Síndrome de dolor regional complejo (SDRC)
Revisado por Dr Toni Hazell, MRCGPÚltima actualización por Dr Rosalyn Adleman, MRCGPÚltima actualización 14 Mar 2025
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El síndrome de dolor regional complejo es una afección debilitante y dolorosa de una extremidad, asociada a anomalías nerviosas, cutáneas y óseas. Suele aparecer tras una lesión en esa extremidad. Sin embargo, no existe relación con la gravedad de la lesión y, en algunos casos, no hay antecedentes de lesión alguna. Suele afectar a una extremidad, pero puede extenderse a otras.
Los síntomas del síndrome de dolor regional complejo varían en gravedad y duración.
El síntoma principal es el dolor en un brazo o una pierna, que suele ser quemante, agudo, punzante o urticante. El tratamiento precoz suele ser eficaz para tratar los síntomas. En ocasiones, el síndrome de dolor regional complejo puede causar problemas graves y ser difícil de tratar.
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¿Qué es el síndrome de dolor regional complejo?
El síndrome de dolor regional complejo (SDRC) es una reacción del organismo a una lesión más fuerte de lo normal. No se conoce la causa del SDRC, pero se está investigando para entenderlo mejor. Los nervios de la extremidad afectada se vuelven mucho más sensibles que otros nervios, lo que provoca dolor y sensibilidad en la zona afectada. El cerebro también está implicado. Cambia la forma en que el cerebro se comunica con el brazo o la pierna afectados.
El dolor suele empezar después de una lesión, pero puede aparecer sin que haya lesión. Suele afectar a un brazo o una pierna, pero puede afectar a otra parte del cuerpo. La lesión puede ser grave, como un hueso roto o un nervio dañado, o puede tratarse de una lesión menor.
El SDRC no está en tu imaginación ni en tu mente. Sin embargo, algunos factores emocionales, como el miedo, la preocupación o sentirse deprimido, pueden hacer que el dolor sea peor de lo que ya es.
Síntomas del CRPS
Los síntomas del SDRC varían en gravedad y duración. Los síntomas suelen empezar un mes después de una lesión o tras haber tenido que guardar cama durante mucho tiempo. El síntoma principal es el dolor en el brazo o la pierna, que suele ser ardiente, agudo, punzante o punzante. También puede haber hormigueo y entumecimiento.
Los síntomas suelen ser mucho peores de lo que cabría esperar de la lesión. El dolor del SDRC continúa después de que se haya curado la lesión original. Los síntomas suelen ser graves y afectan mucho a las actividades cotidianas. El dolor puede extenderse a otras extremidades. El dolor es constante y puede empeorar en lugar de mejorar con el tiempo. Se cree que permanecer en cama y no moverse empeora el dolor y la rigidez.
El movimiento puede verse limitado, tanto por el dolor como por la rigidez de las articulaciones. Los músculos pueden debilitarse. Pueden aparecer otros problemas musculares, como espasmos repentinos e intensos, temblores, sacudidas bruscas y otros movimientos anormales.
El dolor y otros síntomas suelen extenderse por el brazo o la pierna desde el lugar de la lesión original. Los síntomas pueden afectar repentinamente a la extremidad opuesta.
Muchos pacientes dicen que "sienten algo extraño" en su extremidad. Puede sentirse como si no perteneciera al resto del cuerpo y como si no fuera su propia extremidad. A veces la extremidad parece más grande o más pequeña de lo normal.
Además de dolor, la zona afectada puede presentar otros síntomas como:
Sensibilidad cutánea: la piel puede volverse hipersensible al tacto ligero.
Alodinia: significa que sientes dolor incluso después de un contacto suave, como el roce de la ropa o incluso el soplo de aire sobre la piel. Esto puede percibirse como un dolor intenso.
Hinchazón: puede producirse sobre la región dolorida.
Diferencias de temperatura entre lados opuestos: el brazo o la pierna afectados pueden estar a menudo más calientes o más fríos y la temperatura puede variar constantemente.
Sudoración anormal.
Cambios en la piel:
Pueden producirse cambios anormales en la piel, como "piel de gallina" y erupciones cutáneas.
Puede haber cambios en el color de la piel de la extremidad afectada.
Pueden producirse infecciones cutáneas que pueden ser muy graves.
La piel puede volverse brillante, seca o escamosa.
Cambios en el cabello: el cabello puede volverse grueso, pero luego se vuelve fino.
Cambios en las uñas de las manos o de los pies: las uñas de la zona afectada pueden volverse quebradizas (se desmenuzan o se rompen con facilidad) y crecer más rápido al principio y luego más despacio.
Síntomas psicológicos
Los síntomas psicológicos pueden incluir:
Dificultad para relajarse.
Sentirse menos seguro de sí mismo.
Sentirse incapaz de hacer frente a la situación.
Dificultad para obtener o aceptar el apoyo de amigos o familiares.
Depresión (es frecuente).
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Causas del síndrome de dolor regional complejo
Suele haber antecedentes de lesiones. La lesión puede ser muy leve, como un corte en el dedo. Los síntomas no parecen estar relacionados con la gravedad de la lesión. La lesión puede ser tan pequeña que ni siquiera se recuerde.
El SDRC también puede aparecer tras otros problemas, como un traumatismo craneoencefálico, un ictus o un reposo prolongado en cama.
Tratamiento del síndrome de dolor regional complejo
La atención al SDRC tiene como objetivo proporcionar educación, alivio del dolor, rehabilitación física y apoyo psicológico. Se carece de pruebas de alta calidad sobre la eficacia de la mayoría de los tratamientos individuales y es necesario seguir investigando.
Sin embargo, se cree que el tratamiento precoz que aborda el problema en su totalidad es el más eficaz. El tratamiento incluye ayudarle a comprender la enfermedad y lo que puede hacer para ayudarse a sí mismo. Otros tratamientos pueden reducir el dolor, o ser tratamientos físicos como la fisioterapia, o apoyo y tratamiento para cualquier dificultad psicológica. El tratamiento adecuado para el SDRC es diferente para cada persona, pero el objetivo de todos los tratamientos es permitirle utilizar el brazo o la pierna afectados con la mayor normalidad posible.
¿Necesito ver a un especialista?
Por lo general, su médico de cabecera le remitirá a un especialista para que:
El diagnóstico del SDRC puede confirmarse.
Se pueden descartar otras causas de sus síntomas.
Se le puede ayudar con un plan de tratamiento para controlar los síntomas difíciles, incluidos el dolor y la angustia.
Se puede ofrecer tratamiento para mantenerle lo más activo posible, incluida la fisioterapia.
Si sus síntomas son más graves y no mejoran con el tratamiento, es posible que deba ser derivado a una clínica especializada en el dolor o a otra unidad especializada para recibir tratamientos adicionales. Debido a los diferentes síntomas del SDRC, es posible que también tengas que acudir a otros equipos médicos, como los siguientes:
Un especialista en huesos (traumatólogo).
Un especialista en huesos y articulaciones (reumatólogo).
Un especialista en nervios (neurólogo).
Un especialista de la piel (dermatólogo).
Rehabilitación
La rehabilitación debe considerarse para cualquier persona con SDRC y debe iniciarse pronto. El apoyo y el tratamiento de un fisioterapeuta y un terapeuta ocupacional son muy importantes. Aunque el ejercicio puede empeorar el dolor, no hacer ejercicio también lo empeora y el terapeuta te ayudará a encontrar el "término medio".
La rehabilitación consiste en ayudarle a utilizar la extremidad con ejercicios suaves y a hacerla menos sensible. Otros tratamientos ayudan a utilizar la extremidad con más normalidad y a reducir la hinchazón (edema).
Las unidades especializadas también pueden utilizar tratamientos más especializados, como la retroalimentación visual en espejo y la imaginería motora graduada.
La retroalimentación visual en el espejo consiste en describir el brazo o la pierna afectados y los no afectados con los ojos cerrados. A continuación, imagina que mueves el brazo o la pierna afectados y hazlo mientras te miras en un espejo.
La imaginería motora graduada consiste en que usted se imagine moviendo el brazo o la pierna afectados y también observando su extremidad normal en un espejo mientras la mueve.
Tratamiento farmacológico
Pueden utilizarse medicamentos para reducir el dolor y ayudarle a dormir. Primero se utilizan medicamentos sencillos para aliviar el dolor, como los antiinflamatorios no esteroideos (AINE). Luego se aumentan la potencia y la dosis de los medicamentos hasta que el dolor se controla lo suficiente como para que pueda utilizar un poco el brazo o la pierna.
Si el dolor no se reduce, se utilizan otros tipos de medicamentos, como los antidepresivos tricíclicos.
Puede que le ofrezcan medicamentos como la gabapentina (desarrollada originalmente para tratar la epilepsia) como parte de un ensayo clínico.
La recomendación actual es que el SDRC no debe tratarse con analgésicos "opiáceos" potentes ni con medicamentos a base de cannabis.
Para más detalles, consulte el folleto separado titulado Dolor neuropático.
También pueden ser necesarios medicamentos para la depresión.
El pamidronato es un bifosfonato que se administra mediante inyección lenta en vena. Puede administrarse como tratamiento único si has tenido SDRC durante menos de seis meses pero no mejora.
Es posible que le ofrezcan un tratamiento con anestesia local, ya sea por vía intravenosa o aplicada sobre la piel. Pero esto solo debe ofrecerse si forma parte de un ensayo clínico.
Apoyo y tratamiento psicológico
A veces el tratamiento psicológico puede ayudar a reducir la angustia. Una evaluación psicológica realizada por un experto en dolor crónico puede ayudar a identificar los problemas que pueden ayudarse. Las intervenciones psicológicas (como la terapia cognitivo-conductual y las técnicas de relajación) pueden ayudar a superar las dificultades emocionales asociadas al SDRC.
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¿Cuáles son los tratamientos especializados para el SDRC?
Existen dos tratamientos especializados para el SDRC:
Programa de tratamiento del dolor (PMP)
Se trata de un programa para ayudarle a mejorar su calidad de vida y a controlar mejor su dolor. El PMP se imparte a un grupo de personas con SDRC e incluye ayuda de distintos profesionales sanitarios, como médicos, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales y psicólogos.
Estimulación de la médula espinal (EME)
Consiste en utilizar un fino alambre que se coloca cerca de los nervios de la espalda y se conecta a un "estimulador". El cable se mantiene en su sitio durante un breve periodo de tiempo y, si funciona bien, puede operarse para hacerlo permanente. El SCS puede retirarse cuando ya no sea necesario. Algunos estudios sugieren que los efectos del SCS pueden no ser permanentes.
Las investigaciones demuestran que en algunos pacientes estos tratamientos pueden funcionar muy bien. Los centros especializados también pueden utilizar otros tratamientos. La evidencia de estos tratamientos especializados no está completamente demostrada, pero muchas personas con SDRC han encontrado uno o más de ellos muy útiles.
¿Cuál es el resultado (pronóstico)?
La mayoría de las personas con SDRC mejoran. El SDRC es muy variable tanto en la gravedad de los síntomas como en su duración. El SDRC puede ser leve y mejorar por sí solo o con tratamiento.
En algunas personas, el SDRC puede causar síntomas graves y durar muchos años, provocando graves dificultades físicas y psicológicas, e incluso el suicidio.
De momento no hay forma de saber si tu SDRC será de los que mejoran o cuándo. Aunque padezcas SDRC durante varios años, el resto de tu cuerpo seguirá funcionando con normalidad.
Algunas personas con SDRC tienen épocas en las que los síntomas son graves (exacerbaciones) y otras en las que los síntomas son mucho menores o incluso desaparecen (remisiones). Los periodos de exacerbación pueden durar semanas, meses o años.
Si no se diagnostica y trata, el SDRC puede extenderse y afectar a otras extremidades. Esto hace que el CRPS sea mucho más difícil de tratar.
¿Es frecuente el síndrome de dolor regional complejo?
El SDRC afecta aproximadamente a 1 de cada 4.000 personas cada año. El SDRC puede afectar a cualquier edad, pero es más frecuente entre los 40 y los 60 años. También puede afectar a niños, aunque es muy poco frecuente en menores de 6 años. El número de casos de SDRC entre adolescentes y adultos jóvenes está aumentando. Aunque el SDRC puede comenzar tras una lesión menor, es más frecuente tras una lesión de un nervio o tras una fractura.
¿Existen pruebas para el síndrome de dolor regional complejo?
El diagnóstico suele realizarse mediante un examen realizado por un especialista. El diagnóstico puede ser difícil, sobre todo en las primeras fases. Es muy importante diagnosticar el SDRC lo antes posible porque el tratamiento precoz ayuda a recuperarse más rápidamente.
No existen análisis de sangre ni otras pruebas específicas. Sin embargo, es probable que le hagan varias pruebas para descartar otras causas. Por ejemplo: análisis de sangre, radiografías, resonancia magnética y pruebas de conducción nerviosa.
¿Puede prevenirse el síndrome de dolor regional complejo?
Las personas que sufren fracturas deben intentar mover la parte de la extremidad que puedan mover tanto como sea posible. También se les aconseja un buen aporte de vitamina C, pero no está demostrado que el SDRC pueda prevenirse.
Lecturas complementarias y referencias
- Harden RN, Oaklander AL, Burton AW, et al.Síndrome de dolor regional complejo: directrices prácticas de diagnóstico y tratamiento, 4ª edición. Pain Med. 2013 Feb;14(2):180-229. doi: 10.1111/pme.12033. Epub 2013 Ene 17.
- O'Connell NE, Wand BM, McAuley J, et al.Intervenciones para el tratamiento del dolor y la discapacidad en adultos con síndrome de dolor regional complejo (Revisión Cochrane traducida). Cochrane Database Syst Rev. 2013 Apr 30;4:CD009416. doi: 10.1002/14651858.CD009416.pub2.
- Shim H, Rose J, Halle S, et al.; Síndrome de dolor regional complejo: una revisión narrativa para el clínico practicante. Br J Anaesth. 2019 Aug;123(2):e424-e433. doi: 10.1016/j.bja.2019.03.030. Epub 2019 2 de mayo.
- Síndrome de dolor regional complejo en adultos (2ª edición); Directriz del Real Colegio de Médicos (julio de 2018).
- Dolor crónico (primario y secundario) en mayores de 16 años: evaluación de todo el dolor crónico y tratamiento del dolor crónico primarioGuía NICE (abril 2021)
- Harden RN, McCabe CS, Goebel A, et al.Síndrome de dolor regional complejo: Guía práctica de diagnóstico y tratamiento, 5ª edición. Pain Med. 2022 Jun 10;23(Suppl 1):S1-S53. doi: 10.1093/pm/pnac046.
Historia del artículo
La información de esta página ha sido redactada y revisada por médicos cualificados.
Fecha prevista para la próxima revisión: 13 mar 2027
14 mar 2025 | Última versión

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