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Mano que sostiene un tenedor con el cerebro en un extremo y alimentos sanos en el otro, simbolizando la conexión cerebro-nutrición.

¿Cuál es la relación entre el SII y la ansiedad?

El síndrome del intestino irritable (SII) puede provocar una combinación de retortijones, diarrea, hinchazón y estreñimiento. Es un problema de salud a largo plazo que puede afectar a la calidad de vida. Aunque cambiar la dieta y tomar ciertos medicamentos puede ayudar, una mala salud mental y los síntomas del SII pueden agravarse mutuamente.

El SII es una enfermedad frecuente que afecta hasta a 1 de cada 5 personas en el mundo.

Según Tina Wright, psicoterapeuta especializada en SII, Evolve Psychotherapy, Norfolk, Reino Unido, hasta 6 de cada 10 personas con SII afirman padecer ansiedad o depresión.

Explica que las personas con SII suelen desarrollar un miedo exacerbado a los síntomas en situaciones públicas o sociales. Esto puede crear un ciclo de preocupación y malestar físico.

"La ansiedad puede desencadenar brotes de SII, mientras que síntomas del SII como la urgencia o la diarrea pueden, a su vez, empeorar la ansiedad", afirma Wright. "Esta interacción pone de relieve la importancia de abordar tanto la salud física como la mental a la hora de tratar el SII".

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¿Qué es el eje intestino-cerebro?

Eje intestino-cerebro

Eje intestino-cerebro

Tu estado emocional puede influir mucho en el SII y hacer que empeoren tus síntomas intestinales.

El eje intestino-cerebro es un sistema de comunicación bidireccional que conecta el intestino y el cerebro. Esto ocurre principalmente a través del nervio vago, uno de los principales responsables de la transmisión de señales entre ambos. Las señales hormonales, como la serotonina, y el microbioma intest inal desempeñan un papel importante en esta relación.

Wright explica con más detalle las funciones específicas de cada componente:

  • Serotonina: aunque a menudo se asocia con la regulación del estado de ánimo en el cerebro, el 90% de la serotonina se produce en el intestino, donde regula el movimiento de los alimentos a través del tubo digestivo (motilidad intestinal). La serotonina producida en el intestino no puede atravesar la barrera hematoencefálica, por lo que no influye directamente en el estado de ánimo.

  • Estrés, adrenalina e intestino: cuando el cuerpo percibe una amenaza, activa la respuesta de "lucha o huida", liberando adrenalina. Esto puede aumentar la motilidad intestinal, provocando diarrea al reducir la cantidad de agua reabsorbida en los intestinos. Si padeces SII, esta respuesta al estrés puede agravar los síntomas en situaciones que te provoquen ansiedad.

  • Percepción del dolor y sensibilidad intestinal: las investigaciones sugieren que las personas con SII tienen una mayor sensibilidad a las sensaciones intestinales. Incluso los niveles normales de gases o distensión, que pueden pasar desapercibidos para los demás, se perciben como dolorosos o angustiosos en las personas con SII. Esta mayor percepción del dolor, combinada con el estrés y la ansiedad, empeora los síntomas del SII.

Cómo controlar el SII y la ansiedad

Cómo controlar el SII y la ansiedad

Cómo controlar el SII y la ansiedad

Modificar el estilo de vida también puede ayudar a controlar tanto el SII como la ansiedad. Según Wright, existen algunas estrategias eficaces para minimizar estos síntomas.

Desestresarse

El estrés prolongado puede afectar negativamente a su intestino, por lo que encontrar formas de controlarlo es esencial para su salud.

Algunos consejos útiles pueden ser:

  • Meditación de atención plena: reduce la gravedad de los síntomas y fomenta la resiliencia emocional.

  • Yoga y ejercicio suave: pueden ayudar a mejorar la motilidad intestinal y a reducir las hormonas del estrés, como el cortisol.

  • Paseos por la naturaleza: la exposición a espacios verdes puede reducir los niveles de estrés y mejorar el estado de ánimo.

Dormir más

No dormir lo suficiente -tanto en calidad como en cantidad- puede aumentar los niveles de estrés y hacer que tu intestino sea más sensible.

Puede favorecer un sueño reparador

  • Mantener un horario de sueño regular.

  • Evitar la cafeína o las comidas copiosas antes de acostarse.

  • Practicar técnicas de relajación como la relajación muscular progresiva.

Aquí encontrará algunos consejos útiles que le ayudarán a dormir bien.

Come bien

Comer alimentos que nutran el intestino puede mejorar tanto la salud intestinal como el bienestar general.

Wright recomienda los siguientes alimentos por ser especialmente buenos para el intestino:

  • Los alimentos fermentados (yogur, kéfir y kimchi) favorecen la salud de las bacterias intestinales.

  • Ácidos grasos omega-3: presentes en el salmón, las semillas de lino y las nueces, estas grasas insaturadas pueden ayudar a reducir la inflamación.

  • Alimentos de origen vegetal: elija una variedad de frutas, verduras y cereales integrales para mantener un microbioma intestinal sano.

Pruebe los probióticos

Los probióticos son microorganismos amistosos que ayudan a mantener el intestino sano. Al incorporar probióticos a tu dieta, puedes mantener un microbioma intestinal equilibrado, ayudando a que prosperen las bacterias buenas y minimizando el crecimiento de las dañinas.

Wright explica que un microbioma intestinal sano es vital tanto para la digestión como para el bienestar emocional.

"Se ha demostrado que cepas probióticas específicas como Lactobacillus rhamnosus y Bifidobacterium longum reducen el dolor abdominal y mejoran la salud mental", afirma. "Una amplia gama de alimentos de origen vegetal favorece la diversidad microbiana, que está relacionada con la mejora de la salud intestinal y mental".

Gestionar los miedos

Aunque la dieta no es la única solución para reducir los síntomas del SII, desempeña un papel fundamental en su control.

Los oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles fermentables (FODMAP) son hidratos de carbono que fermentan en el intestino y producen gases.

Los alimentos FODMAP más comunes son:

  • Cebollas.

  • Ajo.

  • Judías.

  • Ciertas frutas.

"Se cree que estos alimentos pueden provocar brotes de SII en algunas personas", explica Wright. "Sin embargo, las investigaciones sugieren que los gases producidos no son distintos en quienes padecen o no SII. En cambio, quienes padecen SII pueden experimentar una mayor sensibilidad a los gases y a la hinchazón, lo que hace que las molestias alimentarias sean más dolorosas."

Añade que controlar la sensibilidad intestinal y la percepción del dolor es mejor que confiar en dietas demasiado restrictivas. Esto suele implicar abordar la ansiedad y crear tolerancia a alimentos que antes se temían.

"Una dieta diversa -como la mediterránea- rica en frutas, verduras, frutos secos, semillas, legumbres, cereales integrales y grasas saludables ayuda a equilibrar el microbioma intestinal", dice Wright. "Sin embargo, estos alimentos son a menudo evitados por las personas con SII debido al miedo a los síntomas, por lo que trabajar para reducir la ansiedad mientras se reintroduce gradualmente la variedad es esencial."

Aliviar la ansiedad

Controlar la ansiedad durante los brotes de SII es fundamental para romper el ciclo estrés-síntomas.

Wright te recomienda que pruebes estas técnicas rápidas:

  1. Respiración diafragmática - concéntrese en respiraciones lentas y profundas que expandan el vientre en lugar del pecho. Inspira contando hasta 4 y espira contando hasta 6 y repite 6 veces.

  2. Relajación muscular progresiva (RMP): tensa y suelta cada grupo muscular de la cabeza a los pies para aliviar la tensión física y el estrés mental.

  3. Técnicas de conexión a tierra : utiliza el método 5-4-3-2-1 para anclarte en el presente. Identifica 5 cosas que puedas ver, 4 que puedas tocar, 3 que puedas oír, 2 que puedas oler y 1 que puedas saborear.

  4. Autoconfianza: recuérdese a sí mismo que, aunque los síntomas del SII son incómodos, no son peligrosos. Practicar la autocompasión puede ayudar a reducir el ciclo de miedo y síntomas.

Terapia cognitivo-conductual (TCC)

Dada la estrecha relación entre el SII, el estrés y la ansiedad, la TCC puede ser una herramienta poderosa para ayudar a cuestionar los patrones de pensamiento negativos y reducir los síntomas del SII.

Wright explica que puede ayudarte:

  • Reformule los pensamientos ansiosos sobre sus síntomas.

  • Cuestionar las creencias sobre resultados catastróficos, por ejemplo, el miedo a la vergüenza pública.

  • Desarrollar estrategias de afrontamiento para gestionar la angustia relacionada con el SII.

Reducir los factores desencadenantes

Los factores desencadenantes del SII suelen ser el estrés, la dieta o los cambios hormonales.

Wright sugiere que un enfoque múltiple que aborde la dieta, la microbiota intestinal y el estrés suele ser la forma más eficaz de controlar el SII y la ansiedad.

"El SII y la ansiedad están estrechamente relacionados, pero entender la conexión intestino-cerebro y adoptar estrategias basadas en la evidencia puede romper el ciclo de síntomas y estrés", concluye. "Controlando los miedos alimentarios, restableciendo el equilibrio intestinal y aumentando la resiliencia emocional, es posible recuperar el control y llevar una vida plena".

¿Cuál es la relación entre el SII y la ansiedad?

Ben Hudson

Historia del artículo

La información de esta página ha sido revisada por médicos cualificados.

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