Quistes de Pilar
Quistes epidermoides y sebáceos
Revisado por Lawrence HigginsÚltima actualización por Dr Colin Tidy, MRCGPÚltima actualización 20 Nov 2021
Satisface las necesidades del paciente directrices editoriales
- DescargarDescargar
- Compartir
- Idioma
- Debate
Profesionales médicos
Los artículos de referencia profesional están diseñados para uso de los profesionales de la salud. Están escritos por médicos del Reino Unido y basados en pruebas de investigación y directrices británicas y europeas. Quizás le resulte más útil el artículo Quistes epidermoides y pilares, o alguno de nuestros otros artículos sobre la salud.
En este artículo:
Sinónimos: quistes sebáceos (denominación errónea, ya que estos quistes no son de origen sebáceo), quistes triquilemales
Seguir leyendo
¿Qué son los quistes epidermoides y pilares?
La gran mayoría de los quistes epidermoides o pilares no tienen mayores consecuencias.
Los quistes epidérmicos (también conocidos como quistes epiteliales o infundibulares) son tumores intradérmicos o subcutáneos. Los quistes epidérmicos pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero son más frecuentes en la cara, el cuero cabelludo, el cuello, la espalda y el escroto.
Los quistes de Pilar (también llamados quistes triquilemales) son clínicamente indistinguibles de los quistes epidérmicos. Contienen material queratinoso, suelen ser múltiples y su herencia suele ser autosómica dominante.
¿Quién padece quistes epidermoides y quistes pilares? (Epidemiología)
Ambas son muy frecuentes y probablemente la mayoría de la gente tendrá al menos una a lo largo de su vida. A menudo se resuelven espontáneamente.
Son aproximadamente dos veces más comunes en hombres que en mujeres y más frecuentes entre los 20 y los 30 años.
Los quistes epidermoides simples pueden ser hereditarios.
Quiste epidermoide en el cuello

Por Steven Fruitsmaak, CC BY-SA 3.0vía Wikimedia Commons
Seguir leyendo
Síntomas de los quistes epidermoides y pilares
La mayoría de las veces se presentan como un bulto cutáneo indoloro.
Pueden presentar secreción de un material fétido similar al queso.
Si se infectan, se enrojecen, inflaman y duelen.
Las lesiones de los genitales pueden ser dolorosas durante el coito y causar problemas para caminar o llevar ropa interior. También pueden interferir en la micción.
Los quistes epidermoides y pilares aparecen como nódulos subcutáneos firmes, redondos, móviles, de color carne a amarillo o blanco, de tamaño variable.
Un poro central o punctum puede unir el quiste a la epidermis suprayacente y a veces puede expresarse un material caseoso espeso.
En las personas de piel oscura, los quistes también pueden estar pigmentados.
Zonas afectadas por quistes epidermoides y pilares
Las zonas más afectadas son, en orden decreciente de frecuencia, la cara, el tronco, el cuello, las extremidades y el cuero cabelludo.
Los quistes de los genitales son menos frecuentes y pueden aparecer como una masa en la vulva, el clítoris, el pene, el escroto o el perineo. En las culturas que practican la circuncisión femenina (o mutilación genital femenina) son frecuentes los quistes en la vulva.
Las mucosas ocular y oral también pueden verse afectadas y se han descrito quistes en las conjuntivas palpebrales, en los labios, en la mucosa bucal, sobre y bajo la lengua e incluso en la úvula. No se trata de zonas con folículos pilosos.
Pueden aparecer quistes en las extremidades. Los quistes subungueales pueden causar cambios en las uñas, como onicolisis e hiperqueratosis subungueal, que pueden confundirse con psoriasis u onicomicosis. Estos quistes también producen cambios en las uñas (como uñas en pinza) eritema, edema, sensibilidad y dolor.
Las lesiones palmoplantares representan un subconjunto único de quistes epidermoides.
Diagnóstico diferencial
Otras causas de quistes cutáneos.
Un lipoma suele ser más grande y muy blando.
Un neurofibroma es duro y puede ser múltiple.
Un absceso es caliente y rojo y puede parecerse a un quiste sebáceo infectado.
Múltiples quistes en un adolescente pueden sugerir el síndrome de Gardner.
Seguir leyendo
Diagnóstico de los quistes epidermoides y pilares (investigaciones)
Por lo general, el diagnóstico es claro y no se requieren investigaciones. En casos excepcionales puede sospecharse malignidad, en cuyo caso se requiere escisión e histología.
Enfermedades asociadas
Los quistes epidermoides son una característica del síndrome de Gardner. El síndrome de Gardner es una enfermedad autosómica dominante que comprende poliposis coli familiar, quistes cutáneos y osteomas u otros tumores de tejidos blandos. Los quistes suelen aparecer a una edad más temprana de lo habitual (con mayor frecuencia en los primeros años de la adolescencia). Pueden afectar a la cara, pero las extremidades suelen estar más afectadas que el tronco.
Tratamiento de los quistes epidermoides y pilares
La mayoría de las personas con un quiste epidermoide o pilar nunca buscan atención médica.
Si un quiste no presenta complicaciones, no suele ser aconsejable ningún tratamiento. El quiste puede desaparecer espontáneamente, sin dejar rastro. Incluso la extirpación más hábil dejará una cicatriz permanente.
Si el quiste está rojo y caliente, probablemente esté infectado. Debe utilizarse un antibiótico eficaz contra los estafilococos, por ejemplo, flucloxacilina. La infección puede ser mixta y, en las lesiones del cuero cabelludo y la zona anogenital, es más probable que haya flora anaerobia.
Si el quiste se ha roto, puede extraerse el contenido. Sin embargo, el quiste puede volver a formarse.
Un quiste inflamado pero no infectado puede responder a la inyección intralesional de esteroides, pero no es fácil saber si un quiste inflamado está infectado o no, por lo que no suele recomendarse.
Si el quiste es molesto o si el paciente, tras el asesoramiento, está deseoso de que se lo extirpen, debe extirparse todo el quiste mediante un procedimiento quirúrgico.
Extirpación de un quiste epidermoide o pilar
Véase también el artículo Cirugía menor en atención primaria.
Se presuponen los preliminares habituales del consentimiento informado.
La información incluye la advertencia de que el quiste puede reaparecer si no se elimina toda la pared.
Deben tomarse las precauciones asépticas adecuadas.
Se utiliza anestesia local como lidocaína al 1% con adrenalina (epinefrina) (tenga en cuenta las contraindicaciones del uso de adrenalina (epinefrina) en determinadas zonas). Se infiltra la zona con anestesia local, teniendo cuidado de no perforar el quiste.
Realizar una incisión cuidadosa y superficial sobre el quiste evitando su ruptura. Si el quiste se rompe, hay que tener cuidado de extirpar toda la pared del quiste.
Pueden utilizarse pinzas dentadas para agarrar la piel; una disección roma de las adherencias permite movilizar el quiste y extirparlo. Una cuchara de Volkmann o unas tijeras son útiles para la disección roma.
Si el quiste es grande y deja un defecto importante, debe utilizarse una sutura subcutánea reabsorbible para cerrar un espacio potencial para la formación de un hematoma.
El diagnóstico de un quiste epidermoide o pilar suele ser evidente. No obstante, el tejido extirpado debe someterse a histología.
Complicaciones de los quistes epidermoides o pilares
Ansiedad o vergüenza estética.
Infección.
El cambio maligno es muy raro (causa crecimiento rápido, friabilidad y hemorragia).
Las lesiones genitales y umbilicales a veces se extienden hasta la pelvis o por debajo de la fascia media. Esto puede no ser evidente hasta que se extirpan.
Muy raramente, las lesiones sobre el cráneo pueden tener una conexión intracraneal o intraósea. Un tratamiento inadecuado puede provocar una fuga de líquido cefalorraquídeo y complicaciones (meningitis y muerte). Una tomografía computarizada o una resonancia magnética preliminares pueden ser útiles.1 Las características que sugieren una extensión intracraneal o intraósea son las siguientes:
Presente desde el nacimiento o aparición en la primera infancia (aunque las lesiones pequeñas pueden pasar desapercibidas hasta la edad adulta).
Hematomas, pulsaciones o fluctuación de tamaño con el esfuerzo o el llanto.
Fijación al tejido subyacente, consistencia fluida o capacidad de transiluminación.
Localización a lo largo de la línea media nasal, frontal o del cuero cabelludo, o a lo largo de las líneas de sutura craneal.
Hoyuelo o patrón inusual de crecimiento del vello suprayacente.
Antecedentes de traumatismo craneal o cirugía.
Antecedentes familiares de anomalías del desarrollo neural, síntomas neurológicos o antecedentes de meningitis.
Los quistes epidermoides intracraneales son neoplasias congénitas del sistema nervioso central poco frecuentes, histológicamente benignas y de crecimiento lento, que pueden surgir de implantes ectodérmicos retenidos.2
Pronóstico
Suelen crecer lentamente y sólo es necesario extirparlos si causan síntomas. Tienden a reaparecer si se les practica una incisión en lugar de una extirpación.
Lecturas complementarias y referencias
- Al Aboud DM, Yarrarapu SNS, Patel BCQuiste de Pilar. StatPearls, agosto de 2021.
- Quiste triquilemalDermNet NZ.
- Quiste de PilarSociedad de Dermatología de Atención Primaria.
- Sorenson EP, Powel JE, Rozzelle CJ, et al.Dermoides del cuero cabelludo: revisión de su anatomía, diagnóstico y tratamiento. Childs Nerv Syst. 2013 Mar;29(3):375-80. doi: 10.1007/s00381-012-1946-y. Epub 2012 nov 21.
- Vellutini EA, de Oliveira MF, Ribeiro AP, et al.Malignant transformation of intracranial epidermoid cyst. Br J Neurosurg. 2014 Aug;28(4):507-9. doi: 10.3109/02688697.2013.869552. Epub 2013 dic 18.
Seguir leyendo
Historia del artículo
La información de esta página ha sido redactada y revisada por médicos cualificados.
Fecha prevista para la próxima revisión: 19 nov 2026
20 Nov 2021 | Última versión

Pregunte, comparta, conecte.
Explore debates, formule preguntas y comparta experiencias sobre cientos de temas de salud.

¿Se encuentra mal?
Evalúe sus síntomas en línea de forma gratuita