Cómo mantener los pies sanos este verano

Muchos de nosotros no somos conscientes de que salir con los pies descalzos en verano suele ser mejor que llevar chanclas o sandalias. O que las uñas están hechas de proteínas y, por tanto, son tan vulnerables a los daños solares como nuestra piel?

La verdad es que, aparte de cortarnos las uñas de los pies y hacer alguna que otra visita de última hora al especialista de los pies (podólogo), la mayoría de nosotros descuidamos nuestros pies.

Durante los meses de verano, son especialmente vulnerables a los daños del sol. También son susceptibles de sufrir afecciones dolorosas derivadas del desgaste general, como ampollas y piel seca y agrietada.

Cómo proteger los pies del sol

"Los pies pueden hincharse con el calor, por lo que el calzado que queda bien en casa puede rozar en vacaciones. Esto puede provocar la aparición de ampollas ", explica Emma McConnachie, podóloga del Royal College of Podiatry del Reino Unido.

"Caminar con sandalias o chanclas cuando hace más calor puede resecar mucho nuestros pies, sobre todo en los talones, lo que puede resultar doloroso".

Señala que, en los meses de verano, muchos olvidamos incluir los pies en nuestro régimen de protección solar. Pero es importante no descuidarlos: los pies están muy expuestos si llevamos chanclas o sandalias.

"Si está tumbado y tomando el sol en la playa, no olvide aplicarse protección solar en la parte superior de los pies, así como en las plantas. Quemarse aquí puede ser muy doloroso".

Sujetan los pies y evitan las ampollas

Las chanclas son una opción fresca y cómoda para pasear por la playa, el jardín o la casa. Sin embargo, no son ideales para largos paseos ni para llevarlas a diario, ya que ofrecen muy poca sujeción del arco plantar.

"La mejor sandalia de verano para un uso frecuente es la que tiene tiras que sujetan el pie por arriba y por detrás; por ejemplo, una sandalia de gladiador", dice McConnachie. "También puedes comprar sandalias con suelas moldeadas que sujetan el arco del pie. Ofrecen más sujeción y suelen ser más cómodas que las suelas completamente planas".

La elección correcta del calzado de verano también puede evitar las dolorosas ampollas. Provocadas por el roce -especialmente entre los dedos de los pies si llevas chanclas con puntera-, son más frecuentes cuando hace calor y pueden durar hasta siete días.

"Evita las ampollas estirando las sandalias", aconseja McConnachie. "Llévalas con calcetines y camina por el interior para aflojarlas, o usa bálsamo para los pies para proteger la piel de rozaduras".

Explica que, a la hora de tratar una ampolla, primero hay que tener en cuenta su tamaño. Si la ampolla es pequeña y no causa problemas al llevar zapatos, puedes cubrirla con un esparadrapo para evitar el dolor por fricción. No reviente las ampollas pequeñas.

"Si la ampolla es tan grande que no puedes llevar calzado, rómpela con cuidado sin retirar la piel suprayacente. A continuación, cubre la zona con un apósito limpio y seco y no la pierdas de vista. Si está abierta y hay piel en carne viva debajo, considera la posibilidad de utilizar un antimicrobiano, sobre todo si la ampolla está sucia o parece infectada.

"También es aconsejable utilizar un apósito limpio y seco con una sección antiadherente. La mayoría de las ampollas de los pies desaparecen si se tiene cuidado de no frotarlas".

¿Cómo puedo evitar las verrugas y el mal olor de pies?

Las verrugas son pequeñas protuberancias que suelen aparecer en las plantas de los pies o alrededor de la zona de los dedos. Pueden crecer hacia dentro bajo una capa dura y gruesa de piel (callo).

Están causadas por el virus del papiloma humano (VPH), que es muy contagioso por contacto directo de persona a persona. Las probabilidades de contraerlo son mayores durante el verano, cuando nuestros pies están más expuestos. Esta cepa del virus del papiloma humano es distinta de las que están relacionadas con el cáncer de cuello uterino.

"Si eres propenso a las verrugas, evita tocarlas y aproximadamente la mitad desaparecerán por sí solas en un año", dice McConnachie. "También se puede utilizar una pomada o gel de venta libre. En casos dolorosos, si llevan presentes más de seis meses, o si se están extendiendo, visita a tu médico o a un podólogo".

Aunque no tan incómodos como las verrugas, los pies sudorosos y malolientes son una aflicción común y embarazosa durante los calurosos meses de verano. Pero no se preocupe. Evitar el mal olor de pies puede ser tan sencillo como llevar sandalias abiertas siempre que puedas, o cambiarte de medias o calcetines al menos una vez al día.

"Elige calcetines que contengan al menos un 70% de algodón, lana o bambú, aunque algunos calcetines de fibras sintéticas están diseñados específicamente para mantener los pies secos", añade McConnachie. "Mantén los pies limpios lavándolos a diario. Sécalos con cuidado entre los dedos y alterna los zapatos que usas a diario para que se sequen. Si el olor persiste, prueba con un jabón antibacteriano".

Piel del talón y uñas de los pies duras

Los talones agrietados son dolorosos y pueden resultarte antiestéticos durante todo el año. Pero sobre todo cuando llega el buen tiempo.

Esto se debe a que muchos de los zapatos de verano más populares tienen suelas finas, lo que significa que la almohadilla de grasa del talón recibe más presión cuando el pie golpea el suelo.

McConnachie aconseja utilizar una piedra pómez o una lima no metálica para los pies mientras se está en la ducha. Otra opción es llenar una bañera con agua caliente para exfoliar suavemente la acumulación de piel que puede producirse en los talones de los pies. Cuando la piel esté seca, aplique una crema hidratante para pies de buena calidad. Busca una que contenga urea de grado clínico, excepto entre los dedos.

Por último, el podólogo comparte valiosos consejos para evitar tropezar con otro de los problemas habituales de los pies en verano: las antiestéticas uñas de los pies.

"Para cortar las uñas de los pies, es mejor utilizar alicates en lugar de cortaúñas, porque tienen una hoja más pequeña y un mango más largo", explica McConnachie. "Corta las uñas en línea recta y no cortes demasiado abajo en el borde o por el lateral: la esquina de la uña debe quedar visible por encima de la piel. Además, es mejor cortarse las uñas después del baño o la ducha, cuando están mucho más blandas."