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Caída del pie

El pie caído es una afección en la que resulta difícil levantar la parte delantera del pie. Como resultado, la parte delantera del pie y los dedos tienden a engancharse o arrastrarse por el suelo al caminar. Puede ser temporal o permanente y suele afectar a un solo lado.

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¿Qué es el pie caído?

El pie caído es una afección en la que resulta difícil o imposible levantar los dedos y el antepié (parte delantera del pie).

El pie caído suele afectar a un solo pie. Sin embargo, puede afectar a ambos lados, por igual o en distinto grado. Puede ser temporal o permanente.

Existen varios grados de pie caído. Se miden de 0 a 5 en función de la fuerza y el movimiento de los músculos que levantan el pie. 5 es fuerza normal y 0 es parálisis total.

Esto provoca una marcha anormal (andar) que se debe a que la mitad delantera del pie desciende hacia abajo durante la marcha.

La marcha en pie caído puede implicar:

  • El pie (o pies) afectado(s) se engancha(n) en el suelo al caminar.

  • Levantar la pierna en alto para evitar que el pie se enganche al caminar (paso alto). Las personas que hacen esto a menudo tienden a caminar de puntillas por el otro lado para igualar los lados.

  • Balancear la pierna afectada hacia un lado para evitar que se enganche en el suelo al caminar.

¿Cuáles son las causas del pie caído?

El pie caído suele estar causado por el mal funcionamiento de un nervio de la parte inferior de la pierna llamado nervio peroneo común. Esto puede deberse a problemas que lo afectan en la propia pierna o más arriba en la columna vertebral, donde se originan sus fibras nerviosas.

El nervio peroneo común también se denomina a veces nervio fibular común, nervio poplíteo externo o nervio poplíteo lateral. Es un pequeño nervio que se ramifica desde el nervio ciático en el muslo.

Desciende por la parte posterior de la rodilla y serpentea alrededor de la parte superior del peroné hasta llegar a los músculos de la parte inferior de la pierna. En este punto se encuentra muy cerca de la superficie y puede magullarse o comprimirse con facilidad.

Causas comunes del pie caído

  • Lesión del nervio peroneo común.

  • Lesiones lumbares (incluida unahernia discal que afecte a los nervios de la parte inferior de la pierna).

El pie caído también puede deberse a otras causas de daño nervioso. Más raramente, puede deberse a daños en los músculos de la parte inferior de la pierna o a sustancias tóxicas o un tumor.

Otras causas del pie caído

Los pacientes con dolor en las plantas de los pies también pueden caminar con un paso alto de aspecto similar. Sin embargo, no tienen pie caído, sino que levantan los pies por un motivo diferente.

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¿Qué nervio provoca el pie caído?

El nervio peroneo controla los músculos que levantan el pie. Este nervio está bastante expuesto a los traumatismos, ya que discurre justo por debajo de la piel, en la cara externa de la rodilla. Las actividades que comprimen este nervio pueden aumentar el riesgo de pie caído. Algunos ejemplos son:

  • Cruzar las piernas. Las personas que cruzan habitualmente las piernas pueden comprimir el nervio peroneo en la parte superior de la pierna, sobre todo si son delgadas.

  • Arrodillamiento prolongado. Las ocupaciones que implican estar mucho tiempo en cuclillas o de rodillas pueden provocar una caída temporal del pie. Ciertas posturas de yoga también pueden causar compresión nerviosa que provoque la caída del pie.

  • Llevar una pierna escayolada. Las escayolas que encierran el tobillo y terminan justo debajo de la rodilla pueden ejercer presión sobre el nervio peroneo y provocar una caída del pie.

¿En qué se diferencia la marcha con pie caído de la marcha normal?

El ciclo de acción en la marcha normal es el siguiente:

  • El pie se desplaza hacia delante (fase de balanceo).

  • El pie toca el suelo. Por lo general, el talón toca el suelo en primer lugar (contacto inicial, a veces denominado golpe de talón o golpe de pie) y, a continuación, se avanza hacia la parte anterior del pie.

  • El pie empuja y vuelve a abandonar el suelo (contacto terminal o "foot off").

El pie normal puede flexionarse hacia arriba (dorsiflexión). También puede invertirse (girar de modo que las plantas tienden a enfrentarse) o evertirse (lo contrario de la inversión). En el pie caído estos movimientos (que se producen principalmente en el contacto del talón y en la fase de impulsión, están ausentes. Por lo tanto:

  • La fase de balanceo puede implicar doblar la pierna por la rodilla para levantar el pie, como si se subieran escaleras.

  • El contacto inicial no se produce con el talón, sino con todo el pie, que se "abofetea" o se planta en el suelo de golpe.

  • El movimiento de "levantar el pie" no funciona correctamente en absoluto y puede ser necesario utilizar un bastón para ayudar a levantar el pie.

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¿Cómo se diagnostica el pie caído?

El pie caído suele diagnosticarse mediante exploración. El médico observa la marcha y comprueba la debilidad de los músculos de las piernas. También evaluará la función nerviosa comprobando los reflejos y la sensibilidad de la piel.

¿Cómo se investiga la caída del pie?

El pie caído es más un síntoma que un diagnóstico, por lo que es importante conocer su causa. Las investigaciones sobre la causa del pie caído pueden incluir:

  • Rayos X. Las radiografías simples pueden utilizarse para buscar un crecimiento de tejido blando o una anomalía ósea que pueda estar causando sus síntomas.

  • Ultrasonidos. Puede utilizarse para detectar quistes o tumores que puedan estar presionando el nervio.

  • Tomografía computarizada (TC). Puede utilizarse para detectar tumores (masas) u otras alteraciones en cualquier parte del cuerpo.

  • Imágenes por resonancia magnética (IRM). La RM es especialmente útil para visualizar lesiones de tejidos blandos que pueden comprimir un nervio, como una hernia discal (prolapso discal) en la espalda. También puede examinar el cerebro en busca de las lesiones características de la EM.

  • Electromiografía (EMG) y estudios de conducción nerviosa. Estos miden la actividad eléctrica en los músculos y nervios para buscar la localización del daño a lo largo del nervio afectado.

¿Cómo se trata el pie caído?

Si la causa subyacente puede tratarse, el pie caído puede mejorar o desaparecer. Si la causa subyacente no puede tratarse, el pie caído puede ser permanente. Algunas lesiones nerviosas pueden curarse, pero la recuperación total puede tardar hasta dos años.

Además del tratamiento del problema subyacente, el tratamiento específico puede incluir:

  • Aparatos ortopédicos o férulas. Ayudan a mantener el pie en una posición normal.

  • Ortesis tobillo-pie (AFO). Son férulas especializadas en forma de L para el tobillo. Simplemente sujetan el pie a 90° con respecto a la parte inferior de la pierna para que no pueda descender.

  • Fisioterapia. Los ejercicios para fortalecer los músculos de las piernas pueden mejorar los problemas de marcha asociados al pie caído. Los ejercicios de estiramiento pueden prevenir la aparición de rigidez en el talón. Aprender a caminar con pasos altos o balanceándose es un enfoque alternativo que algunas personas prefieren.

  • Calzado especializado. Los zapatos equipados con abrazaderas con resorte pueden ayudar a evitar que el pie se caiga al caminar. Un tipo utiliza un manguito alrededor del tobillo, un muelle por encima y un gancho en la zona de los cordones que se conecta al muelle y tira del pie hacia arriba al caminar.

  • Estimulación nerviosa. A veces, estimular eléctricamente el nervio peroneo común mejora el pie caído. Este tipo de tratamiento suele utilizarse en personas con discapacidad y a veces se denomina estimulación eléctrica neuromuscular o estimulación eléctrica funcional. Muchas personas con esclerosis múltiple o que han sufrido un ictus han tenido éxito con ella.

  • Cirugía. Dependiendo de la causa, la cirugía del nervio puede ser útil, con el objetivo de reparar o injertar el nervio. Si el pie caído es de larga duración, a veces se considera una cirugía compleja que desplaza los tendones en funcionamiento a una posición diferente.

¿Qué puedo hacer para ayudarme?

Uno de los problemas relacionados con el pie caído es que puede aumentar el riesgo de tropezar al engancharse el dedo en el suelo. Puede ser sensato tomar precauciones en casa para reducir el riesgo de caídas y lesiones:

  • Mantenga todos los suelos despejados.

  • Evite alfombras sueltas, cables eléctricos y otros peligros de tropiezo.

  • Asegúrese de que las habitaciones y las escaleras están bien iluminadas.

  • Pegue cinta fluorescente en los peldaños superiores e inferiores de las escaleras para prepararse.

  • Pida consejo a un profesional sanitario debidamente cualificado (normalmente un fisioterapeuta o un terapeuta ocupacional) sobre ayudas y ejercicios para caminar.

La Dra. Mary Lowth es autora o autora original de este folleto.

Lecturas complementarias y referencias

Historia del artículo

La información de esta página ha sido redactada y revisada por médicos cualificados.

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