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Anestesia

Hay distintos tipos de anestesia, desde la inyección de un anestésico local para adormecer una pequeña zona (como un dedo o un diente) hasta la anestesia general con pérdida temporal completa de conciencia. Aparte de la anestesia local, los distintos tipos de anestesia suelen ser administrados por médicos especialistas llamados anestesistas, que suelen contar con el apoyo de un equipo especializado de enfermeras y técnicos.

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¿Qué es la anestesia?

Anestesia significa "pérdida de sensibilidad". Puede consistir en una inyección local de un medicamento para adormecer una pequeña parte del cuerpo, como un dedo o alrededor de un diente. También se puede utilizar un medicamento que provoque la inconsciencia (anestesia general). Los distintos tipos de anestesia son:

  • Anestesia local.

  • Anestesia regional:

    • Anestesia raquídea.

    • Anestesia epidural.

    • Bloqueo nervioso.

  • Sedación.

  • Anestesia general.

¿Cómo actúan los anestésicos?

Un medicamento utilizado para la anestesia se denomina anestésico. Los anestésicos bloquean las señales que transmiten los nervios al cerebro. Cuando desaparece el efecto de la anestesia, vuelves a tener sensaciones normales.

La anestesia general requiere siempre la presencia de un médico especialista, el anestesista. Sin embargo, otras formas de anestesia, como los bloqueos nerviosos y la sedación, pueden ser administradas por otros médicos especialistas en el hospital, como en el tratamiento inicial de algunas luxaciones articulares o fracturas óseas en el Servicio de Urgencias. Los médicos de cabecera suelen administrar anestesia local en operaciones menores, como la extirpación de un quiste o la operación de una uña del pie.

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Tipos de anestesia

Anestesia local

Un anestésico local adormece una pequeña parte del cuerpo. Se utiliza cuando se puede llegar fácilmente a los nervios mediante gotas, aerosoles, pomadas o inyecciones. El paciente permanece consciente pero no siente dolor. Ejemplos habituales de intervenciones quirúrgicas con anestesia local son la extracción de dientes, las operaciones de uñas encarnadas y algunas operaciones comunes en los ojos.

Anestesia regional

Consiste en inyectar anestesia local cerca de los nervios que irrigan una zona más extensa o profunda del cuerpo. La zona del cuerpo afectada se adormece. Los anestesistas suelen utilizar un ecógrafo o un estimulador nervioso para identificar la posición exacta de los nervios.

Los distintos tipos de anestesia regional son los siguientes:

  • Anestesia raquídea: una única inyección en la espalda y la columna vertebral que le adormece durante unas dos horas. Véase también el folleto separado titulado Anestesia raquídea.

  • Anestesia epidural: se utiliza una aguja para colocar un tubo muy fino (catéter epidural) en la espalda. A través del catéter se administra anestesia local "de refuerzo" para aliviar el dolor, lo que puede hacer que el entumecimiento dure muchas horas o varios días. Consulte también el folleto titulado Alivio del dolor epidural después de la cirugía.

  • Bloqueo nervioso: se pone una inyección cerca de un nervio o grupo de nervios, por ejemplo, en el brazo o la pierna. Esto puede permitirle someterse a la operación sin anestesia general. Los bloqueos nerviosos también son útiles para controlar el dolor después de la operación, ya que la zona permanecerá adormecida durante varias horas.

La anestesia raquídea o epidural puede utilizarse para operaciones en la parte inferior del cuerpo, como cesáreas, operaciones de vejiga o prótesis de cadera. El paciente permanece consciente pero sin dolor.

Anestesia con sedación

La sedación consiste en utilizar pequeñas cantidades de medicamentos anestésicos para producir un estado "similar al sueño". El paciente está física y mentalmente relajado, pero no inconsciente.

Si le sedan, es posible que recuerde poco o nada de la operación o el procedimiento médico. Sin embargo, la sedación no garantiza que no recuerde nada de la operación. Esto sólo se consigue con una anestesia general.

Anestesia general

La anestesia general es un estado de inconsciencia controlada durante el cual no siente nada. No recordará nada de lo que ocurra mientras esté anestesiado.

La anestesia general es indispensable para un amplio abanico de operaciones, sobre todo las intervenciones importantes en el corazón, los pulmones o el abdomen, y la mayoría de las operaciones en el cerebro o las arterias principales. También suele ser necesaria para las intervenciones laparoscópicas en el abdomen.

La anestesia general puede administrarse de dos formas diferentes:

  • Inyección de un medicamento anestésico en una vena.

  • Respirar un gas anestésico.

Estos medicamentos impiden que el cerebro responda a los mensajes sensoriales procedentes de los nervios del cuerpo. La inconsciencia causada por la anestesia general es distinta del sueño natural. No puede despertarse de la anestesia hasta que se suspendan los medicamentos y desaparezcan sus efectos.

La anestesia general sólo se administra bajo la estrecha supervisión de un médico especialista llamado anestesista, que puede considerar la mejor manera de administrarle una anestesia eficaz y también de mantenerle seguro y bien. Los anestesistas cuentan con el apoyo de un equipo de personal cualificado.

Este equipo incluye médicos de quirófano, enfermeras de quirófano y personal de la sala de recuperación. Mientras está inconsciente, el equipo de quirófano le cuida con gran esmero. Su anestesista estará cerca de usted en todo momento.

¿Cuánto dura la anestesia?

La duración de la anestesia depende del tipo de anestesia y del fármaco anestésico administrado.

  • La anestesia local suele durar unas horas.

  • Los anestésicos regionales varían:

    • La anestesia raquídea suele durar entre una y tres horas, dependiendo de la medicación utilizada.

    • Los anestésicos epidurales se administran a través de un pequeño tubo ("catéter") en la espalda. La epidural seguirá funcionando mientras se sigan administrando medicamentos a través del catéter. Esto puede hacerse automáticamente mediante una bomba o manualmente con una "recarga" cuando la epidural parece que empieza a desaparecer. Cuando se interrumpe la epidural, el efecto desaparece en unas horas. Los catéteres epidurales pueden permanecer durante horas (por ejemplo, en el parto) o unos días (por ejemplo, después de una intervención quirúrgica mayor).

    • Los bloqueos nerviosos duran distintos tiempos según el tipo de bloqueo y la medicación utilizada. Una sola inyección de bloqueo nervioso puede durar desde unas horas hasta 24 horas. También es posible colocar un pequeño tubo ("catéter") cerca de los nervios para administrar más anestésico de forma continua, con lo que el bloqueo dura más (normalmente hasta cinco días).

  • La sedación suele desaparecer al cabo de una o dos horas, dependiendo de la medicación y de la profundidad de la sedación. Por lo general, los pacientes se sienten lo suficientemente bien como para irse a casa. Sin embargo, la sedación tarda hasta 24 horas en desaparecer por completo. Después de la sedación, debe acompañarle a casa un adulto responsable que pueda quedarse con usted toda la noche. No debe conducir, trabajar, cuidar de otras personas, manejar maquinaria, cocinar o tomar decisiones importantes hasta que el efecto de los sedantes haya desaparecido por completo (24 horas después).

  • La anestesia general puede durar desde unos minutos hasta varias horas, dependiendo de la duración de la intervención. El anestesista le vigilará estrechamente y se asegurará de que dure el tiempo necesario. Una vez finalizada la intervención y suspendidos los medicamentos anestésicos, suele despertarse con bastante rapidez y, por lo general, en una o dos horas estará despierto, pero somnoliento o aturdido. Al cabo de unas horas, podrá irse a casa o ser trasladado a una planta de hospitalización (dependiendo de las circunstancias). Sin embargo, se tarda más en recuperarse del todo. Si te vas a casa, debes ir acompañado de un adulto responsable que pueda quedarse contigo durante 24 horas. No debe conducir, trabajar, cuidar de otras personas, manejar maquinaria, cocinar ni tomar decisiones importantes durante las 24-48 horas siguientes a una anestesia general. La mayoría de la gente se siente mejor en 48 horas, pero puede tardar más -días o semanas- en recuperarse del todo, sobre todo si se ha sometido a una operación importante.

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¿Cuáles son los efectos secundarios y los riesgos de la anestesia?

La anestesia ha hecho posible la cirugía moderna. Se pueden realizar operaciones sofisticadas con un alto grado de comodidad y seguridad. Pero existen riesgos o posibles efectos secundarios causados por la anestesia y los medicamentos anestésicos.

Efectos secundarios frecuentes de los anestésicos

Sentirse mal (náuseas) y estar enfermo (vómitos)

En la mayoría de los anestésicos se administran de forma rutinaria medicamentos contra el mareo para reducir el riesgo de que esto ocurra, y pueden administrarse dosis adicionales para tratar la sensación de malestar o los vómitos. Véase también el folleto sobre el mareo después de la anestesia.

Dolor de garganta

En la mayoría de las anestesias generales, el anestesista le colocará un tubo en las vías respiratorias para ayudarle a respirar. Esto puede provocarle dolor de garganta. Las molestias o el dolor pueden durar de unas horas a unos días. Se trata con analgésicos.

Mareos y sensación de desmayo

Los anestésicos pueden causar hipotensión. El anestesista tratará la hipotensión con medicamentos y líquidos por goteo, tanto durante la operación como en la sala de recuperación. Sólo volverá a la sala de reanimación cuando su tensión arterial se haya estabilizado.

Escalofríos

Puede temblar si tiene frío durante la operación. Se procura mantenerle caliente y calentarle después si tiene frío. Puede utilizar una manta de aire caliente. También puede temblar aunque no tenga frío, como efecto secundario de los medicamentos anestésicos.

Dolor de cabeza

Las posibles causas del dolor de cabeza son la operación, la deshidratación y la ansiedad. La mayoría de las cefaleas mejoran en pocas horas y pueden tratarse con analgésicos. Después de una anestesia raquídea o epidural pueden producirse cefaleas intensas. Véase también el folleto titulado Cefalea después de la anestesia.

Infección torácica

Es más probable que se produzca una infección torácica tras una intervención quirúrgica importante y después de una operación en personas fumadoras. Se trata con antibióticos y fisioterapia. En ocasiones se producen infecciones torácicas graves que pueden requerir tratamiento en la unidad de cuidados intensivos y poner en peligro la vida del paciente.

Picor

Es un efecto secundario de los analgésicos opiáceos. También puede deberse a una alergia a algo con lo que haya estado en contacto, como medicamentos, líquidos esterilizantes, material de sutura, látex y apósitos. Puede tratarse con medicamentos para reducir el picor.

Dolores y molestias de espalda

Durante la operación, es posible que permanezca mucho tiempo en la misma posición sobre una mesa de operaciones firme. Se le colocará con cuidado; sin embargo, algunas personas siguen sintiéndose incómodas después. También puede sufrir dolores musculares si le administran un medicamento llamado suxametonio. Su anestesista le dirá si necesita este medicamento.

Dolor al inyectar medicamentos

Algunos medicamentos utilizados para la anestesia general o para la sedación administrada con anestesia regional causan dolor cuando se inyectan.

Hematomas y dolores

Esto puede ocurrir alrededor de los puntos de inyección y goteo. Puede deberse a una vena que pierde sangre alrededor de la cánula o al desarrollo de una infección. Normalmente se resuelve sin más tratamiento que la extracción de la cánula.

Confusión o pérdida de memoria

Es frecuente en personas mayores que han recibido anestesia general. Puede deberse al desarrollo de una enfermedad, como una infección de pecho o de orina. Existen otras causas que el equipo que le atiende se encargará de tratar. Suele recuperarse, pero puede tardar algunos días, semanas o incluso meses.

Problemas de vejiga

Después de una operación puede haber dificultad para orinar o pérdidas de orina. Si esto ocurre, puede ser necesario colocarle una sonda en la vejiga (catéter urinario) para evacuar la orina a una bolsa. La mayoría de los problemas de vejiga mejoran, de modo que recupera su hábito urinario normal antes de salir del hospital.

Riesgos poco frecuentes de la anestesia

Dificultades respiratorias

Algunas personas se despiertan con respiración lenta o ligeramente dificultosa después de una anestesia general. Si le ocurre esto, se le atenderá en la sala de recuperación con su propia enfermera de recuperación hasta que mejore su respiración.

Daños en dientes, labios o lengua

En 1 de cada 4.500 anestesias se producen daños en los dientes. El anestesista le colocará un tubo de respiración en la garganta al principio de la anestesia, y es entonces cuando puede producirse el daño. Es más probable si tiene los dientes frágiles, la boca pequeña o el cuello rígido. Es frecuente que se produzcan pequeños hematomas o fisuras en los labios o la lengua, pero se curan rápidamente.

Conciencia accidental

La consciencia accidental es la toma de consciencia durante una parte de la anestesia general. Ocurre porque no está recibiendo suficiente anestesia para mantenerle inconsciente. Durante la anestesia, el anestesista utiliza monitores que muestran la cantidad de anestésico que se está administrando y cómo responde su cuerpo a él. De este modo, el anestesista puede determinar la cantidad de anestesia que necesita.

La sensibilización accidental es poco frecuente. Dependiendo de cómo se mida, se calcula que entre 1 de cada 20.000 y 1-2 de cada 1.000 personas sometidas a anestesia general experimentan algún tipo de sensibilización.

Si cree que ha podido estar consciente durante la operación, debe decírselo a cualquier miembro del equipo que le atienda. Su anestesista querrá saberlo para poder ayudarle en ese momento y en cualquier anestesia futura que le apliquen.

Daños en los ojos

Es posible que los paños quirúrgicos u otros equipos rocen la superficie transparente del ojo (la córnea) y causen un roce. Es incómodo durante unos días, pero normalmente se cura por completo con gotas oftálmicas. Los anestesistas tienen cuidado de evitarlo. A menudo se utilizan pequeños trozos de cinta adhesiva para mantener los párpados juntos o pomadas para proteger la superficie del ojo. Puede producirse una pérdida grave y permanente de visión, pero es muy poco frecuente.

Daño nervioso

El daño nervioso (parálisis o entumecimiento) puede deberse a varias causas durante la anestesia local, regional o general. Varía en función del tipo de anestesia. Algunos tipos de anestesia pueden provocar lesiones nerviosas temporales, pero a menudo se recuperan totalmente. Los daños permanentes en los nervios fuera de la columna vertebral son infrecuentes. Véase también el folleto titulado Daños nerviosos tras la anestesia.

Empeoramiento de enfermedades existentes

Su anestesista se asegurará de que cualquier enfermedad que padezca esté bien tratada antes de la operación. Si ha sufrido anteriormente un infarto de miocardio o un ictus, el riesgo de que sufra otro aumenta ligeramente durante y después de la operación. Otras enfermedades, como la diabetes, la hipertensión y el asma, se vigilarán estrechamente y se tratarán en caso necesario.

Efectos secundarios poco frecuentes de los anestésicos

Alergia grave a medicamentos

Casi todos los medicamentos pueden provocar reacciones alérgicas. El anestesista utiliza una monitorización continua que ayuda a detectar y tratar cualquier reacción antes de que se agrave. En muy raras ocasiones mueren personas por una reacción alérgica durante la anestesia. Es importante que informe a su anestesista de cualquier alergia que sepa que padece.

Daños en los nervios de la columna vertebral

Los daños permanentes en los nervios de la columna vertebral son muy poco frecuentes tras una anestesia general, una anestesia raquídea o una anestesia epidural.

Fallo del equipo

Durante una anestesia se utilizan muchos tipos de equipos. Se utilizan monitores que avisan inmediatamente de los problemas y los anestesistas tienen acceso inmediato a equipos de reserva. La probabilidad de que se produzca un acontecimiento grave debido a un fallo del equipo es rara o muy rara.

Muerte

Las muertes causadas por la anestesia son muy poco frecuentes. Probablemente se producen unas cinco muertes por cada millón de anestesias administradas en el Reino Unido. Véase también el folleto separado titulado Muerte o daño cerebral por anestesia.

Preparación de una operación

El tiempo de preparación varía en función del motivo de la operación. Es importante estar lo mejor posible antes de cualquier operación con anestesia general. Sin embargo, esto no siempre es posible. Si su operación es urgente, sus médicos y enfermeras le atenderán bien en el estado en que se encuentre.

Problemas médicos

Si padece alguna enfermedad de larga duración, como diabetes, asma o bronquitis, problemas cardíacos o hipertensión, debe asegurarse de que se encuentra lo mejor posible antes de la operación. Si cree que puede mejorar, acuda a su médico para un chequeo adicional.

Fumar

Si fuma, debería plantearse dejarlo antes de la operación. Fumar aumenta el riesgo de problemas durante y después de la operación. La herida quirúrgica cicatrizará más lentamente y es más probable que se infecte si fuma. Si piensa dejar de fumar, es conveniente que acuda a su médico para que le ayude y le aconseje para dejar de fumar.

Su peso

Muchos de los riesgos de someterse a una operación aumentan si tiene mucho sobrepeso. Su médico de cabecera puede aconsejarle sobre cómo perder peso y ponerle en contacto con una organización que puede ayudarle.

Alcohol

Si bebe más alcohol del recomendado, debe reducir su consumo antes de la operación.

Pruebas de aptitud física antes de una operación

Es posible que su cirujano le pida que se someta a una prueba de aptitud física antes de decidir que se va a operar. La prueba de aptitud física proporciona información sobre el riesgo que entraña la operación para usted.

La clínica de preevaluación

Antes de someterse a una operación, es esencial conocer su estado general de salud y saber qué medicamentos está tomando. Algunos hospitales utilizan un cuestionario de salud o le invitan a una consulta de evaluación previa. Si va a someterse a una operación urgente, los médicos y el personal de enfermería le harán el chequeo en la sala.

Si va a someterse a una operación importante, es posible que le hagan algunas pruebas. Estas pruebas pueden incluir análisis de sangre, un trazado cardíaco (electrocardiograma o ECG), una radiografía u otras pruebas. Es un buen momento para hacer preguntas y hablar de cualquier preocupación que pueda tener.

En los días previos a la operación

Medicamentos

Debe seguir tomando sus medicamentos hasta el día de la operación, a menos que se le indique lo contrario. Siga atentamente las instrucciones que le den en la consulta de preevaluación.

Ducharse

Algunos hospitales dan a los pacientes un gel de ducha desinfectante para que lo usen varios días antes de la operación. Ayuda a prevenir infecciones graves como el SARM. Debe usarlo en el cuerpo y el pelo.

El día de la operación

Nada para comer o beber

En el hospital le darán instrucciones claras sobre lo que debe comer y beber, que deberá seguir cuidadosamente. Es posible que le den:

  • Un tiempo para dejar de comer o beber cualquier cosa excepto agua; y

  • Un momento para dejar de beber agua.

La operación se cancelará o pospondrá si no ha seguido estas instrucciones. El motivo es que, si hay algún alimento o líquido en el estómago durante la anestesia, podría subir a la parte posterior de la garganta y provocarle asfixia o daños graves en los pulmones.

Si se le pide que tome sus medicamentos habituales, puede hacerlo con un pequeño sorbo de agua en cualquier momento.

En la sala de anestesia

La sala de anestesia está junto al quirófano. Muchos hospitales no disponen de salas de anestesia, pero entonces recibirá los mismos cuidados en el propio quirófano.

La máquina de anestesia suministra oxígeno y gases anestésicos en cantidades controladas. Esta máquina de anestesia también cuenta con equipos de monitorización, que incluyen:

  • Monitor cardíaco: se le colocarán unos parches adhesivos en el pecho que muestran un trazado cardíaco en la pantalla.

  • Tensión arterial: se coloca un manguito alrededor del brazo, que suele estar ajustado para leer la tensión arterial cada cinco minutos o menos.

  • Niveles de oxígeno: se coloca en el dedo de la mano o del pie una clavija con una luz roja en su interior. Así se registra continuamente el nivel de oxígeno.

  • Pueden utilizarse otros monitores para intervenciones quirúrgicas complicadas.

El anestesista tendrá que administrarle medicamentos por vía intravenosa. Lo hará a través de un pequeño tubo de plástico (cánula) colocado en una vena del dorso de la mano o del brazo.

Líquidos intravenosos

Durante la mayoría de las operaciones necesita recibir líquidos para evitar que su cuerpo se reseque mucho (deshidratación). Este líquido puede continuar después hasta que pueda beber normalmente. Si necesita una transfusión de sangre, también se le administrará por goteo.

Elección del anestésico

A veces hay que elegir qué tipo de anestesia y control del dolor es mejor para usted. Después de hablar sobre las ventajas, los riesgos y sus preferencias, usted y su anestesista pueden decidir juntos qué anestesia le pondrán.

Premedicación

Un "pre-medicamento" es un medicamento que a veces se administra poco antes de una operación. Pueden ofrecerle medicamentos para aliviar la ansiedad, prevenir enfermedades o tratar el dolor. Si lo desea, puede preguntar a su anestesista sobre la posibilidad de tomar un medicamento previo.

Analgésicos

Se administran para reducir la reacción del organismo a la intervención quirúrgica, así como para aliviar el dolor posterior.

Relajantes musculares

Sólo se necesitan para determinadas operaciones. Relajan los músculos por completo y el anestesista utiliza un respirador para que respire por usted. Al final de la operación, no se le despertará hasta que el anestesista esté seguro de que el efecto del relajante muscular ha desaparecido.

Otros medicamentos

  • Antibióticos para prevenir infecciones.

  • Medicamentos contra el mareo.

  • Paracetamol para aliviar el dolor.

  • Medicamentos para tratar la tensión arterial baja.

Lecturas complementarias y referencias

Historia del artículo

La información de esta página ha sido redactada y revisada por médicos cualificados.

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