
Cómo ayudar a los niños a desarrollar hábitos saludables
Revisado por la Dra. Sarah Jarvis MBE, FRCGPÚltima actualización por Gillian HarveyÚltima actualización 2 Ene 2020
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Aunque a menudo son bastante inofensivos, los hábitos infantiles pueden ser difíciles de romper. ¿Por qué parece tan fácil adquirir malos hábitos y tan difícil desarrollar hábitos saludables? En este artículo analizamos la ciencia para descubrir cómo romper con los malos hábitos y ayudar a nuestros hijos a desarrollar comportamientos saludables.
En este artículo:
Tanto si su hijo se hurgue la nariz como si se atusa el pelo, es habitual que los niños adquieran malos hábitos a medida que crecen.
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Acabar con los malos hábitos
Ayudar a su hijo a abandonar un mal hábito puede ser complicado, pero ofrecerle comprensión y paciencia puede ayudarle.
Deshacer el nudo de la costumbre
Lo primero que hay que hacer es pensar un poco más en el hábito. Ya sea morderse las uñas o hurgarse la nariz, estos hábitos de comportamiento suelen ser la combinación de muchos "microcomportamientos" y factores desencadenantes que hay que desentrañar cuidadosamente.
"Piense en lo que ocurre cuando su hijo tiene un nudo en el pelo", aconseja la Dra. Heather McKee, especialista en cambios de conducta. "No atacas el nudo en sí. Vas a por lo fácil y lo vas eliminando poco a poco".
Cuando intentamos ayudar a nuestro hijo con un hábito, debemos observarlo de varias maneras. "Busca pistas", aconseja McKee. "¿El hábito es una respuesta al estrés o una respuesta de afrontamiento? ¿Hay determinadas circunstancias en las que su hijo adopta este comportamiento? ¿Lo hace más en el coche o cuando habla contigo?".
Sustitúyalo por una alternativa saludable
Una vez descubiertos los factores desencadenantes, puedes ayudar a tu hijo a afrontar la situación de forma diferente. "Por ejemplo, si se muerde las uñas, puedes hacer que juegue con un juguete inquieto que le quite el hábito de meterse los dedos en la boca todo el tiempo".
Lo importante es asegurarse de que, sea lo que sea con lo que intente sustituir el hábito, le proporcione a su hijo una recompensa similar. Si tu hijo se muerde las uñas cuando está aburrido o estresado, intenta encontrar algo que le entretenga o le relaje en ese momento crucial.
No te estreses
Aunque no son tan higiénicos, la mayoría de estos hábitos de comportamiento desaparecen con el tiempo. No se ven muchos adultos hurgándose la nariz en la oficina o mordiéndose las uñas delante de un público. "Si el hábito no es demasiado perjudicial, intenta no centrarte demasiado en él", aconseja McKee. "Cuando el niño llega a la etapa en que ve el valor de no hacerlo como el valor de hacerlo, esto tiende a ayudar".
Fomentar hábitos saludables
Entender cómo se forman los hábitos también puede ser útil cuando intente animar a su hijo a desarrollar buenos hábitos, como mejorar su dieta o hacer más ejercicio. Una vez que entendemos cómo se forman los hábitos, podemos utilizar esta información para fomentar comportamientos más positivos.
Recompensa
Puede que los hábitos poco saludables de su hijo no le parezcan especialmente "gratificantes", pero lo que sea que haga tendrá algún tipo de recompensa. Por ejemplo, aliviar el aburrimiento o el estrés. Del mismo modo, cualquier nuevo hábito que quiera fomentar debe tener su propia recompensa.
"Si se quiere que los niños adquieran buenos hábitos, hay que hacer que sean divertidos", coincide McKee. "Por ejemplo, si quieres que coman más verduras, llévalos a un huerto para que vean cómo crecen".
Si empiezas una actividad concreta y a tu hijo no le entusiasma, no pasa nada por pasar a otra cosa. "Es importante encontrar algo que realmente les guste", dice McKee. "Quizá encontrar algo que puedan hacer con amigos, por ejemplo".
Repetición
Una de las claves de los hábitos es que los repetimos una y otra vez. Si ha decidido iniciar una actividad saludable con su hijo, intente establecer una rutina: prográmela para el mismo día o a la misma hora en la medida de lo posible. "Los hábitos se forman por el contexto y la repetición", coincide McKee. "Hacer las mismas cosas a la misma hora".
Modelar el buen comportamiento
No sirve de nada animar a tu hijo a hacer footing si tú te lamentas constantemente de tener que ir al gimnasio. Nos guste o no, los niños captan las señales de su entorno, lo que significa que si te quejas de hacer ejercicio, ellos también empezarán a verlo de forma negativa.
"No subestime la naturaleza contagiosa de los hábitos. En lugar de eso, intenta encontrar algo en lo que puedas participar, e incluso compartir, con tu hijo", aconseja McKee.
Así que, tanto si quieres acabar con un mal hábito como si quieres fomentar algo positivo, es importante recordar que los hábitos se forman con muchas "microacciones" y no con algo más grande. Dar pequeños pasos hacia tu objetivo puede suponer una gran diferencia a largo plazo.
Historia del artículo
La información de esta página ha sido revisada por médicos cualificados.
2 Ene 2020 | Última versión

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