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hacer ejercicio con una discapacidad

Cómo hacer ejercicio con una discapacidad física

Cuando se tiene movilidad limitada, mantenerse en forma y activo puede parecer más difícil, pero no tiene por qué ser así. Aquí tienes algunos consejos sencillos de expertos sobre cómo mejorar tu forma física si eres discapacitado.

Los discapacitados físicos constituyen una quinta parte de la población británica, casi 14 millones de personas, pero actualmente son el grupo menos activo de la sociedad. Según Sports England, los discapacitados tienen el doble de probabilidades de ser inactivos que las personas sin discapacidad. Y ello a pesar de que, según un informe reciente, el 83% de las personas con discapacidades físicas desearían ser más activas y lo consideran importante.

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Beneficios del ejercicio para las personas discapacitadas

Mantenerse activo tiene una amplia gama de beneficios, desde la reducción del colesterol, la tensión arterial y las enfermedades cardiacas, hasta la mejora de las articulaciones, la salud mental y el mantenimiento de un peso saludable. Estos elementos son aún más importantes para quienes padecen una discapacidad física, ya que la inactividad aumenta el riesgo de afecciones como las cardiopatías. En consecuencia, muchos discapacitados físicos deben seguir activamente un plan más agresivo para ponerse en forma, afirma el Dr. Jeff Foster, médico de cabecera.

"Dependiendo de la discapacidad física, ciertas extremidades o partes del cuerpo pueden tener un uso limitado, lo que significa que son más propensas a contracturas, desgaste muscular e inmovilidad y pérdida de función a largo plazo. Por tanto, además de la fisioterapia, mantenerse en forma puede ayudar a reducir estos riesgos", afirma.

Por último, estar en forma aporta beneficios sociales y mentales: libera endorfinas y mejora la sensación de bienestar.

"En los pacientes con cualquier problema médico crónico hay un mayor riesgo de bajo estado de ánimo o depresión, y el ejercicio físico es una forma positiva y natural de ayudar a minimizar este problema."

El fitness también ayuda a crear una comunidad de personas con ideas afines, proporcionando una actividad social divertida que reúne a discapacitados y personas sin discapacidad.

Cómo mejorar su forma física si es discapacitado o tiene problemas de movilidad

Tras un periodo de inactividad, a veces resulta difícil saber cómo empezar a hacer ejercicio, sobre todo con una discapacidad física. Dom Thorpe, entrenador personal especializado en entrenamiento para discapacitados, comparte sus consejos y sugerencias.

Empieza por utilizar tu peso corporal como herramienta eficaz para hacer ejercicio, sugiere. Si aprovecha su entorno cotidiano, puede mejorar su forma física y su salud en general. Por ejemplo, puede que te cueste pasar de la silla a la cama.

"Conviértelo en un ejercicio", explica. "En lugar de hacerlo simplemente como un medio para un fin, hazlo cinco veces cada vez que lo hagas y mejorarás".

No te desanimes si te resulta difícil. Con la práctica regular, te resultará más fácil y tu fuerza mejorará. Aprovecha las cosas que tienes por casa, como la silla de ruedas o las barandillas de apoyo, para empujar y tirar y trabajar la parte superior del cuerpo.

Si tiene alguna discapacidad física, es probable que realice menos actividades cotidianas y, en consecuencia, queme menos calorías. Intente compensarlo asegurándose de realizar un ejercicio estructurado que pueda compensar la inactividad.

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Cinco consejos de fitness para discapacitados

Thorpe comparte sus cinco consejos definitivos para empezar un plan de fitness si tienes una discapacidad física:

Se aplican las mismas normas

"Comprende que en la mayoría de los casos se aplican las mismas reglas de salud y forma física a todo el mundo, sólo que puede que tengas que adaptarlas un poco".

Fíjate también en tu dieta

"El exceso de peso te empuja hacia abajo en el espectro de capacidades, así que ajusta tu ingesta de calorías para que esté en consonancia con tus niveles de actividad. No debes seguir la dieta de un atleta si no entrenas como un atleta".

Empezar por lo esencial

"A veces te pueden alienar las clases de ejercicios de alta intensidad o los entrenamientos en línea, que simplemente no se adaptan a tu cuerpo. Empieza con movimientos básicos, que se pueden hacer en casa, como movimientos básicos de musculación o movimientos funcionales del día a día."

Escucha a tu cuerpo

"Si tienes una enfermedad crónica o sufres fatiga, no intentes ser un superhéroe. Empieza poco a poco y ve aumentando hasta que sepas lo que está dentro de tu capacidad".

Céntrate en lo que PUEDES hacer, no en lo que NO PUEDES.

"Es fácil sentirse abrumado por las avalanchas de expertos en fitness de Instagram cuyos programas podrían no funcionarte. Recuerda que, sea cual sea tu condición, siempre hay algo que PUEDES hacer, si aplicas unas pautas sensatas."

Como cada discapacidad es diferente, no existe un plan de ejercicio físico que sea adecuado para todo el mundo, y siempre es una buena idea hablar con tu médico de cabecera antes de empezar un nuevo régimen de ejercicio.

Thorpe recomienda encontrar lo que más le convenga y repetirlo con regularidad, idealmente tres series de diez repeticiones, varias veces a la semana. Por ejemplo, puedes empezar con ejercicios para sentarte y ponerte de pie, o con flexiones de tríceps sentado, elevaciones de rodilla y extensiones de espalda. Para más ideas e inspiración, en su sitio web encontrarás útiles vídeos explicativos.

Historia del artículo

La información de esta página ha sido revisada por médicos cualificados.

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