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Quistes de Pilar

Quistes epidermoides y sebáceos

Profesionales médicos

Los artículos de referencia profesional están diseñados para uso de los profesionales de la salud. Están escritos por médicos del Reino Unido y basados en pruebas de investigación y directrices británicas y europeas. Quizás le resulte más útil el artículo Quistes epidermoides y pilares, o alguno de nuestros otros artículos sobre la salud.

Sinónimos: quistes sebáceos (denominación errónea, ya que estos quistes no son de origen sebáceo), quistes triquilemales

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¿Qué son los quistes epidermoides y pilares?

La gran mayoría de los quistes epidermoides o pilares no tienen mayores consecuencias.

  • Los quistes epidérmicos (también conocidos como quistes epiteliales o infundibulares) son tumores intradérmicos o subcutáneos. Los quistes epidérmicos pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero son más frecuentes en la cara, el cuero cabelludo, el cuello, la espalda y el escroto.

  • Los quistes de Pilar (también llamados quistes triquilemales) son clínicamente indistinguibles de los quistes epidérmicos. Contienen material queratinoso, suelen ser múltiples y su herencia suele ser autosómica dominante.

¿Quién padece quistes epidermoides y quistes pilares? (Epidemiología)

  • Ambas son muy frecuentes y probablemente la mayoría de la gente tendrá al menos una a lo largo de su vida. A menudo se resuelven espontáneamente.

  • Son aproximadamente dos veces más comunes en hombres que en mujeres y más frecuentes entre los 20 y los 30 años.

  • Los quistes epidermoides simples pueden ser hereditarios.

    Quiste epidermoide en el cuello

    Quiste epidermoide en el cuello

    Por Steven Fruitsmaak, CC BY-SA 3.0vía Wikimedia Commons

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Síntomas de los quistes epidermoides y pilares

  • La mayoría de las veces se presentan como un bulto cutáneo indoloro.

  • Pueden presentar secreción de un material fétido similar al queso.

  • Si se infectan, se enrojecen, inflaman y duelen.

  • Las lesiones de los genitales pueden ser dolorosas durante el coito y causar problemas para caminar o llevar ropa interior. También pueden interferir en la micción.

  • Los quistes epidermoides y pilares aparecen como nódulos subcutáneos firmes, redondos, móviles, de color carne a amarillo o blanco, de tamaño variable.

  • Un poro central o punctum puede unir el quiste a la epidermis suprayacente y a veces puede expresarse un material caseoso espeso.

  • En las personas de piel oscura, los quistes también pueden estar pigmentados.

Zonas afectadas por quistes epidermoides y pilares

  • Las zonas más afectadas son, en orden decreciente de frecuencia, la cara, el tronco, el cuello, las extremidades y el cuero cabelludo.

  • Los quistes de los genitales son menos frecuentes y pueden aparecer como una masa en la vulva, el clítoris, el pene, el escroto o el perineo. En las culturas que practican la circuncisión femenina (o mutilación genital femenina) son frecuentes los quistes en la vulva.

  • Las mucosas ocular y oral también pueden verse afectadas y se han descrito quistes en las conjuntivas palpebrales, en los labios, en la mucosa bucal, sobre y bajo la lengua e incluso en la úvula. No se trata de zonas con folículos pilosos.

  • Pueden aparecer quistes en las extremidades. Los quistes subungueales pueden causar cambios en las uñas, como onicolisis e hiperqueratosis subungueal, que pueden confundirse con psoriasis u onicomicosis. Estos quistes también producen cambios en las uñas (como uñas en pinza) eritema, edema, sensibilidad y dolor.

  • Las lesiones palmoplantares representan un subconjunto único de quistes epidermoides.

Diagnóstico diferencial

Otras causas de quistes cutáneos.

  • Un lipoma suele ser más grande y muy blando.

  • Un neurofibroma es duro y puede ser múltiple.

  • Un absceso es caliente y rojo y puede parecerse a un quiste sebáceo infectado.

  • Múltiples quistes en un adolescente pueden sugerir el síndrome de Gardner.

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Diagnóstico de los quistes epidermoides y pilares (investigaciones)

Por lo general, el diagnóstico es claro y no se requieren investigaciones. En casos excepcionales puede sospecharse malignidad, en cuyo caso se requiere escisión e histología.

Enfermedades asociadas

Los quistes epidermoides son una característica del síndrome de Gardner. El síndrome de Gardner es una enfermedad autosómica dominante que comprende poliposis coli familiar, quistes cutáneos y osteomas u otros tumores de tejidos blandos. Los quistes suelen aparecer a una edad más temprana de lo habitual (con mayor frecuencia en los primeros años de la adolescencia). Pueden afectar a la cara, pero las extremidades suelen estar más afectadas que el tronco.

Tratamiento de los quistes epidermoides y pilares

  • La mayoría de las personas con un quiste epidermoide o pilar nunca buscan atención médica.

  • Si un quiste no presenta complicaciones, no suele ser aconsejable ningún tratamiento. El quiste puede desaparecer espontáneamente, sin dejar rastro. Incluso la extirpación más hábil dejará una cicatriz permanente.

  • Si el quiste está rojo y caliente, probablemente esté infectado. Debe utilizarse un antibiótico eficaz contra los estafilococos, por ejemplo, flucloxacilina. La infección puede ser mixta y, en las lesiones del cuero cabelludo y la zona anogenital, es más probable que haya flora anaerobia.

  • Si el quiste se ha roto, puede extraerse el contenido. Sin embargo, el quiste puede volver a formarse.

  • Un quiste inflamado pero no infectado puede responder a la inyección intralesional de esteroides, pero no es fácil saber si un quiste inflamado está infectado o no, por lo que no suele recomendarse.

  • Si el quiste es molesto o si el paciente, tras el asesoramiento, está deseoso de que se lo extirpen, debe extirparse todo el quiste mediante un procedimiento quirúrgico.

Extirpación de un quiste epidermoide o pilar

Véase también el artículo Cirugía menor en atención primaria.

  • Se presuponen los preliminares habituales del consentimiento informado.

  • La información incluye la advertencia de que el quiste puede reaparecer si no se elimina toda la pared.

  • Deben tomarse las precauciones asépticas adecuadas.

  • Se utiliza anestesia local como lidocaína al 1% con adrenalina (epinefrina) (tenga en cuenta las contraindicaciones del uso de adrenalina (epinefrina) en determinadas zonas). Se infiltra la zona con anestesia local, teniendo cuidado de no perforar el quiste.

  • Realizar una incisión cuidadosa y superficial sobre el quiste evitando su ruptura. Si el quiste se rompe, hay que tener cuidado de extirpar toda la pared del quiste.

  • Pueden utilizarse pinzas dentadas para agarrar la piel; una disección roma de las adherencias permite movilizar el quiste y extirparlo. Una cuchara de Volkmann o unas tijeras son útiles para la disección roma.

  • Si el quiste es grande y deja un defecto importante, debe utilizarse una sutura subcutánea reabsorbible para cerrar un espacio potencial para la formación de un hematoma.

  • El diagnóstico de un quiste epidermoide o pilar suele ser evidente. No obstante, el tejido extirpado debe someterse a histología.

Complicaciones de los quistes epidermoides o pilares

  • Ansiedad o vergüenza estética.

  • Infección.

  • El cambio maligno es muy raro (causa crecimiento rápido, friabilidad y hemorragia).

  • Las lesiones genitales y umbilicales a veces se extienden hasta la pelvis o por debajo de la fascia media. Esto puede no ser evidente hasta que se extirpan.

  • Muy raramente, las lesiones sobre el cráneo pueden tener una conexión intracraneal o intraósea. Un tratamiento inadecuado puede provocar una fuga de líquido cefalorraquídeo y complicaciones (meningitis y muerte). Una tomografía computarizada o una resonancia magnética preliminares pueden ser útiles.1 Las características que sugieren una extensión intracraneal o intraósea son las siguientes:

    • Presente desde el nacimiento o aparición en la primera infancia (aunque las lesiones pequeñas pueden pasar desapercibidas hasta la edad adulta).

    • Hematomas, pulsaciones o fluctuación de tamaño con el esfuerzo o el llanto.

    • Fijación al tejido subyacente, consistencia fluida o capacidad de transiluminación.

    • Localización a lo largo de la línea media nasal, frontal o del cuero cabelludo, o a lo largo de las líneas de sutura craneal.

    • Hoyuelo o patrón inusual de crecimiento del vello suprayacente.

    • Antecedentes de traumatismo craneal o cirugía.

    • Antecedentes familiares de anomalías del desarrollo neural, síntomas neurológicos o antecedentes de meningitis.

  • Los quistes epidermoides intracraneales son neoplasias congénitas del sistema nervioso central poco frecuentes, histológicamente benignas y de crecimiento lento, que pueden surgir de implantes ectodérmicos retenidos.2

Pronóstico

Suelen crecer lentamente y sólo es necesario extirparlos si causan síntomas. Tienden a reaparecer si se les practica una incisión en lugar de una extirpación.

Lecturas complementarias y referencias

  1. Sorenson EP, Powel JE, Rozzelle CJ, et al.Dermoides del cuero cabelludo: revisión de su anatomía, diagnóstico y tratamiento. Childs Nerv Syst. 2013 Mar;29(3):375-80. doi: 10.1007/s00381-012-1946-y. Epub 2012 nov 21.
  2. Vellutini EA, de Oliveira MF, Ribeiro AP, et al.Malignant transformation of intracranial epidermoid cyst. Br J Neurosurg. 2014 Aug;28(4):507-9. doi: 10.3109/02688697.2013.869552. Epub 2013 dic 18.

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Historia del artículo

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