
¿El frío favorece la pérdida de peso?
Revisado por la Dra. Sarah Jarvis MBE, FRCGPÚltima actualización por Abi MillarÚltima actualización 23 dic 2019
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Aunque los días previos a la Navidad no suelen considerarse la mejor época para perder peso, se ha especulado con la posibilidad de que bajar la calefacción ayude a adelgazar. Entonces, ¿se queman más calorías con el frío y merece la pena hablar de la "grasa parda"?
En este artículo:
Si quiere perder peso, probablemente conozca los principios básicos: comer menos y moverse más. Una dieta equilibrada, limitar la ingesta de alcohol y mantenerse activo son la clave para perder peso, y esta fórmula de "calorías in vs calorías out" ayudará a muchas personas a deshacerse de los kilos de forma fiable.
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Grasa parda
Sin embargo, es posible que también haya oído la extraña teoría de que la exposición al frío puede ayudar a perder peso. Según esta teoría, la exposición al frío activa un tipo de grasa de nuestro cuerpo, conocida como grasa parda. Esta misteriosa sustancia actúa como un motor térmico, generando más calor y quemando más calorías que cualquier otro tejido corporal.
Durante muchos años, los científicos pensaron que la grasa parda se limitaba a los bebés. Los recién nacidos son muy vulnerables al frío, y sus depósitos de grasa parda, que representan alrededor del 5% de su peso corporal, son la forma que tiene la naturaleza de protegerlos de la hipotermia.
A medida que envejecemos, perdemos la mayor parte de nuestra grasa parda. Es la "grasa blanca" que se encuentra bajo la piel y hace que nos aprieten los vaqueros. Sin embargo, a finales de la década de 2000, los investigadores confirmaron la presencia de grasa parda en los adultos, aunque en pequeñas cantidades y en lugares extraños: a menudo se encuentra en el cuello y los hombros, en el pecho o en la columna vertebral.
"Sabemos que la grasa parda está presente y activa en los humanos adultos", afirma el profesor Paul Trayhurn, experto en obesidad de la Universidad de Liverpool. "Es menos activa en las personas obesas. Su actividad disminuye con la edad. Ayuda a mantener calientes a los recién nacidos y contribuye en pequeña medida a la producción de calor en los adultos".
¿Qué dice la ciencia sobre la grasa parda?
Uno de los aspectos más interesantes de este descubrimiento es su posible relación con la pérdida de peso. Por un lado, las personas con más grasa parda tienden a tener menos grasa corporal en general, aunque no está necesariamente claro cuál es la causa. Por otro lado, se sabe que la grasa parda quema calorías a una velocidad mucho mayor que la grasa blanca.
También hay otros beneficios potenciales para la salud. La grasa parda podría ayudar a estabilizar el azúcar en sangre e interactuar con las hormonas intestinales para ayudar al cuerpo a saber cuándo está saciado.
En cuanto a las bajas temperaturas, varios estudios han descubierto que pasar tiempo en el frío puede hacer que nuestra grasa parda sea más activa. En un estudio de 2012, los voluntarios llevaban un traje frío que reducía ligeramente su temperatura. Quemaron 250 calorías más durante un periodo de tres horas, a pesar de que no tenían tanto frío como para tiritar.
En 2018, investigadores de la Universidad de Nottingham descubrieron algo sobre el mecanismo responsable.
"Nuestro estudio ha demostrado que incluso realizando cambios bastante modestos en la temperatura podemos activar nuestras células madre para que formen grasa parda a nivel celular. La buena noticia de estos resultados es que nuestras células no están preprogramadas para formar grasa mala, y nuestras células madre pueden responder si aplicamos el cambio adecuado en el estilo de vida", afirma la Dra. Virginie Sottile, autora del estudio.
En otras palabras, bajar el termostato teóricamente debería aumentar los niveles de grasa parda, que a su vez debería quemar más calorías.
"Poco a poco, los científicos se van familiarizando con la grasa parda", afirma Tam Fry, presidente del Foro Nacional de la Obesidad. "Antes se creía que sólo los bebés la tenían para mantenerse calientes y vivos en las cuevas prehistóricas, pero se ha descubierto en adultos en diversos grados. La última teoría sugiere que un aumento de la conversión de grasa blanca 'mala' en grasa parda 'buena' podría modificarse genéticamente y conducir a una reducción real de la obesidad."
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¿Hay que bajar la calefacción para adelgazar?
Sin embargo, esto no significa que deba dejar de lado su programa de ejercicio en favor de las duchas frías. Hay muchas cosas que desconocemos sobre la grasa parda y es necesario seguir investigando. Además, es fácil contrarrestar las calorías adicionales quemadas, ya que probablemente te sentirás más hambriento.
El profesor Trayhurn afirma que no recomendaría la exposición al frío como estrategia para perder peso. Aunque él mismo consideró esta posibilidad ya en la década de 1980, la describe como "llena de preocupaciones".
"En principio, la activación de la grasa parda mediante temperaturas frías podría favorecer la pérdida de peso, siempre que no se produzca un aumento compensatorio de la ingesta de alimentos", afirma. "Pero es probable que la cantidad de energía extra gastada sea muy pequeña, y es difícil verlo como un cambio de comportamiento realista para la mayoría de las personas obesas".
Es posible que en los próximos años veamos fármacos diseñados para potenciar la actividad de la grasa parda, aprovechando sus beneficios sin necesidad de pasar frío. Sin embargo, Trayhurn no está seguro de que estos enfoques "sean factibles", y si algo ocurre, probablemente no será hasta dentro de un tiempo.
También es importante mencionar que pasar frío deliberadamente no es una buena idea para mucha gente. Especialmente en las personas mayores y más vulnerables, no hay que subestimar el riesgo de hipotermia. Por ahora, lo mejor es limitarse a los métodos de adelgazamiento de eficacia probada.
"Dado que la grasa blanca puede transformarse en grasa parda de forma natural mediante la exposición al frío, una corriente de pensamiento cree que bajar la calefacción central podría ser una idea maravillosa", afirma Fry. Además de ayudarte a perder peso, ahorrarías una buena suma en la factura de la calefacción". Sin embargo, por el momento -y desde luego con una previsión de invierno gélido- aumentar el ejercicio y comer menos calorías podría producir el mismo resultado y de forma mucho más agradable".
Historia del artículo
La información de esta página ha sido revisada por médicos cualificados.
23 Dic 2019 | Última versión

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