¿Cómo afecta el alcohol a su vida sexual?

Un lubricante social

Aunque un par de copas pueden crear el ambiente propicio para un encuentro sexual, el alcohol no es afrodisíaco. Es un depresor y actúa sobre la parte del cerebro que reduce las inhibiciones, haciéndonos sentir más relajados y seguros social y sexualmente, lo que puede aumentar nuestro deseo sexual.

Estos sentimientos relajados de sociabilidad y bienestar pueden ser útiles para superar las inhibiciones sexuales y los estudios han demostrado que, consumido con moderación, el alcohol puede ayudar a algunas mujeres a sentirse excitadas y alcanzar el orgasmo con más facilidad.

La buena noticia es que tomar uno o dos vasos pequeños de vino tinto al día sigue considerándose beneficioso para la salud cardiovascular, que a su vez favorece el riego sanguíneo de los genitales, ayudando a mantener un funcionamiento sexual saludable.

A lo largo de los años se ha dado mucha publicidad a un posible efecto protector del alcohol -y en particular del vino tinto- sobre el riesgo de infarto de miocardio e ictus. De hecho, mientras que para algunos grupos hasta 2 unidades al día (un vaso de vino estándar) puede reducir el riesgo cardiovascular -y en teoría podría mejorar el riego sanguíneo de los genitales, así como de otras zonas-, beber por encima de los límites recomendados, por el contrario , lo aumenta.

"La línea entre tomarse un par de copas de vez en cuando para sentirse relajado y tomarse una de más no siempre es fácil de juzgar", dice el Dr. Abigael San, psicólogo clínico y experto en alcohol. "Sobre todo si estás cansado, estresado o bebes con el estómago vacío".

Selección de pacientes Consejos sobre el alcohol

Vida sana

¿Cuáles son los riesgos del alcohol al envejecer?

El alcohol presenta riesgos para la salud de personas de todas las edades. Pero a medida que envejecemos nuestro organismo es menos capaz de hacer frente a sus efectos, y los problemas de salud aumentan aún más. Entre otras cosas, aumenta la probabilidad de padecer varios tipos de cáncer, de romperse un hueso tras una caída leve, de reaccionar con más lentitud y de reaccionar mal a los medicamentos.

por Victoria Raw

Salud digestiva

Abstinencia de alcohol y desintoxicación alcohólica

Muchas personas que beben regularmente cantidades excesivas de alcohol se vuelven dependientes del mismo. Esto puede causar graves daños al organismo. Existe mucha ayuda para las personas dependientes del alcohol que quieren dejar de beber.

por la Dra. Hayley Willacy, FRCGP

Consentimiento y asunción de riesgos

Un estudio realizado para la Asociación de Planificación Familiar reveló que el 70% de las personas que se arrepentían de haber mantenido relaciones sexuales citaban el alcohol como uno de los principales factores de su comportamiento.

"Como el alcohol puede hacerte perder las inhibiciones, una vez que cruzas cierto umbral eres más vulnerable a asumir riesgos que normalmente no tomarías", continúa San, "como tener relaciones sexuales sin protección y relacionarte con parejas y prácticas que quizá no considerarías cuando estás sobrio".

Dado que la capacidad de discernimiento puede estar mermada, puede haber confusión a la hora de dar y obtener el consentimiento para mantener relaciones sexuales, lo que puede dar lugar a arrepentimientos, lesiones, infecciones o incluso agresiones sexuales.

"El alcohol puede ser engañoso porque cuando bebes te sientes bien al principio y quieres mantener esa sensación", añade San. "Pero como tarda un rato en entrar en tu organismo puedes beber más de lo que necesitas; antes de que te des cuenta esa sensación se ha intensificado y has perdido el control".

Se tardan unos 30 minutos en sentir los efectos del alcohol y se puede tardar una hora en metabolizar completamente una sola unidad de alcohol.

Alcohol y excitación

El consumo excesivo de alcohol interfiere en funciones cruciales para la excitación sexual y el orgasmo: la circulación sanguínea, la respiración y la sensibilidad de las terminaciones nerviosas.

Asif Muneer es cirujano urológico y andrólogo consultor en el Wellington Hospital de Londres, que forma parte de HCA Healthcare UK. Afirma que el viejo dicho de que "el alcohol aumenta el deseo, pero reduce el rendimiento" tiene algo de cierto.

"El consumo moderado de alcohol puede reducir las inhibiciones sexuales y aumentar la confianza, pero a menudo a costa de interferir con el centro de la erección en el cerebro masculino y reducir la capacidad de obtener y mantener una erección y alcanzar el orgasmo."

En las mujeres, el alcohol puede dificultar la lubricación, ya que es deshidratante. El consumo excesivo puede interferir en la señal entre los genitales y el cerebro, adormeciendo las sensaciones sexuales y dificultando la consecución del orgasmo.

"Es habitual que la gente consuma alcohol para reprimir emociones incómodas", dice San. "También algunas mujeres que tienen relaciones sexuales dolorosas, debido a afecciones como la vulvodinia o el vaginismo, pueden beber alcohol en un intento de mitigar las molestias, pero como el alcohol reduce la lubricación vaginal puede empeorar las cosas".

Si el sexo te resulta doloroso , no te dejes engañar por el viejo remedio: "tómate un vaso de vino y relájate". Acude a un psicólogo si tienes problemas emocionales o psicosexuales, y acude a un centro de salud sexual si sientes molestias, en lugar de automedicarte con alcohol.

Efectos a largo plazo

Muneer confirma que el alcohol es un diurético y provoca un aumento de la producción de orina debido a su alto contenido en azúcar, por lo que los bebedores son propensos a la deshidratación.

"El alcohol también puede irritar el revestimiento de la vejiga y causar problemas de vejiga hiperactiva que se manifiestan con frecuencia y urgencia urinarias", explica. "Cuando los síntomas son graves, la abstinencia de alcohol durante seis semanas suele mejorarlos, junto con una reducción del consumo de cafeína. La cistitis preexistente puede desencadenarse por el consumo de alcohol debido a los efectos directos sobre los nervios sensoriales de la vejiga, y los pacientes con afecciones como la cistitis intersticial deben evitar por completo el consumo de alcohol."

Como ya hemos oído, cualquier ingesta de alcohol por encima de niveles bajos aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiacas, que son un desencadenante habitual de disfunciones sexuales en personas mayores de 40 años. El tejido del pene y del clítoris requiere un buen flujo sanguíneo para funcionar de forma óptima, por lo que la obstrucción de las arterias (debido a la acumulación de colesterol) puede tener un impacto perjudicial.

El alcohol también puede aumentar el cortisol (la hormona que se libera cuando estamos estresados) y reducir la testosterona, que tanto hombres como mujeres necesitan para mantener una libido sana.

"Los hombres con mucha grasa corporal, que puede desarrollarse debido a un elevado consumo de alcohol, tienden a tener una testosterona sérica más baja y esto puede causar una reducción de la libido y de la función eréctil", añade Maneer.

A menudo son las afecciones asociadas al consumo de alcohol a largo plazo -como la diabetes de tipo 2, la testosterona baja y las enfermedades cardiovasculares- las que dañan la vasculatura del pene, provocando una disfunción eréctil a largo plazo más difícil de tratar que la llamada "caída del cervecero" a corto plazo.

Medicamentos en la mezcla

Beber cuando se toman antidepresivos puede provocar en algunas personas un aumento de la ansiedad y otros cambios de comportamiento que pueden repercutir en la actividad y la función sexuales. Mezclar antidepresivos y otros medicamentos con alcohol puede tener efectos secundarios graves. Consulte siempre a su farmacéutico antes de beber alcohol si está tomando medicamentos.

Incluso los fármacos que pueden mejorar la función sexual, como la Viagra, deben utilizarse con precaución si se consume alcohol. La Viagra reduce la tensión arterial, al igual que el alcohol, y si la tensión baja demasiado puede provocar mareos, desmayos, dolor de cabeza e incluso problemas cardiacos.

Alcohol y concepción

El Royal College of Obstetricians and Gynaecologists recomienda encarecidamente que las mujeres no beban en absoluto cuando estén intentando concebir o durante los tres primeros meses de embarazo. Incluso después, la abstinencia durante todo el embarazo es lo más seguro.

La organización benéfica independiente Drinkaware confirma que el alcohol puede afectar a la fertilidad en caso de embarazo. Las mujeres que beben más de las 14 unidades semanales de alcohol de bajo riesgo recomendadas por los Jefes Médicos del Reino Unido (CMO ) pueden tardar más en quedarse embarazadas y tener problemas menstruales y de fertilidad. Los hombres que beben en exceso también pueden sufrir problemas de fertilidad.