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Cómo ayudar a sus hijos a comer sano en Navidad

Cómo ayudar a sus hijos a comer sano en Navidad

La Navidad es una época en la que muchos relajamos las normas sobre la comida. Pero cuando se trata de la salud de nuestros hijos, ¿cuánto es demasiado y dónde debemos poner el límite?

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Caprichos a corto plazo

La mayoría de nosotros permitimos a nuestros hijos algún capricho extra el día de Navidad, pero es difícil no sentirse un poco culpable al ver a nuestros pequeños masticar su chocolate navideño. La buena noticia es que no pasa nada por darse un capricho, siempre que sea por un día o dos.

"La Navidad es una época para disfrutar con la familia, y la comida festiva desempeña un papel importante en ello. Algunos grupos de alimentos nutritivos, como la fruta y la verdura, pueden pasarse por alto y los alimentos ricos en azúcares y grasas pueden ocupar un lugar central", explica Emily Bloxam, dietista pediátrica de City Dietitians. "Pero un día de 'todo vale' no supondrá una diferencia significativa si pensamos en la variedad que comen nuestros hijos durante un periodo de tiempo más largo".

Además, aunque nos preocupemos por la cantidad de patatas asadas y pasteles de carne que han comido nuestros hijos en Navidad, puede que la comida navideña no sea tan mala para nosotros como pensamos. Por el contrario, Bloxam sugiere que muchos grupos de alimentos, como los hidratos de carbono, las proteínas, los lácteos, las frutas y las verduras, forman parte de una cena navideña tradicional. "Esto significa que nuestros hijos pueden consumir muchos de los grupos de alimentos clave que necesitan", afirma.

¿Demasiado de algo bueno?

Para la mayoría de los niños, las vacaciones de Navidad duran dos semanas. En una época en la que muchos de nosotros nos quedamos en casa y en la que suele haber fácil acceso a tentadores caprichos, es importante mantener al mínimo los excesos durante la mayor parte de ese tiempo. De lo contrario, es muy posible que la salud y la forma física de nuestros hijos se resientan.

Teniendo en cuenta que los dulces también afectan al comportamiento y al estado de ánimo de los niños, y que la falta de fibra en la dieta contribuye a problemas como el estreñimiento, también es esencial que vigilemos la ingesta de nuestros hijos para asegurarnos de que el periodo navideño siga siendo alegre.

"Comer alimentos ricos en azúcar puede provocar una subida rápida del azúcar en sangre seguida de una bajada. Este patrón irregular puede afectar al humor, el comportamiento y la concentración de los niños, además de provocar cansancio, falta de sueño y riesgo de caries", explica Bloxam.

Además, demasiadas golosinas y poca fruta y verdura provocarán "una disminución de la ingesta de fibra, lo que podría dar lugar a cambios intestinales a corto plazo, como estreñimiento y dolores de barriga."

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El equilibrio es la clave

Ningún padre quiere ser un grinch navideño y decir no a los dulces y el chocolate a todas horas. Pero también queremos que nuestros hijos se mantengan sanos y en forma.

La clave es el equilibrio: "Las normas pueden suavizarse, pero es importante dar cada día una variedad de los grupos de alimentos clave, comiendo con moderación alimentos ricos en azúcar y grasas. Esto ayudará a los niños a mantenerse sanos y felices durante las fiestas", coincide Bloxam.

Hacerlo divertido

Algo que nunca está de más en estas fechas es la diversión navideña. Para animar a los niños a comer más sano estas Navidades, busca formas de aumentar el factor diversión. Ruth Chubb, que dirige el Club de Cocina Tres Osos, sugiere:

Implicar a los niños

"Si los niños participan en la preparación de los alimentos, no sólo es más probable que quieran comérselos, sino que también desarrollarán una mayor comprensión de lo que contienen", explica. "Por ejemplo, mi hija solía sacar las cebollas de la salsa de la pasta, pero una vez que la habíamos preparado juntos, sabía lo que eran y se las comía encantada".

Un asunto de familia

La Navidad es una época en la que las familias suelen sentarse juntas a comer, y ésta puede ser una forma estupenda de conseguir que los niños limpien su plato. "Si los niños ven que otros comen lo mismo, se animan a probar cosas nuevas", explica Chubb. "A veces los padres cenan separados de sus hijos, pero es mucho mejor que los niños vean a sus padres disfrutar de comidas sanas".

Ingredientes añadidos

Otra forma de animar a los niños a comer más sano y a aprender sobre los alimentos es tomar algo que consideren un capricho y preparar un tentempié o una comida utilizándolo como ingrediente. "Por ejemplo, si los niños reciben chocolate en su calcetín, ¿por qué no intentan hacer magdalenas o galletas con el chocolate como ingrediente? Esto les ayudará a aprender sobre los alimentos y probablemente les hará comer menos chocolate del que comerían de otro modo", sugiere Chubb.

Es estupendo relajarse y disfrutar de la Navidad. Pero si controlamos la ingesta de nuestros hijos e intentamos fomentar una dieta sana durante las fiestas, podremos (al menos metafóricamente) comer todo lo que queramos.

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