¿Te perjudica el sujetador?

Puede que tengas un sujetador de hace años, ahora un poco estirado o descolorido, que te encanta por lo cómodo que es. También es posible que tengas un sujetador que no has podido ponerte más de una vez porque no te sienta bien: los alambres se te clavan en la piel o tiene demasiado relleno.

¿Puede el sujetador provocar cáncer de mama?

Existe toda una serie de mitos en torno a la salud de los senos, que incluso sugieren que llevar sujetador provoca cáncer de mama.

Amy Sánchez, investigadora asociada en biomecánica del Grupo de Investigación en Salud Mamaria de la Universidad de Portsmouth, afirma que llevar un sujetador bien ajustado no tiene consecuencias negativas conocidas.

Ella misma lo explica: "A menudo nos preguntan por el cáncer y los sujetadores, y las investigaciones existentes no muestran ninguna relación entre el uso del sujetador y el cáncer de mama".

Sin embargo, advierte de que, aunque los sujetadores no provocan cáncer de mama, eso no significa que no puedan afectar a la salud.

"Llevar un sujetador mal ajustado puede causar malas posturas, dolor de espalda y cuello, surcos en los hombros que provocan entumecimiento en los dedos y falta de confianza en uno mismo", dice Sánchez.

Tracey-Jane Hughes, fundadora de Bra Lady, está de acuerdo en que llevar un sujetador incómodo puede afectar a la confianza en uno mismo y a la autoestima.

Con el uso, los sujetadores se estiran y ya no ofrecen la misma sujeción que cuando los compraste. El cuerpo también cambia con el tiempo, por lo que conviene comprar sujetadores nuevos con regularidad.

"Un sujetador dura unos seis meses", dice Hughes.

¿Es mejor sin sujetador?

Hay una tendencia creciente a utilizar sujetadores de copa blanda sin aros, "bralettes" de tela o no llevar sujetador. En particular, ha aumentado el número de bralettes en el mercado.

Entonces, ¿es siempre necesario un aro?

Sánchez afirma: "Que yo sepa, se han hecho pocos estudios específicos sobre los sujetadores. Sin embargo, hemos probado varios sujetadores sin aros y pueden ser eficaces para sujetar los pechos si están bien construidos".

En la industria del sujetador se utilizan muchos materiales y técnicas diferentes, y ya no es imprescindible que un sujetador tenga aros para proporcionar una buena sujeción".

Sánchez explica que no llevar sujetador -o llevarlo con poca sujeción- puede hacer que la piel se estire más allá de su límite elástico. Esto podría provocar una deformación permanente y una caída prematura del pecho.

"También hay muchas investigaciones que demuestran que llevar poca sujeción en los pechos provoca un aumento del dolor mamario y una menor eficacia de los movimientos durante el ejercicio o la actividad física", añade.

La forma del cuerpo puede marcar la diferencia a la hora de comprar un sujetador.

Hughes dice que si tienes los pechos grandes, puede que un sujetador no te proporcione la sujeción que necesitas. Es probable que te duela el cuello o la espalda porque no te ofrece suficiente sujeción.

El ajuste es tan importante en los bralettes como en los sujetadores tradicionales.

"Un sujetador que no queda bien es un sujetador que no queda bien. No importa si tiene alambres o no", advierte. "Los sujetadores de copa blanda son cada vez más populares. Pero un sujetador de copa blanda que no te quede bien te hará tanto daño en los pechos, la espalda y el cuello como un sujetador con aros".

Cómo encontrar el sujetador perfecto

Cada mujer tiene sus propios criterios a la hora de elegir sujetador: estilo, sujeción y comodidad. El Grupo de Investigación en Salud Mamaria aboga por un enfoque de "mejor ajuste" para encontrar el sujetador adecuado, utilizando cinco criterios clave.

Sánchez aconseja: "Si un sujetador no cumple todos estos criterios prueba a subir o bajar una talla".

La banda inferior es crucial para conseguir el ajuste perfecto. Muchas llevan la banda interior demasiado floja y la copa demasiado pequeña.

Hughes lo explica: "Se lleva alrededor de la parte más pequeña de la espalda. Puede que lo lleves demasiado alto y no te sujete el pecho".

"Asegúrate de que tus pechos quedan dentro de la copa. Todas tenemos un pecho más grande que el otro, así que siempre nos queda bien el pecho más grande, que puede tener una o dos tallas de copa de diferencia."

Si tienes la suerte de encontrar tu "sujetador perfecto", no olvides que puede no ser adecuado para todas las ocasiones. Los pechos cambian durante el mes, e incluso durante el día. Las hormonas pueden hacer que el tamaño de tus pechos fluctúe durante tu ciclo mensual, hasta una o dos tallas de copa. Lo que necesitas de tu sujetador también cambia en cada momento.

Sánchez afirma: "Considera la posibilidad de utilizar distintos sujetadores para diferentes actividades, ya que es probable que el nivel de sujeción, la configuración de los tirantes, la capacidad de ajuste y los requisitos de estilo cambien de una actividad a otra. Invierte en un sujetador que te quede bien si tienes molestias o vergüenza asociadas a tus pechos, aunque solo lo uses en determinados momentos del mes o para actividades específicas."

Puede resultar difícil saber si un sujetador es adecuado para ti hasta que lo hayas probado durante unas horas. Sin embargo, puedes comprobar si es adecuado probándotelo en el probador de la forma en que lo llevarías normalmente. Así te asegurarás de que no te aprieta demasiado, te da sujeción y te permite moverte como necesitas.

Hughes sugiere: "Pruébate el top. ¿Te queda bien? ¿Te sienta bien? Salta, mueve los brazos. Asegúrate de que el sujetador es adecuado para lo que lo necesitas. Si es un sujetador deportivo, haz algunas de las cosas que harías si estuvieras practicando ese deporte.

Si estás todo el día sentado en un trabajo, siéntate en una silla para probarlo, porque nuestro cuerpo está en una posición muy diferente de estar de pie a estar sentado. Pruébatelo como lo llevarías a diario. Si no te resulta cómodo, seguro que no es el adecuado. Si tienes alguna duda, no te lo pongas".