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COVID-19: cómo hablar a los niños sobre la pandemia de coronavirus

COVID-19: cómo hablar a los niños sobre la pandemia de coronavirus

Como padres, nuestro instinto natural es proteger a nuestros hijos. Pero la pandemia de coronavirus presenta un reto único. Necesitamos que nuestros hijos comprendan la importancia de extremar las medidas higiénicas y por qué no pueden ver a sus amigos en este momento. Pero, ¿cómo podemos hacerlo sin causar más ansiedad por el COVID-19?

Utilice la herramienta de comprobación de coronavirus de Patient si tiene algún síntoma de fiebre o una nueva tos. Hasta que haya utilizado la herramienta y le hayan aconsejado qué medidas tomar, permanezca en casa y evite el contacto con otras personas.

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Hablar del coronavirus

La mayoría de los niños tendrán algún conocimiento de la pandemia de coronavirus, quizá por las noticias o por sus amigos. Pero para darles confianza y una sensación de seguridad, es importante que nosotros mismos aprovechemos la oportunidad para hablar con ellos. ¿Cuál es la mejor manera de hacerlo?

"Puedes responder a los comentarios de un niño o crear tú la conversación", aconseja la Dra. Maryhan Baker, psicóloga y coach de padres. "Es importante hablar con el niño a su nivel emocional y reconocer sus sentimientos. Por ejemplo, podemos decir: 'Puede que las cosas nos den un poco de miedo en este momento. Tenemos que quedarnos en casa, no podemos ver a la abuela. No pasa nada por estar preocupado y asustado", explica Baker.

Utilizar los hechos para tranquilizar

Es importante ser sincero con los niños, pero al mismo tiempo no causar alarma. "Sabemos que el virus no parece afectar a los niños tanto como a los adultos", dice Baker. "Así que podemos explicar a nuestros hijos: 'Si contraes el coronavirus de niño, probablemente te sentirás mal. Puede que tengas fiebre y tos, pero sabemos que tu cuerpo se recupera más fácilmente'.

"Para los adultos, sobre todo de la edad del abuelo, puede hacer que se sientan más mal. Y por eso no le vemos, porque le ayudamos a estar bien".

Utilizar un lenguaje positivo y describir nuestras acciones como una forma de mantener a los demás sanos, en lugar de "evitar que enfermen", ayudará a los niños a ver la situación desde una perspectiva más positiva.

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Compruébelo usted mismo

La mejor y más matizada conversación del mundo no va a tranquilizar a un niño si ve que usted tiene miedo o pánico ante la situación. Por eso es importante reflexionar sobre nuestro propio comportamiento y cuidar también de nuestro bienestar emocional.

"Como padres, somos el barómetro emocional de la familia", explica Baker. "Ahora, más que nunca, debemos controlar nuestras propias emociones. Es mucho más probable que los niños respondan a lo que ven que a lo que decimos, así que tus palabras deben estar en consonancia con tu comportamiento".

Por tanto, cuidarse y mantener la ansiedad al mínimo es una parte crucial de la crianza. "Los niños suelen ser extraordinariamente resistentes", coincide Baker. Son los padres los que a menudo tienen dificultades para procesarlo". Asegúrate de no consumir demasiadas noticias: ¿necesitas restringirte en lo que miras? Tenemos que apoyarnos a nosotros mismos para poder apoyarles a ellos".

Signos de ansiedad en los niños

A los adultos a veces nos cuesta reconocer la ansiedad en nosotros mismos. Por eso, es probable que si tu hijo se siente ansioso, no sea capaz de reconocerlo ni de expresártelo directamente. Sin embargo, es probable que muestre signos externos que podemos detectar.

Dificultad para dormir

"Es posible que a tu hijo le cueste más dormirse de lo normal", explica Baker. "Puede que entre y salga mucho de la habitación o que se quede despierto en la cama. Pueden estar pensando en lo que han oído durante el día y ser incapaces de desconectar".

Dolores de barriga

"Algunos niños se quejan de dolor de barriga: a menudo los niños tienden a sentir ansiedad en la tripa".

Reacciones emocionales

"Puede que su hijo se ponga nervioso o responda a las cosas de un modo que normalmente no lo haría. Esto también puede ser una señal de que tiene dificultades", dice Baker.

Si tu hijo muestra estos u otros signos de ansiedad, es importante que hables con él al respecto. Baker recomienda empezar por reconocer lo que ocurre y utilizar un lenguaje que demuestre que lo entendemos. Dile: "Veo que estás disgustado por algo" o "He notado que tardas en dormirte". A continuación, siéntate a charlar sobre lo que puede estar pasando por su cabeza en esos momentos difíciles", aconseja Baker.

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Encontrar formas de afrontar la situación

Muchos adultos se enfrentan a esta situación en estos momentos. No poder ver a amigos y familiares puede ser un reto para todos. A los niños puede resultarles especialmente difícil entenderlo o afrontarlo.

Además de explicarles las razones por las que no pueden ir al colegio o ver a sus amigos, Baker aconseja aprovechar esta oportunidad para sacar a relucir la creatividad y el ingenio interiores de su hijo.

"En lugar de plantear una solución a un problema percibido, vea si ellos mismos pueden idear soluciones", aconseja Baker. "Por ejemplo, puedes decirles 'vamos a ver si se nos ocurren formas de estar en contacto con los amigos' y ver qué se les ocurre. Los niños son mucho más propensos a hacer cosas si se les ha ocurrido a ellos la idea. Son muy ingeniosos.

"Los niños también podrían aprovechar la oportunidad para hacer algo que siempre han querido, por ejemplo, diseñar su propia página web".

Permitir que los niños opinen sobre la gestión de este tiempo les ayudará a sentir que tienen más control y contribuirá a que adquieran confianza e importantes habilidades para la vida.

Agradecimiento diario

En tiempos difíciles, puede costarnos reconocer los momentos felices. Pero darse cuenta de que, incluso en los días difíciles, hay momentos de luz puede ser realmente útil". Baker recomienda animar a los niños a practicar la "gratitud diaria", que ha demostrado tener un efecto positivo en la salud mental. "Pídeles que piensen en tres cosas del día que les hayan hecho felices, reír o sonreír", dice. "Por ejemplo, que haya hecho sol o que hayan desayunado tortitas".

Si nos damos cuenta de los signos de ansiedad, mantenemos un diálogo abierto y gestionamos también nuestra propia salud de forma eficaz, podemos minimizar el estrés y ayudar a mantener a raya la ansiedad de nuestros hijos.

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