras señales de alerta
También debe buscar ayuda médica si su bebé:
Tiene calor en todo el cuerpo y las manos y los pies fríos.
Tiene los ojos hundidos o un "punto blando" (fontanela) hundido o abultado en la parte superior de la cabeza.
No produce lágrimas cuando llora o no moja el pañal durante 12 horas.
Vomita repetidamente.
Está fuera de su alimentación durante cualquier período de tiempo, especialmente si son menores de 8 semanas de edad.
Historia del artículo
La información de esta página ha sido revisada por médicos cualificados.
21 Dic 2017 | Última versión
21 dic 2017 | Publicado originalmente

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