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Cómo afrontar la depresión en la jubilación

Muchos soñamos con jubilarnos mucho antes de que sea posible. Nos imaginamos pasando las horas viendo a los amigos, viajando y haciendo jardinería. Pero cuando por fin llega la jubilación -y uno se despide de los compañeros y de los desplazamientos al trabajo-, el cambio de ritmo puede provocar emociones difíciles.

La jubilación es un gran cambio en la vida que a menudo significa algo más que dejar de trabajar. Puede conllevar una pérdida de rutina y un aumento de la soledad sin las conexiones sociales del lugar de trabajo. Por ello, puede ser difícil adaptarse a la jubilación, y jubilarse puede provocar un estado de ánimo bajo o empeorar los síntomas de depresión existentes.

Georgina Sturmer, miembro del Counselling Directory y terapeuta, explica que para muchos de nosotros la jubilación puede parecer que nos ha tocado la lotería: tener por fin la libertad de hacer exactamente lo que queramos, cuando queramos. Sin embargo, para algunas personas esta visión de color de rosa acaba siendo algo totalmente distinto.

Al principio puede gustarnos la idea de estar tumbados sin parar o pasar los días en el edredón. Pero poco después podemos empezar a desear estructura o rutina, y sentirnos infelices o desesperanzados".

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¿Qué puede causar la depresión en la jubilación?

El trabajo y nuestro sentido de la finalidad

Una de las principales razones por las que la jubilación puede ser un reto es porque puede hacerle sentir que ha perdido su propósito o identidad. Nos guste o no, tendemos a ver nuestro trabajo como una prolongación de lo que somos, sobre todo si hemos pasado muchos años formando una carrera profesional.

Sturmer añade: "Piensa en cuántas horas a la semana pasas en el trabajo, viajando al trabajo, pensando en el trabajo. Nuestra carrera y nuestras experiencias en el lugar de trabajo conforman quiénes somos y cómo nos sentimos con nosotros mismos.

"Éxitos y fracasos, trabajar para conseguir objetivos, desarrollar relaciones con los compañeros, ambición, interacciones sociales: el lugar de trabajo lo tiene todo. Cuando nos jubilamos, aunque lo hayamos deseado durante muchos años, podemos sentirnos como si hubiéramos saltado por un precipicio. Es posible que echemos de menos la aprobación que recibíamos cuando estábamos en el lugar de trabajo, y la sensación de autoestima asociada".

Envejecimiento y ansiedad financiera

Adaptarse a los ingresos de la jubilación también puede generar preocupaciones económicas, que a su vez pueden contribuir a la depresión o la ansiedad. La jubilación también puede recordarnos que estamos envejeciendo, lo que puede desencadenar preocupaciones por nuestra salud.

Los estereotipos sobre la edad y la jubilación suelen ser negativos. Sin embargo, tratar la jubilación como una nueva fase de la vida con más tiempo para aficiones y viajes -en lugar de como el capítulo "final" de la vida- puede hacernos más felices y saludables.

Cómo afrontar la depresión en la jubilación

Planifique su jubilación

Sturmer aconseja prepararse para la jubilación tanto emocional como económicamente.

"Piensa más allá de las implicaciones prácticas y económicas", dice. "Piensa en lo que puedes echar de menos del lugar de trabajo: las relaciones sociales, los estímulos, los retos, el sentido del propósito. Empieza a pensar en cómo podrías incorporar esto a tu vida de jubilado".

Esto podría significar:

  • Aprender una nueva afición.

  • Unirse a un club de lectura.

  • Empezar un curso o una carrera académica.

  • Si echas de menos trabajar, puedes aceptar un empleo a tiempo parcial.

Es tu oportunidad de decidir qué quieres hacer con tu tiempo.

Crear un calendario

Es difícil pasar de tener una rutina fija a no tenerla en absoluto, por lo que puede ser útil crear un nuevo horario para el día. Establece horas fijas para realizar tareas domésticas, hacer ejercicio o trabajar como voluntario.

Sturmer aconseja que, si te preguntas qué hacer tras la jubilación, busques oportunidades para salir al aire libre y entablar nuevas relaciones. Haz cosas que mantengan activos tanto tu cuerpo como tu mente.

Manténgase activo

El ejercicio es una buena forma de levantar el ánimo y conocer a otras personas.

Podrías:

  • Apúntate a un gimnasio.

  • Juega al tenis.

  • Prueba una clase de Zumba.

  • Únete a un grupo de senderismo.

Los centros comunitarios locales suelen organizar sesiones de encuentro en las que puedes charlar con otras personas y entablar nuevas amistades.

Trabaje su comunicación

Sturmer afirma: "Si la jubilación supone un cambio en tus relaciones y responsabilidades en casa, recuerda que la comunicación abierta es clave. Así evitarás cualquier enfado, resentimiento o frustración que pueda acumularse".

Piense en sus finanzas con antelación

Planificar su situación económica antes de jubilarse es esencial para evitar el estrés y la ansiedad. Piense en cuánto podría necesitar para su estilo de vida, sus ingresos de jubilación -incluidos sus ahorros- y cualquier ajuste de gastos. La organización benéfica Age UK puede ofrecerle asesoramiento y apoyo.

Hable con su médico

Si tiene problemas con su estado de ánimo y esto afecta a su vida, su médico puede aconsejarle sobre la mejor forma de actuar.

Historia del artículo

La información de esta página ha sido revisada por médicos cualificados.

  • Fecha de la próxima revisión: 9 de septiembre de 2028
  • 9 Sept 2025 | Última versión

    Última actualización

    Lynn Stephen

    Revisado por expertos

    Dr. Colin Tidy, MRCGP
  • 9 ago 2023 | Publicado originalmente

    Autores:

    Lydia Smith
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