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Paroniquia

La paroniquia es una infección frecuente de la piel que rodea las uñas de los dedos de manos y pies. Puede ser aguda o crónica. El tratamiento no siempre es necesario, pero suele consistir en antibióticos para las infecciones bacterianas. Ocasionalmente se utilizan medicamentos antifúngicos para la infección causada por una levadura (cándida). Ocasionalmente pueden utilizarse cremas con esteroides para la piel que rodea la uña. En raras ocasiones es necesaria una pequeña operación para drenar el pus que se haya podido acumular.

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¿Qué es la paroniquia?

La paroniquia es una infección de la piel situada justo al lado de la uña (el pliegue ungueal). El pliegue ungueal infectado se ve hinchado, rojo y sensible.

También puede haber una pequeña acumulación de pus en la inflamación. Si la paroniquia no se trata, la uña puede infectarse o dañarse.

¿Cuáles son los síntomas de la paroniquia?

Se produce una hinchazón junto a la uña, en la piel que rodea el lecho ungueal. La zona suele estar caliente, roja y sensible. Puede aparecer pus. Puede haber fiebre asociada, aunque no es frecuente.

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¿Cuáles son las causas de la paroniquia?

  • Bacterias. Suelen provocar una paroniquia de aparición repentina (aguda) y dolorosa. La causa más frecuente es una bacteria llamada Staphylococcus aureus, que suele vivir inofensivamente en nuestra piel.

  • Cándida. Se trata de una levadura (un tipo de hongo) y es otra causa frecuente. Una paroniquia debida a cándida tiende a desarrollarse más lentamente y causa una infección más persistente (crónica). En la paroniquia fúngica no aparece pus.

  • Otros microbios. Entre ellos se encuentran los virus y otros hongos. Son menos frecuentes.

Muchos casos de paroniquia se producen sin motivo aparente. Sin embargo, los siguientes factores pueden aumentar el riesgo de que las bacterias y otros gérmenes penetren en la piel del pliegue ungueal y provoquen una infección:

Exposición prolongada al agua

La paroniquia es más probable que se desarrolle si las manos están mucho tiempo en el agua, sobre todo con detergentes. El lavado constante puede dañar el pliegue ungueal y permitir que se desarrolle la infección. Los siguientes son ejemplos de personas que pueden ser más propensas a la paroniquia debido a su trabajo:

  • Limpiadores.

  • Camareros.

  • Pescadores.

  • Esteticistas.

  • Personas que lavan los platos con frecuencia.

  • Lecheros.

  • Personal sanitario.

Lesiones

Una rotura en la piel permite que las bacterias que ya viven en ella se introduzcan en su interior. Algunos ejemplos que aumentan la probabilidad de paroniquia son:

  • Morderse las uñas

  • Hurgarse la piel alrededor de las uñas.

  • Astillarse la piel alrededor de las uñas.

  • Mala técnica de manicura: por ejemplo, empujar las cutículas demasiado hacia atrás con un instrumento duro.

  • Uñas o pliegues ungueales dañados o enfermos, por ejemplo, por afecciones cutáneas como eccema o dermatitis de contacto.

  • Uñas encarnadas: la uña crece dentro de la piel, rompiéndola.

Cubrirse las manos

Las personas que utilizan guantes durante periodos prolongados, o que llevan uñas artificiales, pueden desarrollar una condición húmeda y sin aire alrededor de las uñas. Esto puede causar paroniquia, especialmente paroniquia fúngica.

Tipos de paroniquia

  • Agudas: suelen estar causadas por bacterias. Suelen desarrollarse rápidamente y causar dolor, hinchazón, enrojecimiento y sensibilidad. También pueden causar fiebre.

  • Crónicas: suelen estar causadas por infecciones fúngicas. Suelen desarrollarse más lentamente. Una paroniquia se considera crónica cuando ha durado más de 6 semanas.

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Cómo tratar la paroniquia

Siempre es mejor prevenir que curar. Sin embargo, si se desarrolla una paroniquia, los siguientes tratamientos pueden ayudar:

Baños calientes y analgésicos

Suele ser útil sumergir el dedo infectado en agua caliente con sal cuatro veces al día. Los analgésicos, como el paracetamol o el ibuprofeno, suelen aliviar el dolor. Esto puede probarse antes de buscar consejo, ya que muchos casos leves de paroniquia mejoran sin necesidad de antibióticos.

Antibióticos

Si la infección está causada por bacterias, el personal sanitario puede recetar un antibiótico oral. Los antibióticos que se suelen utilizar para la paroniquia son la flucloxacilina o la eritromicina. En una infección más leve, puede bastar con una crema antibiótica, por ejemplo, crema de ácido fusídico.

Si el antibiótico recetado no mejora la paroniquia al cabo de unos días, hay que pedir consejo médico. Es posible que haya que cambiar de antibiótico.

También es importante recordar que los antibióticos pueden empeorar una infección fúngica. Por lo tanto, puede que no se prescriban antibióticos si se cree que la infección puede deberse a un hongo.

Drenaje del pus

En ocasiones, si se ha acumulado mucho pus y el dedo está muy hinchado, puede ser necesario drenarlo. Se hace un pequeño corte para permitir la salida del pus. Esto suele hacerse en un servicio de urgencias o en un centro de atención urgente.

Tratamiento de la paroniquia que dura más de seis semanas

Si el problema persiste durante seis semanas o más, se denomina paroniquia crónica. En este caso, puede haber una afección cutánea subyacente. En otros casos, puede tratarse de una infección por levaduras u hongos. Esto es especialmente frecuente en las personas mencionadas anteriormente que tienen las manos mucho tiempo en el agua.

El tratamiento incluye:

  • Mantener las manos calientes y secas.

  • Evitar todo lo que pueda irritar la piel, como jabones y detergentes.

  • Evitar lesiones, por ejemplo, evitar manicuras, chuparse los dedos, morderse las uñas, etc.

  • Evitar las uñas postizas.

  • Llevar calzado muy cómodo si la uña afectada es del pie, para evitar cualquier presión sobre ella.

  • Tratar cualquier afección cutánea subyacente.

  • Cremas con esteroides, como hidrocortisona o betametasona.

  • Cremas antifúngicas como clotrimazol, miconazol o terbinafina.

  • Comprimidos antifúngicos como la terbinafina o el itraconazol.

  • En raras ocasiones: una operación para abrir la zona infectada y mantenerla abierta y dejar que drene y se cure con el tiempo.

Cómo prevenir la paroniquia

Lo siguiente puede ayudar a prevenir la paroniquia:

  • No se muerda las uñas.

  • No hurgar en la piel próxima a las uñas.

  • Mantener las manos y los pies secos en la medida de lo posible. Séquelos bien después de lavarlos.

  • Llevar guantes de goma (preferiblemente forrados de algodón) si se trabaja mucho con agua.

  • No utilice guantes ni uñas artificiales durante periodos prolongados.

  • Cortar las uñas de los pies en línea recta para evitar las uñas encarnadas, que favorecen la aparición de paroniquia.

Complicaciones de la paroniquia

Es raro que una paroniquia desarrolle complicaciones, pero en ocasiones la infección puede afectar a estructuras más profundas, como los tendones o los huesos, dando lugar a una osteomielitis o una tenosinovitis. Esto es muy poco frecuente y sólo suele ocurrir cuando la paroniquia ha estado desatendida durante algún tiempo o en personas con un sistema inmunitario muy debilitado. A veces, tras una paroniquia, la uña puede presentar signos de daño -por ejemplo, deformación o estrías- que pueden durar mucho tiempo o incluso ser permanentes si se ha dañado el lecho ungueal.

¿Cuándo debo ir al médico?

Si la paroniquia no se resuelve a los pocos días con un tratamiento conservador, como sumergirla regularmente en agua salada y mantener la zona seca y protegida, hay que acudir al médico. Si la paroniquia se agrava, también debe consultarse antes.

Lecturas complementarias y referencias

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La información de esta página ha sido redactada y revisada por médicos cualificados.

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