Piel seca en invierno: lo que el frío puede hacerle a tu piel

"Las condiciones invernales en el Reino Unido pueden ser una tormenta perfecta para la piel seca e irritada", afirma la Dra. Justine Kluk, de la Asociación Británica de Dermatólogos. "Tanto el clima invernal como la calefacción central despojan a la piel de humedad, y los tejidos invernales lanudos pueden causar irritación".

Los efectos del clima invernal en nuestra piel van desde las afecciones cutáneas que todos conocemos o hemos experimentado, como el acné y los labios agrietados, hasta los brotes de afecciones cutáneas preexistentes.

El frío y las enfermedades cutáneas preexistentes

Muchos de nosotros convivimos y tratamos afecciones cutáneas durante todo el año. Se calcula que en el Reino Unido 1 de cada 5 niños y 1 de cada 10 adultos padecen eccema atópico, la forma más común de eccema que provoca manchas rojas, secas y con picor en la piel. Según la organización benéfica Allergy UK, más del 80% de las personas que padecen eccema grave en la edad adulta sienten que el tratamiento de esta afección afecta a su vida cotidiana.

La psoriasis es otra afección cutánea común que produce manchas rojas y escamosas en la piel. Según la Fundación Británica del Corazón, afecta a 1 de cada 50 personas.

La psoriasis y el eczema son sólo dos de las numerosas afecciones cutáneas de larga duración que el invierno puede exacerbar, provocando que un gran número de personas tengan que luchar con sus afecciones durante estos meses.

El frío y la sequedad cutánea

Durante el invierno, pasamos meses alternando constantemente temperaturas frías al aire libre y habitaciones cálidas con calefacción central. El problema es que ambos ambientes resecan la piel, lo que puede provocar o agravar la sequedad cutánea.

Lo explica Hywel Williams, catedrático de dermoepidemiología de la Universidad de Nottingham: "La 'piel de verano' tiende a ser más fina y a estar más hidratada, ya que el aire caliente retiene más humedad y las glándulas productoras de grasa (glándulas sebáceas) producen más aceites naturales que mantienen la piel flexible".

"La producción de sebo se reduce en invierno, y combinado con el frío y el viento, el efecto desecante puede ser demasiado para que tu piel pueda soportarlo".

Eczema

Muchos estudios avalan la relación entre el frío y el riesgo de brotes en personas con eczema atópico (también conocido como dermatitis atópica). La sequedad es el síntoma principal independientemente de la época del año y, por tanto, cuando el tiempo invernal provoca una mayor sequedad, las personas con eczema pueden experimentar una reagudización de los síntomas.

Williams ofrece consejos para tratar el eczema en invierno: "Utiliza muchas cremas hidratantes (emolientes ) en las zonas expuestas antes de salir. Si tus espinillas están un poco secas y descamadas, utiliza emolientes también en estas zonas. Aplícalos siempre en la dirección del pelo para evitar que se obstruyan los folículos pilosos".

Es importante seguir los consejos del médico para tratar los síntomas. Para los brotes de eczema más graves, los médicos de cabecera pueden recetar medicamentos como cremas con corticoides (conocidas como cremas tópicas de cortisona), medicamentos que reducen la inflamación, cremas de barrera cutánea o medicamentos que alteran el sistema inmunitario.

Labios agrietados

Aunque se trata de una dolencia relativamente leve, los labios agrietados son un efecto secundario habitual de la piel seca en invierno. Los labios tienden a resecarse porque la cara suele estar expuesta a la intemperie, y porque tienen una capa muy fina de piel que es propensa a partirse cuando se reseca con el frío.

Esto se previene y cura fácilmente con bálsamos labiales humectantes que hidratan los labios. Algunos bálsamos labiales contienen incluso medicamentos cicatrizantes que pueden aliviar el dolor labial.

Acné

La mayoría de la gente asocia el acné con la piel grasa, pero la piel seca en invierno también puede causar acné. Esta afección cutánea se debe a la obstrucción de los poros, y la piel seca puede provocar una acumulación de células cutáneas muertas que obstruyan los poros. La piel seca también hace que los poros se abran, lo que permite la entrada de bacterias que también causan acné.

Aunque algunas personas son genéticamente más propensas al acné, hay cosas que se pueden hacer para reducirlo. Por ejemplo, no tocarse demasiado la piel y utilizar limpiadores e hidratantes suaves. Los médicos de cabecera también pueden recetar antibióticos para tratar los casos más graves.

Picor invernal

El prurito invernal, como su nombre indica, se produce durante el invierno, cuando la piel se reseca tanto que produce picor e incomodidad, dando lugar a erupciones rojas, piel escamosa o protuberancias. Estos síntomas son similares a los del eccema, pero mientras que el eccema suele ser una afección a largo plazo que se diagnostica a una edad temprana, el prurito invernal es puramente un efecto temporal del frío invernal.

Cualquier persona puede sufrir picores invernales, pero suelen desaparecer rápidamente. El picor invernal puede aliviarse hidratando la piel con regularidad y, a veces, evitando la ropa de lana o franela, que puede irritarla. También puede comprar en la farmacia cremas con esteroides suaves. Si éstas no surten efecto y los síntomas son persistentes y molestos, su médico de cabecera puede recetarle medicamentos más fuertes.

Psoriasis y frío

La psoriasis es una enfermedad autoinmune, lo que significa que la afección se activa cuando las defensas del organismo se ponen en alerta. Esto provoca manchas rojas, elevadas y escamosas en la piel, y las personas pueden sentir ardor, sensibilidad y articulaciones rígidas o hinchadas.

"Los enfermos de psoriasis también pueden notar que su enfermedad es más difícil de tratar durante los meses de invierno. El aire seco, combinado con la falta de sol durante los días más cortos y oscuros, contribuyen a ello", explica el Dr. Kluk.

La psoriasis guttata es un tipo de psoriasis que también es más común durante el invierno. Suele estar provocada por infecciones bacterianas de garganta, como la faringitis estreptocócica, que se propagan más rápidamente en invierno.

Los brotes de psoriasis pueden tratarse y aliviar las molestias. Su médico de cabecera le aconsejará sobre las opciones de tratamiento, que incluyen la prescripción de medicamentos.

Urticaria por frío y tiempo frío

La urticaria, también conocida como ronchas, es una erupción pruriginosa de piel enrojecida y levantada que tiene varios desencadenantes. La urticaria por frío es una subforma causada por una reacción alérgica al frío. Los desencadenantes son el frío, pero también el agua fría o cualquier objeto frío que entre en contacto con la piel.

Los síntomas son temporales y suelen desaparecer por sí solos. Si le preocupan los síntomas persistentes que le causan molestias, su médico de cabecera puede recetarle medicamentos como antihistamínicos. En casos muy graves y persistentes, pueden ofrecerle un tratamiento con comprimidos de corticoides o derivarle a un especialista, que podría recetarle montelukast u omalizumab, utilizados habitualmente para tratar el asma.

Rosácea y frío

La rosácea es otra afección cutánea frecuente a largo plazo. Provoca "rubor" en la cara, ya que los vasos sanguíneos se hacen visibles, y también puede producir pequeñas protuberancias llenas de pus. Aunque se desconoce su causa, el clima muy frío y seco es uno de los principales desencadenantes.

"Las personas con rosácea pueden notar que las fluctuaciones de temperatura provocan un enrojecimiento más acusado de las partes afectadas de la cara, lo que puede dar lugar a un sofoco cuando la persona vuelve a un ambiente cálido después de haber estado al aire libre con viento o frío", explica Kluk.

No tocarse la cara con demasiada frecuencia, protegerse la cara con una bufanda cuando hace mal tiempo, utilizar cremas hidratantes suaves y evitar las cremas con esteroides y los productos que bloquean las glándulas sebáceas y sudoríparas. Su médico de cabecera también puede recetarle antibióticos u otros medicamentos.

La enfermedad de Raynaud y el frío

El frío también puede ser un desencadenante de la enfermedad de Raynaud. Afecta a la circulación sanguínea cuando se tiene frío o se está estresado. Las zonas más afectadas son los dedos de los pies y las manos, y la piel puede cambiar de color, entumecerse o picar.

Por lo general, los síntomas desaparecen a los 15 minutos de normalizarse la temperatura. En casos graves, o si desarrolla una úlcera o infección en un dedo afectado, debe consultar a su médico.

Sabañones y frío

Los sabañones son pequeñas manchas rojas de hinchazón y ampollas en la piel causadas por la exposición a temperaturas frías. Duelen y pican, y suelen aparecer en los dedos de las manos y los pies, los talones, la nariz y las orejas.

Suelen desaparecer por sí solas en unas semanas, pero si persisten, es posible que tengas que consultar a tu médico de cabecera. Para aliviar los síntomas, abrígate bien para evitar el frío y toma paracetamol o ibuprofeno para el dolor. No intentes calentar las zonas afectadas poniéndolas sobre un radiador o bajo el agua caliente, ya que calentar los vasos sanguíneos demasiado rápido puede empeorar los síntomas.