Signos de que puede necesitar fisioterapia

¿Qué es la fisioterapia?

La fisioterapia es un área de la sanidad centrada en evaluar y tratar a las personas afectadas por lesiones, enfermedades o discapacidades, utilizando métodos físicos como el movimiento, el ejercicio y la terapia manual. Adopta un enfoque holístico y tiene en cuenta el estilo de vida y las circunstancias individuales de la persona para mantener su salud y bienestar, prevenir enfermedades y controlar el dolor.

Los fisioterapeutas son profesionales de la salud altamente capacitados y cualificados, muchos de los cuales se especializan en ayudar a personas con distintos tipos de afecciones, como:

• Cardiovascular: ayudar a rehabilitar a personas tras un infarto, por ejemplo.

• Respiratorio: ayuda a personas con enfermedades pulmonares como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), el asma y la fibrosis quística.

• Neurología: apoyo a personas con dolencias como esclerosis múltiple (EM) y enfermedad de Parkinson, y rehabilitación tras un ictus.

La mayoría de la gente probablemente piensa en la fisioterapia asociada a los huesos y los músculos: afecciones como el dolor de espalda, las lesiones deportivas, la artritis o la rehabilitación tras una prótesis articular. Esto se denomina fisioterapia musculoesquelética y es el tema principal de este artículo.

Según el fisioterapeuta reumatólogo Jack March, prácticamente no hay límite para las afecciones y problemas que podrían beneficiarse de la fisioterapia. "Casi todos los dolores, lesiones, debilidades o pérdidas de función -incluida la disminución del movimiento, la incapacidad para subir escaleras o girar- pueden aliviarse con fisioterapia", afirma.

"Algunos síntomas pueden requerir una investigación previa, aunque esto es poco frecuente. Ejemplos de ello son el dolor de espalda que se irradia a ambas piernas, dolores en múltiples zonas del cuerpo, incapacidad para soportar peso o articulaciones muy inflamadas."

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Tratamiento y medicación

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Si tiene dolores y molestias, ya sea por una lesión deportiva o por un trabajo improvisado desde casa, es posible que le apetezca un tratamiento práctico. Pero, ¿cuándo basta con un masaje y cuándo hay que acudir a un fisioterapeuta?

por Abi Millar

Señales de alarma

El primer síntoma de que le vendría bien acudir a un fisioterapeuta suele ser el dolor. Sin embargo, un dolor muy intenso no significa necesariamente que el problema sea grave. "La intensidad del dolor en sí no suele ser un indicador de la gravedad de la lesión y no es infrecuente tener niveles muy altos de dolor con un daño muy mínimo en el tejido", comenta Jack.

En muchos casos, sea cual sea el origen del dolor, puede tratarse en casa con analgésicos de venta libre, como el paracetamol, o antiinflamatorios, como el ibuprofeno. Sin embargo, las lesiones u otros problemas que se repiten, empeoran o persisten durante varios días pueden indicar que acudir a un fisioterapeuta puede ser beneficioso.

No siempre significa que sea necesario un tratamiento, pero una evaluación puede ayudarle a estar seguro de que no hay nada de qué preocuparse, o guiarle sobre qué hacer a continuación. Ahora puede reservar citas y evaluaciones de fisioterapia por vídeo a distancia a través de Patient Access.

"Los síntomas como el dolor, los pinchazos o la pérdida de sensibilidad, fuerza o amplitud de movimiento suelen desaparecer con el tiempo", afirma Jack. "Pero si afectan a las tareas cotidianas o duran más de 14 días, la fisioterapia puede ser una buena forma de acelerar el proceso de resolución o de recuperar la funcionalidad mientras se asientan los síntomas".

Añade que si se siente inestable sobre sus pies, tiene dificultad para caminar o experimenta una reducción significativa de la función en movimientos como agacharse, agarrar o tareas de motricidad fina, podría necesitar una evaluación más rápida.

Algunas lesiones o afecciones justifican la búsqueda de atención médica más urgente, ya que podrían indicar que ocurre algo más grave o complejo. Por ejemplo, si tiene dolor de espalda acompañado de pérdida de sensibilidad en los genitales o disfunción sexual, cambios en sus hábitos de aseo o sensación de hormigueo o entumecimiento en las piernas, póngase en contacto con su médico de cabecera lo antes posible. Es importante conocer las "señales de alarma" del dolor de espalda que indican que hay que buscar ayuda médica urgente.

También debe pedir consejo rápidamente si tiene dolor de espalda que se irradia a ambas piernas, dolor en distintas zonas del cuerpo o articulaciones muy inflamadas o hinchadas, o si de repente tiene dificultades para soportar peso.

Tratamiento y técnicas de fisioterapia

Tras una investigación y evaluación completas del problema y los síntomas, un fisioterapeuta puede utilizar una serie de métodos para ayudar.

Suelen clasificarse en tres categorías principales:

• Educación.

• Movimiento y ejercicio.

• Terapia manual.

Los fisioterapeutas no sólo se fijan en la lesión o afección, sino también en el estilo de vida y las circunstancias del paciente, así como en el modo en que el plan de tratamiento se adapta a su vida cotidiana, para determinar qué enfoque recomendar.

Inevitablemente, incluirá algún tipo de educación: por ejemplo, consejos para corregir la postura si tiene dolor de espalda y cuello, o información sobre niveles seguros de actividad.

"La gente suele esperar que necesita otros tratamientos como masajes o movilizaciones articulares, y algunos terapeutas también utilizan técnicas como la acupuntura", comenta Jack. "A veces se utilizan para intentar reducir los síntomas a corto plazo, pero la mayoría de las veces estas técnicas no son necesarias.

"La educación sobre el tema -y sobre otros factores que pueden afectar a los niveles de dolor o a la función- es clave. El sueño, la dieta, el hábito de fumar, los niveles de actividad y otros hábitos pueden tener un impacto notablemente alto en la forma de adaptarse y recuperarse de las lesiones o el dolor, y modificarlos puede ser muy eficaz."

Tratamiento a medida

Cualquier programa de movimiento y ejercicio se adaptará a la capacidad y las limitaciones del paciente y tendrá como objetivo mejorar la función y la movilidad, así como reducir el dolor. Dependiendo de la naturaleza de la lesión o dolencia, puede consistir en ejercitar una parte específica del cuerpo para fortalecerla o en mover todo el cuerpo para mejorar la movilidad general.

La fisioterapia basada en el ejercicio puede realizarse en el agua -lo que se conoce como hidroterapia-, ya que el agua proporciona apoyo y resistencia para ayudar a la recuperación.

"Los programas de ejercicios específicos son útiles para mejorar síntomas o problemas concretos, y esto funciona mejor si se diseñan específicamente para la persona en torno a las cosas que le gustan y su nivel de capacidad", añade Jack. "También pueden ayudar a reducir el riesgo de que la lesión vuelva a producirse".

Como alternativa, o junto con el ejercicio, la terapia manual -en la que un fisioterapeuta utiliza suavemente las manos para manipular o movilizar partes del cuerpo- también puede aliviar el dolor y mejorar la movilidad de articulaciones y músculos, así como la circulación.

Acceso a la fisioterapia

Si cree que necesita fisioterapia y quiere que le evalúen en el SNS, hable en primer lugar con su médico de cabecera. Algunas zonas ofrecen autoderivación a fisioterapeutas del SNS, pero su médico de cabecera podrá aconsejarle.

"Si tienes seguro médico, merece la pena comprobar los detalles de la póliza, ya que algunos ofrecen sesiones de fisioterapia sin que ello afecte a la franquicia o al coste de renovación", aconseja Jack. "Hay fisioterapeutas privados en todo el Reino Unido que pueden atenderte sin necesidad de derivación, y muchos ofrecen actualmente evaluaciones por teléfono o vídeo, que pueden ser un método muy eficaz".

También puede buscar un fisioterapeuta cerca de su domicilio en el sitio web de la Chartered Society of Physiotherapists.