Angiografía cerebral
Revisado por Prof Cathy Jackson, MRCGPÚltima actualización por Dr Mary Harding, MRCGPÚltima actualización: 1 de agosto de 2016
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La angiografía cerebral es una prueba que utiliza rayos X y un tinte especial para crear imágenes de los vasos sanguíneos que irrigan el cerebro.
Nota: la información que figura a continuación es sólo una guía general. Las modalidades y la forma de realizar las pruebas pueden variar de un hospital a otro. Siga siempre las instrucciones de su médico o del hospital local.
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¿Qué es la angiografía cerebral?
La angiografía cerebral es un tipo de prueba radiológica. Utiliza un colorante especial y una cámara para ayudar a los médicos a crear imágenes del flujo sanguíneo en el cerebro. La prueba permite a los médicos ver un mapa de los vasos sanguíneos del cerebro y el cuello. También ayuda a mostrar cómo fluye la sangre entre las distintas partes de la circulación.
A veces se realiza una angiografía cerebral (una sola prueba se conoce como angiograma cerebral) para que los médicos puedan administrar tratamientos directamente en los vasos sanguíneos anómalos.
Principales arterias de la cabeza y el cuello

¿Cómo funciona la angiografía cerebral?
Normalmente, las estructuras blandas y huecas, como los vasos sanguíneos, son difíciles de ver en las radiografías. En un angiograma cerebral se inyecta en las arterias un colorante especial denominado agente de contraste. El agente de contraste destaca en las imágenes creadas porque bloquea los rayos X. Así se obtiene una imagen de los vasos sanguíneos que permite a los médicos saber si son normales o no.
La angiografía cerebral también utiliza un tipo especial de técnica de rayos X denominada fluoroscopia. Un fluoroscopio es una unidad de rayos X conectada a una pantalla de visualización. El fluoroscopio utiliza un haz continuo de rayos X para crear una secuencia de imágenes. Estas imágenes se transmiten a la pantalla para crear una imagen en movimiento. Esto permite a su médico observar cómo el agente de contraste llena los vasos sanguíneos que irrigan el cerebro y observar cualquier problema o defecto.
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¿Para qué sirve la angiografía cerebral?
La angiografía cerebral puede utilizarse para:
Busque obstrucciones o estrechamientos de las arterias del cuello que llevan sangre al cerebro.
Detectar un aneurisma. Se trata de una hinchazón en forma de globo en la pared de un vaso sanguíneo del cerebro o en un vaso sanguíneo que conduce al cerebro.
Detectar vasos sanguíneos anormales (malformaciones vasculares).
Detectar la inflamación de las paredes de los vasos sanguíneos (vasculitis).
Comprobar el patrón de flujo sanguíneo a un tumor cerebral. Esto puede ayudar a determinar si el tumor se ha extendido y a orientar el tratamiento.
Investigar síntomas que puedan sugerir problemas con el flujo sanguíneo al cerebro. Estos podrían incluir:
Dolores de cabeza
Mala pronunciación
Mareos
Visión borrosa
Debilidad
Entumecimiento
¿Qué ocurre durante la angiografía cerebral?
El procedimiento puede durar entre 30 minutos y 3 horas. Le pedirán que se tumbe boca arriba en la mesa de rayos X. Es posible que le inyecten un sedante en una de las venas. Es posible que le inyecten un sedante en una vena. Esto ayuda a relajarle, pero no le duerme como una anestesia general. A los niños que se someten a esta intervención se les suele poner anestesia general para que estén quietos durante el procedimiento. Se le colocará un equipo de monitorización en el pecho, el brazo y el dedo. También es posible que le administren oxígeno con una mascarilla durante la intervención.
A continuación se limpia la piel de la ingle con un antiséptico y se cubre el resto del cuerpo con sábanas estériles. El médico le administrará una inyección de anestesia local en la ingle. Después de un breve pinchazo, la zona se adormece.
Una vez adormecida, se introducirá una aguja fina en un vaso sanguíneo de la ingle. A través de la aguja se introducirá un tubo largo y fino llamado catéter. Mediante imágenes de rayos X, el médico introducirá cuidadosamente el catéter por los vasos sanguíneos hasta llegar a los vasos que suministran sangre al cerebro. A continuación se inyecta un colorante a través del catéter y se toman una serie de radiografías para ver cómo se desplaza el colorante por los vasos sanguíneos. A algunas personas la inyección de colorante les produce una sensación de calor y rubor o un sabor metálico en la boca. Esto suele pasar rápidamente.
Una vez realizadas las radiografías, se retiran la aguja y el catéter. Se aplica presión durante unos 10-15 minutos en el lugar donde se introdujo la aguja, para detener cualquier hemorragia. Transcurrido ese tiempo, se revisa la zona y puede aplicarse un vendaje apretado.
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¿Qué debo hacer para prepararme para una angiografía cerebral?
En su hospital le darán consejos específicos sobre la preparación necesaria antes de la intervención. Esto variará de una persona a otra.
Es posible que deba permanecer en el hospital la noche anterior a la intervención. Si no es necesario, se le darán instrucciones sobre lo que puede comer y beber en casa antes de venir al hospital.
Si toma anticoagulantes, es posible que le pidan que deje de tomarlos unos días antes de la prueba. Si toma metformina, un medicamento utilizado habitualmente para tratar la diabetes, es posible que también reciba instrucciones especiales sobre cuándo debe tomarla antes de la prueba.
¿Qué puedo esperar después de una angiografía cerebral?
Puede sangrar por la zona en la que se ha introducido el tubo fino y flexible (catéter). Esto puede minimizarse aplicando presión durante unos minutos después del procedimiento. Es posible que aparezca un hematoma en la zona donde se introdujo el catéter y que sienta algunas molestias. No debe ser grave y suele bastar con un simple analgésico. Algunas personas pasan la noche en el hospital tras una angiografía cerebral. Si se le permite volver a casa, debe concertar que alguien le recoja en el hospital.
Debe buscar ayuda médica si desarrolla alguno de los siguientes problemas después de una angiografía cerebral:
Dolor en el pecho.
Dificultad para respirar.
Problemas de visión o dificultad para hablar.
Debilidad en los músculos de la cara o en los brazos o piernas.
Dolor intenso en la barriga (abdomen) o en la espalda.
Entumecimiento, hormigueo, dolor, hinchazón, pérdida de color, frío en el brazo o la pierna donde se insertó el catéter.
Temperatura alta (fiebre).
Aumento del dolor, hinchazón, enrojecimiento, pus o calor alrededor de la zona donde se introdujo el catéter.
¿Existen efectos secundarios o complicaciones de la angiografía cerebral?
En la medida de lo posible, las mujeres embarazadas no deben someterse a una angiografía cerebral, ya que existe un pequeño riesgo de que los rayos X provoquen alguna anomalía en el feto. Informe a su médico si está o cree que puede estar embarazada.
La dosis de radiación de rayos X suele ser bastante baja. Por tanto, el riesgo de daños es pequeño y se considera una prueba segura.
La mayoría de las personas que se someten a un angiograma cerebral superan bien el procedimiento. El efecto secundario más frecuente es un hematoma en la ingle, donde se introduce el tubo fino y flexible (catéter). Normalmente se trata de un pequeño hematoma. Sin embargo, algunas personas pueden tener un hematoma importante que afecte a la mayor parte de la parte superior del muslo y la ingle. Puede tardar unos días o, en casos extremos, varias semanas en desaparecer. El riesgo de infección es mínimo porque no es necesario hacer cortes (incisiones).
Algunas personas se quejan de dolor de cabeza durante unas horas después del examen. En ocasiones puede durar varios días.
A veces, al despertarse tras la exploración, puede notar que no ve con claridad y algunas personas se quejan de visión borrosa durante unas horas. En raras ocasiones, las personas pierden la capacidad de hablar con claridad o se dan cuenta de que no pueden mover una o más de sus extremidades después del procedimiento. Suelen ser complicaciones temporales, que desaparecen al cabo de unas horas. Sin embargo, en casos muy raros, puede producirse una pérdida permanente del habla, la visión o el uso de las extremidades. Esto se debe al pequeño riesgo de que se dañen las arterias o se formen coágulos de sangre.
En ocasiones, las personas desarrollan una reacción alérgica al tinte utilizado en este procedimiento.
Los niños suelen someterse a una angiografía cerebral bajo anestesia general (aunque algunos adolescentes pueden optar por estar despiertos durante la prueba). Aunque toda anestesia conlleva un riesgo, éste es pequeño.
Lecturas complementarias y referencias
- Procedimientos y tratamientos: Angiografía cerebralHospital Great Ormond Street
- Angiografía cerebral; RadiologyInfo.org
Historia del artículo
La información de esta página ha sido redactada y revisada por médicos cualificados.
1 Ago 2016 | Última versión

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