Dos refrescos al día pueden aumentar el riesgo de muerte prematura

Los resultados, publicados en la revista Jama Internal Medicine, indican que el consumo de refrescos azucarados y edulcorados artificialmente ("light") se asocia a un mayor riesgo de muerte.

El estudio analizó a unas 452.000 personas de 10 países europeos: Dinamarca, Francia, Grecia, Alemania, Italia, Países Bajos, Noruega, España, Suecia y Reino Unido.

Los investigadores analizaron los datos de cuestionarios o entrevistas sobre alimentación entre 1992 y 2000. Se realizó un seguimiento de los participantes una media de dieciséis años después. En este tiempo, se registraron 41.693 muertes.

Los investigadores descubrieron que cuando se bebían dos o más vasos de refrescos al día, en comparación con cuando se bebía menos de uno al mes, todos los tipos de refrescos se asociaban a un mayor riesgo de muerte por todas las causas. Los que consumían dos o más vasos presentaban un mayor riesgo de enfermedades circulatorias y los que consumían sólo un vaso al día tenían un mayor riesgo de morir por enfermedades digestivas.

No se observó que el consumo de refrescos aumentara el riesgo de morir de cáncer.

El estudio es el mayor de este tipo. Los investigadores afirman que sus conclusiones respaldan las iniciativas de salud pública en curso para fomentar una alimentación sana y reducir el consumo de refrescos. Pero esta investigación sólo muestra una correlación entre los refrescos y la muerte prematura. No prueba que las bebidas gaseosas causen una muerte prematura. Además, los resultados se basan en la información facilitada por los participantes sobre su consumo de refrescos, que puede no ser fiable.

"Nuestros resultados para los refrescos azucarados proporcionan más apoyo para limitar su consumo y sustituirlos por otras bebidas más saludables, preferiblemente agua", dijo a Reuters Neil Murphy, coautor del estudio y científico de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer. "En el caso de los refrescos edulcorados artificialmente, ahora necesitamos comprender mejor los mecanismos que pueden subyacer a esta asociación e investigaciones como la nuestra esperamos que estimulen estos esfuerzos".

Este estudio se publicó en Jama Internal Medicine.