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Lesión medular

Profesionales médicos

Los artículos de referencia profesional están diseñados para uso de los profesionales de la salud. Están escritos por médicos británicos y se basan en pruebas de investigación y directrices británicas y europeas. Puede que alguno de nuestros artículos sobre salud le resulte más útil.

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¿Qué es una lesión medular?

La médula espinal se extiende desde la base del cráneo y termina cerca del margen inferior del cuerpo vertebral L1. Por debajo de L1, el canal espinal contiene los nervios espinales lumbares, sacros y coccígeos que forman la cauda equina. Por lo tanto, las lesiones por debajo de L1 afectan a los nervios espinales segmentarios y/o a la cauda equina. Las lesiones por encima de la terminación de la médula espinal en L1 suelen implicar tanto lesiones de la médula espinal como lesiones de la raíz segmentaria o del nervio espinal.

Las lesiones medulares pueden ser primarias o secundarias:1 2

  • Las lesiones primarias se producen por diversos mecanismos, entre los que se incluyen la disrupción mecánica, la transección, las lesiones penetrantes debidas a balas o armas, la fractura/subluxación vertebral o los fragmentos óseos desplazados que causan lesiones penetrantes de la médula espinal y/o de segmentos nerviosos espinales.

  • El impacto traumático primario inicia procesos vasculares y químicos que conducen a edema e isquemia que pueden provocar lesiones secundarias.

  • La manipulación manual inadecuada posterior a un traumatismo puede provocar más lesiones en la médula.

  • Las lesiones secundarias están causadas principalmente por la interrupción arterial, la trombosis o la hipoperfusión debida al shock.

La mayoría de las lesiones de la médula espinal no la seccionan por completo. Es más probable que una lesión cause fracturas y compresión de las vértebras, que luego aplastan y destruyen los tractos nerviosos espinales. El pronóstico varía entre la recuperación casi completa y la parálisis total.

Las lesiones medulares pueden ser completas o incompletas.1 Una lesión incompleta significa que la capacidad de la médula espinal para transmitir mensajes hacia o desde el cerebro no se ha perdido por completo. Las personas con lesiones incompletas conservan alguna función motora o sensorial por debajo de la lesión. Una lesión completa se manifiesta por la ausencia total de funciones sensoriales y motoras por debajo del nivel de la lesión.

¿Es frecuente una lesión medular? (Epidemiología)3

  • La incidencia de lesiones medulares traumáticas en Europa Occidental es de aproximadamente 16 por millón.4 La lesión medular en niños es relativamente rara.5

  • Aproximadamente 1.000 personas sufren una nueva lesión medular cada año en el Reino Unido.

  • Una lesión medular traumática es una lesión de los elementos neurales de la médula espinal que puede provocar cualquier grado de déficit sensorial y motor, y disfunción autonómica o intestinal.6

  • Las principales causas de lesión medular son las colisiones de tráfico, las caídas, los ataques violentos, las lesiones deportivas y los incidentes domésticos.

  • Aunque las lesiones medulares afectan a todas las edades, los hombres jóvenes y de mediana edad y las mujeres mayores suelen ser las poblaciones de mayor riesgo.

  • A pesar de que la columna cervical sólo se lesiona en el 3% de las víctimas de traumatismos contusos, los resultados pueden ser catastróficos debido a la lesión de la médula espinal. La columna cervical subaxial es un lugar común de lesión cervical, con más del 50% de las lesiones localizadas entre C5 y C7.7

Factores de riesgo de lesión medular

  • Traumatismos graves: accidentes de tráfico, agresiones violentas, heridas de bala, caídas, lesiones deportivas y recreativas.

  • Mecanismo sugestivo de lesión.

  • Dolor espinal o síntomas/signos neurológicos.

  • Conciencia alterada.

  • Mayor riesgo en pacientes con neoplasias, inflamación de la médula espinal, osteoporosis, artritis reumatoide, artrosis, espondilitis anquilosante, síndrome de Down y en ancianos.

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Presentación de la lesión medular

Véanse los artículos separados Exploración de la columna vertebral, Historial y exploración neurológicos, Exploración neurológica de las extremidades superiores y Exploración neurológica de las extremidades inferiores.

Las cuestiones más comunes planteadas por las personas con lesión medular en atención primaria están relacionadas con la discapacidad y las complicaciones secundarias, como la disfunción intestinal o vesical y el dolor.8

Pueden producirse disfunciones motoras, sensoriales y autonómicas. Esta última puede provocar shock neurogénico, íleo paralítico, aspiración, retención urinaria, priapismo y pérdida de la termorregulación. Las características clínicas dependen del grado y la velocidad de desarrollo de la compresión medular.

  • Los síntomas motores pueden incluir fatiga y trastornos de la marcha.

  • Las lesiones de la columna cervical pueden producir tetraplejia. Las lesiones por encima del nivel de C3, C4, C5 (el nivel segmentario del nervio frénico) provocan parálisis del diafragma y se requiere ventilación artificial.

  • Las lesiones de la columna torácica producen paraplejia.

  • Las lesiones de la columna lumbar pueden afectar a las raíces nerviosas L4, L5 y sacra.

  • Los síntomas sensoriales pueden incluir pérdida de sensibilidad y parestesia. El tacto ligero, la propiocepción y el sentido de la posición articular están reducidos.

  • Puede haber dolor radicular en las piernas.

  • Los reflejos tendinosos son típicos:

    • Aumento por debajo del nivel de lesión y/o compresión.

    • Ausente a nivel de la lesión y/o compresión.

    • Normal por encima del nivel de lesión y/o compresión.

  • Alteraciones de los esfínteres - características tardías de la compresión y/o de la médula cervical y torácica.

  • Puede haber pérdida de actividad autonómica con falta de sudoración por debajo del nivel, pérdida de termorregulación y caída de la resistencia periférica causando hipotensión.

Patrones de lesiones

  • Lesión medular completa:

    • Ausencia de cualquier función motora o sensorial por debajo del nivel de la lesión.

    • Mínima posibilidad de recuperación funcional.

  • Síndrome del cordón anterior:

    • La causa es una compresión anterior directa de la médula, lesiones por flexión de la columna cervical o trombosis de la arteria espinal anterior.

    • Produce una parálisis variable por debajo del nivel de la lesión con pérdida de la percepción del dolor y la temperatura.

    • Las columnas dorsales (propiocepción y sentido de la vibración) están principalmente conservadas.

    • Tiene mal pronóstico.

  • Síndrome de Brown-Séquard:

    • Causada por hemitransección o compresión unilateral de la médula.

    • Paresia espástica ipsilateral y pérdida de la propiocepción y del sentido de la vibración.

    • Pérdida contralateral de la percepción del dolor y la temperatura.

    • Pronóstico moderadamente bueno.

  • Síndrome del cordón central:

    • Causada por lesiones por hiperextensión, isquemia medular y estenosis espinal cervical.

    • Suele tratarse de una lesión cervical, con mayor debilidad motora en las extremidades superiores que en las inferiores.

    • El patrón de debilidad motora muestra mayor afectación distal en la extremidad afectada que debilidad muscular proximal.

    • La pérdida sensorial es variable, siendo más probable que se vean afectados el dolor y/o la sensación térmica que la propiocepción y/o la vibración.

    • Es frecuente la sensación de quemazón, especialmente en las extremidades superiores.

    • Suele haber preservación de la sensibilidad sacra.

  • Síndrome del cordón posterior:

    • Muy raramente se produce de forma aislada.

    • Causada por un traumatismo penetrante en la espalda o una lesión por hiperextensión asociada a fracturas del arco vertebral.

    • Pérdida de la propiocepción y del sentido de la vibración.

    • Sensación motora y de dolor/temperatura conservadas.

  • Conmoción medular:

    • Raro.

    • Cese temporal de la función neurológica de la médula espinal; sin embargo, se produce una recuperación espontánea en 48 horas.

  • Shock espinal:

    • Flaccidez inmediata, parálisis, arreflexia y pérdida de sensibilidad por debajo del nivel de la lesión medular aguda.

    • Algunos reflejos vuelven al cabo de unos días y la hiperreflexia típica de una lesión de la neurona motora superior en semanas.

  • Shock neurogénico:

    • El choque distributivo por alteración de las fibras simpáticas provoca vasodilatación e hipotensión.

    • Ocurre con lesiones torácicas altas, de la columna cervical y cerebrales profundas (lesión de la médula espinal por encima de T6).

    • La tríada de hipotensión, bradicardia relativa e hipotermia es característica.

    • Areflexia, pérdida de sensibilidad y parálisis flácida por debajo del nivel de la lesión; vejiga flácida y pérdida del tono rectal.

  • Lesión medular sin anomalía radiológica (SCIWORA):9

    • El SCIWORA es un síndrome que se produce cuando la médula espinal sufre daños neuronales durante un acontecimiento traumático sin hallazgos radiológicos positivos.

    • Sólo puede diagnosticarse cuando las exploraciones no muestran ninguna lesión ósea o ligamentosa.

    • Es más frecuente en niños (ya que su columna vertebral es más flexible y menos propensa a sufrir fracturas vertebrales) y conlleva un mal pronóstico.

Evaluación3

La evaluación de los niños con sospecha de lesión de la columna torácica o lumbosacra es difícil y debe tenerse en cuenta la etapa de desarrollo del niño.

Evaluar a la persona para detectar lesiones medulares

Comprueba si la persona:

  • Tiene alguna lesión distractora importante.

  • Está bajo los efectos de las drogas o el alcohol.

  • Está confuso o no está operativo, o tiene un nivel de consciencia reducido.

  • Tiene dolor de columna.

  • Presenta debilidad en manos o pies (evaluación motora).

  • Presenta alteración o ausencia de sensibilidad en las manos o los pies (evaluación sensorial).

  • Tiene priapismo (hombre inconsciente o expuesto).

  • Tiene antecedentes de problemas de columna, como intervenciones quirúrgicas previas o afecciones que predisponen a la inestabilidad de la columna.

Evaluación de lesiones de la columna cervical

Evalúe si la persona tiene un riesgo alto, bajo o nulo de lesión de la columna cervical utilizando la regla canadiense de la columna cervical de la siguiente manera:

La persona tiene un riesgo elevado si presenta al menos uno de los siguientes factores de alto riesgo:

  • Edad igual o superior a 65 años.

  • Mecanismo peligroso de lesión (caída desde una altura superior a 1 metro o cinco escalones, carga axial en la cabeza - por ejemplo, inmersión, colisión de vehículo de motor a alta velocidad, accidente de motor con vuelco, eyección de un vehículo de motor, accidente con vehículos recreativos motorizados, colisión de bicicleta, accidentes de equitación).

  • Parestesia en los miembros superiores o inferiores.

  • La persona tiene un riesgo bajo si presenta al menos uno de los siguientes factores de bajo riesgo:

    • Implicado en una colisión menor por alcance.

    • Cómodo en posición sentada.

    • Ambulatorio en cualquier momento desde la lesión.

    • No hay sensibilidad en la línea media de la columna cervical.

    • Retraso en la aparición del dolor de cuello.

La persona sigue teniendo un riesgo bajo si es incapaz de girar activamente el cuello 45° a izquierda y derecha (la amplitud del cuello sólo puede evaluarse con seguridad si la persona tiene un riesgo bajo y no existen factores de alto riesgo). La persona no corre ningún riesgo si presenta uno de los factores de bajo riesgo anteriores y es capaz de girar activamente el cuello 45° a la izquierda y a la derecha.

Evaluación de lesiones en la columna torácica o lumbosacra

Evalúe a la persona con sospecha de lesión torácica o lumbosacra utilizando estos factores:

  • Edad de 65 años o más y dolor declarado en la columna torácica o lumbosacra.

  • Mecanismo peligroso de lesión (caída desde una altura superior a 3 metros, carga axial en la cabeza o en la base de la columna vertebral - por ejemplo, caídas que caen sobre los pies o las nalgas, colisión de vehículos de motor a gran velocidad, accidente de motor con vuelco, sujeción sólo con cinturón subabdominal, eyección de un vehículo de motor, accidente con vehículos recreativos motorizados, colisión de bicicletas, accidentes de equitación).

  • Patología espinal preexistente, o osteoporosis conocida o en riesgo de padecerla (por ejemplo, uso de esteroides).

  • Sospecha de fractura vertebral en otra región de la columna.

  • Síntomas neurológicos anormales (parestesia o debilidad o entumecimiento).

  • Hallazgos de la exploración: signos neurológicos anormales (déficit motor o sensorial), nueva deformidad o sensibilidad ósea de la línea media (a la palpación), sensibilidad ósea de la línea media (a la percusión) o dolor de la línea media o de la columna vertebral (al toser).

  • En la movilización (sentarse, levantarse, dar un paso, evaluar la marcha): dolor o síntomas neurológicos anormales (parar si esto ocurre).

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Investigaciones10

  • Los niveles de hemoglobina y hematocrito deben medirse inicialmente y controlarse de forma seriada para controlar la pérdida de sangre.

  • Función renal y electrolitos: deshidratación.

  • Realizar análisis de orina para detectar lesiones genitourinarias asociadas.

  • Rayos X:

    • El diagnóstico por imagen comienza con radiografías de la región afectada de la columna vertebral. En algunos centros, la tomografía computarizada ha suplantado a las radiografías simples.

    • Normalmente se realiza primero una serie de radiografías de traumatismo (columna cervical, tórax y pelvis).11

  • La TC puede detectar fracturas no detectadas en las radiografías simples y es la primera investigación radiológica preferida en algunos centros.

  • Si el paciente está inconsciente, la TC del cerebro y de toda la columna cervical se ha convertido en algo rutinario.11

  • Las radiografías de la columna cervical están indicadas en cualquier paciente tras un traumatismo craneal y/o facial, a menos que se cumplan todos los criterios siguientes:12

    • No hay sensibilidad cervical en la línea media.

    • No hay déficit neurológico focal.

    • Alerta normal.

    • Sin intoxicación.

    • Sin lesiones dolorosas que distraigan.

  • Se recomiendan las tres vistas estándar de la columna cervical: anteroposterior, lateral y odontoidea.

  • Las radiografías de la columna torácica y lumbar están indicadas en cualquier paciente con dolor o sensibilidad, una caída importante, un accidente de tráfico de alto impacto, la presencia de otra fractura vertebral y cuando no es posible evaluar al paciente clínicamente. Se recomiendan vistas anteroposteriores y laterales de la columna torácica y lumbar. Las radiografías deben representar adecuadamente todas las vértebras.

  • Tomografía computarizada:

    • Las radiografías simples son insensibles a las fracturas vertebrales pequeñas. En general, la TC debe ser el abordaje de primera línea en pacientes de alto riesgo y las radiografías simples deben reservarse para la evaluación inicial de pacientes con bajo riesgo de lesiones traumáticas.13

    • La TC se reserva para delinear anomalías óseas o fracturas. Algunos estudios han sugerido que la TC con reformateo sagital y coronal es más sensible que las radiografías simples para la detección de fracturas vertebrales.

    • Realizar un TAC en las siguientes situaciones:

      • La radiografía simple es inadecuada.

      • Comodidad y rapidez: por ejemplo, si se requiere un TAC de la cabeza, puede ser más sencillo y rápido obtener al mismo tiempo un TAC de la columna cervical.

      • Las radiografías muestran anomalías sospechosas y/o indeterminadas.

      • Las radiografías muestran la fractura o el desplazamiento: El TAC permite visualizar mejor la extensión y el desplazamiento de la fractura.

    • La TC/RM de la columna torácica y lumbar es esencial para cualquier paciente que presente un déficit neurológico tras un traumatismo.

  • RESONANCIA MAGNÉTICA:

    • La RM ha venido desempeñando un papel cada vez más importante en los pacientes con traumatismos vertebrales debido a su alta sensibilidad para la detección de lesiones agudas de tejidos blandos y de la médula.14

    • Si la radiografía cervical lateral y la TC son negativas, la RM es la investigación de elección para excluir la inestabilidad.

    • Sin embargo, en un paciente adulto con traumatismo contuso y alteración de la sensibilidad, una TC de columna cervical normal se considera concluyente para descartar con seguridad una lesión clínicamente significativa de la columna cervical.15

    • Sin embargo, la lesión medular en niños suele producirse sin fractura ni luxación (véase SCIWORA más arriba).9

    • Los pacientes con signos neurológicos focales, evidencia de lesión medular o discal, y los pacientes cuya cirugía requiera una evaluación medular preoperatoria, también deben someterse a una RM.11

    • La RM de toda la columna está indicada para lesiones multinivel o ligamentosas y para lesiones de cauda equina.

    • La RM es la mejor opción para sospechar lesiones de la médula espinal, compresiones de la médula, fracturas vertebrales a varios niveles y lesiones ligamentosas u otras lesiones o patologías de los tejidos blandos.

    • La RM debe utilizarse para evaluar lesiones de tejidos blandos, como hematomas, abscesos o tumores espinales extradurales, o hemorragias, contusiones y/o edemas de la médula espinal.

    • El deterioro neurológico suele deberse a lesiones secundarias, que provocan edema y/o hemorragia. La RM es la mejor imagen diagnóstica para representar estos cambios.

  • La mielografía por TC puede considerarse si la RM no es factible.

Tratamiento inicial de una lesión medular16 10

  • El mantenimiento de la estabilidad de la columna vertebral y la derivación inmediata al servicio local de traumatología grave adecuado son esenciales para los pacientes con una posible fractura de la columna cervical.

  • Reanimación: reanimación inicial siguiendo el protocolo estándar ABCDE, con la evaluación y el manejo de las vías respiratorias, la respiración y la circulación como primera prioridad.

  • Estabilizar e inmovilizar la columna vertebral:

    • En todas las fases de la evaluación, proteja la columna cervical con inmovilización manual en línea de la columna, especialmente durante cualquier intervención en las vías respiratorias, y evite mover el resto de la columna.

    • El paciente debe ser transportado inmovilizado en un tablero espinal y con un collarín cervical duro para mantener la alineación de la columna.

    • Se debe asegurar al paciente para que, en caso de vómito, se pueda girar rápidamente el tablero espinal mientras el paciente permanece totalmente inmovilizado en posición neutra.

    • El mejor tratamiento inicial es en decúbito supino.

    • Pasar al paciente a decúbito supino es seguro para facilitar la evaluación diagnóstica y el tratamiento.

    • Utilizar analgésicos (inicialmente por vía intravenosa) para mantener el confort del paciente, sobre todo si ha estado tumbado sobre una tabla dura durante un periodo prolongado.

  • Manejo de la vía aérea:

    • En pacientes con lesiones medulares, con o sin lesión de la columna cervical, el manejo de las vías respiratorias suele ser difícil.

    • Todas las intervenciones en las vías respiratorias provocan un movimiento de la columna vertebral; la inmovilización puede tener un efecto modesto en la limitación del movimiento de la columna durante la maniobra en las vías respiratorias.17

    • La columna cervical debe mantenerse en una alineación neutra en todo momento.

    • La limpieza de las secreciones orales y los restos es esencial para mantener una vía aérea permeable y evitar la aspiración.

    • En algunos casos, la maniobra modificada de empuje mandibular y la inserción de una vía aérea oral puede ser todo lo necesario para mantener la vía aérea. Sin embargo, en otros puede ser necesaria la intubación.

    • La técnica ideal para la intubación de urgencia es la intubación por fibra óptica con control de la columna cervical.

    • Indications for intubation in patients with spinal cord injury are acute respiratory failure, decreased level of consciousness (Glasgow score <9), increased respiratory rate with hypoxia, PCO2 more than 50 mm Hg, and vital capacity less than 10 mL/kg. If a lesion is present at or above C5, intubation and assisted ventilation will often be required.

  • Respiración:

    • Administrar oxígeno (la hipoxia puede comprometer la médula lesionada).

    • Observe si la respiración paradójica (diafragmática) indica una posible lesión cervical.

  • Hipotensión:

    • Puede deberse a hemorragia o shock neurogénico en lesiones medulares agudas.

    • La hemorragia puede deberse a otras lesiones, como fracturas torácicas, intraabdominales, retroperitoneales, pélvicas o de huesos largos.

    • El tratamiento inicial del shock medular consiste en una cuidadosa reposición de líquidos, normalmente con una solución cristaloide isotónica.

  • La bradicardia hemodinámicamente significativa debe tratarse con atropina (la estimulación faríngea -por ejemplo, la succión oral- también puede inducir una bradicardia significativa).

  • Para las personas con lesión medular, utilice morfina intravenosa como analgésico de primera línea y ajuste la dosis según sea necesario para conseguir un alivio adecuado del dolor.3

  • Debe insertarse un catéter urinario y controlarse la diuresis. Ocasionalmente, se requiere un inotropo positivo como la dopamina.

  • Lesión craneal asociada: puede requerir una evaluación con TC y un tratamiento adecuado.

  • El íleo es frecuente. Es esencial una sonda nasogástrica. Deben utilizarse antieméticos para prevenir la aspiración.

  • Prevención de las úlceras por presión: giro regular del paciente, acolchado protector de todas las superficies extensoras y retirada del tablero espinal tan pronto como sea seguro y apropiado.

  • El tratamiento con dosis altas de esteroides con metilprednisolona es el único tratamiento farmacológico que ha demostrado ser eficaz cuando se administra en las ocho horas siguientes a la lesión.18 Sin embargo, el uso de metilprednisolona sigue siendo controvertido y sólo se considera de beneficio marginal.19

  • El tratamiento de las complicaciones y/o lesiones pulmonares en los pacientes incluye oxígeno para todos los pacientes y tratamiento adecuado del neumotórax y/o hemotórax.

  • Evaluación y seguimiento adicionales:

    • Monitorización ECG.

    • Monitoriza la escala de coma de Glasgow.

    • Temperatura: puede haber pérdida de termorregulación, por lo que se debe mantener al paciente cómodamente abrigado.

    • Es esencial una evaluación exhaustiva pero rápida de todas las lesiones importantes. Examen de pies a cabeza para detectar otras lesiones, especialmente neurológicas y esqueléticas.

    • Examen neurológico completo de las funciones motoras y sensoriales.

Extricación3

  • Cuando exista una amenaza inmediata para la vida de una persona y sea necesaria una extracción rápida, haga todo lo posible por limitar el movimiento de la columna vertebral sin retrasar el tratamiento.

  • Considere la posibilidad de pedir a una persona que se autoextraiga si no está físicamente atrapada y no presenta ninguno de los siguientes síntomas:

    • Lesiones distractoras significativas.

    • Síntomas neurológicos anormales (parestesia o debilidad o entumecimiento).

    • Dolor de columna.

    • Factores de alto riesgo de lesión de la columna cervical evaluados por la regla canadiense de la columna cervical.

  • Explique a una persona que se está autoextrayendo que si desarrolla algún dolor en la columna vertebral, entumecimiento, hormigueo o debilidad, debe dejar de moverse y esperar a que la trasladen.

  • Cuando una persona se haya autoextraído, pídale que se tumbe en decúbito supino en una camilla colocada junto al vehículo o incidente en la ambulancia; evalúe si tiene lesiones medulares y controle su estado.

  • Las personas con sospecha de lesión medular no deben ser transportadas en un longboard ni en ningún otro dispositivo de extricación. Un longboard solo debe utilizarse como dispositivo de extricación
    .

Tratamiento posterior de una lesión medular16 20 21

  • Derivación inmediata a un neurocirujano y a cualquier otra especialidad, dependiendo de la naturaleza de las lesiones, especialmente a un traumatólogo ortopédico y a un cirujano general. Una vez estabilizados, los pacientes deben ser derivados a un centro regional de lesiones medulares.

  • Se recomienda la descompresión urgente de la médula espinal en pacientes con lesiones extradurales, como los hematomas epidurales. El pinzamiento de los nervios espinales o el deterioro neurológico agudo requieren una intervención quirúrgica urgente.

  • Un enfoque interdisciplinario es esencial en la rehabilitación. El equipo incluirá a la familia del paciente, el fisioterapeuta, el terapeuta ocupacional, el dietista, el psicólogo, el logopeda, el trabajador social y otros especialistas consultores, según sea necesario.

  • Espasticidad tras una lesión medular: una revisión encontró un efecto significativo de la tizanidina, pero no de la gabapentina, la clonidina, el diazepam o el baclofeno oral.22

  • El entrenamiento muscular respiratorio es eficaz para aumentar la fuerza muscular respiratoria y quizás también los volúmenes pulmonares de las personas con lesión medular cervical.23

Complicaciones de las lesiones medulares16

  • Las lesiones medulares se asocian a graves daños neurológicos y pueden provocar paraplejia, tetraplejia o la muerte.3 El déficit neurológico suele aumentar durante los primeros días tras una lesión medular aguda. Uno de los primeros signos de deterioro es la extensión cefálica del déficit sensitivo.

  • Disreflexia autonómica: asociada a una lesión de la médula espinal en T6 o por encima. Si no se trata a tiempo y correctamente, puede provocar convulsiones, ictus e incluso la muerte. Sus características son:

    • Hipertensión aguda no controlada.

    • Dolor de cabeza intenso.

    • Sudoración intensa y manchas en la piel por encima del nivel de la lesión.

    • Piel fría y húmeda por debajo del nivel de la lesión.

    • Inquietud.

    • Opresión en el pecho.

    • Bradicardia.

    • Pupilas dilatadas.

  • Úlceras por presión: es esencial girar al paciente con cuidado y frecuencia.

  • Hipotermia.

  • Las complicaciones pulmonares potenciales incluyen aspiración, neumonía, síndrome de dificultad respiratoria aguda, atelectasia, desajuste ventilación-perfusión y disminución de la tos con retención de secreciones.

  • El dolor musculoesquelético crónico es frecuente en las personas con lesión medular.24

  • Puede producirse depresión y las personas con lesión medular tienen un mayor riesgo de suicidio.

  • Las principales causas de muerte tras una lesión medular son la neumonía, la embolia pulmonar, la septicemia y la lesión renal aguda.

Pronóstico16

  • La médula espinal tiene un poder de regeneración muy limitado. Los pacientes con una lesión medular completa tienen muy pocas probabilidades de recuperarse, sobre todo si la parálisis persiste más de 72 horas. El pronóstico es mucho mejor para los síndromes medulares incompletos.

  • El pronóstico de las fracturas y luxaciones de la columna cervical es muy variable, dependiendo del grado de discapacidad neurológica.

  • El pronóstico del déficit neurológico depende de la magnitud del daño medular presente al inicio.

  • Además de la disfunción neurológica, el pronóstico también viene determinado por la prevención y el tratamiento eficaz de las infecciones, como la neumonía y las infecciones del tracto urinario.

  • En general, la mayoría de las personas recuperan parte de la función motora, sobre todo en los primeros seis meses, aunque puede observarse una mejoría años más tarde.

  • Las personas que sobreviven a una lesión medular suelen tener complicaciones médicas, como dolor crónico, disfunción vesical e intestinal y mayor propensión a las infecciones de las vías respiratorias bajas.

Prevención

  • Evitar el consumo excesivo de alcohol.

  • Seguridad vial.

  • Fomentar el cumplimiento de las normas y reglamentos de seguridad en las actividades de alto riesgo, como el rugby, las actividades ecuestres o el ala delta.

Lecturas complementarias y referencias

  • Rouanet C, Reges D, Rocha E, et al; Lesión medular traumática: conceptos actuales y actualización del tratamiento. Arq Neuropsiquiatr. 2017 Jun;75(6):387-393. doi: 10.1590/0004-282X20170048.
  1. Dalbayrak S, Yaman O, Yilmaz TEstrategias quirúrgicas actuales y futuras para las lesiones medulares. World J Orthop. 2015 Jan 18;6(1):34-41. doi: 10.5312/wjo.v6.i1.34. eCollection 2015 Jan 18.
  2. Ahuja CS, Nori S, Tetreault L, et al.Lesiones traumáticas de la médula espinal: reparación y regeneración. Neurosurgery. 2017 Mar 1;80(3S):S9-S22. doi: 10.1093/neuros/nyw080.
  3. Lesión medular: evaluación y tratamiento inicialGuía NICE (febrero de 2016)
  4. Lee BB, Cripps RA, Fitzharris M, et al.El mapa global de la epidemiología de la lesión medular traumática: actualización 2011, tasa de incidencia global. Spinal Cord. 2013 Feb 26. doi: 10.1038/sc.2012.158.
  5. Parent S, Mac-Thiong JM, Roy-Beaudry M, et al.Lesión medular en la población pediátrica: revisión sistemática de la literatura. J Neurotrauma. 2011 Aug;28(8):1515-24. doi: 10.1089/neu.2009.1153. Epub 2011 jun 9.
  6. Mehrholz J, Kugler J, Pohl MEntrenamiento locomotor para caminar después de una lesión de la médula espinal (Revision Cochrane traducida). Cochrane Database Syst Rev. 2012 Nov 14;11:CD006676. doi: 10.1002/14651858.CD006676.pub3.
  7. Feuchtbaum E, Buchowski J, Zebala LTraumatismo subaxial de la columna cervical. Curr Rev Musculoskelet Med. 2016 Dec;9(4):496-504.
  8. McColl MA, Aiken A, McColl A, et alPrimary care of people with spinal cord injury: scoping review. Can Fam Physician. 2012 Nov;58(11):1207-16, e626-35.
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