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Caries

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La caries dental es la destrucción del tejido dental por la acción de bacterias cariogénicas. Se trata de gérmenes que causan la caries dental.

En cuanto los dientes salen de las encías, los gérmenes de la boca se adhieren a ellos y se multiplican. Si no se les molesta, pronto formarán una capa blanca y pegajosa de bacterias, llamada placa dental, sobre la superficie del diente.

Dieta y caries

Las bacterias de la placa dental se alimentan de los azúcares de nuestra dieta. Cada vez que comemos o bebemos cosas azucaradas, las bacterias consumen los azúcares y liberan ácido como producto de desecho que debilita el esmalte al disolver los minerales de su superficie. Con el tiempo (normalmente varios años), si no se controla, el ácido abrirá un agujero en el esmalte y permitirá que las bacterias penetren en la capa más blanda de la dentina, lo que provocará la caries dental. La principal defensa natural del organismo contra la caries dental precoz es la SALIVA. Contiene compuestos que neutralizan los ácidos bacterianos y minerales que pueden reparar y fortalecer el esmalte.

La caries se desarrolla con más frecuencia en las zonas en las que no se ha eliminado la placa. Estas zonas suelen ser las superficies ásperas de mordida de los dientes posteriores y las superficies entre los dientes, ya que son las más difíciles de limpiar eficazmente. Unas técnicas adecuadas de cepillado y limpieza interdental reducirán significativamente el riesgo de caries en estas zonas.

Las superficies dentales expuestas repetidamente a los azúcares también corren un mayor riesgo de desarrollar caries. Un ejemplo de ello es la "caries del biberón", que se produce cuando los bebés y niños pequeños son alimentados con bebidas azucaradas, como leche de fórmula y zumos de fruta, con un biberón durante el día y la noche durante varios años. La tetina del biberón concentra los líquidos azucarados alrededor de los dientes delanteros, que pueden desarrollar dolorosas y antiestéticas caries. Para evitar que esta afección se desarrolle o empeore, los niños sólo deben tomar leche y agua. Hay que animarles a utilizar un vaso de flujo libre lo antes posible, idealmente antes de que cumplan un año. Deben cepillarse los dientes dos veces al día desde su erupción y sólo deben beber agua por la noche después de cepillárselos.

La caries dental tiene dos fases:

Primera fase

Se trata de un proceso lento y reversible que suele tardar varios años en completarse. Sin embargo, puede ser más rápido en los dientes de leche o de leche porque tienen un esmalte más fino. Hay una batalla de ida y vuelta entre el ácido de la placa dental y nuestra propia saliva. A los pocos minutos de comer un tentempié azucarado, los gérmenes (bacterias) de la placa descomponen los azúcares y excretan ácido directamente sobre la superficie del diente. El ácido desmineraliza, o disuelve, los minerales de la capa de esmalte durante aproximadamente 15 minutos antes de que la saliva pueda neutralizar el ácido y empezar a reparar, o remineralizar, la superficie del esmalte.

Este proceso de debilitamiento y reparación del esmalte puede continuar indefinidamente sin llegar nunca a la segunda fase. Algunos dentífricos y colutorios contienen minerales, como el flúor, que pueden fortalecer el esmalte y hacerlo más resistente a los ácidos de la placa. El dentista también puede aplicar mayores concentraciones de flúor, en forma de barniz, en las zonas vulnerables de los dientes.

Segunda fase

La caries progresará a la segunda fase cuando se produzca más desmineralización del esmalte que remineralización, es decir, una pérdida neta de minerales del esmalte. Si este es el caso, el esmalte acabará debilitándose y desmoronándose lo suficiente como para que las bacterias y toxinas lo atraviesen e invadan la dentina. La dentina es más blanda que el esmalte y está compuesta por tubos diminutos, por lo que la caries se extenderá a un ritmo más rápido y en un arco más amplio a través de la dentina de lo que podría hacerlo a través del esmalte. Cuando una zona extensa de dentina se ha desmineralizado y reblandecido, la capa de esmalte situada encima puede colapsarse hacia dentro, o cavitarse, para formar una caries dental.

Cuando las bacterias invaden la dentina, el diente tiene una capacidad limitada para proteger la pulpa vulnerable produciendo una nueva capa de dentina. Esta es la razón por la que algunos dientes pueden recuperarse de caries muy grandes si se elimina la caries y se coloca rápidamente un empaste. Este potencial de curación dentro del diente demuestra por qué es tan importante acudir al tratamiento dental cuando se sospecha que se puede tener un problema dental, en lugar de esperar semanas o meses para ver si el problema desaparece.

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¿Es frecuente?

La caries dental es la enfermedad bucodental más frecuente en el mundo. Aunque se trata de una enfermedad prevenible en su mayor parte, casi nueve de cada diez adultos y más de cinco de cada diez niños menores de 16 años tendrán alguna experiencia de caries en forma de empaste, extracción o dolor de muelas. Esto suele deberse a la elevada cantidad de azúcares simples, o carbohidratos refinados, en la dieta humana, junto con una higiene bucal deficiente.

Aunque las consecuencias de la caries rara vez ponen en peligro la vida, el efecto que puede tener en la vida normal puede ser profundo. No hay más que preguntar a cualquiera que haya sufrido dolor de muelas o a quien le queden pocos dientes para masticar correctamente.

¿Cuáles son los síntomas de la caries?

Las primeras caries dentales no suelen presentar síntomas. La mayoría de las personas no se dan cuenta de que tienen un problema dental hasta que la caries ha avanzado lo suficiente en la dentina como para provocar una de las siguientes situaciones:

  1. La caries se extiende por la dentina, reblandeciéndola considerablemente. Esto hace que el esmalte se fracture y colapse para formar una caries, normalmente después de morder algo duro. Hasta que esto ocurre, puede haber dolor de muelas o ningún síntoma. Los bordes de la caries pueden ser bastante afilados y suelen ser el principal motivo de queja cuando se acude al dentista.

  2. La pulpa se inflama y se irrita por el ácido y las toxinas que liberan las bacterias de la pulpa. Esto se denomina pulpitis y hace que el diente se vuelva sensible a los alimentos y bebidas calientes, fríos o dulces. Cuando la pulpa está muy inflamada, el diente puede volverse sensible al morderlo, lo que se denomina periodontitis periapical.

En ambos casos, las opciones de tratamiento no invasivo ya no son adecuadas y suele ser necesario un empaste.

Por eso son tan importantes las revisiones dentales periódicas. El equipo dental está capacitado para identificar los primeros signos de posibles caries, como zonas blanquecinas o grises en las superficies de mordida o entre los dientes, y recomendar las medidas adecuadas.

Una caries dental avanzada suele provocar que la pulpa se inflame gravemente y muera. Esto suele ocurrir tras un periodo de pulpitis dolorosa. Ocasionalmente puede ocurrir en dientes que han sentido poco o ningún dolor. Cuando las bacterias han infectado el espacio pulpar, se multiplican y se extienden por el hueso del extremo de la raíz del diente. Esto forma un "absceso periapical" que hace que el diente resulte extremadamente doloroso al morderlo. Paradójicamente, el dolor mejora cuando se ha destruido suficiente hueso para permitir que la infección atrapada drene bajo la encía. El tratamiento de un absceso periapical es la endodoncia o la extracción del diente.

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¿Cómo se diagnostica la caries?

La saliva desempeña un papel fundamental en la protección de los dientes frente a la caries dental. Algunas enfermedades y tipos de medicación pueden afectar al volumen y la calidad de la saliva. Por eso es importante que mantenga informado a su dentista sobre cualquier cambio en su historial médico. Si cree que su boca está más seca de lo habitual, coméntelo con su dentista. Él evaluará la función de sus glándulas salivales o le remitirá a un especialista.

Durante una inspección dental, su dentista utilizará luces brillantes, espejos, chorros de aire y equipos de aumento para inspeccionar todas las superficies de sus dientes en busca de signos de caries. Prestará especial atención a las zonas de alto riesgo, como los dientes superpuestos o los que salen en ángulo. Su dentista también le examinará los labios, las mejillas, la lengua y los demás tejidos blandos de la boca. El objetivo es detectar signos de otras afecciones, como cánceres o infecciones orales.

¿Y las revisiones?

El mejor escenario para tratar la caries dental es identificar la lesión lo antes posible para minimizar la necesidad de grandes empastes. Las lesiones del esmalte pueden permanecer intactas indefinidamente y puede que nunca necesiten un empaste, siempre que se mantengan limpias y se refuercen con flúor procedente de la pasta dentífrica, el colutorio o el barniz dental de forma rutinaria.

El intervalo entre revisiones dependerá de su nivel de riesgo dental y de su historial dental. Si tiene muy pocos empastes y practica una buena higiene bucal, es posible que se le incluya en una lista de revisión de 12 o 18 meses. Si tiene muchos empastes y sigue desarrollando nuevas caries cada año, es posible que tenga que acudir cada seis meses hasta que su tasa de caries se estabilice.

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¿Qué son las radiografías dentales?

Si es necesario, su dentista puede recomendarle una radiografía. Esto permite identificar a tiempo pequeñas zonas de debilitamiento del esmalte entre los dientes. De este modo, pueden tratarse adecuadamente para evitar que se conviertan en caries. Las radiografías dentales suelen repetirse a intervalos regulares (a menudo con un intervalo de dos años) para controlar el progreso de las pequeñas lesiones previamente identificadas y detectar nuevas zonas de caries.

¿Cómo se trata la caries?

Normalmente depende de la extensión de la caries dental y del estado de la pulpa: ¿está viva, inflamada o muerta? El objetivo del tratamiento es eliminar la caries existente, restaurar los dientes dañados y eliminar los factores que atrapan la placa y suponen un riesgo de caries adicional.

Cuando la caries ha penetrado en la dentina es necesario eliminar la dentina infectada y colocar un empaste. La selección del material de empaste suele depender de la localización de la caries. Todo el mundo prefiere los empastes blancos, pero en algunas situaciones pueden no ser prácticos o posibles y puede ser más apropiado un empaste plateado. Su dentista debe discutir las opciones con usted.

Si la caries ha afectado a la pulpa, puede ser necesario protegerla con apósitos especiales o eliminar una pulpa infectada o moribunda realizando un tratamiento de conductos.

Si la caries es demasiado extensa y no quedan suficientes dientes sanos, puede ser necesaria una extracción.

¿Cómo se previene la caries?

Teniendo en cuenta la naturaleza evitable de la caries dental, este es un ejemplo clásico de "más vale prevenir que curar".

Además de dar consejos sobre la dieta, los instrumentos de higiene dental y la mejora de las técnicas de limpieza. El equipo dental también puede sugerir el uso de barnices y colutorios de flúor para reforzar las zonas de esmalte debilitado.

Acuda a revisiones dentales periódicas, normalmente cada 6 o 12 meses, según le recomiende su dentista. Pide cita con tu dentista si sospechas que un diente se ha roto o si sientes síntomas de sensibilidad o dolor de muelas que duran más de uno o dos días.

Encontrará información detallada sobre la prevención de la caries dental en nuestro folleto sobre higiene bucal.

Nota del editor

(Sep 2017) La Dra. Hayley Willacy leyó recientemente un gran ensayo realizado en el Reino Unido que analiza dos intervenciones para prevenir la caries dental: ver más abajo. Apoya las recomendaciones de NICE para aplicar barniz de flúor a los dientes de los niños en un programa dental basado en la escuela en áreas de alta necesidad con niños en riesgo. Las opciones eran un barniz de flúor, aplicado seis veces cada seis meses en la escuela, o una capa protectora de polímero, aplicada una vez y sustituida en caso necesario. Los dientes posteriores permanentes de los niños son especialmente vulnerables a la caries cuando salen por primera vez. La superficie de mordida picada puede dificultar la limpieza de estos dientes para prevenir la caries.

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